viernes, 15 de marzo de 2019

"The Punisher", a la segunda no va a la vencida, pero buenas son hostias

La de Frank Castle ha sido una relación tormentosa y repleta de altibajos con el espectador, marca de la casa, tanto del personaje, como de la propia plataforma de streaming Netflix, capaz de lo mejor, y de cosas no tan buenas. El mini universo Marvel creado por Netflix, ha tenido un poco de todo y ha pasado por todos los estadios, desde la más absoluta excelencia, encarnada en esa obra de arte en tres tiempos que han sido las aventuras del diablo rojo, pasando por la indiferencia digerible y no del todo tóxica de la Jones y la mole calva de ébano, hasta el tedio para dormir a las ovejas del irritante puño de hierro. Y por supuesto, “The Punisher”, el superhéroe más políticamente incorrecto (con permiso de “Deadpool”) del universo Marvel.


“la presencia de Jon Bernthal justifica por sí sola cualquier tiempo invertido en la experiencia”


Ahora, tras la cancelación de todas ellas y con la incertidumbre de si podremos volver a disfrutarlas (o sufrirlas) en la nueva plataforma de Disney (dejar escapar al menos, un filón de la calidad de “Daredevil” parece a priori poco probable), repasamos lo que ha sido la segunda y ¿última? temporada del show Castle o lo que vendría a ser lo mismo, una gran oportunidad perdida por parte de Netflix de recuperar buena parte de la credibilidad ganada con el diablo rojo y posteriormente perdida paulatinamente con el resto de series, incluida la descafeinada “Defenders”.

A estas alturas de la película (o de la serie) no vamos a descubrir las dos grandes virtudes de una serie como “The Punisher”. Es evidente, que la presencia de Jon Bernthal justifica por sí sola cualquier tiempo invertido en la experiencia. Mucho ha llovido desde que este abandonase el barco de “The Walking Dead” antes de que se hundiese, en su mejor momento, tras aquella sorprendente y estupenda segunda temporada, momento álgido del show junto a la que vendría. Lo de después, ya sabemos todos como terminó (si es que algún día termina, que uno ya empieza a dudarlo). El caso es, que “enterrado” Shane, lo de Bernthal ha supuesto una curva totalmente opuesta a la experimentada por la serie creada por Frank Darabont y la presencia del de Washington se ha convertido en todo un seguro de calidad. Ahí quedan títulos como las recientes “Wind River” (Taylor Sheridan, 2017) o “Sweet Virginia” (Jamie M. Dagg, 2017) como buenos ejemplos de lo recomendable de poner a un Bernthal en tu película.


“Ya en la primera temporada pudo verse que al libreto le quedaban bastante grandes los personajes en él contenidos y en esta segunda, esto se evidencia aun más si cabe”


El otro gran encanto de “The Punisher” es por supuesto, sus descontroladas dosis de violencia. Herencia directa de su hermana mayor “Daredevil” y rasgo primordial que la ha diferenciado del resto de difuntas series de superhéroes de Netflix. Cuesta entender entonces como con dos elementos tan diferenciales a su favor, el show nunca haya conseguido terminar de arrancar, si bien esto no es más que retórica pura y dura, ya que todas las evidencias señalan hacia el mismo lugar, su poco inspirado guión.

Ya en la primera temporada pudo verse que al libreto le quedaban bastante grandes los personajes en él contenidos y en esta segunda, esto se evidencia aun más si cabe. Con el decepcionante añadido de comprobar como los responsables del show (y sorprende estando detrás de la maquinaria un tipo sobradamente solvente como Steve Lightfoot) no solo no han sabido aprender de los errores del pasado, sino que han vuelto a caer en todos y cada uno de ellos de nuevo. Con el añadido de que para colmo, nos han terminado de contar, a grandes rasgos, la misma historia de antaño. Y el caso es, que si uno se queda en los tres capítulos iniciales (la temporada completa consta de doce), no entenderá nada de todo esto que comento, pues no tienen nada que ver con lo visto en la anterior entrega, de hecho, es una evolución perfectamente válida y ejemplo modélico de lo que tendría que haber sido esta segunda hondonada de hostias redentoras. No se puede empezar mejor, nuevos personajes, nuevos escenarios, violencia extrema, nuevo villano y un aire de road movie que erotiza los genitales. Un ilusionante espejismo, un sueño húmedo.

