sábado, 31 de agosto de 2013

Crítica: X-Men

“X-Men” fue el inicio de una nueva etapa de adaptaciones de cómics a la gran pantalla y es a día de hoy, gracias al talento de Bryan Singer (“Sospechosos habituales”), director encargado de los dos primeros films de la franquicia, una de las mejores películas sobre superhéroes de la historia del cine. No es casualidad que el productor ejecutivo de la cinta sea el director Richard Donner, quien realizó “Superman”, la que se puede considerar como primera gran adaptación al cine de un cómic. De hecho, “X-Men” guarda numerosas similitudes con el film protagonizado por Christopher Reeve; las más importantes: su clasicismo, simplicidad, eficacia y sentido del entretenimiento.

viernes, 30 de agosto de 2013

"Sitges 2013", 20 aniversario de Seven Chances

Brian De Palma, Joss Whedon, James Franco y Jean-Claude Brisseau, entre otros, serán los protagonistas de la sección Seven Chances en su vigésimo aniversario. El Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges 2013 incluye para esta sección títulos de realizadores de primera línea junto con otros de culto y la recuperación de míticas piezas restauradas.

Seven Chances es el espacio de la crítica –la programación se elabora en colaboración con la Associació Catalana de Crítics i Escriptors Cinematrogràfics (ACCEC)– y este año presenta siete títulos imprescindibles: “Passion”, de Brian De Palma; “La fille de nulle part”, de Jean-Claude Brisseau; “Leviathan”, de Lucien Castaing-Taylor y Véréna Paravel; “Interior. Leather Bar”, de James Franco y Travis Matthews; “Much Ado About Nothing”, de Joss Whedon; “Vulgaria”, de Pang Ho-cheung, y la edición recuperada de “El desierto de los tártaros” (Il deserto dei tartari, 1976) de Valerio Zurlini.

“Passion”, el último thriller erótico firmado por el maestro Brian De Palma, será una de las estrellas de Seven Chances 2013. El film, incomprensiblemente inédito en las pantallas de nuestro país, un año después de estrenarse en la Mostra de Venecia 2012, es un remake libre de “Crime d'amour” (2010) de Alain Corneau. De Palma nos conduce una vez más por un laberinto de deseos y obsesiones a través de una peligrosa relación que entablan dos mujeres, Rachel McAdams y Noomi Rapace, en una lucha por el poder que se traslada del trabajo al dormitorio.
 
Otro plato fuerte de la sección llegará de la mano de James Franco que, no conforme con ser uno de los actores más famosos del star system, ha iniciado una fulgurante carrera como director con más de una decena de largometrajes. Este 2013, además, consigue estrenar una película diferente en cada uno de los tres festivales con más eco internacional: Berlín, Cannes y Venecia. En Sitges se exhibirá “Interior. Leather bar” tras su paso por Sundance y la Berlinale. Junto con su director Travis Matthews, Franco se introduce en un juego metacinematográfico a partir del metraje censurado “A la caza” (Cruising, 1980), de William Friedkin. Los dos cineastas documentan el rodaje de una recreación de estas escenas de sexo gay explícito en el interior de un bar de ambiente para explorar los conflictos y prejuicios que genera, ayer y hoy, la representación de la homosexualidad en el cine.

Joss Whedon, el creador de “Buffy Cazavampiros”, “Serenity” (2005) y “Los Vengadores” (2012), abandona temporalmente los blockbusters y el fantástico para llevar a cabo una adaptación contemporánea y con bajo presupuesto de “Mucho ruido y pocas nueces”, de William Shakespeare. El director convocó a los intérpretes con los que trabaja más a menudo, en su casa, para rodar allí mismo, en blanco y negro, y en sólo dos semanas “Much Ado About Nothing”. Whedon desplaza este clásico de la comedia de malentendidos a la California de hoy en día evidenciando el parentesco con la screwball comedy. A la vez, nos invita a establecer conexiones shakesperianas con el resto de su obra.

El controvertido cineasta Jean-Claude Brisseau, conocido por obras como “Choses secrètes” (2002) o “Les anges exterminateurs” (2006), nos brinda con “La fille de nulle part” su película más intimista. Ganadora del Leopardo de Oro en el Festival de Locarno 2012, el film nos muestra al mismo Brisseau, en la piel de un profesor jubilado que a duras penas sale de casa, y ve su vida cotidiana perturbada por la aparición de una joven llegada de ninguna parte. Con una aproximación al erotismo más delicada que en films anteriores “La fille de nulle part” prefiere exaltar la vertiente surreal del amor, aquella que lo sitúa más allá de la vida y de la muerte.

Desde Sensory Etnography Lab de Harvard, Lucien Castaing-Taylor y sus colegas están revolucionando el mundo del documental contemporáneo con títulos como “Leviathan”, que podremos ver en Sitges 2013 y que también se estrenó en Locarno 2012. Castaing-Taylor y la codirectora Véréna Paravel invocan al monstruo marino de repercusiones bíblicas para sumergirnos de lleno en la experiencia sensorial de vivir y trabajar en un barco de pesca en alta mar. Con un dispositivo de pequeñas cámaras desplegadas por todo el barco que registran desde el sonido más ensordecedor al resuello agonizante de los peces, Leviathan se infiltra en el campo del terror sin dejar de estar nunca anclado en lo real.

