martes, 28 de junio de 2016

Crítica: The Dead Room

La historia del cine de terror está repleta de pequeños templos en los cuales rendir pleitesía y profesar adoración a nuestros terrores favoritos. Lugares reconocibles para el aficionado de a pie que han pasado ya a formar parte de la cultura popular del género y del imaginario colectivo. Aquella larga escalera en un estrecho callejón donde algunos perdieron la vida al caer de una ventana, aquel colchón ensangrentado en una habitación polvorienta, aquel interminable pasillo que un niño recorría en triciclo o aquel desván con dos ventanales que parecían emular la mirada del mismísimo diablo.

sábado, 25 de junio de 2016

Crítica: Paranormal Drive

Si alguna vez habéis coincidido con mi opinión de alguna de las películas de las que he escrito, si alguna vez habéis pensado que aunque no compartíais mi opinión esta era más o menos coherente o si simplemente nunca habéis pensado como yo… Por favor, esta vez hacedme caso… huid de esta película. Dedicad el tiempo a estar con vuestros seres queridos, iros a tomar un café con vuestros amigos a una terracita, coged un buen libro, dad un paseo, incluso podéis tumbaros en el sofá mirando el techo pensado en las avutardas o mirad el estucado de la pared imaginando caras y objetos… haced cualquier cosa antes de perder hora y veinticinco minutos de vuestra vida viendo esta película.

miércoles, 22 de junio de 2016

Crítica: Phenomena

En 1985, tres años después de dirigir su aclamada “Tenebre”, Dario Argento regresó al terror de corte más fantástico con la que a mi juicio es sin ningún lugar a dudas, la película más disfrutable de toda su filmografía. De la misma forma, “Phenomena” puede que sea (y ya es decir), el título más deliciosamente loco y bizarro que haya salido del perturbado imaginario del cineasta romano y aunque nunca he sido especialmente seguidor de su cine, debo reconocer que en esta ocasión, no me queda otra que caer rendido a sus pies, por no decir, comerle las pelotas por debajo.

domingo, 19 de junio de 2016

Crítica: Expediente Warren: El Caso Enfield

Sobre segundas partes se ha hablado mucho y la tendencia es creer que no siempre fueron buenas. Realidades como puños, estamos hartos de tener que asistir impotentes a la frustrante sensación de ver cómo muchas veces hay daños irreparables en la imagen de ciertas películas que fueron campanazo en su primera parte y que por el filón de intentar convertirlas en franquicia, se vieron debilitadas en sus segundas y sucesivas partes. También es cierto que yo ahora observo con júbilo que la secuela se mima casi tanto o más que la original. Los directores no son tontos, y saben que para explotar a la gallina de los huevos de oro, los huevos tienen que ser de oro,y no vale la bisutería barata. Personalmente, en mi vida, las segundas partes han sido infinitamente mejores que las mierdosas primeras partes, por lo que si a mi "Expediente Warren" me pareció una grandísima película de terror (pese a las cuatro estrellitas que le cascó mi media naranja, el señor Rector), esta secuela lo tenía todo para convertirse en icónica, fundamentalmente porque detrás de ella volvemos a encontrar a James Wan.

jueves, 16 de junio de 2016

Crítica: Braindead

El miedo es libre, amigos. El sentido del humor también. ¿Se puede carecer de sentido del humor y tener miedo? Claro! Esto puede ocurrir cuando te enfrentas al análisis de "Braindead" y sabes que tu sentido del humor es tan limitado como tu capacidad para decorar casas o hacer manualidades. ¿Cómo se puedes disfrutar de "Braindead" si no eres capaz de reírte con ningún gag? Precisamente esto es lo que quiero explicar y realmente no es que me de miedo, sino más bien respeto, porque una vez ya desearon que viniera Ash del pasado para violarme por expresar mi opinión sobre "Terrorificamente muertos" y ayyyy amigos, no quiero que me mandéis a Nueva Zelanda para ser devorada por un mono-rata en esta ocasión, bien sabe Peter Jackson que no lo quiero, no.

miércoles, 15 de junio de 2016

Crítica: Las Garras de Lorelei

En esta misma tendencia encontramos una de las películas más alejadas de los mitos explotados en los años 70 por el género de terror español, y cuyo artífice, Amando de Ossorio buscó en las monsters movies de los años 50, la premisa perfecta para realizar Las garras de Lorelei (1974).

