miércoles, 31 de julio de 2013

Crítica: Suspiria

Creo necesario contextualizar esta película y poner mis cartas sobre la mesa, antes de proceder a la reseña de la misma, y de que algunos se rasguen las vestiduras y se indignen conmigo.

Giallo (amarillo en italiano): “Es un término que designa un subgénero cinematográfico que nace en Italia a mediados de los años 60 del siglo pasado, cuyos argumentos (la mayoría de veces son inconsistentes) transitan entre el thriller y el terror. En sus orígenes el término hacía referencia al color de las cubiertas de las novelas policíacas baratas (pulp) que fueron editadas en Italia en 1930”. Debo reconocer que el giallo no es un subgénero que me entusiasme, de hecho la mayoría de sus producciones me resultan mediocres y de baja calidad, aunque reconozco la notable influencia que ha tenido en slashers posteriores como Viernes 13 o Halloween y el empeño que un puñado de cineastas pusieron por aterrar al público (digno de alabar una y mil veces).

Dario Argento: “Director italiano, posiblemente el máximo exponente de giallo y para muchos uno de los grandes maestros del terror”. No tengo la menor duda que el señor Argento se ha empeño y esforzado por hacernos pasar malos ratos (disfrutar) durante casi cuarenta años a la audiencia. Otra cosa es que haya aprovechado el tiempo y sea un gran maestro del género (a mí nunca me lo ha parecido).

Suspiria: “Película italiana de terror de 1977, considerada por muchos críticos como una de las mejores de la historia del cine de terror”. A pesar de tener muchas de las características del giallo, Suspiria, no puede ubicarse en dicho subgénero de forma unívoca.

Después de lo mencionado, vayamos a quemarropa y sin hacer prisioneros a lo que verdaderamente importa, esta famosa película (de culto para muchos aficionados desde el día de su estreno) me parece excesivamente sobrevalorada y con muchas más sombras que luces (o debería decir, colores llamativos).

El argumento (al menos lo coherente), es la historia de una joven estadounidense, Suzy Banion (interpretada por Jessica Harper), que decide ir a Alemania a una prestigiosa escuela de danza (Academia Tanz) para convertirse en una bailarina de primer nivel. Nada más llegar, en una lluviosa y gélida noche, suceden extraños acontecimientos que acaban provocando varias muertes y la sensación en Suzy de que algo misterioso y terrible se oculta en la afamada academia.

Cada vez que la veo (y lo he hecho unas cuantas veces) me asombro, para bien, de lo cuidadoso y detallado de los (geométricos) decorados, la esplendida fotografía (deudora, sin duda, del expresionismo alemán), el esmero de Argento por planificar cada escena (sobre todo las muertes) y la asombrosa utilización del sonido y la banda sonora para generar inquietud (compuesta por la banda de rock progresivo italiana Goblin y que recuerda, al menos a mí, los sonidos percuso-metálicos de los pre-industriales Einstürzende Neubauten) y la justa pero eficaz dosis de sangre. Todo ello dota al film de un ambiente malsano y claustrofóbico de primera.

Pero, al mismo tiempo, aún me asombro más (negativamente por desgracia) del poco cuidado que el padre de la criatura (Dario Argento) y Daria Nicolodi ponen en la elaboración del guión y la historia que quieren contar. Siendo esta una sucesión de secuencias incoherentes (las cuales me remiten a ensoñaciones pesadillescas), sin apenas nexo de unión, donde se echa mano (cual prestidigitador) de personajes construidos ad hoc para que la historia avance (atención a la irrupción “sin vaselina” del personaje interpretado por Udo Kier o la desaparición, nuevamente “sin vaselina” del interpretado por Miguel Bosé, cuando parecía que este último era importante en la trama) y con una resolución precipitada y excesivamente torpe. Ni tan siquiera fueron capaces de dotar a la historia de simbolismo metafórico para la libre interpretación. (He de reconocer, para ser justos, que siempre tengo la sensación de que en la sala de montaje han despojado a la película de gran cantidad de material necesario para la misma, lo cual equivaldría a la condena absoluta del montador y de Darío Argento por consentirlo).