Vaya usted a saber porqué, pero el cuarto capítulo nos devuelve a la triste realidad de la serie, un regreso al pasado en forma de desagradable déjà vu que una vez más, pondrá a prueba la paciencia del espectador, repitiendo personajes caducados que ya en su momento fueron portadores de dudoso interés sobre sus espaldas y que ahora, no solo no interesan, generan rechazo. Si Ben Barnes dio el pego por los pelos en la primera, en esta segunda el paso oficial a “Puzzle” (“Jigsaw”) termina por devorarlo. Demasiado melodrama, dilemas existenciales y desorbitadas muecas para un show como este al que hemos venido para lo que henos venido y desde luego, no es para ver capítulo tras capítulo al bueno de Billy Russo jugar a los romances con su peculiar psiquiatra. Aplíquese lo mismo a la agente Madani (Amber Rose Revah) o al también veterano de guerra Curtis (Jason R. Moore), que ya nos había rayado en la primera tanda de episodios y aquí repite con la misma mierda reiterativa sobre las miserias de los excombatientes regresados a la sociedad, temática una vez más recurrente en este segundo acto.


“esta segunda temporada solo mejora a la primera en sus momentos más inspirados, esto es, los tres petardos iniciales y los tres últimos”


Vamos eso sí, a reconocerle los aciertos a “The Punisher” y no todo son reciclajes de la primera temporada. Si el tema villanos cojeaba, la presencia de Josh Stewart (“The Collector”, “The Neighbor”) es como un oasis en medio del desierto. Todo lo que debería ser un buen villano que se precie. Oscuro, misterioso, implacable y sobretodo, con un dibujo del personaje que aborda los dramatismos y los demonios interiores alejándose de tópicos prefabricados y sensiblerías innecesarias. Las partes en las que aparece Stewart, dando vida al sicario de dios John “ojitos” Pilgrim, son sencillamente majestuosas. Interesante también el personaje de Giorgia Whigham (Amy), perfecto condimento a la figura del castigador (algo parecido a lo que ocurría en la primera con la figura de Micro) en una relación repleta de posibilidades que por desgracia, no termina de aprovecharse, ya que para disfrutar de la (sub)trama realmente interesante, uno tiene que esperar hasta los tres últimos capítulos, eso sí, brillantes.

En definitiva, esta segunda temporada solo mejora a la primera en sus momentos más inspirados, esto es, los tres petardos iniciales y los tres últimos, el resto de episodios no dejan de ser un innecesario refrito de lo visto en aquella y una auténtica piedra en el zapato a la hora de intentar disfrutar de una serie a la que el personaje principal le ha venido grande en muchos momentos y a la que sin duda le ha pasado factura también, la insuperable presentación en sociedad que este tuvo en “Daredevil”, donde de largo se vio al mejor castigador de toda la andadura. Estamos también ante una temporada bastante más irregular que la anterior, la cual iba claramente de menos a más hasta llegar a su apoteósico desenlace. En esta segunda, las fluctuaciones son mucho más traumáticas y el interés viene y va según el momento. Llegar al imperdible tramo final, puede suponer una dura piedra de toque para más de uno.

Esto no quita que estemos ante la mejor adaptación de “The Punisher” hecha hasta la fecha (tampoco es que el listón estuviera precisamente lo que se dice, alto), con un Bernthal fantástico (como siempre), pelín sobreactuado por momentos, algo que lejos de desentonar, hace aun más suyo el personaje, unas secuencias de acción descomunales y repletas de violencia sin censura de ningún tipo (por desgracia eso sí, más dosificadas de lo que nos hubiera gustado) y algunos personajes secundarios con mucho potencial (más o menos aprovechados según el caso) que destacan sobre otros tantos que están por estar y para justificar un libreto vago y poco inspirado que ni convencía en la primera temporada y menos aun en su versión 2.0. Disfrutable, mucho, pero a ratos.

Lo mejor: John Bernthal y Josh Stewart, su tour de force final es canela fina.

