domingo, 18 de octubre de 2015

Crítica: La Cumbre Escarlata

Por fin llegó “La Cumbre Escarlata”, probablemente la película más esperada del año por un servidor. Y es que lo confieso: soy un ‘Taurino’ a más no poder. Pero que ello no os confunda, que por mucho que me hayan gustado casi todas sus películas, ese mismo ‘casi’ ya os debería señalar que mi objetividad siempre prevalece sobre mis favoritismos, así es que podéis estar tranquilos que mi opinión sobre la película va a ser lo más ecuánime posible.
Sobre “La Cumbre Escarlata” mucho se ha hablado antes de su estreno, algo normal ya que desde el anuncio del proyecto hemos pasado por diferentes etapas con las que gradualmente ir aumentando la expectación, ese ‘hype’ tan manido por los usuarios de la red a los que parece darles miedo utilizar correctamente nuestro idioma. El mismo Del Toro siempre ha tenido el proyecto entre sus eternos posibles junto a “En las montañas de la magnificencia”, adaptación del clásico de Lovecraft “En las montañas de la locura”, “The left hand of darkness”, su particular versión de “El Conde de Montecristo”, “Meat market”, “Mephisto’s Bridge” o “The list of seven”. 

En la Comic-Con 2014 el astuto cineasta ya dispuso un stand que llevaría por nombre “Galería gótica” con el que dar algunas premisas del film, además de revestir de una cierta pompa al primer teaser que estrenaría en aquellas mismas fechas. En aquella especie de minúsculo “Pasaje del terror” se podía ver parte del atrezzo utilizado para la película acompañado por efectos sonoros y segmentos de vídeo que reproducían un pasillo de la mansión encantada. 

A principios de 2015, siete meses antes de su estreno, ya pudimos ver el primer tráiler oficial, y claro está, pronto comenzaron los rumores y teorías. El más chocante fue aquel que decía que el film, a su modo, por su marcado carácter visual hacia un homenaje al “Suspiria” de Dario Argento. 

Guillermo del Toro siempre ha sido admirador del maestro italiano –a decir verdad, quién no lo es…- y en el tráiler se podía apreciar una cierta predominancia por los rojos y azules que dieron fama al film de Argento. Sin embargo, “Suspiria” era puro impresionismo, con mucha amplitud de espacios y utilización de patrones poligonales y concéntricos, algo casi cercano a lo que Kubrick intentó en “El resplandor”. Aquí, entrando ya en la película, quitando los mosaicos del suelo del hall de la mansión y el papel pintado de la residencia de la protagonista en NY, no vemos esa pureza de líneas. 

En el 2011, en un evento realizado por el TIFF (Toronto International Film Festival) el propio Del Toro fue el invitado para hablar sobre la “Toby Dammit” de Fellini y la propia “Suspiria”, y no es por ir a favor de corriente, pero utilizando el término con el que el propio realizador mexicano definió contrariamente a la primera, “La Cumbre Escarlata” se parece más a esta ya que es BARROQUISMO en estado puro. 

Vamos, que para terminar con el tema de “Suspiria”, ni dejando de lado la puesta en escena encontramos paralelismos: “Suspiria” era, como el propio Del Toro la calificó, todo ritmo, sacando además partido a unas muertes impactantes. En “La Cumbre Escarlata” el objetivo es otro. Pero por pasos. 

Del Toro nunca ha negado sus influencias y visualmente siempre se ha apoyado en artistas como Felicien Rops, Arnold Bocklin, Carlos Schwabe y Odilon Redon, sirviendo los dos últimos –sobre todo Redon- de clara inspiración para esta “La Cumbre Escarlata”. Los volúmenes y colores están claramente influenciados por estos, aunque añadiría un artista más a la ecuación como es Klimt. Esos amarillos y dorados del artista austriaco son claves para la película, y si bien también eran característicos de Redon, no se puede decir que la dirección artística y de vestuario no haya tenido al más popular simbolista en mente. No en vano, estoy seguro que muchos van a ver, salvando las distancias, algún reflejo al “Drácula” de Coppola, para quien Klimt fue su referencia. 

En lo que respecta a la fotografía, son los claroscuros de, siguiendo con el mundo del arte, Caravaggio y Johannes Vermeer los que hacen que todo lo anterior destaque de sobre manera. Pero dejémonos ya –o no- de referencias y estilos y vayamos con lo menos aparente. 