Es cierto que la cinta no aburre (en sus casi 100 minutos) y te atrapa de forma hipnótica entre rojos, azules y amarillos resplandecientes y entre pasillos enigmáticos y personajes misteriosos al son de sonidos distorsionados y excesivamente elevados, pero lo que se cuenta carece de un hilo conductor, y dado que no podemos olvidar que una película es mucho más que una sucesión de imágenes (más o menos estéticas), no debemos ser indulgentes y tolerar la falta de esfuerzo por parte de sus creadores a que todo fluya ordenadamente hacia un clímax final.

La base esencial de todo relato es amputada al no dotar de profundidad a los personajes, hacer avanzar de forma lógica la acción (decantándose en este caso por la capciosidad) y no respetar a los personajes (ni a los espectadores, lo cual me resulta aún más imperdonable). Y somos nosotros, y sólo nosotros quienes debemos denunciar esto, para que además de brindarnos un espectáculo audiovisual de primera, también nos deleiten con la sustancia de lo que se narra. Desgraciadamente los consumidores del género de terror (en cualquiera de sus variantes) solemos ser condescendientes con el fondo (guión) y aquello que no toleraríamos en un melodrama lo consentimos cuando se trata de zombies, vampiros, brujas o monstruos del espacio.

Por todo lo mencionado, y aún reconociendo las notables virtudes técnicas de esta película, de las que podríamos estar hablando y analizando durante días (en su momento fue considerado por muchos un film de arte y ensayo), no puedo darle un aprobado. Por supuesto recomiendo su visionado, tanto por la influencia que ha tenido, como por la belleza de muchas de las secuencias, así como por lo equivocado que puede estar mi argumentación (estoy convencido que muchos de vosotros la considera una verdadera obra maestra).

Nota final: Sé que es muy difícil parir guiones o historias como los escritos por gente como Leigh Brackett, Robert Bolt, Billy Wilder, Joseph L. Mankiewicz o Robert Benton, pero eso no debería ser un inconveniente. Al contrario, debería ser una motivación para aquellos que se enfrentan a la hoja en blanco (cuenten la separación traumática de un matrimonio, el ataque de un pulpo gigante, la invasión de la Tierra por parte de alienígenas o la sucesión del capo dentro de una familia mafiosa).
 
 

12 comentarios:

Mr Stardust dijo...

Me esperaba bastante más de Suspiria, pero no me pareció para nada mala y realmente estuve disfrutando como un loco de la fotografía. Miguel Bosé allí me pareció lo más xDDDDD

El Rector dijo...

Max, comparto al 100% tus opiniones tanto sobre el giallo, como sobre Argento. A ni no me dicen gran cosa ni una cosa ni la otra.

Sobre Suspiria, pues creo que la última vez que la vi, aun no tenía bello facial, así que prefiero no pronunciarme hasta que le pegue un revisionado de urgencia. Aunque si le tengo que hacer caso a mi maltrecha memoria, te diré que creo que es de lo poco me gustó realmente de Argento.

Saludos.

thewronggirl dijo...

Miguel Bosé, too much for the body. Yo creo que es bastante de culto pero también creo que muchas películas de culto aguantan muy mal los años. Les pesan demasiado. Las vuelves a revisionar y tienes un regusto a te-soporto-porque-eres-mi-abuela-y-te-quiero pero son malillas.

Excelente reseña!

Ramón dijo...

Aun reconociendo todos los fallos de los que hablas a nivel argumental, ésta es para mí la mejor peli de Argento con diferencia (aunque eso no sea decir mucho para algunos) Incluso diría (sin ser objetivo, pues es una de mis pelis preferidas)que esos errores no son tales, sino que forman parte del aparato estético del film, haciendo que la confusión narrativa funcione al mismo nivel que los colores saturados o los decorados de dimensiones trastocadas. De hecho, en otras pelis sobre brujería/paganismo nos encontramos el mismo caos argumental que en ésta. Vease The Wicker Man (la antigua), Kill List o la última de Rob Zombie.