Lo peor: La historia que (sí)interesa termina siendo una subtrama al servicio del enfermizo continuísmo del guion y de sus contagiosos peones.



9 comentarios:

J dijo...

Este personaje nunca ha tenido un trato digno. Hubo una peli ya antigua que era simplemente aceptable, pero nunca se tomó con la seriedad y el tacto que se merece esta historia de venganza dentro del mundo de los cómics.

La venganza es un tema muy importante en el cine y tiene grandes films pero no en los films de superheroes. Esta cinta es un producto fallido.

El Rector dijo...

Jesús, películas sobre el personaje ha habido varias, tres para ser exactos y todas ellas bastante malas, cierto. Y eso que han estado involucrados actores con gancho como Lundgren o Thomas Jane, pero ni por esas.

El de Bernthal es de largo el mejor de todos ellos y por supuesto, aun con sus carencias, la serie, en cualquiera de sus dos temporadas, es muy superior a todo lo visto en la gran y pequeña pantalla hasta la fecha.

Saludos.

Doom dijo...

La mejor version del personaje nos la dio Daredevil, su serie solista lo suavizo, y tampoco ayuda el "sindrome netflix" de tener poco presupuesto, muchos episodios, y gente hablando TODO EL RATO. La primera temporada estaba bien, esta no tanto, floja, aburrida, y poco que ver con el personaje la verdad me parecio.

Doom dijo...

Demasiada novela, demasiado emocional, blando y lloron el personaje de Punisher, demasiado foco en los personajes secundarios, demasiadas charlas, poca accion, mucho relleno, en fin, una desilusion.

Doom dijo...

Los villanos bastante flojos tambien, especialmente la falta de cicatrizes en Jigsaw. Entre mediocre y decente tirando a floja.

El Rector dijo...

Doom, coincido en algunas cosas, en otras no tanto. Sobretodo en lo que concierne al villano. John Pilgrim me parece una pasada, de lo mejor de esta segunda temporada (y siendo generoso con el "de"). La lástima, precisamente, es que los guionistas hayan tenido tan poca vista de no verlo y de desperdiciar tiempo (el de la serie y el nuestro) volviendo sobre un personaje tan mal llevado como ha sido este "Puzzle".

Tampoco me creo mucho eso del poco presupuesto de las series de Netflix. Desconozco si esto es así o no, a mi no me lo parece viendo la estupenda factura técnica de todas ellas. Y bueno, sir ir más lejos, "Daredevil" es una obra maestra y supongo que debemos hablar de presupuestos similares. No es un tema de pasta, es un tema de desarrollar buenos guiones y en este caso, la segunda temporada de "The Punisher" no se ha beneficiado de ello. por lo general, en las series suele primar la "gente hablando todo el rato". El tema está en que estos diálogos sean interesantes, que al final, es lo que diferencia una gran serie de una mediocre, más allá de que tenga más o menos acción. Que si además lo segundo está bien hecho (caso de "Daredevil", que también brillaba en lo primero), mejor.

Saludos.

Missterror dijo...

Para mí, la segunda temporada de "The Punisher" era uno de los eventos de este primer semestre del año. Los tres primeros capítulos confirmaban que la espera, la ansiedad y los nervios habían merecido la pena. En esos tres primeros capítulos, alejados del universo que se había construido en la primera temporada, entendí que haber hecho hueco a "The Punisher" en la lista de series que tengo que ver YA, había sido una buena decisión. Lamentablemente, a partir de aquí todo cuesta abajo e incomprensiblemente vuelta a la misma cantinela de siempre.
Entiendo que un personaje como The Punisher no puede deshacerse de esa parte tan terriblemente atormentada, pero volver a contar lo mismo que ya nos contaron en la misma temporada durante más de 8 capítulos es una prueba para la paciencia del más paciente. Estuve tan tentada de bajarme de este tren en tantos capítulos aburridos que aún no entiendo muy bien qué me hizo aguantar.
Bueno, en realidad sí lo sé, aguanté por Bernthal que es una bestia parda y que me hipnotiza. SPOILER_ la verdad es que solo por ver la ejecución de Russo ya mereció la pena, pero madre del amor hermoso qué cruz todas estas historias de veteranos!!

