viernes, 1 de febrero de 2019

Crítica: Hell Fest

¿Refrito alimenticio o slasher postmoderno? La premisa de “Hell Fest” (Gregory Plotkin, 2018) es muy sencilla y genérica: Un asesino en serie enmascarado hace suyo un parque de atracciones para aterrorizar y matar a un grupo de adolescentes. Hasta aquí todo bien, un slasher de manual que, a priori, poco o nada puede aportar. Es una historia que ya realizó Tope Hooper y tituló “Funhouse” (1981), y que recuperó y llevó al extremo Rob Zombie con su “La casa de los 1000 cadáveres” (2003). Pero claro, en el caso de “Hell Fest” tenemos por detrás a la productora Valhalla Entertainment, famosa por haber reinventado el género zombie con su serie “The Walking Dead”. Esto ya nos puede dar un indicio de por los derroteros que irá el metraje.


“Si en algo coinciden los detractores y los enamorados de este filme es en que su ambientación es sobresaliente”


El director de la película es Gregory Plotkin, que realiza su segundo largometraje después de haber trabajado en la edición y el montaje de las películas “Feliz día de tu muerte” (2017) y “Déjame salir" (2017), y de haber sido uno de los responsables de los cuatro últimos títulos de la franquicia “Paranormal Activity”. Este curriculum deja patente el bagaje profesional de Plotkin y su absoluto interés y respeto por el terror. Ya que, adelantando un poco mi conclusión, este aspecto es muy importante a la hora de contestar a las malas críticas que recibió la película en su estreno.

Si en algo coinciden los detractores y los enamorados de este filme es en que su ambientación es sobresaliente, y yo me sumo a esta opinión. Las ferias han sido siempre un entorno importante dentro del género, como demuestra el argumento de “la primera” película de terror de la historia del cine “El gabinete del doctor Caligari” (1920). Estos espacios suponen un refugio para la libertad y el libertinaje, para los freaks, lo esotérico y para las estéticas más bizarras. Así, aunque se trate de un medio demasiado reconocible, lo trata con un cuidado estético que logra situarlo por encima de la media. Este mimo y saber hacer en cuanto a los escenarios, regodeándose además en crear ambientes orgullosamente cutres, construidos con madera, yeso y papel pintado, le dotan de una verdad que se separa del cliché y hacen que seamos conscientes de que nos movemos por decorados falsos, revistiéndolo todo de una metanarrativa para nada pretenciosa. Algo de lo que debió preocuparse Darren Lynn Bousman en su “The Devil's Carnival” (2012), que comparte el mismo ambiente pero de forma menos acertada.


“De Hell Fest se ha dicho que la originalidad no es algo de lo que pueda presumir, pero no sé de qué se sorprenden”


Institutos infestados de zombies, mazmorras satánicas, pueblos embrujados, laberintos perversos… Esos son los pasajes por los que transitamos en esta película, en los que en ningún momento se intenta disfrazar el hecho de que todo es falso y que los personajes lo saben. Esto, a parte de ser sustento para introducir homenajes a películas clásicas o de culto, sirve como resumen y reflexión de la afortunada artificiosidad del propio género. Una tendencia que ha vuelto, después de que desde mediados de los 90 se optara por un terror más natural en el que primaba la idea de que el mal vestía de andar por casa.

Los personajes cumplen su función; son jóvenes, divertidos, diferentes unos de otros y están un poco calientes. Pero es la parte en la que más flojea el metraje. No están bien construidos, pecan de planos y no son del todo reconocibles. Pero no se pone uno un slasher para ver unos arcos de transformación magistrales, así que, teniendo en cuenta que los chavales no son feos, se puede pasar por alto este aspecto. El asesino, sin embargo, tiene el atractivo del Mike Mayers primigenio, con un modus operandi cercano al de Ghostface. Pero no logra consumar del todo, nos deja siempre a la mitad, ya que los asesinatos que perpetra no exploran lo suficiente el sadismo que presuponen su fachada y el entorno. Tan solo vemos seis muertes antes de la persecución final, siendo las dos primeras buenos trabajos que logran crear tensión e incertidumbre. Pero esa expectación queda traicionada por los facilones crímenes que llegan después. A los amantes del gore y la violencia extrema debo decirles que el bodycount de esta cinta es demasiado escaso, y, además, se aglutina en un tramo final que se presenta de forma apresurada. En cierto modo, podemos decir que se nos roba el importante clímax que Plotkin ha ido prometiendo.


“La forma de tratar la tensión, los sustos, las muertes e incluso el asesino enmascarado, me parecen más un homenaje que una copia burda”


De “Hell Fest” se ha dicho que la originalidad no es algo de lo que pueda presumir, pero no sé de qué se sorprenden. Es de esperar que la nueva generación de cineastas de terror tengan su inspiración en las nostálgicas cintas de VHS, y eso no creo que sea una flaqueza. El cine de terror, y en concreto el slasher, está enfocado a un público juvenil-adolescente. Por ello no se puede juzgar si no realizas un ejercicio de inmersión en esa edad antes de sentarte en la butaca. John Carpenter creó “Halloween” (1978) para un público de entre 14 y 20 años, idea que Plotkin ha seguido tres décadas después con este filme. De este modo se puede entender que el realizador abuse de los mencionados homenajes, ya que el público objetivo seguramente carezca de casi todos los referentes y pueda llegar a sorprenderse con la película.

