martes, 18 de julio de 2017

Crítica: 12 Feet Deep

Dicen que a veces, menos es más. Sobre todo si lo extrapolamos a la época estival que nos ocupa, donde sumidos en esta insoportable ola de calor que asola a toda la península ibérica (y eso que aquel primo de Rajoy decía que lo del cambio climático era poco menos que un cuento chino inventado por ecologistas y progres), que le está fundiendo los circuitos a más de uno. A mi el primero. Y en este sentido, no cabe duda de que a priori, una película como “12 Feet Deep”, parece la elección ideal para disfrutar en una agonizante tarde de Domingo al amparo del ventilador de turno. Una premisa de lo más sencilla y una enorme piscina pública como refrescante telón de fondo. Por desgracia, una cosa es la teoría, y otra bien distinta, la práctica.

La fórmula de la austeridad no es nueva. Puede que fuera Rodrigo Cortés el austericida cero, aquel que demostró que una idea, por simple que esta fuera, podía convertirse en un complejo entretenimiento si se trataba de la manera adecuada, tal y como él hizo con la angustiosa y brillante “Buried” (2010). De ahí en adelante, otros muchos intentaron sacar mucho de poco, pero desafortunadamente, muchos de estos intentos se han quedado solo en eso, en intentos. Y esto puede que lo diga en el momento menos afortunado, pues en breve podremos ver en pantalla grande la excepción que rompe la regla, en uno de los pocos títulos que ha sabido explotar todo el potencial contenido en este nuevo cine de terror minimalista del que hablamos, donde con muy pocos elementos y un escenario “cerrado”, se construye una gran historia de terror. “A 47 Metros” (“47 Meters Down”, Johannes Roberts, 2016), conocida anteriormente como “in The Deep”, consiguió apretar más de un ojete con una premisa simple, pero tan bien llevada que terminó por convertir a la película de Johannes Roberts, en una de las más destacadas cintas del pasado año. Curiosamente, los paralelismos entre esta y “12 Feet Deep”, son muchos, si bien el resultado, dista bastante.

Matt Skandari, director de “12 Feet Deep”, parte de cuasi los mismos elementos a los que tanto partido supo sacarles Roberts, dos chicas, y un escenario acuático (en este caso, cambiando el fondo del océano, por el de una piscina pública y, el de la figura de un fiero tiburón, por el de una mujer de la limpieza algo peculiar). Es cierto que así de primeras, el cambio parece no jugar a favor de Skandari, pero el problema no viene tanto dado por el cambio de cromos, como por la mala utilización de estos. Aunque en este sentido, si es cierto que la presencia de un elemento tan icónico del cine de terror como es el tiburón, da mucho juego y ofrece mil y una posibilidades para dinamizar una historia, ventaja con la que evidentemente no ha contado Skandari para la ocasión. Ahí hay que reconocerle el mérito al director, pues apostar hora y media de metraje a un relato en apariencia con tantas limitaciones narrativas, es digna de elogio. El problema, es que para mantener el interés del espectador en dichas circunstancias, hace falta algo más que buenas intenciones.

“12 Feet Deep” engancha... en sus primeros veinte minutos. Como cortometraje, habría quedado estupendo. El problema es que una vez tienes a las dos protagonistas encerradas en la piscina, y ya han gastado las cuatro intentonas estériles para intentar escapar de su desafortunado cautiverio, aun queda más de una hora de metraje que rellenar, y cuando detrás no hay un guion brillante en el que apoyarte (como ocurría en la película de Cortés) o dispones de elementos a los que aferrarte para generar tensión (como en la película de Roberts), se te acaban las opciones. Llega el momento entonces de intentar rellenar metraje como buenamente pueda uno. En este caso, Skandari lo intenta primero buscando soluciones en la psique de los personajes, dos hermanas de oportuno traumático pasado y de las cuales iremos conociendo su tragedia a lo largo de la cinta, en lo que termina por convertirse en un melodrama familiar de tres al cuarto, repleto de tópicos y sin el menor interés, que lejos de “engañar” al espectador, lo que consigue es que este desconecte de la ya de por sí poca tensión generada hasta el momento.