Si os dais cuenta, en todo este… sí, rollo, no he sacado casi a relucir la palabra gótico. La razón, que no quiero resultar tan obvio, ya que eso lo puede ver todo el mundo, y más ahora que vivimos una época en que todo lo victoriano parece que vuelve a ponerse de moda. Y digo que ‘parece’ porque a pesar de que el “steampunk” lleva décadas haciéndonos vibrar a los que nos sumergimos en ensoñaciones de otra realidad mucho más… romántica que la que nos toca vivir, es sobre todo en la literatura y en el mundo de la televisión donde resurge esa imaginería gótica. El problema es que ello a veces deforma nuestra percepción, y no lo digo precisamente porque veamos por la calle gente con monóculos, corsés o sombreros de copa, sino porque creemos que el cine también está afectado por esta moda. 

Sin ir más lejos, otro cuervo de este nido como es el señor Cabrero se quejaba en el muro de Facebook de mi blog al poner su tráiler de la falta de ideas de la industria cinematográfica. Sin quererle llevar la contraria ya que generalizando no le faltaba razón, le inquirí a que, ajustándonos a la película que había hecho surgir el comentario, me dijese cuántas producciones góticas había visto él últimamente en la gran pantalla. Dramas y melodramas algunos más, pero ciñéndonos al mundo del terror, las dos partes de “La Dama de negro” y poco más. 

¿Cuál fue la última gran película gótica de terror? ¿La citada “Drácula”? Pues ya hace la friolera de 23 años… ¿El “Frankenstein” de Kenneth Branagh con el que Del Toro guarda muchos paralelismos? (19 años) ¿”Los otros”…? El mismo Del Toro produjo “No tengas miedo a la oscuridad” cuyo tono se acercaba, pero dejando de lado la mansión, su apariencia era bastante actual. Otras obras del realizador mejicano han bebido de fuentes góticas, pero ninguna como esta que nos ocupa. Así que, sin miedo a errar, no se puede decir que esta “La Cumbre Escarlata” quiera seguir una estela exitosa.

Ahora bien, es curioso cómo funcionan las cosas ya que ese mismo alegato que sirve para defender su originalidad, es la que termina por restarle méritos. Me explico. 

El film en sus primeros 45 minutos parece una recopilación de tópicos de Dickens, Byron y ya no digo Jane Austin porque es demasiado evidente; un melodrama de huérfanos, cenicientas, crápulas y herencias de rancio abolengo. De no ser por las tres escenas de género, fantasmagóricas todas ellas, uno parecería estar viendo uno de esos dramas históricos ricamente ambientados a los que me refería párrafos más arriba. 

Luego, llegados a la mansión protagonista del film, el talante cambia y uno se deja llevar por cada uno de los rincones que esconde la casa, capaces por sí solos de merecer el visionado de la película. Es en estos minutos donde más contenido de terror encontramos, y si bien se recurre a los tópicos del género –ruidos, puertas que se abren y se cierran, fantasmas pasando por detrás de los personajes o mostrándose abiertamente, hasta pelotitas rodando por el suelo…- con la nunca bien reconocida ayuda de la dirección artística, el film transcurre como la seda, deslumbrando y entreteniendo en base a detalles. 

El problema llega cuando vuelve a poner los pies en el suelo: te han dado tan mascada la historia al principio, definiendo además los roles –estereotipos más bien- de unos y otros, que la película resulta previsible y sin capacidad de sorpresa. Y es por eso que decía que lo que en un principio jugaba a su favor, termina por cavar su tumba. Sí, “La Cumbre Escarlata” es cine gótico 100%, pero tanto, que lo que cuenta –otra cosa es lo que enseña- ya lo hemos visto o leído docenas de veces. Y lo peor es que ya no depende del bagaje de cada uno sino que no hay que ser muy avispado para saber quién es tal fantasma o por dónde irá trascurriendo la película. 

Y ni siquiera la excusa del homenaje me sirve ya que es notable la falta de ambición en cuanto a argumento. Sí, la casa, el vestuario… todo lo material está a un nivel inmejorable pero… Sr. Del Toro, se ha dejado cosas en el tintero… ¿Por qué no ha mostrado dónde estaban los otros cuerpos? ¿Solo yo me esperaba encontrar alguno detrás de una pared? ¿Y lo del niño? Con lo detallista que es usted y nos deja a mitad. Aunque claro, eso de dejarnos a mitad… Exceptuando esos buenos minutos del meridiano del film, el terror brilla por su ausencia. Se nos regalan algunas escenas cruentas, de sentir escalofríos, pero es más por imaginarlo en nuestra propia piel que por el conjunto. Lobo melodramático con piel de cordero terrorífico, no sé si me entendéis… 

Y sí, las interpretaciones son soberbias, sobre todo Jessica Chastain, a la que por otro lado es un crimen haberle oscurecido el cabello, pero como decía no dejan de ser estereotipos. Esta, la fría y distante; Mia Wasikowska, la imagen de la inocencia, mientras que mi tocayo Tom Hiddleston, la del eterno caza-herederas. 

