Crítica: Looper

Original manera la que tiene la mafia del año 2074 para eliminar a aquellos que les dan problemas: utilizar los viajes en el tiempo y mandarlos al pasado, donde un grupo de sicarios llamados loopers se encargan de matar a los objetivos y hacer desaparecer sus cadáveres que les envían sus jefes desde su base en Shanghai. Ese año, el 2074, los asesinatos están prohibidos, los viajes en el tiempo existen, aunque son ilegales, y los gobiernos son totalitarios.

Mientras, en un futuro cercano, en el año 2044, Joe Simmons (Gordon-Levitt), uno de los mejores looper, trabaja para una compañía mafiosa de Kansas City como asesino a sueldo. Su vida junto a su amigo, el looper telequinético Seth (Paul Dano) –un 10% de la población es telequinética-, es sencilla y directa, basada en disfrutar del generoso pago de sus jefes, hasta que su próximo objetivo resulta ser él mismo, pero treinta años más adelante (Bruce Willis). El momento de duda que eso le provoca permite a su versión mayor escapar, lo que le obliga a perseguirlo para acabar con él antes de que sus jefes le cacen y le maten por haber dejado ir a un objetivo fundamental de la organización.

“Looper” nos ofrece un asesino a sueldo reconociéndose como suicida en los ojos de su víctima, una paradoja temporal, instrumento preciso para indagar en la naturaleza humana, y unas bien trazadas y radicales reglas de juego que más adelante dinamita y reconstruye. El film del autor de “Brick” conjuga una caligrafía visual geométrica con un subtexto cargado de emoción y hondura; un tejido narrativo laberíntico con una minuciosa atención a los personajes, además de toda una trama que no inventa nada a conciencia, que remasteriza el thriller sin avergonzarse de su esencia mestiza. Justo cuando crees que sabes que tipo de película es, se convierte en otra diferente. La emoción es no saber exactamente eso. La cinta nos traslada a un universo alternativo en el que todo cambia constantemente, en el que los héroes no son heroicos y los malos no son tan malignos. Es una película de viajes en el tiempo que en realidad no trata de viajes en el tiempo y que transcurre en un mundo futuro extraño y familiar al mismo tiempo.

Rian Johnson (“Brick” y “The Brothers Bloom”, inédita en España) y su productor habitual Ram Bergman son los responsables de esta cinta de ciencia ficción con acción, secuencias de tiroteos y persecuciones. La estructura de “Looper” la escribió Johnson como un cortometraje hace ya una década, antes de “Brick” vista en Sitges 06, inspirado tras leer a Philip K. Dick. Es un thriller escrito y dirigido por Rian Jhonson, que se atreve a dar una vuelta de tuerca al género negro más violento integrándolo en una trama de ciencia ficción. Un ejercicio de estilo similar al que ya consiguiera en su ópera prima “Brick”, donde el cine policiaco encajaba perfectamente dentro del mundillo de los institutos americanos. Joseph Gordon-Levitt protagonizaba aquella, y hace lo propio en “Looper” metiéndose en la piel de Joe, pero sobretodo interpretando magistralmente los gestos, la forma de moverse, la arrogancia, el movimiento de cejas, la voz grave y áspera, los ademanes y silencios de Bruce Willis con el objetivo de dar veracidad a su versión joven del personaje de Willis. A esto se le une la transformación física, que implicó tres horas diarias en maquillaje para Gordon-Levitt y los resultados son admirables. Los retoques prostéticos de Kazuhiro Tsuji consiguieron lo imposible.

La película tiene muchos referentes al colapso económico actual y recuerda a varias películas como “Minority Report”, “12 monos”, “Blade Runner” , “Matrix”, “Origen” (Nolan influye directamente por demostrar que el gran público es capaz de acudir en masa y comprender argumentos inteligentes), “Regreso al Futuro”, “Único Testigo” o “Terminator”. Pero es sobretodo en esta última película en la que se basa, según confesó el director en la rueda de prensa en Sitges 12.

El diseño del futuro, por otra parte, es parecido al nuestro actual pero más desesperado. Sin embargo, para el realizador el mundo donde los personajes se desenvuelven no es importante. El diseñador de producción Ed Verreaux proporcionó algo distópico, pero también muy realista, lejos de los visto en pelis como “Blade Runner”. Según Johnson, “se trata en degradar lo que ya existe y darle un giro a un par de detalles fundamentales para la historia. Se ha optado por un futuro en el que todo el mundo intenta aferrarse a lo que tiene, por pequeño que sea. La idea era hacer que las calles parecieran peligrosas, inhóspitas, de forma que realmente tengas la impresión de que si esta gente pierde lo que sea que tiene, se verá en la indigencia. Un futuro cercano reconocible”. Por eso mismo, la historia se preocupa poco por el aspecto visual del futuro pendiente de que no le robe protagonismo a la acción. Al film le preocupa que no queden demasiados cabos sueltos.

En su reparto hay un clásico del cine de acción: Bruce Willis (“Los sustitutos”, “El quinto elemento”, “Doce monos”, “El protegido”), además de Emily Blunt, Jeff Daniels y Piper Perabo.

LO MEJOR: A pasado mucho tiempo desde que Gordon-Levitt protagonizara la serie “Cosas de Marcianos”. Sin duda su interpretación en “Looper” es magnífica, al igual que la ofrecida en la cinta independiente de cine negro de instituto “Brick”. El guión es el plato fuerte del film unido a la impecable dirección. Dejar que el argumento fuera lioso era uno de los elementos esenciales de la estructura narrativa. Es como el primer “Terminator”: el viaje en el tiempo crea esta situación y luego se quita de en medio.

LO MENOS BUENO: La subtrama de Joe viejo se ve entorpecida por una lenta subtrama de Joe joven en la casa de campo.