lunes, 13 de junio de 2016

Crítica: Cell

Soy muy consciente, de que después de mi efusivo alegato realizado en la crítica de “Eat” días atrás, a “favor” de todos aquellos insensatos que se muerden las uñas y demás pellejos, puede que haya perdido alguna que otra simpatía de dicho colectivo. Bien, lo acepto. De la misma forma, acepto que ahora, entre todos aquellos que se vean identificados cuando vomite otra de mis fobias declaradas (y esta vez por partida doble), no vaya a repartir simpatías precisamente. Aviso que voy a atizar fuerte, pero eso, será tras el pertinente salto publicitario (y sí, quizás no debería ver tanto La Sexta).

sábado, 11 de junio de 2016

Crítica: El Otro Lado de la Puerta

Y el premio para la interpretación a la madre más sufridora del cine reciente es para… Sarah Wayne Callies. La actriz a la que muchos espectadores conocen por series como ‘Prision Break’ o ‘The Walking Dead’, protagonizó en el año 2015 la sorprendentemente entretenida ‘Pay the ghost’. La cinta dirigida por Uli Edel (Si, el mismo director de la notable ‘Yo, Cristina F.’ o de la muy interesante a pesar de un cierto tono caricaturesco ‘R.A.F: Facción del ejercito rojo’) y protagonizada por un Nicolas Cage bastante mas comedido de lo que nos tiene acostumbrado (Que esta frase no lleve a engaño, la cinta tiene sus buenas dosis de caretos marca de la casa), narraba la historia de la desaparición de un niño la víspera de Halloween.

miércoles, 8 de junio de 2016

Crítica: Night Fare

Ya ha llovido lo suyo desde que la denominada Nouvelle Horreur Vague nos explotara en toda la cara y marcara un antes y un después dentro del género fantástico, y no solo en su Francia natal, también en el resto del viejo continente. Uno le da vueltas con los dedos al sintonizador del cerebelo para traerse a la memoria salvajadas del calibre de “Alta Tensión” (“Haute Tension”, Alexandre Aja, 2003), “A L´Interieur”, Alexandre Bustillo & Julien Mauri, 2007), “Martyrs” (Pascal Laugier, 2008) o “La Horde” (Yannick Dahan & Benjamin Rocher, 2009) y la máquina de salivar, se pone a funcionar a máximo rendimiento. Pero como digo, mucho ha llovido desde entonces.

domingo, 5 de junio de 2016

Crítica: Night of the Demons (1988)

La industria del cine es en muchas ocasiones como una gigantesca mano que estruja una diminuta teta de vaca para extraer hasta la última gota de leche. En los últimos años, hemos tenido en la festividad de Halloween, uno de los mejores ejemplos de que cuando algo se pone de moda, no hay que separar la bota de la garganta ni un solo instante mientras exista un mínimo aliento de vida. Por ello, tras la creciente popularidad de tal festividad norte americana, tanto dentro, como fuera de sus fronteras (el fenómeno en España, también está en auge, desbancando tradiciones tan nuestras y “respetables” como el garrote vil o el toro de la Vega... bueno, lo primero tendría un pase si fuera para aplicárselo a los que defienden lo segundo), no es de extrañar que el panorama cinematográfico fantástico, engendre todos los años algún que otro título con temática Halloweenera.

viernes, 3 de junio de 2016

Crítica: Eat

Si hay una cosa que me repugna y me saca de quicio, es la gente que se muerde las uñas. He visto de todo. Gente que se mete el dedo en la oreja y cuando lo tiene bien untado, se lo chupa como si no hubiese un mañana. Gente que se hurga la nariz cual excavación petrolífera y cuando tiene el moco más viscoso, se lo lleva a la boca para mascarlo a modo de chicle e incluso gente que se saca la roña resultante entre los dedos de los pies para luego olerse los ídem de la mano. Si, hay que ser cerdo, pero yo lo he visto. Allá cada uno como se excite. Pues con todo, me sigue dando más grima la gente que se muerde las uñas de las manos (de seguro lo harían también con las de los pies de tener esa posibilidad).

jueves, 2 de junio de 2016

Crítica: Salvar el Planeta Tierra

En el año 2014, ‘Hwayi: Monster boy’ de Joon-Hwan Jang se alzó con el premio especial del jurado en la sección Focus Àsia del festival de cine fantástico de Sitges. La cinta que se beneficiaba del gran trabajo de Jin-gu Yeo que daba vida al joven protagonista, seguía la línea de ese cine de violencia y venganza que tan bien se les da a los surcoreanos y tanto nos gusta por estos lares. Bien acompañado por Yun-seok Kim (‘The Chaser’, ‘The yellow sea’) lo único que se le podía echar en cara a la película era su duración y la sensación de que, a pesar de encontrarnos ante otra de esas cintas que como espectadores disfrutamos mucho, esta abusaba demasiado de ciertos clichés haciendo que el exceso de la historia no consiguiera eclipsar la sensación de estar ante una cinta que ya hemos visto mil veces antes.