La comedia también tendrá su espacio en Seven Chances. Pang Ho-cheung nos presenta una de las comedias más alocadas del reciente cine de Hong Kong. En “Vulgaria” un productor en horas bajas acepta la ayuda de un gánster para poder llevar adelante un remake de un antiguo film porno… Pang ya había tenido éxito mezclando lo cómico y películas eróticas como “AV” (2005). En “Vulgaria” va todavía más lejos con una visión de la industria del cine low cost de Hong Kong llena de un humor destripado que hace honor al título y nos recuerda que la comedia es un campo muy fértil para la libertad creativa.

Finalmente, Sitges 2013 recupera uno de los clásicos modernos del cine italiano “El desierto de los tártaros” de Valerio Zurlini. Hacía años que no se veía en el cine esta adaptación de la novela homónima de Dino Buzzati, uno de los títulos indispensables de la literatura del siglo XX. El film se ha recuperado en imagen 4K a partir del negativo original y con la supervisión de su director de fotografía, Luciano Tovoli, y llega a Sitges después de exhibirse en la sección Cannes Classics del festival francés. La última y más ambiciosa obra del director de “La chica con la maleta” (“La ragazza con la valigia”, 1961) y “Crónica familiar” (“Cronaca familiare”, 1962), “El desierto de los tártaros” cuenta con la banda sonora de Ennio Morricone y un reparto de lujo con uno de los mejores actores de la época: Vittorio Gassman, además de Jean-Louis Trintignant, Giuliano Gemma, Philippe Noiret, Helmut Griem, Max von Sydow, Laurent Terzieff, Fernando Rey y Paco Rabal.

 

Crítica: Mimic

Tras el éxito de “Cronos”, el director mexicano Guillermo del Toro se mudó a Hollywood para rodar “Mimic” (1997), una película fantástica con toques de terror que narra la historia de Susan Tyler, una entomóloga que consiguió frenar hace tres años una epidemia infantil propagada por las cucarachas. Su plan fue crear genéticamente un insecto que eliminara la plaga. Pero las criaturas engendradas por Tyler y la ciencia se han desarrollado y reproducido en el subsuelo laberíntico de Manhattan, de los desagües a los túneles de metro abandonados, y ahora no sirven para detener epidemias sino para provocar muertes.

Del Toro y Matthew Robbins escriben el guión del segundo trabajo del mexicano, un largometraje que parte de esquemas más acordes con el cine norteamericano (el subsuelo de Nueva York recuerda a los pasillos metálicos de la nave Nostromo de “Alien”) y, consecuentemente, con la imaginería de este cine. Así, Del Toro “rompe” con su primera película, “Cronos” (1993), un film heredado de la tradición vampírica en el cine mexicano aunque influenciada vagamente por la Hammer. O mejor dicho, lo más estimable de “Cronos” sigue estando presente en “Mimic”, aunque filtrado por una óptica de producción norteamericana.

“Mimic” son los espacios lóbregos, los recodos inquietantes, las paredes viscosas, las atmósferas húmedas. Del Toro se vale como referencia a la ya citada “Alien”: la sustancia pegajosa que los insectos mutantes dejan en el suelo y se adhiere a los zapatos de los protagonistas, o la forma que tiene de atacar la cucaracha gigante, abriendo diversas capas y pliegues babosos antes de agujerear con sus afiladas patas a las víctimas aterrorizadas.

De esas mismas ideas también surgen conceptos personales: la sustancia líquida que desprende uno de los insectos muertos puede ser untada por todo el cuerpo de los protagonistas, forma pringosa pero bastante efectiva para pasar desapercibidos ante el resto de criaturas mutantes. La movilidad de éstas es similar a las del octavo pasajero de “Alien”, pero su capacidad para volar por el interior del metro neoyorquino las asemeja por momentos a las arpías mitológicas, gracias a los eficaces efectos especiales y diseños de Rob Bottin.

Algunos aspectos de “Mimic” no funcionan o, simplemente, están de más. Por ejemplo, aparece en el relato un niño más o menos autista que observa alguno de los crímenes y se adentra en el territorio inexplorado que domina la cucaracha genética. Los niños tienen una presencia en off importante en la historia debido a que la doctora Tyler creó los bichos por la epidemia infantil. Entonces el niño se convierte en un testigo, el único testigo capaz de seguir con vida. Pero no se va más allá ni con él ni con su padre, el limpiabotas del metro.

En el fondo, Del Toro cuenta bien poco de sus personajes siendo absolutamente secundarios, incluyendo a Susan Tyler, y los enfrenta desde el primer momento con el problema, sin más preámbulos.