Alguno/a dirá que mi problema es que no soy un romántico y que no he sabido conectar con la historia. Puede aunque lo ponga en duda, pero quizás esa desconexión es la que me ha permitido ver la historia desde la barrera. Nunca mejor dicho ya que os vuelvo a recordar que me declaro 'Taurino', así es que si con todo y con ello soy crítico… 

Para acabar, los efectos especiales, bien, correctos sin más ya que son refritos de otras producciones de Del Toro. Los fantasmas ya los habíamos visto en por ejemplo “Mama” e incluso en los marmóreos elfos de “Hellboy 2”. Total, ya no hay nada más, el resto es todo labor de la dirección artística. Eso sí, la música del españolito Fernando Velázquez no desmerece en nada a otros grandes del género. 

Resumiendo, “La Cumbre Escarlata” es un espectáculo visual de primer orden. Suntuosidad, cuidado por el detalle y un nivel artístico inconmensurable. El problema es que se ha puesto tanta atención en la apariencia que en el interior han descuidado la historia. Bebe tanto de los clásicos que termina muriendo a causa de ellos.


13 comentarios:

El Rector dijo...

Pues bastante de acuerdo con la crítica. Desde luego, bastante más razonable en mi opinión que el cúmulo de idioteces varias que había leído al respecto por ahí.

"La Cumbre Escarlata" es terror gótico en estado puro, o lo que es lo mismo aplicado al cine de terror actual, "terror anti-comercial" por más Del Toro que haya detrás de las cámaras y por más millones que se hayan gastado en el proyecto. La gente cuando va al cine a ver una supuesta película de fantasmas (y digo "supuesta" porque para mi el tema sobrenatural, me parece anecdótico y si se me apura, metido con calzador para precisamente, darle ese toque comercial que le falta para intentar satisfacer los máximos estómagos posibles), lo que quiere es un "Expediente Warren" con sustos cada diez minutos y clichés mucho más actuales. "La Cumbre Escarlata" juega a otra cosa y eso, hoy en día, se paga.

Dicho esto, coincido con algunas de las críticas vertidas sobre ella, en especial en lo anodino de sus primeros 45 minutos (muy bien definidos por Chanpoo) y en la inexplicable y premeditada inocencia del guion, el cual enseña sus cartas demasiado pronto, restando a la ecuación un elemento tan aprovechable y necesario en esta ocasión, como era el factor sorpresa. Esto, se traduce además en una falta de tensión a lo largo de todo el filme, que en una película con una puesta en escena tan preciosista y una atmósfera lúgubre tan bien recreada, es poco menos que un pecado capital.

Yo en lo negativo, añado el tema de las apariciones fantasmales, muy bonitas si, como todo lo que sale de la factoría del Toro, pero que poco o nada añaden a una historia que brilla mucho más cuando se adentra en los entresijos de la oscura relación entre dos de los personajes protagonistas... lástima que esto tampoco se termine de estrujar y al final se quede bastante lejos de la truculencia deseada.

Una estupenda historia, muy clásica, muy lenta y muy macabra, como mandan los cánones del buen terror gótico. Eso si, muy damnificada por un guion que ni de lejos aprovecha las grandes posibilidades de la misma.

Me quedo (como casi todo el mundo) con su increíble factura artística (nada nuevo tratándose de Del Toro), con el gran trabajo tanto de Jessica Chastain y Tom Hiddleston y con una última media hora fabulosa, donde el mexicano se deja de concesiones de cara a la galería y pone toda la carne en el asador para en esos treinta minutos, dotar al filme de la fuerza de la que había carecido hasta ese momento.

Sin llegar al nivel de sus mejores películas, "La Cumbre Escarlata" rebosa calidad por los cuatro costados y pese a sus "peros", es todo un homenaje a una forma de hacer y entender el terror, que hace tiempo ya que calló en el olvido.

Saludos.

P.D: Para mi uno de los mejores terrores góticos que se han rodado en estos últimos años y con mucha diferencia, fue "La Guarida", la cual por cierto, guarda bastantes similitudes estilísticas con la película del mexicano. Lo de "La Mujer de Negro" y secuela, fue una broma de muy mal gusto.

Missterror dijo...

