Con la llegada del amanecer en medio de una carretera desolada, rodeada por un hermoso escenario natural idílico, se despierta Donnie Darko, un muchacho que a lo sumo tendrá 17 o 18 años, observando su alrededor con una extraña mezcla de placer, desconcierto y autosuficiencia. Como si se tratara de algo absolutamente normal, se monta en su bicicleta y regresa a su casa para encontrarse con algo tan extraño como impactante: una turbina de avión ha caído sobre su casa, justo sobre su cama, y a no ser por su sonambulismo, hubiera muerto aplastado.
“una película onírica, bizarra, extraña, impactante y extraordinariamente bien hecha que se convirtió en una cinta de culto”
A partir de ese momento, este joven inadaptado y rebelde será protagonista de vívidas pesadillas recurrentes donde un extraño individuo, disfrazado como un aterrador conejo de Halloween, le advierte que faltan muy pocos días para el fin del mundo. Estas revelaciones originan un viaje demencial acerca de la vida, la muerte, la trascendencia estelar, los viajes en el tiempo, los deseos reprimidos y los sentimientos más profundos, con consecuencias tan inesperadas como devastadoras para todos los implicados.
Esta es a grandes rasgos la trama de “Donnie Darko” (2001), una película onírica, bizarra, extraña, impactante y extraordinariamente bien hecha que se convirtió en una cinta de culto y que dejó su impronta en toda una generación de cinéfilos marcando distancia de muchas otras cintas atemporales gracias a su originalidad y frescura.
Un guion sólido con una dirección digna de un gurú cinematográfico
El gran arquitecto de esta obra de arte audiovisual fue un muchacho de apenas 24 años llamado Richard Kelly que presentó un guion tan bien escrito que dejó impactada a Drew Barrymore, quien no dudó ni un momento en producir la cinta y aportar fondos para su ejecución aprovechando la buena estrella y popularidad recibida luego del éxito comercial de "Jamás Besada" y "Los Ángeles de Charlie".
La reacción de la inolvidable Gertie de "E.T." (1982) no era para menos porque hablamos de una historia densa, compleja y profunda que mezclaba, de una manera admirable y sencilla, temas tan complicados como el espacio/tiempo, las dualidades de carácter, sentimientos tan humanos como el amor, la integridad, la pasión y la ira y la difícil etapa adolescente de un joven con problemas psicosociales. Todo ello escrito de una manera amena, bien hilvanada y con claves de interpretación y subtextos colocados como delicados y precisos ladrillos en una pared cinematográfica sólida y formidable que no se derrumba en ningún momento a lo largo de 110 minutos.
“el gran artífice de esta joya cinematográfica es ese portento de talento llamado Jake Gyllenhaal, uno de los mejores actores de su generación”
Además del apoyo de Barrymore, quien también trabajó como actriz en la cinta ofreciendo una de sus mejores actuaciones, la película se apoyó en un auténtico reparto de lujo con intérpretes consagrados como Holmes Osbourne, Mary McDonnell, Beth Grant, Katharine Ross, Patrick Swayze, Noah Wyle y de jóvenes promesas como Maggie Gyllenhaal, James Duvall, Jena Malone y Seth Rogen, que, al igual que Barrymore, quedaron sorprendidos por la calidad del guion de Kelly.
Además de escribir el guion, Kelly demostró tener un pulso firme y experimentado con una puesta en escena de primera línea desenfadada y fresca y dirigiendo a sus actores como verdaderas manifestaciones interpretativas de excelente nivel, en especial Grant y McDonnell, quienes ofrecieron actuaciones que sobresalen por su calidad.
Pero sin duda el gran artífice de esta joya cinematográfica es ese portento de talento llamado Jake Gyllenhaal, uno de los mejores actores de su generación, que llevó sobre sus hombros la tremenda responsabilidad de insuflarle vida, sentimientos y matices a Donnie Darko, un personaje complejo y difícil de interpretar que atrapa al espectador desde el primer plano y que poco a poco va mostrando mucho más de lo que oculta a simple vista.
