domingo, 30 de septiembre de 2018

Crítica: He´s Out There

Siempre he creído que toda persona encuentra su límite cuando su contacto con otras personas se da con mayor frecuencia de la recomendada. Es entonces cuando soñamos con unos días de respiro lejos del bullicio, lejos de los ruidos de la ciudad y lejos de la artificialidad de las luces brillantes que nos convierten en personas de neón, en seres competitivos con una desenfocada necesidad de brillar. Cuando necesitamos ese respiro, soñamos con perdernos en el bosque, a solas con las personas elegidas. Lo pensamos y el cerebro hace las paces con el estrés concediéndonos así una pausa. Una cabaña en el bosque sería perfecta. Una cabaña en el bosque puede que nos devuelva parte de la cordura que la sociabilización nos quita. La expectativa de la cabaña en el bosque hace que todo sea idílico. En la realidad, la cabaña en el bosque solitario es el cobijo de todo tipo de peligros y psicópatas, podéis apostar vuestra cabeza.

“He’s out there” se aprovecha de la mezcla de los elementos familiares de las películas de terror para agitar una coctelera en la que los distintos sabores no terminan de tener el gusto esperado. Quinn Lasher, el director de la película en cuestión, se limita a mezclar “Hush” (Mike Flanagan) con “Los Extraños” (Bryan Bertino) y añadir los parámetros vitales del típico asesino de slasher al uso, para crear con ello una atmósfera de tensión que acierta y falla a partes iguales. Por una parte, consigue parte del propósito creando un ambiente tenso y crispado en la parte más cercana al home invasion y por la otra, se gestiona todo de una forma tan torpe y raruna que te deja una sensación constante de haberte perdido algo por el camino en el proceso de producción de la película.


“La tensión se consigue por la sobreactuación de las dos pequeñas niñas protagonistas, las hermanas Pniowsky”


”He’s out there” nace de una forma extraña y se desarrolla de una forma más extraña aún porque no hay información del director y eso genera interrogantes. Esta película había sido un proyecto nacido en 2016 y encargado a Dennis Illadis (“La última casa a la Izquierda”. 2009), bajo la producción de Bryan Bertino (“Los Extraños”). Por algún motivo que se desconoce, Screen Gem (distribuidora de Sony) vendió los derechos a Vertical Entertaiment, una compañía más pequeña que contaba en su curriculum con películas como “Scenic Route” (Kevin and Michael Goetz. 2013) , “Extinction” (Miguel Ángel Vivas. 2015) o su hit “The Final Girls” (Todd Strauss. 2015) y comienza el misterio porque cuando esto ocurre, se deja de vincular el nombre de Illadis al proyecto y finalmente lo firma este tal Quinn Lasher, en lo que parece una trampa y un seudónimo que juega al despiste.

Hablo de esto porque creo que en todo este embrollo está la clave de la falta de tino a la hora de concluir una historia que parece estar escrita de una manera, revisada con tijeretazos de otra, reescrita sobre los retales que fueron quedando y finalizada a toda prisa. El caso es que esta película de terror, reconvertida a thriller y vuelta a mutar a survival-slasher tiene un gancho potente en la creación de tensión durante la primera mitad de la misma, algo muy curioso teniendo en cuenta que dicha tensión se consigue gracias a un elemento ajeno a la trama, al guión y al propio desarrollo de los acontecimientos. La tensión se consigue por la sobreactuación de las dos pequeñas niñas protagonistas, las hermanas Pniowsky.


“algo ocurrió en medio del traspaso de productoras que hizo que detalles que deberían tener relevancia se ocultaran y que se optara por la parte más fácil de la historia, por coja que quedara en el montaje final”


La intencionalidad o no del irritante comportamiento de dichas hermanas es lo que no sé si fue fruto de la suerte, de un casting mal calibrado o de la providencia divida, pero ver a estas dos niñas histéricas durante casi todo el metraje, en un contexto en el que la supervivencia marca tener la cabeza lo más fría posible, hace que el mismo espectador termine hiperventilando ante lo que es inevitable que ocurra. Y esto, cuervos míos es lo más cercano a la realidad que nos podemos encontrar cuando hay niños de por medio. Lo desconocido les aterra, la oscuridad les aterra, ver a sus padres aterrorizados les aterra aún más, tener que salir de lo que ellos entienden por seguro para asegurar sus vidas, les paraliza y todo esto se resume perfectamente en las dos hermanas protagonistas. Estas niñas tienen un miedo real que hace que se retroceda un paso cada vez que se intenta avanzar otro. Las cosas son así de sencillas y complicadas a la vez. No podemos pedir a un niño comportarse como un adulto porque no saben hacerlo y en “He’s out there” queda claro y por fin, patente.

Lo dicho, la tensión se genera de una forma muy correcta y la primera mitad de la película augura lugares comunes pero con un puntito de realismo dentro de la parafernalia que empieza a montarse, que se agradece sobremanera. En la segunda parte, todo se va al traste y se opta por la vertiente más slasher sin necesitarlo y sin manejar las situaciones con acierto. No soy yo quien pide que en todas las películas se nos cuente la vida, obra y motivación de los asesinos, pero si constantemente se alude a escenas que parecen determinantes en las acciones de nuestro enmascarado amigo, digo yo que por respeto al espectador, se podía haber hilado algo al respecto, aunque fuera de pasada. Como dije al inicio, creo que algo ocurrió en medio del traspaso de productoras que hizo que detalles que deberían tener relevancia se ocultaran y que se optara por la parte más fácil de la historia, por coja que quedara en el montaje final.