Chanpoo- Totalmente de acuerdo con todo lo que expones. Reflejas a la perfección lo mejor y lo peor de "La Cumbre Escarlata".
El espectáculo visual es tremendo, maravilloso y una gozada absoluta, y yo no me quejaré de la falta de originalidad en el guión, pues estos es terror gótico y al final los fantasmas son los fantasmas y los humanos los que tienen las claves. Yo me quejo de lo mismo que vosotros, que se presentan elementos muy jugosos en la historia por los que luego se pasa de puntillas y que podían haber explotado una historia muy potente, Desde mi punto de vista, se tenía que haber profundizado mucho más en la infancia de Lucille y Thomas y en la figura de su madre. SPOILER- se tenía que haber explicado qué pasa con el niño...qué pasa hasta llegar al punto de decadencia en el que están los hermanos...cómo de asfixiante y retorcida es el realidad la relación de los Sharpe. Todo muy desaprovechado. Una trama que encima presenta las cartas con las que juega desde el principio.
Aun así yo también le daría ese 6,5 que le has dado, Chanpoo, pues creo que se lo merece, y que como cuento gótico, aún con estos fallos, funciona y no decae. Coincido de nuevo contigo en que casi no ha habido historias de este tipo en los últimos tiempos y se agradecen, porque la elegancia es innegable, y la sangre también es notable en el tramo final.
Gran análisis Chanpoo!!!

Saludos

P.D- Espero que lo de "taurino" sea sólo por el amigo Guillermo del Toro ;)

Missterror dijo...

por cierto, a mi Mia Wasikowska me pareció de una sosura infinita...hubiera preferido otro casting para interpretar a Edith Cushing.

Chanpoo dijo...

Miss, lo de "Taurino" es por Del Toro. Creía que quedaba claro. Por lo "otro", puedes estar tranquila... Y lo del niño también lo comento en la reseña, jejejeeje...

meyni2 dijo...

Pues yo salgo encantaaaao de verla,la verdad... Es una gozada visual y bastante valiente al final,porque veía a del Toro reculando con un tema y me da algo.
Barroquismo oscuro que a mí me ha recordado en muchas cosas a Tim Burton y una sola pega...cuando tienes un malo taaaan absolutamente FASCINANTE como la Chastain(una ninfa neorromántica con ese tinte q no te mola)o te curras un bueno con carácter q se acerque o tienes unas ganas locas de que le corten la cabeza a Alicia que ni pa qué....
Saludetes y enhorawena x la crítica,mozu

meyni2 dijo...

Por cierto,una delicia también tus referencias,amigo,así da gustete.
Y una cosilla,missT,creo q te han oído,xq los extras explicados se centran casi todo en mamá y los nenes...
Yo debo estar benévolo perdido,xq sin ser tan taurino,me ha requeteencantao en pantallaca.

Luzmaría Alam dijo...

holii soy nueva en este blog, pero continuando con el tema estoy de acuerdo que es predecible y que hay cabos sueltos, al final se trató mas de chastain que me pareció increible, pero en general me gusto mucho la película, ese aire gótico romántico, creo que soy una amante de ese estilo, y las escenas finales fueron las mejores. Al final se trataba mas de ellos dos que de los fantasmas, y si hubieran podido explicar mas, pero yo la volvería a ver, mas que amo a Tom Hiddleston.

saludos

Chanpoo dijo...

Bienvenida Luz María. Encantada de tenerte aquí. La verdad es que creo que es la película más fácil de reseñar porque en un 85% todos estamos de acuerdo ya que es muy evidente cómo se desarrolla y cuáles son sus puntos fuertes y débiles.
En fin, lo dicho, bienvenida. Será un placer que comentes lo que quieras sobre esta u otras películas reseñadas por mis compañeros.

Chanpoo dijo...

Al resto de compis... Gracias por vuestras amables palabras. Se hace lo que se puede aunque un servidor ni llega a la altura de vuestras suelas.

Valeria L. dijo...

Completamente de acuerdo cuando dices que es un espectáculo visual. Una película de Guillermo del Toro, que nos presenta una historia de terror en donde incluye el amor, la pasión, deseo y misterio. Para mí La Cumbre Escarlata está llena de detalles increíbles como lo son el vestuario y todo el diseño de producción. Claro está que Tom Hiddleston y Jessica Chastain hacen una gran labor con sus actuaciones. Vale la pena centrarse en la historia sin olvidar todos los elementos que la rodean pues Guillermo del Toro hace un gran trabajo en esta película.

Chanpoo dijo...

Gracias por 'estar de acuerdo'. Yo estoy también con lo que comentas aunque... ¿no te parece que esperábamos un poco más de la película?

Guadaña dijo...

No pretende ser más de lo que es: un cuento gótico, con sus altibajos, sus fantasmas y algo de sangre. Me gustó.

Agustina dijo...

Sencillamente insuperable...

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