Un inquietante viaje atemporal
La película sobresale no solo a nivel interpretativo, también gracias a una fotografía y edición sencillas pero bien hechas y una banda sonora juvenil que sorprende por su impacto alejando a la película de un concepto comercial y adentrándose en un cine de autor pocas veces visto en cineastas tan jóvenes.
“ha sabido atravesar con éxito el implacable juicio de los cinéfilos a lo largo de más de 20 años convirtiéndose en un auténtico clásico de ciencia ficción”
Utilizando recursos de efectos especiales básicos para la época, Kelly nos guía a través del punto de vista del protagonista quien se muestra como un cruzado idealista que busca desenmascarar la hipocresía social y respuestas a preguntas profundas y espirituales como la relación del tiempo con el espacio y la, aparentemente, inexorabilidad del destino, todo ello a lo largo de las extrañas visiones donde el terrorífico conejo (que como trivia interesante se convirtió en el disfraz de Halloween más vendido al año siguiente del estreno de la película) está presente en todo momento hasta alcanzar un final tan dramático como inesperado.
Un clásico que ha superado el viaje en el tiempo
Al igual que muchas otras películas temerarias, atrevidas y revolucionarias, “Donnie Darko” fue un fracaso en taquilla, principalmente porque era una película independiente con un presupuesto minúsculo, con muy poca promoción y que a duras penas logró estrenarse en muy pocas salas evitando su distribución directa en video. De hecho, Kelly apenas cobró $7 mil por su labor como guionista/director.
Sin embargo, su impacto positivo en la crítica especializada ayudó a encumbrar las carreras de los hermanos Gyllenhaal y de Jena Malone y le permitió a Richard Kelly convertirse en la estrella más brillante en el firmamento del nuevo cine americano del siglo XXI, pero lamentablemente su carrera se fue a pique luego de presentar otras dos películas desastrosas cuyos guiones nunca estuvieron a la altura de “Donnie Darko” y con resultados catastróficos en taquilla. Es posible que a Kelly le pasara algo parecido a Orson Welles, que luego de presentar esa obra maestra llamada “Ciudadano Kane” (1941), su estrella se vino a pique rápidamente y nunca logró alcanzar semejante nivel de calidad. Sea como fuera, “Donnie Darko” ha sabido atravesar con éxito el implacable juicio de los cinéfilos a lo largo de más de 20 años convirtiéndose en un auténtico clásico de ciencia ficción y en una joya cuántica de la que Kelly debería sentirse orgulloso al superar con éxito, al igual que su protagonista, la inexorabilidad del espacio/tiempo.
Shaggy que peliculón nos traes!!! Donnie Darko fué durante mucho tiempo una de mis pelis preferidas, para mi es muy especial. Recuerdo perfectamente saber de ella por un número especial de la revista Rockdeluxe de octubre del 2002, en la que hacían una lista de pelis independientes y poco conocidas que había que ver, y me llamó la atención la imagen de un cine casi vacío con un conejo gigante y terrorifico sentado.
ResponderEliminarCon mis tiernos veinte añitos alquilé la la cinta de un videoclub (que tiempos) y me voló absolutamente la cabeza. Estuve tiempo pensando en la historia, de hecho me obsesioné y todo con su significado.
Gyllenhaal desprende un carisma impresionante, pero es que todos los personajes són muy acertados, tremendo el de Patrick Swayze. La banda sonora también es mágica, ya solo el inicio en la carretera con el The Killing Moon de Echo and the Bunnymen es genial, pero es que por ejemplo más adelante durante una fiesta en que Gyllenhaal empieza a fliparse teniendo alucinaciones (o pueden no serlo) suena Under the milky way de The Church, una canción perfecta para esa escena.
En fin, gracias por resucitar este clásico Shaggy!
Gran película sin duda. Tuve la suerte de verla en un cine de Londres en su estreno y la verdad es que me gustó mucho por su frescura y originalidad, aunque también debo decir que tantos años después sigo sin haber atado todos los cabos. Gracias por recordármela.
ResponderEliminarMuchas gracias por sus comentarios estimados amigos. Coincido con ustedes de que esta es una película indispensable y una de las mejores del siglo.
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