lunes, 6 de octubre de 2014

Crítica: Horns

Tras convertirse en precursor y abanderado del nuevo terror Francés gracias a su aclamada y galardonada (sin ir más lejos lo fue en la 36 edición del festival Sitges, como mejor película) “Alta Tensión” (“Haute Tension”, 2003), Alexandre Aja, l´enfant terrible del cine europeo continuaría su exitosa carrera fuera del viejo continente tras ser adoptado (engullido) por la maquinaria de Hollywood. Lejos de perder identidad, Aja sorprende a propios y extraños tres años más tarde con el que posiblemente sea uno de los mejores remakes de la historia del género: “Las Colinas Tienen Ojos” (“The Hills Have Eyes”, 2006). Además de trabajar como guionista para interesantes cintas de horror como “Parking 2” (“Parking 2”, Franck Khalfoun, 2007) u otro estupendo refrito del propio Khalfoun: “Maniac” (“Maniac”, 2012), Aja dio las primeras muestras de mortalidad con la mediocre “Reflejos” (“Mirrors”, 2008) y la divertida, pero lejos del halo de culto de sus dos óperas magnas, “Piraña 3d” (“Piranha 3d”, 2010). 

El Galo ataca de nuevo con “Horns”, adaptación cinematográfica de la obra homónima y mayor éxito hasta la fecha de Joe Hill (pseudónimo bajo el cual se esconde nada más y nada menos, que Joseph Hillstrom King, hijo del popular autor literario de terror, Stephen King), un relato sobrenatural de venganza y desamores adornado de folclore cristiano en el cual Aja, retoma la vertiente más “comercial” de su cine con una película a caballo entre el thriller, la comedia negra y el fantástico de pura cepa en la que sin duda es, su obra más atmosférica y alejada de la visceralidad de anteriores trabajos que haya dirigido hasta la fecha. 

La película, protagonizada por Daniel Radcliffe, uno de esos eternos niños de celuloide que bajo el asfixiante yugo de formar parte viva de la costilla del populismo cinematográfico (incluso a niveles subatómicos), luchan contra sus propios éxitos precoces intentando arrancarse la piel de éstos y crecer a pasos acelerados, en este caso, demostrar que hay vida inteligente (o simplemente, vida) más allá de Hogwarts, cosa que se le resistió en su anterior empresa fantástica: “La Mujer de Negro” (“The Woman in Black”, James Watkins, 2012), delata sus intenciones para con el gran público. Hecho más sangrante aun si cabe, si atendemos al hecho de la partenaire femenina que se le ha buscado para la ocasión, otra interprete precoz re relumbrón: Juno Temple (“Kill Joe”, “Magic Magic”). 

A tenor del título de la obra y a sabiendas de lo que suele entenderse en la sociedad actual por “tener cuernos”, la lógica dicta sentencia y parece dibujar con trazos muy marcados por donde van los tiros de esta curiosa vuelta de tuerca al cine de venganza. Afortunadamente, las creencias populares y su inagotable imaginario, no siempre se ciñen a la realidad mundana y las connotaciones de tan ornamentaria “cornitura”, no siempre tienen porque ser negativas, ni en la vida real, donde puede convertirse en el mejor de los experimentos empíricos gracias a los cuales desenmascarar a aquella persona a la cual creíamos querer o conocer, ni en la ficción, al menos en la que nos ocupa, donde lejos de la aparente maldición, pueden convertirse en una herramienta para hacer el bien, por mucho que la metodología utilizada en el proceso, pueda diferir en algo, de las pautas de la supuesta bondad.

“Horns”, como digo, es una historia de venganza atípica que juega con el fuego de intentar agradar a más sector de público del deseado llegando a quemarse incluso en determinados pasajes. La incursión de algunos elementos cómicos, más propios de propuestas que poco o nada tendrían que tener en común con esta, hacen de la primera mitad de filme, una experiencia harto desconcertante para el espectador, que a lo largo de los sesenta minutos iniciales, no sabe muy bien lo que tiene entre manos. Gags humorísticos facilones dignos de alguna burrada para toda la familia, conviven con el intento de eclosión del típico thriller de asesinatos que tanto se estila en estas últimas décadas.

Es en su segunda mitad, donde la obra va adquiriendo el proceso necesario de maduración como para conseguir transmitir todo aquello que hasta ese momento, flotaba entre lo expuesto por unos y lo entendido por otros. Abandonado ese lugar, ese eslabón perdido entre querer y poder, “Horns” se muestra en todo su esplendor como el interesante thriller sobrenatural que es, dando en muchos momentos la sensación de que más que ante la adaptación de una obra literaria, lo que que nos ocupa es la ídem de una novela gráfica y es que el personaje interpretado con solvencia por Radcliffe, parece directamente sacado de una. Esta maduración, pese a que la presencia de los tópicos del mundo de la criminología aplicada al cine, son palpables y que la historia, tampoco está excesivamente dotada para el arte de la sorpresa, permite que el espectador se asiente en el ecosistema de la obra y se deje arrastrar por su caudal. 