Gastado ya el cartucho de la cháchara de almohada y ya con la certeza de que “12 Feet Deep” no va a ganar el premio a la película dramática del año, Skandari (quien co-escribe el guion junto a Michael Hultquist) se la juega metiendo en la ecuación a un nuevo protagonista, su particular tiburón, a ver si con ello la cosa gana en emoción. No lo hace. Lo que si hace, es tirar por tierra la credibilidad del relato (supuestamente inspirado en hechos reales), que llegados a ese punto, sin duda era el mejor activo del filme. Con la irrupción en escena de una tercera invitada a la fiesta, llegan también un cúmulo de surrealistas situaciones que rozan lo cómico, en un cambio de tercio tan poco afortunado, que hace bueno aquello de que el remedio es peor que la enfermedad. De ahí en adelante, una caída sin frenos por más que la pareja integrada por Nora-Jane Noone (“The Descent”) y Alexandra Park, intenten mantener el tipo a base dramatismo y despliegue físico.

Aquí no hay margen para la duda. Con un peliculón como “A 47 Metros” en puertas de estrenarse en pantalla grande, me cuesta encontrar elementos a los que aferrarme para recomendar una película como “12 Feet Deep”, más allá de su refrescante puesta en escena y de algún que otro gag involuntario contenido en su segunda mitad. Destacar también (por destacar algo), el cameo de Tobin Bell, que sin duda agradecerán los incondicionales de la saga “Saw” y poquito más. Una película que parte de una interesante premisa, a la cual se le acaba la gasolina antes de tiempo y se queda tirada en la cuneta a mitad de camino, pese al desesperado intento por parte de sus responsables de arrancar el vehículo. Cero tensión y cero entretenimiento.

Lo mejor: La valentía por atreverse con una historia que daba para poco más que un cortometraje y algún momento (muy)puntual donde consigue sacarse rédito de la potencial claustrofobia de la situación.

Lo peor: Apenas genera tensión, su vertiente melodramática y el ridículo personaje de la psicópata.


13 comentarios:

Missterror dijo...

Efectivamente, la idea de esta película da para un gran corto y una película pesadísima si no se cuenta con un guión brillante, y desde luego no es el caso.
Como dices, los primeros veinte minutos te tienen intrigado pero a partir de ahí ya sabes que esto sólo puede ser sota , caballo y rey.
Claramente el director no ha sabido cómo expresar esa sensación de clasutrofóbica que deberíamos haber tenido durante todo el metraje y eso es imperdonable en el contexto en el que se mueve la película sin parar. En los primeros diez minutos yo estaba pensando en "The Descent" y no la quiero comparar, para nada, pero me ponía en la piel de estas dos hermanas y me era imposible no recordar cuando me ponía también en la piel de las amigas en la cueva. ¿Lo Malo? que esta sensación de asfixia y de impotencia dura cinco minutos, cuando empiezas a ver planos mas abiertos y te das cuenta de que no se va a aprovechar el medio en favor de un guión bastante avergonzante donde se busca un drama que no viene al caso, la película pierde casi todo el interés. A esto le añadimos el personaje de la limpiadora y todo lo que conlleva y bueno ni la idea de poder meterme ahora mismo en esa profunda piscina con el calor tan sofocante que tengo me anima a poder recomendarla porque se hace aburrida.
Entiendo la dificultad de la idea, pero digo yo que eso también lo habría entendido el director y aun así quiso arriesgar, algo que siempre agradezco, pero hombre si no tienes una mínima base, si no tienes un giro, si no provocas tensión y ni siquiera hay ningún momento incómodo...apaga y vámonos!!!

Saludos.

Patrick Bateman dijo...

Pues vaya full, no tenía mala pinta. ¿Y los gags no merecen la pena?

Saludos

Niña Tabaco dijo...

Maravilloso análisis como siempre.

El Rector dijo...

Missterror, igual el director estaba convencido de que si que contaba con ese guion genial entre manos... de lo contrario, esto es meterse en un charco de los gordos. Y lo peor, como comentas, es esa palpable falta de tensión y claustrofobia, que se le presupone a una película de este tipo. Entre otras muchas cosas, el hecho de no limitarse a filmar solo en el interior de la piscina, me parece uno de los errores más garrafales del filme. Ya la inclusión de la psicópata, termina por cargarse cualquier posibilidad de ofrecer una experiencia perturbadora y "seria".

Sr.Bateman, los gags son nivel "Wonder Woman", por lo menos. No te digo más :)

Niña Tabaco, muchas gracias, Espero ahorrarte con él, hora y media de tu tiempo.

