Crítica: Sublime

Aquí tenemos otra película más sacada del experimento llamado "Raw Feed" y que ha sacado la Warner Bros, para supuestamente, ofrecernos historias de terror. Con "Sublime" tendremos casi dos horas de imágenes de lo más delirantes, que no se le ocurrirían ni al propio David Lynch colocado de ácido en sus más extrañas paranoias de Twin Peaks, así que ya os podéis imaginar  por donde van los tiros. Pero si algo resulta molesto son los recuerdos que tiene su protagonista, recuerdos de la vida que llevaba antes de ingresar en el hospital, unas secuencias que molestan continuamente y que cortan el avance y la intriga de la trama.

Como protagonista tenemos a Thomas Cavanagh, un actor bastante conocido por las series "Ed" y "Scrubs", que aporta una interpretación justita, por otra parte tenemos a la actriz Katherine Cunninham-Eves en el papel de la enfermera, la cual parece haber salido directamente de un Penthouse, incluyendo minifalda y tacones imposibles, la cual proporcionará a la película su dosis de erotismo (y que seguramente gustará al público masculino). En el elenco nos encontraremos también con el actor afroamericano Lawrence Hilton-Jacobs (de la mítica serie "Raíces"), en el papel de "Mandingo" un enfermero bastante cabroncete, aunque con ese nombre no es de extrañar.

Con una excelente fotografía y secuencias que parecen sacadas de "Silent Hill", todo esto condimentado con algunas imágenes de sangre, de manos del señor "Mandingo", hacen de la película algo mejor de lo que en realidad es. Este es el primer trabajo como director de Tony Krantz, un productor de series de televisión como "24" o "Felicity", y que con su primer largometraje a logrado confundirnos y aburrirnos con secuencias interminables, para concluir finalmente con una metáfora que abarca desde las negligencias médicas, los seguros, el sufrimiento humano y la eutanasia, aunque con casi dos horas de duración y cierto aburrimiento y desasosiego del espectador, que ha tenido tiempo de sobra para pensar que pasa con el bueno de George y el hospital, resulta un final bastante esperado. Una película que recomiendo a todo aquel que esté a la espera de una operación quirúrgica, te gustará.