En una de las escenas más destacas del film podemos observar como Susan se hace una herida incisiva en la palma de la mano con un pequeño crucifijo con el fin de atraer la atención de la cucaracha sedienta de sangre que está a punto de merendarse al niño autista. La escena mezcla la cruz, la sangre, el estigma en las manos, el martirio, el salvamento y la redención. Esta escena demuestra la fascinación de Del Toro por realizar su trabajo.

LO MEJOR: El diseño de los insectos.

LO PEOR: Hay aspectos del film que no funcionan o están de más como el niño autista.
 
 

miércoles, 28 de agosto de 2013

Crítica: Scenic Route

Dos no se pelean si uno no quiere. Al menos eso es lo que dicen... ojalá las cosas fueran tan simples. Como siempre, la teoría es una cosa y la práctica, otra muy distinta. Pero cuidado, que dicen muchas cosas. Dicen también que la amistad, la de verdad, es para siempre. Otra falacia. La amistad depende/varía de/por una cantidad obscena de factores y es tan o más volátil que la pólvora. Si tenemos en cuenta estos dos principios, es fácil entender la historia que nos proponen los hermanos Goetz en “Scenic Route”, por más surrealista que pueda parecer de entrada. Una road movie atípica que para darle aun más gancho al empaque, le guiña el ojo al mismo tiempo a dos golfillas de dispares estilos, una se llama drama, la otra, thriller. Y a fin de cuentas, un mensaje, una tercera verdad universal: que tan solo hace falta una llama, por más diminuta que ésta sea, para prender una mecha.

martes, 27 de agosto de 2013

Artículo: American Horror History: Asylum

 
Este manicomio es una jaula de grillos

(Contiene SPOILERS)

Nos quedaba claro en el primer episodio de American Horror Story: Asylum que la serie nos iba a mostrar un retrato superrealista de la clase social de los 50 a los 70. También veíamos la inclusión como de una película de ciencia ficción de los 50/60 con unos “pequeños hombres verdes”, aliens; de una manera fragmentada entre la trama principal, un drama de miseria religioso en el manicomio Briarcliff, dirigido por la Iglesia Católica de Massachussets. Entonces, en el segundo episodio; el Demonio hace acto de presencia. Y para la tercera entrega, ya estamos enmerdados con un científico loco que tiene un pene vergonzosamente amorfo y un complejo madre/puta que no se lo salta un gitano. Asylum se presentaba así; de la mejor manera posible; como un trayecto accidentado.

Se hacía palpable asimismo que algunos personajes sólo existían al servicio de la angustia sin piedad y que los escenarios se volvían tan desalentadores que no dejaban de tener un regusto a ese efecto trágico-oscuro-cómico que nos traía Historias de la Cripta. Así que un fuerte aplauso, por favor; a Chloe Sevigny y Clea DuVall que empezaron la serie como mujeres hechas y derechas y acabaron su historia como pedazos de cadáveres semi-humanos. Las cosas en esta segunda temporada empezaron a resolverse un poco con la historia en dos episodios de Anne Frank, así como en la primera temporada pasó con el capítulo en dos partes de Halloween. La inserción del nazismo ayudó, de hecho; al personaje ostentosamente demente del Dr. Arden a darle un pasado que casi inmediatamente le otorga una excusa para cualquiera de sus depravadas acciones que le vemos cometer a lo largo de los capítulos.

Una vez terminaron con el cuento de Anne Frank y vimos la parte humana de la Hermana Jude (Jessica Lange), las cosas comienzan a focalizarse sobre Lana (Sarah Paulson), que en ese punto todavía compartía protagonismo con Jude y el imán alienígena Kit Walker (Evan Peters). Con el secuestro de Lana por parte del Dr. Thredson (Zachary Quinto) – el verdadero asesino Bloody Face – encontramos finalmente una heroína a la que seguir, una heroína que tiene que salvarse ella misma del manicomio y, de paso; a Kit también. La memorable finale, tremendamente bien atada; más o menos solidifica el hecho de que, globalmente; ésta era la historia de Lana Winters, con cada personaje que conocemos convirtiéndose en un capítulo o una nota a pie de página de sus futuros proyectos y novelas.

Un gran tema de esta temporada parecía ser el sobrepago, casi grosero y vulgar; que cada uno tiene que pagar por sus pecados. Siempre mantengo presente que Jude no era ninguna maravilla, y estaba al acecho del accidente que la había marcado de por vida, pero una vez empieza a darse cuenta de las cosas que ocurren en el manicomio y empieza a sentirse culpable de las cosas que ha hecho, se deja caer el martillo. Tan pronto siente pena por ‘Anne Frank’ y comienza a ver las brechas en Arden y la hermana endemoniada Mary, recibe su merecido. Su castigo, que incluye ser internada por el asesinato de un guardia y encerrada incomunicada durante cuatro años, llega justo cuando Jude está preparada para confesar su crimen a la familia de la niña que atropelló con su coche por haberle dado un poco too much a la botella. El mensaje aquí es transparente: si la emprendes contra el mal y la injusticia, hay un sufrimiento esperando.

