“The darkening” era la clásica película “random” que uno ve sin más pretensión que le sorprendan. En caso contrario, sin premisa ni claro está, expectativa, siempre puede darle al botón de STOP y no sufrir por ello. Pues bien, hago énfasis en lo del STOP porque si tengo una cosa clara es que si tú te atreves finalmente con ella tras leer o no este simulacro de análisis y a los quince minutos no te ha conseguido enganchar, lo mejor es que dejes de verla: el resto del metraje sigue casi por los mismos derroteros. Pero bueno, dicha esta advertencia, expliquémonos mejor.
“The darkening” es una de esas películas que hacen del minimalismo su bandera. No solo en un 80% del metraje tenemos únicamente a un personaje sino que su radio de acción se limita a un casa de dos alturas, eso sí, con sótano y desván que al menos el tipo tiene sus medios. Bromas aparte, el protagonista será todo lo pudiente que queramos, pero la película ya es otra cosa…
El arranque más que minimalista es “animalista”: solo un animal puede ofrecer algo tan desustanciado y hasta fallido. La primera escena es la del protagonista –Holt Boggs- sufriendo una especie de ataque de no-se-qué. Pues bien, para la loable labor interpretativa que hace a posteriori, el tal Mike Yurinko que dirige esta película le está haciendo un flaco favor. Seguro que alguno al ver los gestos de Mr. Boggs ya estará tentado a darle al botón de STOP adelantándose a mi aviso inicial. Pero es que lo que vendrá después tampoco ayuda o anima a seguir viéndola. El tipo aparentemente vive solo, pero habla con alguien. Tenía familia y les llora amargamente, por lo que adivinamos que algo les pasó. Consecuencia: o habla con fantasmas o está mal de la azotea. Bueno, es verdad, de la azotea está mal porque está sepultado bajo toneladas de nieve, pero esa es otra historia que vendrá después… Anda, mira, si hay un perro. Entonces, ¿era con este con quién hablaba? Desconcierto, esa es la palabra.
Pero la puntilla –nunca mejor dicho hablando de “animalismo”…- vendrá cuando en el minuto 13’30’’ nos asalte uno de esos efectos sonoros que claramente indican que algo ha ocurrido. Tuve que rebobinar tres veces la película para que entre mi señora esposa y un servidor apreciásemos un sonido como de un golpe. Y ya no es lo imperceptible, es que ni el propio protagonista le da importancia. Ridículo, parece que la película se –ahora que está tan de moda utilizar términos de estos trending…- trolea a sí misma.
A partir de ahí, considerando todo lo dicho, uno puede parar la película o seguir viéndola. Sinceramente yo normalmente a una película le doy de margen 20 minutos, porque si no, no estaría hablando ahora mismo de ella, pero la verdad es que a partir de ahí la cosa mejora bastante, conservando esa dinámica… contemplativa y espíritu minimalista, hasta surrealista, pero ya con un mayor contenido.
La primera cosa que acontecerá –lo destripo al menos para llamar la atención, y total, ocurre apenas trascurridos esos 10 minutos- es que el protagonista se queda aislado por un misterioso alud de nieve que cubre toda la edificación. En ese momento la película parecería inclinarse hacia el drama aventuresco de supervivencia sino fuese porque entra en juego también un tema de candente actualidad en el género como los espíritus, cuestión que quizás es la que le ha ayudado a reflotar su carrera comercial; carrera comercial por cierto, que aún no ha acabado. Y es que el film –tras una superficial investigación por mi parte- fue filtrado en la red bajo el nombre de “Hostage” -“The darkening” fuera de las fronteras de EEUU- y por lo visto esta versión estaba incompleta. Cuando se decidan a darle el visto bueno se estrenará presumiblemente en el primer cuarto del 2015 bajo el nombre de “Entity”. ¿Realidad o intento de arreglar el desaguisado? Sea como sea, esta que analizo es claramente “The darkening”. Pero retomemos el hilo que llevaba que ya he divagado suficiente…
La adición de esos elementos paranormales unidos a la extraña circunstancia que vive el protagonista provoca que se abran nuevas posibilidades como pensar que el tipo está muerto y vive en una especie de purgatorio, u otras opciones igual de sintomáticas según nuestro bagaje peliculero. Será en ese momento cuando la película más que instar a su propio contenido busque la curiosidad del espectador, es decir, sí, tendremos nuevos ataques al protagonista y su estado físico se deteriorará, pero no es que pise excesivamente el acelerador, al revés, se recrea en los efectos sonoros y en esa atmósfera característica de este estilo para enganchar al espectador y al “Qué pasará”.
El problema llegará cuando se acerque su desenlace. A falta de veinte minutos para acabar, comenzará una nueva película. Más personajes y más ritmo, pero lamentablemente también menos ambición en forma de tópicos y salidas facilonas. Es un placer ver a un viejo rockero como Nick Mancuso -¿quién no recuerda su “Stingray”?- con ese pedazo de voz, pero el planteamiento y como decía, resolución, no se corresponde con esa puesta en escena –nos guste más o menos- original del film. Aquí es cuando realmente le doy valor a esos comentarios que dicen que la película no está realmente completa (o montada cómo debería…).
Por otro lado no quiero entrar en el debate del posicionamiento religioso en cuanto a pros y contras ya que además de que particularmente lo encuentro equilibrado, dependerá de la fe y creencias de cada uno. Por no decir que se destripa demasiado ya el film…
Para acabar, lo dicho al inicio: este Holt Boggs puede parecer el hermano pequeño de Jason Statham, pero interpretativamente no es nada desdeñable. Por muchos efectos de maquillaje que le adornen no le resta mérito a esa esa difícil fórmula, tan sencilla de escribir y leer en esta parrafada que me estoy marcando, de trasmitir desesperación a la vez que determinación.
Resumiendo, “The darkening” es un film minimalista –atmósfera y efectos sonoros- que va de menos a más y cuyo secreto es atrapar al espectador apelando a su curiosidad. El problema es que no todo el mundo se deja atrapar ya que su talante tranquilo puede exasperar al que busque un tipo de terror más directo y frontal. Vamos, que es la clásica película que te engancha o te aburre mortalmente existiendo muchas más razones para lo segundo. El final precipitado -si llegas a él- tampoco ayuda.
Pues a mi me has convencido por completo. Todo lo que comentas me suele gustar mucho en las películas.
ResponderEliminarA ver si tengo ocasión de verla pronto, porque no recuerdo haberla visto, y me has dejado con unas granas tremendas!!!
Saludos
La verdad es que pensaba todo el tiempo que nos intentabas convencer de no verla pero luego veo que le marcas un 7, que para ti, no pun intended; es una nota alta. Y me despierta la curiosidad. Además, este rollo minimalista-animalista ( :p ) me ha gustado mucho.
ResponderEliminarHabrá que buscarla!
Es que es la típica película "amor-odio". O te gusta o la odias. Es lenta de coj... de... de... dormirse, pero como digo en el resumen, si logra atraparte es muy aprovechable. Lástima de ese final porque podría haber aspirado a más. Cuando salga esa "Director's cut" igual mejora, pero me seguirá pareciendo un parche. Gracias a ambas por la confianza. ^_^
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