Saludos.

JuanCar dijo...

Rector,

Bendita publicidad le haces a semejante engendro.

Debo de ser masoca, aún leyendo la sinopsis y sabiendo que una película así no iba a poder sostenerse sobre ninguna base, decidí verla. Y vaya palo. Te has quedado agusto con las tres estrellas porque esto es de cero patatero.

Él guión es de vergüenza ajena, el rollo ese de me voy a morir y te has portado muy mal conmigo, está ya muy manido, y aquí es que se nota hasta el calzador.
Él personaje de la limpiadora, bueno, es que no quiero ni mencionarlo que me salen hasta granos.
Y lo del amigo Bell, pues nada, quizás el director debería de haberlo aprovechado más y meterle una frase en el guión del tipo: "...voy a cerrar la capota de la piscina con vosotras dentro, que empiece el juego".

Hablar mucho de este telefilm es perder el tiempo, esta historia no da para nada y el director se enrolla como la pata de un Romano a sabiendas que entre manos, no tiene nada.

Y encima al final se salvan, tocate los huevis...

Saludos estimado Rector

JuanCar dijo...

ATENCIÓN, SPOILERS EN EL SIGUIENTE COMENTARIO

Donnie dijo...

Menos mal que he leído tu crítica, Rector. Tras ver 'Infierno Azul' esta película me llamaba la atención pero viendo lo que escribes de ella y los comentarios que recalcan que no dejamos de estar otra vez ante otro corto alargado (Mal endémico del cine actual) y lo califican directamente de engendro...uff.. me mantendré alejado de ella.. Lastima porque parece que sea una de esas cintas con tensión de principio a fin... :-(

Un abrazo!

Donnie

Patrick Bateman dijo...

Hola Rector

Eso es un golpe bajo. Al final caeré en verla... ;)

El Rector dijo...

Juancar, creía que lo de mi madre, que lo primero que hace cuando me habla de una película (sin saber si la he visto o no), es contarme como acaba, era un rasgo de personalidad único. Pero lo tuyo haciendo spoiler primero, y avisando después, es también bastante épico, jaja! Bueno, a ver si al menos, entre unos y otros, conseguimos que nadie tenga que sufrir esta gran perdida de tiempo que es "12 Feet Deep" ;)

Y lo del amigo Bell, iba un poco con sarna, que lo de utilizarlo como reclamo para que los fanáticos de "Saw" piquen el anzuelo está muy bien... ahora, cuando vean que solo aparece tres minutos, igual se llevan el chasco.

Donnie, apostaría lo que quieras que esta vez, incluso estaríamos de acuerdo tú y yo :)

"Infierno Azul" tampoco es que me parezca un peliculón (me gustó bastante más "A 47 Metros"), pero vamos, en comparación a la que nos ocupa, una obra de arte moderna. Y lo peor es precisamente, que esa tensión que se le presupone (me refiero a "12 Feet Deep") brilla por su ausencia.

Sr.Bateman, te arrepentirás. De hecho, lo raro es que no hayas escrito tú sobre esta película ;)

Saludos.

JuanCar dijo...

Ayyyyyy, Rector, últimamente estoy muy despistado...debe de ser la ola de calor.

Espero que tu fantástica mami no viera antes que tu "El sexto sentido", jaja ja.
Que mujer más grande, de verdad.

Abrazos

El Rector dijo...

Juancar, benditas las madres. Estando en un blog de cine fantástico y de terror, algún día habría que dedicarles un artículo en condiciones :)

Saludos.

P.D: Tengo suerte, nunca ha sido muy de Shyamalan ,jeje.

Patrick Bateman dijo...

No me parece mala, me parece incongruente. La idea es buena, que no original. La puesta en escena no está mal. La relación entre las dos hermanas está plagada de tópicos, esto por si sólo no me parece malo, pero es que es tan contradictorio todo, que deja de ser coherente, tanto su relación, como la propia situación a la que se ven sometidas. Una lástima, pues prometía mucho más de lo que ofrece.

Saludos.

El Rector dijo...

Sr.Bateman, para mi esa relación telefilmera de las dos protagonistas, fue demasiado escollo. Mucho más que cualquier otra consideración, pues al final, la sensación que le deja a uno esta película, es precisamente esa, la de estar viendo un telefilme de sobremesa, y no un thriller de terror serio.

Saludos.

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