miércoles, 13 de febrero de 2013

Crítica: Venganza: Conexión Estambul

“Venganza”, de Pierre Morel, sea posiblemente uno de los mejores thrillers de acción que se hayan rodado en los últimos años. Al frente de éste, por supuesto, uno de los tipos más carismáticos que puede poner a día de hoy la industria del celuloide sobre la mesa, Liam Neeson (“Infierno Blanco”, “Furia de Titanes”, “Ira de Titanes”). Cuatro años después del estreno de la primera “Venganza”, nos llega esta secuela “Venganza: Conexión Estambul”, en la cual, el señor Olivier Megatón, toma el relevo de su compatriota Pierre Morel para volver a poner en el ojo del huracán al bueno de Liam Neeson, quien analizando su ya dilatada filmografía, se está ganando a pulso el título honorífico de “atormentado”, término por otro lado, que engloba varios tipos de perfiles que ya comentaremos con más profundidad en otra ocasión. Éste, el que atañe al bueno de Neeson, es el de “atormentado de circunstancias”. Es decir, una buena persona por naturaleza que se ve metida, cosas del azar, en digamos, situaciones poco agradecidas con la consiguiente perdida de ganas de salir de fiesta y mueca de Abbath dibujada de forma perenne en la cara.

Recordemos la primera entrega, donde este ex miembro de no se que fuerzas especiales del gobierno, vio como una red criminal de tráfico de blancas, secuestraba a la hijita de sus ojos allá por tierras parisinas (no se que tiene París que para bien o para mal, siempre se lía alguna), con la consiguiente operación de rescate por su parte. Lo cual derivó no solo con el ídem de la misma, sino con una auténtica sangría de cucarachas albanesas. Bien, pues en esta secuela, la venganza viene del tejado contrario, es decir, de las también atormentadas familias de las víctimas de Bryan Mills (Neeson). El capo de la organización y padre de uno de estos damnificados por el huracán Neeson, organiza su particular vendetta para hacerle pagar a nuestro atormentado favorito, todo el dolor infligido a su comunidad de “buenas” gentes. El escenario en esta ocasión: Turquía. Donde Mills pasa unos días con su ex mujer y su hija (que bonito terminar como amigo de tu ex, ¿verdad?... en realidad es lo que pasa cuando ésta no se ha comportado como una auténtico zorrón verbenero en el pasado o eso, o que sea Famke Janssen (“100 Feet”), como es el caso, claro).

A ver, si entramos en el siempre odioso mundo de las comparaciones, ni que decir tiene que esta secuela no le llega ni a la suela de los zapatos a su predecesora y eso, que a grandes rasgos, repite fórmula... lo que por otro lado, sea posiblemente, su mayor handicap, pues esto es un clarísimo caso de MDLM (Más De Lo Mismo), con la consiguiente pérdida del factor frescura de la primera entrega, amén de que aquí la cosa está mucho más orientada al cine de acción que al thriller, perdiendo el perfecto equilibrio entre ambos géneros del que hacia gala la película de Morel. La tensión, la incertidumbre y sobretodo, la fuerte carga dramática de antaño, aquí brilla por su ausencia y la mayor parte del tiempo, vemos al bueno de Neeson metido (o embuchado) en los pantalones de un Steven Seagal o un Chuck Norris (que nadie se pierda “Furia Silenciosa”, pero que a nadie se le ocurra ducharse tampoco ni antes, ni durante, ni después de su visionado) de la vida, es decir, convertido en un mero trozo de carne repartidor de estopa de la fina, lo cual, no deja de convertirse en otro handicap que sumar a los ya mencionados, porque no nos engañemos, Neeson tiene mucho carisma y unos labios en esa boquita de piñón, que dan ganas de lamérselos cuando los tiene secos, pero Bruce Lee no sería el hombre (vamos, que muy fibrado no está tampoco), por lo que tanta secuencia de ostias, no termina de ser el mejor escenario para su lucimiento... vamos, que si eres un tipo que solo puede copular durante escasos 15 minutos, no te metas a actor porno hombre, eso déjaselo a los profesionales.

De todas formas, el celuloide es tramposo, y la cinta, sin desentonar dentro del personal estilo visual de Megatón, disimula en gran medida estas limitaciones de Neeson disfrazando las peleas con múltiples cambios de cámara y demás recursos cinematográficos, vamos, que aquellos que criticaron a Nolan por las coreografías de su Batman, aquí se van a llevar las manos a la cabeza en más de una ocasión. Y en esta misma tesitura, tampoco (y esto es una opinión muy personal) me parece nada acertada la nueva visión de super héroe que se le da al personaje, mucho más humano y acorde con la “seriedad” de la historia que se nos cuenta en aquella primera “Venganza” que en esta secuela, donde al tipo solo le falta volver a vestirse con la túnica de Jedy y sacarse el sable... laser.