Como bien dices, la manera de desaprovechar a John Pilgrim (¡qué maravillosa actuación la de Josh Stewart! ) es para sanción y expulsión de los guionistas. En lugar de centrarse en ofrecer algo nuevo, volvemos a cargar con Madani, Russo y de regalo la psicóloga. Qué pereza de personajes!! En una función como "The Punisher" donde Bernthal viene a hablar de su libro, regocijarse en los mismos puntos sin interés es la muerte mortal.
Muy por debajo de la primera temporada y demasiado estirada. Si en lugar de 13 episodio de los cuales solo merecen la pena 5, se hubiera planteado una temporada de 8 episodios como mucho, otro gallo cantaría.

Saludos.

Anónimo dijo...

concuerdo, rector, hasta el homenaje a (spoiler) asalto en el precinto 13, de carpenter, en los primeros capítulos, la serie construía algo. pero insisten en el trauma, y los regresos de personajes locuaces, casi teatrales, todos fundando su club de veteranos de esto o aquello, apenas abren la boca -y si la abren la sabiduría los usurpa y todo es subrayado en los planos de ojos tristes de interlocutores tan excesivamente penitentes y comprensivos como los de nuestras abuelas cuando confesamos haber faltado a clase de canto para sumirnos en la tarea de dar vuelta el street fighter en el año 1991. la violencia salva la serie, se la dosificia malamente, y en el mundo de la ficción nadie parece entenderla. discuten legalidad o procedimiento, y de lo que se trata o debería tratarse es de enfatizarla mostrando el horror que causa en la gente común. el espectador no logra identificarse sin dar el paso que anula la fortaleza de la serie: naturalizando un mundo así.

si existiese una tercera temporada, espero que se parezca más a la versión MAX (la sucursal vertigo de marvel cómics), o se escoja sin miedo ni tapujos el punisher de garth ennis.

pero este a medio camino hace tedioso, o irrelevante al personaje. the punisher es brutal, unrepentant, o no es nada.
como puente a un final verdaderamente gore, podría funcionar.
pero si acaba aquí, la tibieza es intolerable.

abrazos,

f

El Rector dijo...

Missterror, pareciera que los tres primeros capítulos estuvieran escritos por distintos guionistas a los del resto de la serie. La verdad es que volver a visitar los mismos lugares comunes de la primera temporada (y encima sin el sustento que significaba en aquella la figura de Micro), pueden suponer toda una prueba de fe por parte del espectador. Yo mismo, que suelo tener bastante paciencia con este tipo de situaciones, llegué a plantearme el arrojar la toalla en determinado momento, tal y como hice en su día con las segundas temporadas de "Luke Cage" y "Puño de Hierro", que confieso no conseguí terminar de ver. Pero claro, Bernthal es uno de esos actores magnéticos que tienen eso que algunos llaman carisma, un misterioso efecto que hace que uno no quiera separarse de su lado por más trabas que haya en el camino (Stewart va por el mismo camino). Al final, su presencia es básica para que esta segunda temporada no termine en la hoguera o al menos, en el olvido antes de tiempo, si bien no pasará a la historia del género como sí hará tanto la serie de "Daredevil", como su participación en ella. Recordemos a ese Punisher, porque ese, si que va a tener siempre un lugar en nuestros corazoncitos por méritos propios.

Me gustan las series largas y de largas temporadas. Pero en este caso, coincido contigo en que menos habría sido más.

F, y es que ese es uno de los grandes episodios que nos ha dejado una segunda temporada que si algo no debería de haber hecho, es dosificar nada. Nada que tenga que ver con la violencia de un personaje como este que debería tener en una plataforma como Netflix, a la cual no le suele temblar el pulso a la hora de mostrar según que cosas, el hábitat perfecto para desarrollar todas sus habilidades, que desde luego poco a nada tienen que ver ni con la cháchara de alcoba, ni con sentimentalismos forzados con el único objetivo de rellenar folios y folios de libreto.

La tibieza siempre es intolerable, en un caso como el de Punisher, es incluso insultante. Si hay una tercera temporada, que venga el amiguete Tjahanto y le dejen rodar algunos capítulos... al menos, los tres primeros.

Saludos.

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