Y es, precisamente, dentro de este sufrimiento en que AHS pierde un poco el norte. Ya sé que esto es un batiburrillo de historias de miedo pensadas para perturbar y asustar a los televidentes. Y de alguna manera, con las elecciones de dirección y la música de fondo (“The Name Game” o “Spilt Milk”), tiene momentos de auténtico terror. Pero hay una naturaleza que aburre, de tristeza. El mal se hace agotador. Esto supongo que incluye, sobretodo; la huida inicial de Lana del sótano de Thredson y el complicado viaje en coche con el misógino suicida que termina en un accidente y su inmediata re-inserción en Briarcliff. O sea que sale del manicomio pero vuelve a estar dentro – atada a una cama con una cinta en la cabeza como al principio.

Y así, tras la segunda huida de Lana, Thredson también ha vuelto, sólo para ser capturado. Sólo para ser liberado OTRA VEZ. Con Lana entonces haciendo su tercera y última escapada de las garras del demonio. Además, está la naturaleza inconexa del penúltimo episodio “Continuum”, que introduce un nuevo paciente en Briarcliff que no sólo está representado por Frances Conroy, sino que parece tener relación con el otro papel que Conroy ya había representado en la serie como Ángel de la Muerte. ¿Para qué? Nunca se sabe, nunca se explica. Los personajes desaparecen con los años que Jude ve pasar. También, en este mismo episodio; Kit pierde a sus dos mujeres, las dos mujeres que le habían arrebatado los aliens. Para luego entregárselas, para luego quitárselas otra vez. Además, Alma se va al manicomio Briarcliff por la muerte de Grace, cuando Grace ya estaba técnicamente muerta, lo podría haber cubierto de alguna manera. Y si la razón de que las mujeres vivieran cuatro años más de lo esperado era por los hijos, bueno; tampoco vemos esto reflejado en ninguna secuencia más. Un poco despropósito.

Monseñor Timothy (Joseph Fiennes) casi muere como un imbécil, mentiroso y conspirador cuando estúpidamente se cree las palabras del psycho-Santa (un señor que disfrazado de Santa Claus mata a la gente), Leigh Emerson. Pero tras sobrevivir a ser crucificado, renace como un nuevo hombre que tiene una misión, destruir el mal que vive dentro de Mary Eunice. Y lo consigue. Otra vez, Mary Eunice era un personaje diseñado para no hacer otra cosa que vivir una vida miserable y morir, después; a manos del diablo. Pero Timothy, tras encontrar el coraje y la convicción que tanto le había faltado previamente; consigue de una manera extraña convertirse en el héroe que esperamos toda la maldita temporada para acabar con la zorra de Mary. Todo el mundo, a excepción de Sevigny y DuVall, actúa como si fuera a sufrir una terrible explosión de un momento a otro, sobretodo Zachary Quinto y Lily Rabe como Bloody Face y Devil Mary.

McDermott convirtiéndose en el hijo crecido de Lana, que fuma crack; también es divertido. Asylum tiene sus pros y sus contras. Nunca fue una historia que fuera a convertirse en LA SERIE en nuestros corazones pero el capítulo final sí que cierra la trama y pone la temporada en perspectiva – aunque la parte de los extraterrestres se quede un poco en el aire tras la muerte de Kit. La reunión entre Kit y Jude hacia el final de la vida de ésta es un giro bonito, intercalando un poco de perdón y dándole a Jude, aunque sea por un corto espacio de tiempo; una familia que la quiere. Si el intento aquí era que AHS nos diera un montón de escenas y momentos WTF, entonces misión cumplida. Sí, entretejida entre locura hay momentos de emociones tiernas y honestas, pero no tienen nada que ver con los hombres mutantes caníbales, Santa Claus que atacan a sus víctimas mordiéndoles en la cara o platos hechos con calaveras humanas. Es una experiencia divertida, aunque no tan satisfactoria como debería haber sido.

 

lunes, 26 de agosto de 2013

Crítica: The Descent

Puede que “Dog Soldiers” (2002) no fuera un film al que prestarle demasiada atención. Hasta diría que era fallido se mire por donde se mire. Pero su director, el británico Neil Marshall, nos trajo en 2005 una interesante propuesta, también de terror, titulada “The Descent”.

domingo, 25 de agosto de 2013

Crítica: The Seasoning House

El británico Paul Hyett le da un giro de tuerca a su carrera, previa en el campo del maquillaje y sus efectos; para debutar como director con The seasoning house, un esfuerzo técnicamente meticuloso que ciertamente lo intenta muy fuerte, pero que al final no acaba de conseguir ofrecer todo lo que se propone. Los primeros quince minutos te dejan casi sin palabras y marcan el pistoletazo de salida con un tono desgarrador cuando la joven Angel (Rosie Day), una chica sordomuda; deambula por un burdel de los Balcanes pesadillesco, asistiendo a los patrones y ayudando a mantener a las chicas drogadas e indefensas. En un sobrecogedor flashback, casi a fotografías; aprendemos que Angel ha sido también secuestrada por una banda de soldados, dirigidos por Goran (Sean Pertwee); que han asesinado también a su madre y a su hermana.

