domingo, 11 de enero de 2015

Crítica: Nightcrawler

Pasadas las fiestas y ya casi olvidado el 2014, comprobamos que todo queda atrás, lo bueno, lo malo y lo regular (que es lo que abarca casi todo). Comenzamos de nuevo, otra vez más. Parece que lo hacemos de la misma manera en la que terminamos, recogiendo el testigo de todo aquello que quedó a medias en el 2014 y que sigue a medias, pero la realidad es que dentro de cada uno de nosotros, sabemos que cada comienzo nos hace diferentes. Comenzamos cogiendo impulso, el impulso de las buenas intenciones, el impulso de las metas que creemos que alcanzaremos este nuevo año, porque este año puede ser el definitivo. Al menos lo vamos a intentar, lucharemos a muerte por ello. Este año sí que lo haremos, este año va en serio. Llevamos menos de quince días de este nuevo año, pero dentro de cada uno de nosotros, sabemos que vamos a por todas...

Este es un pensamiento cíclico, se repite cada trescientos sesenta y cinco días, y suele ser ritual. Reincidimos en los propósitos de cada enero: perder peso después de los atracones de las fiestas, dejar de fumar, ser mejor persona...pero como lo que nos gusta es sumar y no restar, hemos añadido nuevas intenciones futuras, como el no depender tanto de las nuevas tecnologías y disfrutar más de las pequeñas cosas de la vida, o el de luchar de verdad por aquello que se quiere, no conformarse con ver la vida pasar. Y no es que yo hable por mí, ya que yo soy mucho más simple que todo eso y mi propósito es que me toque la lotería, yo hablo por todos vosotros, criaturas de este inframundo, porque tengo la habilidad de leer vuestras mentes y ufffff, qué escalofríos!!! 

De toda esta reflexión, destaco esa ambición que todos tenemos por conseguir todo aquello que creemos que puede hacernos más felices. Ambición, muchas veces directamente relacionada con los escrúpulos o la falta de ellos, con las temidas elecciones personales que nos deja nuestra conciencia y que define el final de la partida. Sobre todo esto, sobre la ambición y la falta de escrúpulos es sobre lo que nos da una lección "Nightcrawler". 

La película de Dan Gilroy gira en torno a Loius Bloom (Jake Gyllenhaal) , un ladrón buscavidas con una de las habilidades más envidiadas para cualquier ambicioso, que es la de "comeorejas" profesional, me explico, Louis es de esos tipos tocados por la mágica varita del don de la palabra, el don de gentes y el carisma, que son los ingredientes imprescindibles para triunfar cuando te falta el talento que hable por ti, o cuando estás empezando en aquello que quieres emprender. 

Nuestro Louis, una noche cualquiera presencia un accidente de tráfico y es testigo de primera mano de cómo las cámaras de televisión recogen el momento, instantes después de haberse producido el mismo, para venderlo a cadenas de televisión locales esa misma noche. Ahí comienza el propósito de año nuevo de nuestro protagonista, pues ve una salida a la casi indigencia en la que vive, y decide meterse de lleno en el mundo de la grabación en videocámara de sucesos para comerciar con ellos, aunque realmente con lo que el inteligente sr. Bloom comercia es con el morbo más demencial. 

En "Nightcrawler" siempre se juega de noche, la cámara es nocturna y los pensamientos también. La noche siempre invita a bailar con los límites, y en esta película no es que se baile, es que se destrozan a ritmo de billete y reconocimiento. Todos los personajes, excepto el pobre diablo que "trabaja" como ayudante de Louis en sus acciones nocturnas, son deleznables, todos caen en la trampa de la ambición desmedida, todos persiguen a muerte su objetivo y no importa lo que haya que hacer, y lo que se quede o quien se quede por el camino para llegar a la meta los primeros. De esta manera debería ser terriblemente difícil empatizar con los personajes, pues son odiosos, en especial el interpretado por Gyllenhaal, pero como el carisma es el carisma y atrae más que un imán, Louis Bloom consigue que no puedas apartar tu vista de él y que necesites escuchar cada explicación que da, por mucho que lo hagas con una mueca de asco en la cara. 