Una narración bidireccional, perfectamente orquestada por Aja, quien manipula a su antojo las agujas del tiempo hacia adelante y hacia atrás, para a base de flashbacks, ir desangrando el libreto, consigue tapar las carencias del mismo y dejando caer por el sendero del oscuro bosque, las migajas de pan necesarias, alimentar de paso el interés del espectador. Quien ya previamente, se ha dejado seducir por cantos de sirena en forma de una preciosista fotografía de unos no menos preciosos paisajes y por la sugerente y actual banda sonora de la cual hace gala el filme. Como siempre, el postre no puede faltar en una comida que se precie y Aja, se guarda algún que otro guiño a la brutalidad de sus primeros trabajos en el tramo final de éste. Lo cual, siempre se agrade. 

“Horns” ni es la mejor cinta del francés, ni estaría siquiera entre ellas. Pero con la consigna aprendida de que l´enfant ya no es tan terrible como lo fuera antaño y que su cine, evolucionado por A o por B, apunta ya hacia otros horizontes, tampoco hay que echarse en exceso las manos a la cabeza y no hay que perder el norte a la hora de valorar un trabajo como el que nos ocupa. Una propuesta que pese a que resulta tópica en el fondo y desconcertante en las formas en muchos de sus estadios, no deja de ofrecer una visita por el cine de venganza menos guiada de lo habitual y que pese a no ser una obra redonda, ni mucho menos (como thriller al uso, queda bastante coja), si consigue mantener una aceptable regularidad en su capacidad de entretener. Curiosa. 

Lo mejor: El buen trabajo de Daniel Radcliffe, quien aquí sale airoso de su encarnizada lucha por hacerse un hueco en el mundo de los maggle, todo lo que respecta a su brillante apartado visual y las altas cotas de emotividad, que consigue alcanzar en los puntos más álgidos de la trama. 

Lo peor: de entrada, cuesta conectar con la historia y con algunos personajes. Los innecesarios toques humorísticos y la poca conectividad que existe en muchas ocasiones entre las vertientes mundanas y fantásticas de la obra, lo que juega en contra de la credibilidad de la misma.


13 comentarios:

Living at 33rpm dijo...

No es, ni por asomo, lo mejor que ha hecho Aja, pero en general es entretenida. Los toques de humor negro en ocasiones están bien, pero en otras son bastante vergonzosos.

MAX CADY dijo...

Muy de acuerdo con la mayoría de lo expuesto en su certera crítica, Rector. Esta adaptación bastante fiel (y muy digna) de la novela de Joe Hill (a la que le tenía muchas ganas desde que la leí), habría ganado muchos enteros si se hubiera eliminado mucho del humor negro que alberga la obra original y se hubieran decantado tanto Robert Coudert como Alexandre Aja por la vía de la mala hostia, la oscuridad, la perversión y el gore, aunque no podemos olvidar que en realidad estamos ante una historia de amor tremenda.

No obstante, un relato que va de menos a más, los últimos 35 minutos son francamente buenos, y que acaba siendo un producto muy interesante y entretenido, con algún momento de genialidad y brutalidad made in Aja. Muy superior a los dos últimos trabajos del director francés, Mirrors y Piranha.

Lo que personalmente más me chirría de la película (junto a un inicio algo dubitativo en cuanto a la dirección que quiere tomar la historia) es el reparto, que pese a su esfuerzo no consigo creerme totalmente, especialmente al trío formado por Daniel Radcliffe, Juno Temple y Max Minghella.

Saludos!!!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

Pues yo tengo ganas de verla porque ya sabéis que a mi Daniel Radcliffe me gusta y espero que sea como dices y esté subiendo un poquito el nivel de las otras, porque macho... el pobre está gafao.

Unknown dijo...

Absolutamente de acuerdo con tu crítica... Mira que me gusta el director gabacho, y que algunas de sus pelis están entre mis favoritas, pero con Horns, lejos de dar en el clavo, ha dado un tropezón considerable. El humor, en una cinta como ésta, está de más y parece metido con embudo.
Ex Potter, vuelve a demostrar que es un buen actor, como ya ha hecho Ex Frodo, y se convierte en lo mejor de la peli, amén de la camarera tatuada buenorra que es pura fotogenia.
Nada, una decepción, quizás por mis elevadísimas expectativas!!!!
Saludetes!

Missterror dijo...

Totalmente de acuerdo con todos los puntos de tu crítica, pero curiosamente creo que todo ello habría dado para un puntito más.
Como comentas es una historia de venganza que no circula por los derroteros habituales, pero que no es el cuento macabro que se empeñan en mencionar algunos. Es una historia terrenal en un escenario irreal que se toma con naturalidad.
Como comentas, la parte inicial, la más desconcertante por inesperada, transita por el terreno cómico de una manera que simplemente está ahí, pues, a mi modo de ver, ni beneficia ni perjudica a la película, sino que enrarece toda la historia más y desubica al espectador que no sabe muy bien a qué se enfrenta, pero por algún motivo atrae mucho y entretiene.
En la parte final, sí que Aja se viene arriba y el público tiene claro donde está. Ahí es donde "Horns" se hace fuerte y donde Aja se deja ver con esplendor.