sábado, 24 de agosto de 2013

Crítica: The Sentinel

A lo largo de la historia del arte (y del cine en particular) han surgido innumerables obras al amparo del éxito cosechado por otras que han acabado convirtiéndose en referencias incuestionables, tanto de crítica como de público. En la década que va desde finales de los sesenta hasta finales de los setenta (incluso principios de los ochenta) el género de terror produjo algunas obras inmortales, como La Semilla del Diablo, El Exorcista o La Profecía, que dieron lugar a una cantidad ingente de imitaciones, en su mayoría bastante mediocres, que intentaban cosechar similares éxitos (fundamentalmente en taquilla).

viernes, 23 de agosto de 2013

"Plus One (+1)", la dualidad del ser humano

Si, vale, de acuerdo. Me ha llamado la atención el póster, para que os voy a engañar. Ahora bien, después de ojear el trailer, incluso éste palidece y es que “Plus One (+1)”, la nueva película de Dennis Iliadis, quien ya dirigiera en 2009 el descafeinado remake de “La Última Casa a la Izquierda”, tiene pinta de ser uno de los pelotazos del año, pese a que a priori, a tenor de los primeros instantes del trailer, parece la misma mierda de siempre con un grupo de adolescentes víctimas de sus hormonas y de su propia estupidez, en una fiesta de retrasados de esas que tanto proliferan allá por los USA, para que el asesino de turno se los cargue y de paso, a nosotros de aburrimiento, la cosa da un giro de 90º cuando entra en escena un misterioso meteorito...

… ¿el resultado? Pues lo que parece ser una prometedora mezcla de thriller y ciencia ficción (comparada ya por algunos con el clásico de culto "La Invasión de Los Ultracuerpos") protagonizada por Ashley Hinshaw (“Chronicle”) y Rhys Wakefield. Os dejamos con el susodicho tráiler para ir haciendo boca a la espera de que nos llegue esta interesante propuesta.
 

Sitges 2013 conmemora "La Guerra de los Mundos"

El 26 de agosto se cumplen 60 años del estreno de “La guerra de los mundos” y el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges aprovechará la ocasión para ofrecer a los visitantes una exposición conmemorativa sobre el film que nos trasladará a una vivienda americana de finales de los años 30 bajo los efectos del caos de la supuesta invasión alienígena. La muestra incluirá efectos de sala, que, con sus espectaculares sonidos, contribuyeron sin duda a la verosimilitud de la invasión y a que los asustados americanos se sintieran los protagonistas de una historia de cine en su propio hogar.
 
Este 2013 se cumplen dos aniversarios relacionados con este clásico imprescindible de la ciencia ficción. Por un lado, como ya comentaba, los 60 años del estreno en cines de la película basada en la novela de H. G. Wells y dirigida por Byron Haskin e interpretada por Gene Barry y Ann Robinson. Por el otro, el 75 aniversario de la retransmisión radiofónica de Orson Welles.
 
La exposición está comisariada por Jordi Ojeda, profesor asociado de la Universidad de Barcelona, especializado en la divulgación de la ciencia empleando las obras universales del cine, del cómic y de la literatura. La muestra estará instalada junto al Auditori del Hotel Meliá Sitges. La exposición incorporará también imágenes y objetos que evocarán la novela y la película. La proyección de la película en Sitges completará el homenaje a “La guerra de los mundos”.
 
 

jueves, 22 de agosto de 2013

Crítica: Pacific Rim

Enhorabuena a la ciencia ficción y al cine de acción. Guillermo del Toro, con complicidad del guionista Travis Beachman, funde los dos subgéneros japoneses de kaiju-eiga y mechas para lograr un espectáculo mayor, un alucinante blockbuster con personalidad propia. Si alguna vez se han preguntado cómo es pilotar un robot la respuesta es “Pacific Rim”.

miércoles, 21 de agosto de 2013

"Fright Night 2", pasando de la taquilla

Entre juerga y juerga en el poblado de los pitufos, me entero de que acaba de ver la luz el primer trailer oficial de la secuela de uno de los remakes más controvertidos de los últimos años: "Noche de Miedo" (Craig Gillespie, 2011). La película de Gillespie para sorpresa de todos, se convirtió en un inesperado y sorprendente divertimento pese a la prohibitiva ley no escrita de no blasfemar los clásicos del género y el siempre handicap añadido que resulta, tener que sufrir al infame Collin Farrell. En contra prestación, David Tennant elevó a su máximo exponente, la figura del mítico cazador de vampiros Peter Vincent, interpretado en el filme original de 1985 por Roddy McDowall.
 
El venezolano Eduardo Rodriguez es el encargado de dar forma a esta segunda parte, a priori, mucho más modesta que su predecesora si nos guiamos por el hecho de que la cinta se estrenará directamente en el mercado doméstico el próximo 1 de Octubre en los Estados Unidos sin pasar por las salas de cine y estará protagonizada por actores de segunda fila en un reparto compuesto por Will Payne como Charley Brewster, Jaime Murray (“Botched”, “The Deaths Of Ian Stone”) como Gerri Dandridge y Sean Power dando vida a Peter Vincent.