Max Cady dijo...

Mr. Stardust, apreciando como tú (de hecho disfrutando) la parte estética de la película no puedo admitir el “despiporre” argumental como parte de una buena película. Interesante film (por muchos motivos) pero no una buena cinta de terror (al menos en mi opinión).

TWG, bastante de acuerdo con tu comentario (me resulta muy acertado).

Rector y Ramón, absolutamente de acuerdo con vosotros en considerar esta cinta como una de las mejores (sino la mejor) de la filmografía del señor Argento.

Ramón, me cuesta entender que la parte estética de la cinta requiera de semejantes lagunas y caprichos en el guión, más bien creo que muchos autores supeditaban el mismo a la fuerza y potencia de las imágenes y secuencias y se estrellan con todo el equipo (al menos conmigo lo hacen). En cuanto a las cintas que mencionas creo que cada una de ellas es de su padre y de su madre y los errores que cometen (siempre eso sí a nivel de escritura del guión) son bastante específicos y poco extrapolables. Por ejemplo, en el caso de Kill List es una cinta que da un giro argumental en sus últimos 20 minutos que no guardan relación con nada de lo visto anteriormente (es como si hubieran intentado fusionar dos películas distintas). Mientras que en el caso de Suspiria la “trama” siempre es la misma pero para hacerla avanzar saco personajes de la chistera o en determinado momento sin saber por qué (simplemente ad hoc) un personaje recuerda de golpe algo que hasta ese momento le era del todo imposible de recordar (“un poquito de por favor”, como decía aquel).

Saludos.

P.D. Esos amores por Miguel Bosé me resultan del todo incomprensibles. 

newzombie dijo...

Yo crro que es toda una experiencia muy superior a las entregas que siguieron. Es que tiene una gran fuerza visual,fotografia inilvidable,bso alucinante el trabajo de goblin que mas me gusta y todo se jode por un final ridiculo

Missterror dijo...

Sinceramente , sólo recuerdo escenas. Sé que ese cromatismo me fascinaba, pero cuando sólo se recuerdan escenas...malo. Tengo que revisionarla ya mismo, para poder dar una opinión "objetiva".

Por cierto,coincido con Max en cuanto a los amores por Miguel Bosé, para mi personaje insoportable donde los haya (sobre su condición de "cantante" mejor no digo nada)

saludos

Max Cady dijo...

newzombie, hay algo más que un final ridículo que hacen que esta cinta no brille con más fuerza, como por ejemplo un guión poco trabajado por no decir penoso. Lo que está claro es que técnica y visualmente a todos nos maravilla.

Missterror, en cuanto tengas un ratito échale un vistazo y comentas (aunque totalmente cierto eso que comentas de sólo recordar alguna escena aislada).

Saludos!!!!!!!!

Unknown dijo...

Completamente de acuerdo con la crítica, no puedo añadir ni restar nada.

El Rector dijo...

Una vez re-visionada, no me queda otra que darle la razón al bueno de Max. Una de dos, o la cinta ha envejecido muy mal, o mi gusto cinéfilo se ha refinado con el paso de los años.

Comentar sobre la mítica banda sonora de Goblin, que si, muy buena y muy entrañable, pero madre mía, todo en su justa medida, que se abusa tanto de ella a lo largo del metraje, que termina por producir hastío y sobre su desenlace, bueno, uno de los endings más horribles que haya visto servidor.

Eso si, muy bonita esa mezcla entre psicodelia visual y tonos lúgubres.

Secundo esas 4,5 estrellitas.

Saludos.

Unknown dijo...

no comparto la opinión en cuanto al mal manejo del guion a la aparente falta de coherencia del mismo, bueno me parece una falla del critico porque tal parece que no se ha dado cuenta que es una pesadilla se presenta como una pesadilla y según yo se las pesadillas no tienen coherencia narrativa mas si un significado subconsciente

Anónimo dijo...

La vi recién. Esperaba más. Defraudado.

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