El trabajo de Radcliffe me ha parecido muy correcto y yo sí me lo he creído, pues como dices, el esfuerzo por quitarse la toga de Hogwarts al final va teniendo recompensa.

Saludos

P.D- de Aja a mi me gusta todo excepto Piranha que me pareció espantosa, y rompo una lanza por "Mirrors", que consiguió asustarme de lo lindo!!!

El Rector dijo...

Living at 33 rpm, totalmente de acuerdo.

Max, ahí andamos también tu y yo... si bien, yo me quedo antes que con esta, con aquella locura de "Piraña 3D". Que dentro de su estilo, me parece un divertimento de lo más cachondo.

TWG, y yo de que la veas y nos cuentes.

Damien, a excepción de la camarera tatuada, que me parece un cardo considerable (con todos mis respetos), muy de acuerdo con todo lo que comentas. A ex-Potter de todas formas, aun lo queda por demostrar lo que ha demostrado ex-Frodo :)

Anónimo, sobre Where the Devils Hides, veremos que se puede hacer al respecto. Gracias por el dato.

Missterror, misma honda con el amigo de los cuernos. Más discrepancias tenemos con el tema pececillos carnívoros, que como ya he comentado, a mi me pareció una locura de lo más divertida. Entiendo por eso tu postura, pues no es tu tipo de cine.

Mirrors mediocre, mediocre...

Saludos.

Gerardo Medina Pérez dijo...

Pues opino justo lo contrario. Es el humor de su primera hora lo que me atrajo de ella mientras la veía. Porque una propuesta como ésta, y así era la novela original, no puede estar exenta de sentido del humor, aunque sea negro a veces y soez en otros. Es justo cuando el humor se acaba y la trama del asesinato de ella tiene que terminar cuando empieza a decaer, y Aja no encuentra el tono justo para la propuesta. Más fuera de lugar está el gore del final.

Gerardo Medina Pérez dijo...

Max Cady, esta peli pedía a gritos transformar progresivamente el humor negro de la primera mitad en esa mala leche, oscuridad y gore que apuntas. Pide a gritos explotar y acabar de tirar la casa por la ventana, y en su lugar sirve un thriller de venganza que a mí se me ha hecho eterno. Va de más a menos en mi opinión.

El Rector dijo...

Gerardo, mira que soy gran defensor del humor negro dentro del género de terror, me atrevería a decir, que es una de las combinaciones que más me gustan siempre y cuando estén bien ensamblados ambos géneros, algo que por desgracia, no siempre se consigue. Reírte y acto y seguido, estremecerte a la siguiente secuencia, me parece algo que no está al alcance de cualquier director.

No dudo del talento de Aja, ni mucho menos. Pero desde luego, hasta la fecha no le he visto esa capacidad de generar humor a partir de un guión brillante, más bien a partir de un ídem tontorrón (como en Piraña 3d o la propia Horns). Horns no consigue arrancar la carcajada con ese humor tontón de gag fácil más propio de otro tipo de cine y lo único que hace, es dotar al relato de un tono de comedia adolescente que no pega para nada con la historia que se está relatando y ni mucho menos, con el tono de thriller "serio" en el que termina derivando.

Para mi la película comienza a definirse, cuando deja del lado esa vertiente cómica, aunque a esas alturas, el daño mucho me temo que ya es irreversible y tan solo el desfase visual y las gotitas de mala leche made in Aja (y me refiero justamente a ese gore final que mencionas), consiguen salvar un poco los muebles. Si analizamos el conjunto, los pros y los contras, a mi si me da para el aprobado, pero para poquito más, ya que no brilla ni como comedia, ni como thriller ni como cinta de terror al uso.

Saludos.

Unknown dijo...

Pues a mí me ha parecido un truño como un puño porque no se decanta claramente,no se sabe qué quiere contar y me aburrió bastante.Ni siquiera los puntos "brutales" de su final hacen que merezca la pena verse.Menos mal que no la ví en un cine,porque si pago por ésto,creyendo que el Señor Aja podría hacer otra genial película,me hubiese cortado las venas..ainss

El Rector dijo...

Anónimo, pues comparto contigo muchas de las miserias que comentas, incluso que la película se hace algo aburrida en determinados pasajes. Pero tampoco me atrevería a calificarla de "truño". Dicho calificativo, queda reservado a otro tipo de productos que solemos, por desgracia, consumir con más frecuencia de la que nos gustaría hoy en día. Pienso que "decepcionante", sería bastante más apropiado.

Y como digo, conste que comparto ese "ainss".

Saludos.

Anónimo dijo...

Pues yo discrepo totalmente de los qué opinais qué los toques de humor sobran.Para mi es una de las cosas qué la hacen diferenteY tambien discrepo de la opinión de que el trio protagonista no sea el acertado.para mi el Sr. Radclife está en una de sus mejores interpretaciones sin duda.

El Rector dijo...

Anónimo, en la discrepancia está el gusto, pero sigo pensando que ese humor tontorrón que destila, lejos de darle personalidad o hacerla diferente, la desdibuja.

Eso si, coincido en tu apreciación sobre Radclife.

Saludos.

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