Sinopsis: Charlie, un joven estudiante de instituto, pronto descubre que su joven y atractiva profesora, Gerri (Murray) dista mucho de ser un ser humano y le va lo de chuparle la sangre a sus estudiantes, literalmente. Por supuesto, nadie le cree. Es más, su amigo friki, Evil Ead, lo encuentra muy divertido y le sirve para alimentar su obsesión por los vampiros. Pero cuando Gerri transforme a Ed, la única oportunidad de Charlie será buscar la ayuda del mítico Peter Vincent, quien se encuentra en Rumanía filmando su show 'Noche de miedo', antes de que la nosferatu ataque a su novia, Amy.
 

Crítica: Infectados

En una charla que pude tener con los hermanos Pastor en los jardines del hotel donde se celebra el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges pude escuchar las preocupaciones que tenían Alex y David con respecto al tráiler de su primera película, titulada en nuestro país “Infectados” (2009). Según los catalanes, “no queremos que la gente vea el tráiler y se espere una película de zombies, porque no trata de eso, sino de infectados”. Infectados, no zombies es lo que nos ofrece “Carriers” como su título en español bien indica. Sin embargo, hay que reconocer que viendo el tráiler la productora se lo montó para que fuéramos a las salas de cine con la idea de ver otra especie de “28 días después”.

El film plantea, bajo la forma de una road movie vírica, una serie de temas y cuestiones muy interesantes: Un virus terriblemente mortal se ha extendido por toda la Tierra aniquilando a la mayor parte de la población. Cuatro jóvenes, Ryan (Chris Pine), su hermano pequeño Danny (Lou Taylor Pucci), la novia de Ryan, Bobby (Piper Perabo), y una amiga de Danny, Kate (Emily VanCamp), que todavía no han sido infectados, se dirigen a una apartada playa del Golfo de México con la intención de refugiarse hasta que pase la epidemia. Su principal temor es encontrarse en su camino con otros humanos que les puedan contagiar. Así, cuando su coche se estropea en una carretera aislada, empezará una desesperada lucha por la supervivencia en la que no sólo deberán enfrentarse a niños infectados, médicos homicidas o saqueadores sin escrúpulos sino, sobre todo, a la creciente desconfianza que surge entre ellos...

Como en gran parte del cine de terror contemporáneo, las imágenes de “Infectados” aparecen estremecidas por los atentados del 11-S, también en nuestro caso por el 11-M, y además por el fantasma de pandemias de actualidad como la grite aviar o incluso enfermedades como el sida. El film de los Pastor desciende, en cierto modo, de una serie de títulos cinematográficos que van desde “Soy Leyenda” hasta “28 días después” y su continuación “28 semanas después”. De hecho, “Infectados” recoge bastantes elementos característicos del subgénero: las tensiones entre los personajes, acosados por el contagio y nublados por su egoísmo; los militares que pretenden retener a las chicas; las patrullas de ciudadanos armados y violentos surgidos del colapso de la ley y el orden; o el amigo y familiar infectado que pone la nota más dramática a la historia.

No obstante, cabe recordar lo que la principio apuntaba: son infectados, no zombies. Esto es, los afectados carecen de toda pulsión agresiva o caníbal lo que subraya que esto no es otra zombie movie, aunque el tráiler juegue con esto para llenar las butacas del cine. Y ni hace falta, porque el ser humano resulta al fin y al cabo, en términos de supervivencia, más salvaje y violento que los propios portadores del virus, convertidos aquí en las grandes víctimas del film. De hecho, podemos observar como son sepultados aún vivos o abandonados a su suerte mientras se pudren lenta y dolorosamente hasta morir. Un hecho tan veraz como terrible.

En este sentido, los realizadores de “La ruta natural” (aunque en realidad es de Alex Pastor, 2004) se esfuerzan en darle a todas esas convenciones fílmicas un tratamiento cercano al American Gothic. Desgraciadamente la decisión de alejarse voluntariamente de la figura del infectado agresivo, supeditando el relato a una serie de situaciones, despoja al film de esa sensación de peligro real que transmiten otras cintas del género. Pero además es peor ver como la enfermedad en sí no parece lo suficientemente agresiva como para crear una situación real de tensión en el espectador. Ciertamente, el horror al contagio, a la marginación social y la lucha por la supervivencia están ahí, pero les falta textura dramática.

LO MEJOR: El guión tiene ciertos momentos poéticos como el final y resulta un cuento moral sobre el miedo al otro sumamente interesante.

