martes, 30 de marzo de 2010

Crítica: Brainscan

Desde finales de los ochenta hasta la actualidad el cine de terror ha estado claramente marcado por una serie de nombres propios que han tenido un gran peso específico en este género, personajes que gracias a su gran carisma han sido llevados a la pantalla una y otra vez convirtiéndose en auténticos iconos de una generación (donde me incluyo).

Hasta los más profanos en el tema conocen a criaturas de la calaña de Freddy Krueger "Pesadilla en Elm Street", el eterno asesino de la cara quemada con cuchillas en los guantes que te mataba en los sueños, siete películas ( sin contar otra que están preparando ), un crossober "Freddy vs. Jason" y hasta una serie de televisión "Las pesadillas de Freddy", vamos, una auténtica gallina de los huevos de oro para su creador, Wes Craven; Jason Voorhees, "Viernes 13", el asesino de la mascara de hockey, tormento de jóvenes adictos al sexo con su inmenso...machete, (diez partes); Michael Myers "Halloween" el demente de la máscara blanca y ojos negros como el diablo (ocho partes) siendo pura actualidad con el remake realizado por Rob Zombie; Pinkhead, el cenobita de la cabeza de clavos surgido del infierno creado por Clive Barker que ha dado vida a toda una "subcultura" y que tiene ya a sus espaldas siete películas, aunque personalmente opino que la saga termina con "Bloodline", las posteriores son pura bazofia...y todo esto a que viene, pues a que en "Brainscan" teníamos a otro "cult-killer" en potencia, Trickster, que sorprendentemente se quedó en el intento, y eso que tenía condiciones, siendo uno de esos a los que podías matar una y otra vez y resucitarlo como si nada.

Desconozco porque no se intentó sacar jugo a esta nueva franquicia dirigida por el difunto John Flynn, que capitaneaba el asesino virtual, una especie de Keith Richards diabólico, con manos de Nosferatu y cresta punki ochentera, un personaje que despertaba odio y admiración a partes iguales y que estaba más cerca de la sutileza y humor satírico de Krueger que de la tosca y fría brutalidad de Borges.

Y es que "Brainscan"pese a las apariencias es una de esas películas de terror psicológico que tanto gustan en la actualidad, alejándose de los cánones más sangrientos y explícitos de la época, aunque no exenta de alguna secuencia más visceral que subían un poco el tono de la película, amén también de alguna escena francamente divertida con Trickster en plan estelar : "Pueden darme una descarga de 10.000 voltios, pueden arrancarme los ojos, pueden romperme los dedos de la mano, uno a uno, uno a uno, y yo nunca te delataré, pero por favor, nada de country, todo hombre tiene un límite", esto me quedó grabado para siempre.

La cinta tenía todos los ingredientes para triunfar entre las hordas de aficionados al género, pues quien podía no sentirse identificado con "Michael Bower" interpretado por el fugaz Edward Furlong ( un actor que iba para estrella, después de interpretar a John Connor en "Terminator 2" y que después de esta "Brainscan" tan solo volvería a brillar en "American History X" para terminar convirtiéndose en un actor de filmes de tercera fila), un adolescente solitario, antisocial, fanático de los videojuegos, del rock duro ( por cierto excelente banda sonora, mi walkman sacó humo después de destripar una y otra vez "Grease Box") del cine de terror ( fundador del Club del Horror) y lector habitual de FANGORIA!!!, me cago en la puta! sigo siendo un "Michael Bower" en potencia...

Así que teníamos a dos personajes de gran carisma enfrentados, el resultado fue una muy buena película, que nos contaba tanto, una macabra historia, como una de amor, pues no olvidemos que este es el principal leit-motiv de la película y que puede que sea uno de los puntos más diferenciales con respecto a las sagas antes mencionadas. Los efectos visuales fueron pocos pero bien realizados para la época, la historia tenía su intríngulis y como ya he dicho, la banda sonora era de vicio. Una excelente película de serie B que ningún amante al cine de terror debería perderse, quizá algún día alguien decida pedir otro juego de "Brainscan"...


6 comentarios:

AzoteVil dijo...

A día de hoy puede considerarse una cinta de culto. Lástima que en su momento no se le hiciese una continuación. Aunque esta (posiblemente) fuese de menor nivel. La película es entretenida. De bien a muy bien. En principio cuando aparece el "tipiño" parece una chorrada de mucho cuidado, pero poco a poco, actores mas la historia que tiene se va salvando. Y finalmente obtiene un buen resultado. Buena. Para mi gusto, claro.

Anónimo dijo...

Che, cariverga, no es Borges sino Vorhees. Borges es el escritor.

El Rector dijo...

Jason BORGES?? jaja! Muy grande... también es una marca de aceite.

Anónimo, no se que diantres significa "cariverga", pero gracias por el dato, ahora mismo lo edito.

Saludos erratados.

El Rector dijo...

Aunque en realidad es Voorhees, con dos oes.

Saludos.

Julio dijo...

Una curiosa pelìcula de la dècada de los ochenta basada en juegos tecnològicos que presentan una realidad virtual,que parece real al protagonista. La cinta tiene un desarrollo zigzagueante porque la actuaciòn es un tanto dèbil, especialmente del actor eje del tema.
Se ven algunos efectos especiales interesantes. Por otra parte, lo màs importante es el desenlace mismo, en el cual ronda la idea de si todo fue un sueño o era parte de la realidad real.
En sìntesis, un entretenido film, sin mayores pretensiones, que permite pasar un rato agradable.

El Rector dijo...

Julio, esta es para muchos hoy (entre los que me cuento), una película de culto, que se ha sabido valorar (como siempre ocurre) con el paso del tiempo.

Yo a Furlong no lo veo mal, todo lo contrario, me parece uno de los grandes momentos de su carrera, que han sido pocos, pero sonados.

Saludos.

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