Como novedad, más allá del nuevo enfoque, esta segunda parte introduce un nuevo elemento en la trama para intentar compensar la perdida de personalidad con respecto al primer filme, y es el cambio de rol del personaje de Kim (Maggie Grace), la hija de Mills, quien aquí, lejos de encarnar a la pobre víctima de la película anterior, toma forma de manera mucho más activa en la trama, convirtiéndose en la partner de aventuras de su padre para recuperar esa figura del binomial tan del cine de acción moderno. Esto, deriva en un amplio abanico de posibilidades a la hora de generar nuevas situaciones con respecto a su predecesora y la verdad sea dicha, la rubita copa los mejores momentos del filme en lo que a tensión se refiere (tensión que brilla por su ausencia cuando papá toma las riendas de la acción en plan: me follo a todo lo que se me ponga por delante y sin bajarme ni la cremallera). Como ejemplo de esto, dos momentos: el de la niña haciendo detonar granadas por los tejados de Estambul y la huida en coche hacia la embajada.

Pese a todo, y pese a la total certeza de estar ante un producto inferior a “Venganza”, esta secuela entretiene desde el primer hasta el último minuto de metraje y además, nos da la oportunidad de meternos por vena una nueva sobredosis de un Liam Neeson quien aquí, hace serias oposiciones a formar parte de la tercera entrega de “Los Mercenarios”, porque una cosa tengo muy clara, este tío no estará fibrado, pero puede follar durante más de 15 minutos fijo.

Qui-Gon Jinn es siempre bien: Que Neeson, como siempre, mola mucho y está para comérselo aunque no sea tu tipo y la innegable capacidad de entretener que atesora una cinta plagada de acción y violencia.

Pero los desayunos de hospital sin Cola Cao son una puta mierda: Su perdida de “seriedad” y carga dramática con respecto al anterior filme, el tufillo a WTF que desprenden algunas situaciones paranormales (aka fantasmadas) y el terrorífico doblaje español que le han puesto a Famke Janssen.
 

 

7 comentarios:

Max Cady dijo...

De acuerdo en casi todo pero con matices. Venganza (Taken), fue un sorprendente thriller, mucho mejor facturado que la mayoría que nos invade y de ritmo trepidante. Esta secuela (innecesaria) está muy lejos de la original y si se sigue con interés es gracias a un inmenso Liam Nesson y unas “estupendas” Maggie Grace y Famke Janssen. La realización baja muchos enteros y el guión es más exiguo aún que el de la predecesora. Yo la recomendaría para fans de las producciones del señor Besson y del cine de acción menos exigente.

P.D. Conocía el dicho de: “si no sabes torear, no saltes al ruedo”, pero es muchísimo mejor: “si no copulas más de 15 minutos, no te metas a actor porno”. Genial.

Un saludo.

thewronggirl dijo...

Yo creía que el dicho venía más a: si no sabes torear pa qué te metes, Pero puede qeu eso fuera sólo una canción.
Me parece que yo vi Taken en el cine en su momento sin saber qué era, porque salía Liam y Liam es siempre bien.
Qué hermoso nombre tiene, ME CHIFLA!
A lo que vengo, es que no me acuerdo de Taken así en plan peli pero si me acuerdo de ir al cine a ver una peli de Liam que no sabía cual era en su momento y que era un thriller de tío atormentado
Atemos cabos!
Cat fight!

Kontroverse dijo...

He oído/leído Famke Janssen? Cane more.
Pues yo que vivía feliz sin saber de su existencia... Max, si sale Famke no es innecesaria hombre! Jajaja

Vamos Rector, que me la pongo en pedientes, y en VOS por lo que dices. Que si el doblaje es malo, pa' qué te metes Manolete?

Saludos!!!

El Rector dijo...

Max, pues mira que yo no soy excesivo fan de lo que suele hacer Besson (a excepción de El Quinto Elemento, que me chifla), todo lo que suele salir de su productora, me parece de calidad cuestionable, pero he disfrutado mucho con las dos entregas de Taken y ojo, que ya se ha anunciado una tercera parte y el tipo repite como guionista...

TWG, esa que comentas, también podría ser Sin Identidad, también lo vi bastante atormentado por Berlín.

Kontroverse, Famke siempre bien, no? ;)

Saludos.

thewronggirl dijo...

Ay, Rec... tiene que ser esa de Sin Identidad seguro. Entonces me apunto estas dos!

Max Cady dijo...

Rector, estoy contigo en mi poca fascinación por los productos de la factoría del señor Besson y cía. (salvo casos aislados como Taken, No se lo digas a nadie o Alta Tensión) pero no cabe duda que son productos que no engañan a nadie, de consumo rápido y totalmente olvidables.

Yo, aunque repita Nesson y las guapas Maggie Grace y Framke Janssen, no sé si la historia y los personajes dan para más. La secuela (Taken 2), se seguía con cierto interés por ver que aportaba pero viendo los resultados una tercera se me antoja….

Un saludo.

P.D. ¿Qué ciudad tendrá en esta nueva entrega el honor de albergar secuestradores y asesinos sin escrúpulos? (porque menuda propaganda se hace de París y Estambul).

Kontroverse dijo...

Siempre bien sí, ayer la vi y no me ha apasionado. Aunque tampoco es de esas que se te atragantan las palomitas.

Un saludo!

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