LO PEOR: Los Pastor no han sabido dotar al conjunto de sentido emotivo del espectáculo.


domingo, 18 de agosto de 2013

Crítica: Elysium

El director y guionista sudafricano Neill Blomkamp hizo internacionalmente conocido su talento cinematográfico para convertir sus fábulas de ficción en una superproducción futurista con la sorprendente “Distrito 9”. Ahora dirige a Matt Damon en “Elysium” que transcurre en el año 2159 para mostrarnos un mundo dividido radicalmente en dos clases sociales: ricos y pobres, los de arriba (los que viven en la estación espacial Elysium que órbita alrededor del planeta y donde gozan de todas las comodidades y avances científicos) y los de abajo (todos los demás que sobreviven como pueden en una Tierra devastada y superpoblada).

lunes, 12 de agosto de 2013

Artículo: Hannibal, cuarto y mitad de brazo derecho

Antes de dejaros con este pequeño homenaje que hemos querido rendirle a una de esas figuras icónicas que corren por el mundo del terror, Nido de Enfermos... quiero decir, Nido de Cuervos, quiere dejar claro que pese a lo que pueda parecer, está totalmente en contra del canibalismo y hasta donde yo se, ninguno de sus integrantes lo aprueba o practica en la vida real. Por eso quiero pedir disculpas de antemano, por si alguna víctima de actos caníbales hacia su persona, se siente ofendida por el susodicho especial y decirle, por si queda alguna duda, que esto es FICCIÓN y que este es un blog dedicado al cine, donde SOLO se habla de cine y que no hace ni pretende hacer, ningún tipo de apología sobre la violencia, la muerte, el asesinato, la violación, el holocausto zombie, la pornografía infantil, adulta o animal, las posesiones demoníacas, los serial killers, los tarados, las brujas y cualquier otra temática de FICCIÓN que aquí se pueda llevar a debate. De la misma forma, y pese a este pequeño manifiesto aclaratorio, si a algún/a lector/a le escociese el ojete del culo, por alguno de nuestros contenidos, tan fácil como no leernos.
 
Saludos y felices vacaciones a todos.
 
Había mucha desconfianza con la serie Hannibal en un principio. Mientras que el material fuente eran los libros de Thomas Harris, las películas fueron las verdaderas protagonistas de la historia en las retinas del público. ¿Era buena idea entonces volver por la ruta de la precuela? No sólo esto nunca ha funcionado realmente en Hollywood de carácter general, sino que ya teníamos de hecho una decepcionante precuela en la franquicia de cine con Hannibal Rising.
 
Pero mira por donde, no sólo Hannibal ha resultado estar bien, sino que ha sido genial. Siempre hay una razón de peso para ser optimista, entre todos los detractores, y esa es Bryan Fuller. Una voz impresionantemente imaginativa y distinta en TV, sus otros trabajos previos como Wonderfalls y Pushing Daisies han demostrado que es alguien cuyo trabajo merece ser visto. Y resultó bastante claro que tenía una pasión verdadera por la historia que contaba con Hannibal, guardando semejanza con cómo Josh Friedman cogió Terminator: Las crónicas de Sarah Connor y lo convirtió en algo mucho más especial y notorio que lo que se esperaba cuando el proyecto fue anunciado.

Es una tarea sobrecogedora, actualmente; para cualquier actor interpretar a Hannibal Lecter, gracias a como el adorable y memorable Anthony Hopkins desarrolló su personaje. Pero Mad Mikkelsen ha demostrado ser un excelente Lecter, dándole al papel un carácter cool pero de comportamiento observacional que une muy bien su inteligencia y el peligro que entrama a la vez que evitando mostrarse como el verdadero villano que es con aquellos con los que interactúa.

Mientras que el verdadero protagonista de la serie, Hugh Dancy; es también perfecto como Will Graham, quién va mucho más allá del ‘listo pero excéntrico’ arquetipo de héroe en las series de género criminal para dar vida a alguien con problemas traumáticos genuinos – que van escalando a través de los episodios, hasta dar miedo. Dancy se las arregla como puede para mostrar las impresionantes habilidades de Will y su innata bondad mientras que también nos enseña que tiene unos problemas muy serios que habría bien a tenerlos en cuenta pues el muchacho se está volviendo regadera total. Si Hannibal iba a convencer al mundo y, seguramente a Will también; de largo que es un sociópata, teníamos que ver como esta química de dos iba a funcionar y la interpretación de Dancy es perfecta.

Cuando Hannibal se anunció por primera vez, parecía que la serie giraría sobre un dúo Hannibal y Will consultándose conjuntamente en cada caso semanal, y con Hannibal tratando de salvaguardar la verdad sobre quién es verdaderamente a ojos de Will a través de varias temporadas. Algo que para mí suena a puro aburrimiento. Pero Fuller rápidamente probó que no es un tipo que se dedique a jugar a estas mierdas. Si, el trabajo de Will le tiene ocupado en diferentes casos a través de toda la temporada, pero son historias de a uno. De hecho, algunos de los casos tienen repercusiones importantes en otros casos de episodios futuros; o incluso los asesinos mismos (como Gideon y Georgia) reaparecen. Los eventos en Hannibal nunca son autónomos. Will mata a Hobbs en la premiere y es un mega acontecimiento que persigue y da forma a Will a través de todos los episodios. El palo tótem en la playa podría no haber tenido ninguna conexión con la historia principal, pero continúa siempre resonando cuando Will empieza a sufrir alucinaciones. La temporada completa se siente como una historia muy bien construida donde la mayoría de los casos en los que Will trabaja contribuyen a un tapiz más grande y más completo.