¿Es un refrito? Pues, aunque con ciertas reticencias, yo diría que no. La forma de tratar la tensión, los sustos, las muertes e incluso el asesino enmascarado, me parecen más un homenaje que una copia burda. Se ve admiración y esfuerzo por parte de Plotkin, al que le hicieron el regalo de poder realizar una película que a él le habría gustado ver cuando aún iba al instituto. Pero para nada digo que sea una joya, ni mucho menos. Ni siquiera puede colocarse a la sombra de la impresionante “It Follows” (2014), que sí que transformó el género y demostró que aún no está todo hecho. Los puntos flacos de “Hell Fest”, a parte de los ya apuntados, yo creo que serían la falta de imaginación -o valentía- de su director, que en los momentos importantes siempre parece quedarse a las puertas de algo mejor; una labor de promoción insuficiente, ya que llegó a salas españolas sin siquiera un mero spot televisivo; y, por último, la contraprogramación, porque ese mismo mes se estrenó la esperadísima “La noche de Halloween” (2018).

Lo mejor: La ambientación y la tensión de la última sala del laberinto. En esa icónica habitación, llena de oscuras sombras enmascaradas, se podría haber arrancado otra película.

Lo peor: El anticlímax y el clímax final. No voy a hacer spoilers, pero digamos que la moraleja de “Hell Fest” es la que nos regaló Carpenter en los primeros diez minutos de “Halloween” (1978).


6 comentarios:

El Rector dijo...

Palmer, no he tenido aun oportunidad de verla (pienso hacerlo), pero si he visto recientemente una tal "Blood Fest" del mismo 2018 (con tintes de comedia, eso sí), que guarda unos parecidos más que sospechosos con la película que nos ocupa y que van bastante más allá del título. Curioso, cuanto menos.

Si tienes oportunidad, pégale un ojo. Puede ser una experiencia curiosa, jeje.

Saludos.

Spupydo dijo...

Comparto critica y nota. No es una gran pelicula pero entretiene y se deja ver sin problemas aunque no haya ninguna muerte muy fuerte o sangrienta digna de recordar y quizas eso muchos no lo perdonen porque es lo minimo que se espera de un slasher. Por lo demas es una cinta potable.

RocketToRussia dijo...

Más allá de que no aporte nada nuevo (como el 99% de las películas de este tipo) y las muertes sean una cagada, esta película fue mi favorita de las que vi hasta ahora de terror del año pasado, solamente por la magnífica y tan bien lograda ambientación que tiene. Además tiene mucho que ver que a mi desde chico siempre me gustaron las atracciones de terror, y la película me hizo acordar a las atracciones de terror que fui durante mi infancia, por lo que películas con esta temática y encima tan bien logradas me hacen poner nostálgico y a la vez pensar en como me hubiera gustado ir a un parque de esos en mi infancia.

Missterror dijo...

Comparto tu opinión respecto al público al que va dirigida y entiendo que en esa franja de edad guste un poco más de lo que hace a la que pasa ya de los treinta de manera holgada. Demasiada vista puesta en "Halloween" y en el tipo de terror que el bueno de Wes Craven aportó a la década de los noventa. Soy muy fan del tipo de asesino Myers, pero bastante poco de este tipo de adolescentes que no paraban de pasearse por la pantalla después de que "Scream" se convirtiera en gran referencia. Como bien dices, los personajes son planos e intrascendentes, por lo que al espectador le va a dar igual lo que pase con ellos. Aquí lo importante es la ambientación y las muertes.
La ambientación es buena, claro que sí. Solo faltaba que siendo este el punto fuerte y teniendo como único escenario un festival de casas del terror, la ambientación fallara. Esto es algo de lo que yo no tenía duda. Otra cosa son las muertes y los efectos. A mí me han parecido bastante decepcionantes.

No se puede negar que es entretenida, pero es película de un solo visionado. Creo que la película a la que hace mención El Rector, "Blood Fest", tiene mucho más encanto y es aunque sea solo por las millones de referencias de las que hace gala, implica mucho más al espectador.

Saludos.

Shadow dijo...

La profundidad del slasher es lo profundo de sus "puñaladas", y en "Hell Fest" son demasiado superficiales.

Saludos.

Palmer Lynch dijo...

Perdón por la tardanza!! No me ha pasado nada, ningún tipo enmascarado me ha "slasheado"!

RECTOR: No había oído hablar de esa película, apuntada queda para verla. Si es un slasher seguro que me gusta. Gracias.

SPUPYDO y ROCKETTORUSSIA: La ambientación es la clave, es la que aporta más "miedo" a la película. Y solo por eso, estoy de acuerdo con vosotros en que para pasar un ratejo en tensión está bien. Por lo menos cumple su función.

MISSTERROR: Ya sois dos lo que me habláis de "Blood Fest", estáis creando mucha expectación jeje. Comparto tu opinión en que se quedó a medio camino, y que podía haber sido mucho mejor con tres cambios. Pero dentro de lo que son las películas del género, que no dejan de maltratarlo, "Hell Fest" yo creo que no lo deja en mal lugar. Es totalmente una cinta olvidable, pero es tan neutra que resulta inofensiva.

SHADOW: Amén a eso, en "Hell Fest" no hicieron falta ni puntos de aproximación para curar a sus mediocres scream queens.

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