“la tensión se genera de una forma muy correcta y la primera mitad de la película augura lugares comunes pero con un puntito de realismo dentro de la parafernalia que empieza a montarse”


La película gana puntos en las tomas donde la oscuridad gana terreno a la luz y tiene ciertos momentos incómodos con potencial, que terminan siendo coitus interruptus en toda regla, añadiendo pequeña decepción tras pequeña decepción a lo que parecía que apuntaba la trama. Una fotografía correcta, una actuación principal convincente por parte de Yvonne Strahovsky (más conocida como Mrs. Waterford en “The Handmaid’s Tale”), un poco de sangre por aquí y una cabaña en el lago, se convierten, junto con la histeria infantil en los rayos de luz de “He’s Out There”. El guión, como viene siendo habitual, es lo que hace patinar y condenar al ostracismo a esta película, que se queda en una propuesta que se deja ver pero que no aporta nada de nada al género.

Nos marcamos límites que muchas veces no se ajustan a nuestras necesidades reales. Tenemos límites a la hora de opinar, límites a la hora de relacionarnos con los demás, límites laborales y conocemos nuestros límites físicos. Lástima que seamos tan poco gentiles con nuestros límites mentales. Lástima que creamos que podemos con todo. Lástima que no entendamos que asumir derrotas nos hace ser un poco más conscientes de que la realidad no está en las cabañas en el bosque para olvidarnos del mundo. La realidad es que nuestras relaciones sociales no deberían forzarse tanto directa o indirectamente como para querer entendernos como individuo en soledad. Solos y felices. Acompañados y felices. Como quieras que os queráis, quereos mucho por favor.


6 comentarios:

J dijo...

Una familia se va de vacaciones al bosque (la playa, a esquiar...) y un psicópata (persona insensible que disfruta del mal ajeno) juega con dicha familia asustándola e intentando matarla para su disfrute.

La explicación es la siguiente: la película es pequeña en su guión y en su dirección.

La próxima vez recomienda cosas mejor.

Victor dijo...

La tengo por aquí apuntada, veo que no te ha hecho mucho tilín Misterror. Pero creo que la veré.
Un saludo

Karrie-Yo dijo...

Creo que parece una receta de cocina: libro con dibujos extraños, madre/hijos histericos (como Babadook o Goodnight Mommie). Lo desordenado del guion es incluirle elementos no relevantes como el asesino, elementos sobrenaturales en el bosque y el marido desaparecido, esos son ingredientes para otra pelicula, por lo cual apoyo a Miss Terror en su observación. Las peliculas de terror son como jugar a la loteria, nunca sabes que vas a encontrar...

Missterror dijo...

Jesús- La próxima vez no hagas lectura vertical y verás que no he recomendado nada.Si te tomaras la molestia de leer lo que escribo, verías lo fuera de lugar que esta tu última frase.
En cualquier caso, para los que no quieran leer, las estrellitas también pueden dar una pista.

Victor- La verdad es que es una película que se deja ver pero que es de olvido instantáneo. Como digo, acierta y falla a partes iguales. Logra tensión y luego lop tira todo por la borda.
En cualquier caso, échale un ojo, que nunca se sabe...

Karrie Yo- Tiene bastante de esta receta de cocina que comentas, sí. Respecto a las niñas histéricas, no las veo tanto como a los niños de "The Babadook" o "Goodnight mommie". En "He's out there" es el miedo lo que hace que las niñas se pongan histéricas, que es lo que pasaría en la vida real. En las otras dos películas, el comportamiento les venía de serie.
Las películas de terror son como jugar a la lotería o a la ruleta rusa...

Saludos.

El Rector dijo...

Una pena de película. Una pena porque a nivel técnico me parece bastante interesante, la prota lo hace bien (las niñas también, único punto en el que discrepo contigo, Missterror, ya que yo no veo sobre actuación por ninguna parte) y en su primera mitad, consigue generar cierta atmósfera sugerente. De ahí en adelante, todo se desinfla, con ese híbrido insípido e intrascendente de slasher y home invasión, cogiendo un poco de "Hush" y un poco de "Los extraños", para dar forma a un todo demasiado convencional como para dejar huella que no encuentra la seña de identidad en ningún momento. ¿Entretenida? A ratos, otros se hace bastante plomiza. Pienso también que se podría haber sacado mucho más partido de las dos niñas, pero como siempre, el cine USA no se atreve a cruzar según que líneas y una vez más, vuelve a pecar de cobardía, disipando el único punto en el que el filme podría haberse destacado de otras cientos de propuestas similares.

Lo que no veo por ninguna parte son esos elementos sobrenaturales a los que hace mención Karrie-Yo.

Saludos.

Missterror dijo...

Rector- Puede que sea yo quien haya sobreactuado con lo de la sobreactuación de las niñas, pero no tengo claro si se les pidió a las niñas naturalidad o que lo dieran todo en la pista de baile, algo que curiosamente desencadenó en la reacción natural de cualquier niño ante el miedo. En cualquier caso, consciente o inconsciente, es uno de los fuertes de la película. Supongo que el sobreactuador que mejor sobreactúe , buen sobreactuador será ;)
Coincido con tu apreciación y me uno a la duda sobre los elementos sobrenaturales de "He's out there". Yo tampoco fui consciente de nada que se acercara al mundo paranormal.

Saludos.

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