Mientras la relación de Hannibal y Will es la más importante de la serie, Jack Crawford – un personaje integral en los libros de Harris – no defrauda ni un poco. Laurence Fishburne (Matrix), bastante más involucrado que en su corta aparición en CSI, está asombroso como Crawford que tiene su propia interacción con Hannibal a través de la temporada, mientras se enfrenta a problemas familiares. La historia de la nefasta suerte de Jack de utilizar la aprendiza del FBI Miriam Lass (Anna Chlumsky) para ayudarles a encontrar al Chesapeake Ripper nos ayudó a conocer realmente como es Jack y qué es lo que le motiva para hacer lo que hace.
 
Las taras de Hannibal son menores. La serie es conocida por su teatralidad, pero un par de asesinos se sacaron de la manga habilidades casi sobrehumanas para llevar a cabo el trabajo que tenían que hacer solos. También, cuando tenemos un par de momentos bonitos entre Will y Beverly (Hettienne Park) mientras la temporada avanza, Jimmy (Scott Thompson) y Brian (Aaron Abrams) aparecen para soltar cuatro frases divertidas pero que no aportan mucho a la historia. Muy de mear fuera de tiesto.

Por encima de todo esto, los actores secundarios son muy buenos. Caroline Dhavernas tiene un papel un poco delicado como protegida de Hannibal y amiga de Will cuyos lazos son tan fuertes que hacen difícil ver la hecatombe de lo que va a pasar, venir. La periodista Freddie Lounds (Lara Jean Chorostecki) es a la vez molesta y encantadora mientras entra y sale de la historia como Pedro por su casa – y en algún episodio siendo testigo de horribles actos en compañía del dr. Gideon (Eddie Izzard). También es una delicia ver a Gillian Anderson (Expediente X) como Dr. Bedelia Du Maurier; la analista de Hannibal; tratando de dejarnos ver que es lo que cada uno sabe del otro.

Lo mejor de todo fue Abigail Hobbs (Kacey Rohl), la hija del asesino en serie Garett Jacob Hobbs. En una menos procedimental serie criminal, Abigail hubiera sido un personaje de un episodio; la damisela en peligro que Will salva. Pero aquí, el daño psicológico que su padre le ha hecho pasar antes de morir, sin mencionar el terrorífico día en el que él muere (matando a su madre en el proceso) dura toda la temporada. Abigail tiene sus propios secretos y los lazos que la unen con Hannibal y Will crean una línea argumental lo suficientemente potente como para recorrer todos los episodios mientras ambos batallan por ser unos padres dedicados a protegerla y a darle forma como alguien que para asesinatos o los provoca. ESPOILER: si está realmente muerta (algo que, ridículamente; intento creer que no) será una gran pérdida para la serie.

A pesar de todo esto, Hannibal tiene todavía mucho fuelle para que las historias avancen. Como ya dije antes, Fuller no juega al gato y al ratón y desvela que Will descubre quién es realmente Hannibal al final de la primera temporada. Pero la magia del tema son las espectaculares condiciones en qué ocurre: Will desgraciado, en prisión y con una mirada culpable de múltiples asesinatos mientras que Hannibal camina libre. Una dinámica harto diferente al resto de series.

Más allá de la gran historia y de sus personajes, Hannibal también debe ser admirada por su tono, su estilo y sus visuales. Es una serie muy cuidada, con un estilo caprichoso, oscuro y muy, muy artístico que se estableció ya en el piloto que dirigió David Slade y que se mantiene a lo largo de la temporada. La manera en la que Will reconstruye las escenas del crimen o sus alucinaciones, es fascinante, original y muy imaginativa.

Y desde luego no puedo acabar sin mencionar los asesinatos y los cuadros que vemos en los episodios. Ángeles humanos. Tótems hechos con partes de personas. Instrumentos creados a partir de piel humana. Las cosas que se hacen aquí al cuerpo humano son terroríficas, depravadas y brillantemente macabras. Es horror en estado puro, que va a lugares perversos y retorcidos. Bryan Fuller está ido de la olla, radical. También comentar que ha sido muy selectivo a la hora de mostrar el acto de violencia por parte de Hannibal. Mucha parte de los mismos está implícita e insinuada, mientras Hannibal nos presenta sus suculentos platos, preciosamente preparados, presentados de una manera delicada y maravillosa. Pero rara vez vemos al Dr. Lecter atacar a alguien en pantalla. Pero cuando lo hace… MIEDO. Es impactante como Hannibal golpea la cabeza de Alana contra la pared, para matar a un colega, o – en una escena deliciosa – matar a un paciente para empezar una pelea brutal que acaba con la vida de un horrible psicópata.
 
 

Crítica: Hannibal

En su conjunto “Hannibal” (2001) es una desvergonzada secuela de puro carácter comercial hecha gracias a la connivencia del novelista Thomas Harris, el productor Dino De Laurentiis y el actor Anthony Hopkins. Pero además y contra todo pronóstico es un film independiente que justifica su propia existencia.