Lo que refleja el submundo en el que nos envuelve Dan Gilroy es el espejo más sucio del poder, de la necesidad y de la inmundicia de unos medios de comunicación al servicio de la parte más retorcida de la noticia, aquellos para los no hay reparo alguno en meter el dedo en la llaga hasta reventarla y mostrar todo el pus que pueda salir de ella. Crítica directa a los medios de comunicación amarillistas y su "buen hacer" a la hora de gestionar las noticias. Todo ello se hace bajo la frialdad de una mirada heladora, como la de Gyllenhaal, que por primera vez me convence con sus registros, ya que es "Nightcrawler" su mejor actuación con diferencia. El frío también se demuestra en los planos, en la subtrama criminal, que sepulta la cámara de Louis Bloom, y en cada una de las acciones programadas de Bloom y la directora de los informativos, Nina Romina (Rene Russo). En "Nightcrawler" no hay espacio para los sentimientos, sólo hay cámara y acción. 

El punto negativo lo encontramos en la repetición dilatada de la trama, pues facilmente le sobra media hora al "ascenso" de Louis Bloom. El espectador necesitado de acción puede que desespere en esta parte, que se alarga y terminar por redundar de lo lindo, aunque mi perspectiva es que aunque es repetitivo y eso le resta varios puntos, no llega a aburrir, y quizá sea la mejor manera de que experimentemos más intensamente la frenética media hora final, que es lo mejor de la película, con una banda sonora que es el copiloto perfecto. 

Resumiendo, un thriller de personas que, o nunca lo fueron, o dejaron de serlo por el camino, metas arriesgadas, métodos repugnantes y amistades peligrosas, donde la ambición es el arma más letal y la droga más dura. Viendo lo visto, olvidémonos de los propósitos más enrevesados del año nuevo, y centrémonos en seguir comiendo verdura y ensalada.


8 comentarios:

Franco Macabro dijo...

Una de mis favoritas del 2014, me recordo un poco a Taxi Driver, con el persnaje principal viviendo solo, en la gran ciudad, buscandoselas para sobrevivir. Esta pelicula es un espejo al capitalismo, me encanto eso de la pelicula. Gyllenhal merece ser nominado para un Oscar.

Missterror dijo...

Francisco Gonzalez- No entraría en mis favoritas del 2014, pero su mérito es innegable.
La similitudes entre Louis Bloom y Travis Bickle, más allá de la soledad en la gran cuidad, no termino de verla, pues Bloom es un tipo inteligente, con una ambición voraz, que no da puntada sin hilo, y que si vive solo es por decisión propia, mientras Travis es una persona muy inestable que no sabe hacia dónde dirigir sus pasos.
Realmente la película es el espejo del capitalismo más despiadado, y los personajes el reflejo de la sociedad más inhumana.
Gyllenhaal me sorprendió gratamente, pues no es un actor que me haya conseguido motivar nunca, pero en "Nightcrawler" lo clava.

Saludos

El Rector dijo...

Interesante crítica no solo al capitalismo, también a la mezquindad del ser humano, lo que en los tiempos que corren, viene a ser lo mismo.

Missterror, suscribo palabra a palabra todo lo que comentas sobre la película, si bien en mi caso, sería algo menos generoso con la puntuación, pues aun y gustándome, "Nightcrawler" se me ha hecho algo pesada en determinadas fases de su metraje, el cual peca de divagante más de lo deseado recreándose en la misma idea en exceso, supongo que para suplir las carencias de un guión que podría haber estado bastante más elaborado.

De todas formas, como digo, me ha parecido una buena película y un perfecto reflejo de la sociedad de hoy en día, donde el dinero y el poder es lo único que importa, como se consigan ambas cosas, no.

En una sociedad tan primitiva como la nuestra, donde farmacéuticas y gobiernos mercadean con la vida humana, ¿Hay algo ya que pueda sorprendernos? Además, somos morbosos por naturaleza y no hay nada más interesante para el espectador, que las miserias ajenas. "Nightcrawler" explica muy bien todo esto a base de thriller sencillo pero efectivo, con un Gyllenhaal que desde luego, clava el mejor papel de su carrera hasta la fecha y se desmarca de ese intérprete anodino y apático al que estábamos acostumbrados hasta ahora.

Recomendable.

Saludos.

Franco Macabro dijo...

De acuerdo con los dos, Missterror, me acordo un poco a Taxi Driver por que tambien Bloom a pesar de ser inteligente, esta tambien un tanto desajustado, pero estoy de acuerdo contigo, tambien son bastante diferentes sus viajes, uno un justiciero, el otro el busca del exito a como de lugar.

Rector, estoy de acuerdo, es un reflejo de la sociedad en que vivimos, es una ejemplo de la actitud prevaleciente en el mundo de hoy, como dicen los americanos "it's a dog eats dog world" donde practicamente nos estamos comiendo vivos con tal de conseguir satisfacer nuestros deseos, con tal de tener lo necesario para sobrevivir.

Por eso digo que es una pelicula para nuestros tiempos, algo asi como Fight Club fue para la generacion del final de los 90, o The Graduate fue para la generacion de los 60.

Missterror dijo...

Rector- Cierto es que hay partes divagantes, pero yo poco tengo que objetar al guión, que me parece muy bien elaborado.
La sociedad de ahora, supongo que es como han sido todas, llenas de personas poderosas mezquinas y mezquinos que quieren hacerse poderosos. La sociedad está idiotizada y cada vez más deshumanizada, y eso es lo que lleva al "cueste lo que cueste y caiga quien caiga", que sólo nos importa nuestro círculo y lo que les pase a los demás, nos la suda...Un horror, de verdad, un auténtico horror. Se pierde la empatía y se pierden todos los valores.

De las farmaceuticas y los gobiernos mejor ni hablar, porque ya sabes que me enciendo y si Satán existe tiene que tener vergüenza ajena de que le consideren a él el malo...
"Nightcrawler" habla de la picardía de la necesidad en términos muy duros, y sí el anodino Gylenhaal es el perfecto Louis Bloom.

Francisco González- Lo cierto es que yo no considero que Bloom esté desajustado. Él no tiene ningún escrúpulo, ni siente empatía por nadie. Está deshumanizado, pero no desequilibrado.

Saludos

El Rector dijo...

Missterror, pero igual, si hablamos de no sentir empatía por nadie y de deshumanización, hablamos también de cierto desequilibrio, no?

No digo que el guión esté mal elaborado, digo que resulta de lo más sencillo. Yo, de los thrillers, siempre espero ese "elemento sorpresa", por pequeño que sea, y "Nightcrawler" no lo tiene.

Saludos.

Missterror dijo...

Rector- en el caso de Bloom, yo no creo que esté desequilibrado, para nada, es una hijo de la gran puta y un ser repugnante y sin escrúpulos, pero siempre es consciente de lo que hace y diferencia perfectamente el bien del mal. Lo que pasa es que él es malo y no le importa hacer maldades, porque además no tiene ningún tipo de remordimiento. Es de esos para los que el fin, siempre, justifica los medios, pero en el caso de este señor, yo no creo que esté loco.

Cierto que no hay elemento sorpresa, pero tampoco creo que una película como "Nightcrawler" lo necesite.

Saludos

Unknown dijo...

Yo le tengo muchas ganas a esta película y a mi Jake si me convence en muchas cosas que hace. Por ejemplo, The Enemy que es sublime de principio a fin.
Creo que esta cinta va a llegar lejos por todo lo que critica. :)

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