Albert Einstein dijo una vez que tan solo utilizaba un diez por ciento de su cerebro. Gracias a frases tan célebres como ésta, durante mucho tiempo se tuvo la creencia (posteriormente desmentida) de que el ser humano tan solo utilizaba entre un diez y un quince por ciento de su capacidad cerebral. Por lo tanto, no era descabellado pensar que sobrepasado dicho paupérrimo porcentaje, las capacidades del cerebelo humano eran tan ilimitadas como desconocidas. ¿Que podríamos llegar a hacer si utilizáramos todo el potencial de nuestro cerebro?
En parapsicología, se conoce como telequinesis a la capacidad de mover objetos mediante una acción a distancia sin la intervención de ningún medio físico conocido, es decir, con el poder de la mente. Telequinéticos célebres hay muchos: El Escocés Daniel Dunglas Home se convirtió en todo un fenómeno vajo el reinado de Napoleón III gracias a su capacidad de mover objetos y de prever la muerte. A lo largo de su vida, jamás se pudo demostrar que fuera un fraude; Eusapia Paladino, Italiana, convenció al mismísimo matrimonio Curie, tras diversas sesiones de espiritismo, de que podía hablar con los muertos y mover objetos con su mente.Y no hace falta irse tan lejos ni en el tiempo ni en el espacio, pues en España tuvimos a nuestro propio fenómeno telequinésico popular gracias al Israelí Uri Geller, quien recordemos doblaba cubiertos metálicos como si fueran de mantequilla.
“The Atticus Institute” recoge parte de la esencia de toda la controversia generada a lo largo de los años sobre el tema de la telequinesis y demás capacidades “sobrenaturales” asociadas al cerebro humano, algo que no es nuevo, pues el cine, ha explorado con recurrencia dicho fenómeno, en especial dentro del género fantástico. Así, podríamos hablar de títulos tan míticos dentro del terror como “Carrie” (“Carrie”, Brian de Palma, 1976), quizás, el libro de cabecera sobre la materia y que sin duda, estimuló de lo lindo a De palma, pues volvería a indagar en el tema tan solo un par de años después con “La Furia” (“The Fury”, Brian de Palma, 1978). El mismo año, ve la luz otro ejemplo ilustre: “Patrick” (“Patrick”, Richard Franklin, 1978).
Ya en los ochenta, la telequinesis cinematográfica seguía vigente, apareciendo otros títulos de culto como “Scanners” (“Scanners”, David Cronenberg, 1981) u “Ojos de Fuego” (“Firestarter”, Mark L. Lester, 1984). Esta tendencia, se ha mantenido en adelante con infinidad de títulos de entre los cuales, destaca sin ninguna duda la obra de arte firmada en 1998 por Alex Proyas, por supuesto hablo, de “Dark City”. No obstante, como digo, la lista es cuasi interminable, solo hace falta darse una vuelta por el universo de las adaptaciones “comiqueras” para encontrarse con los mutantes del profesor Charles Xavier, con reimaginaciones super heroicas como “Chronicle” (“Chronicle”, Josh Trank, 2012) o con algún que otro remake innecesario.
Volviendo con “The Atticus Institute”, la nueva película de Chris Sparling, habría que catalogarla dentro del género de terror y en concreto, de el de corte más populista, pues se enmarca dentro del mockumentary o falso documental. En éste caso concreto, de manera más que justificada todo sea dicho, pues la cinta versa sobre una serie de experimentos realizados en 1976 sobre los cuales intentan dar luz testimonios “reales” a raíz de que salen a la luz una serie de documentos de vídeo, por lo que a modo de documental, conoceremos que ocurrió en el instituto Atticus cuando el Dr.Henry West se topa con el asombroso caso de la en apariencia telequinésica Judith Winstead.
La cinta, sin duda inspirada en pequeña o gran medida en la figura de Nina Kugalina, telequinésica Rusa que fue objeto de múltiples experimentos comenzada la guerra fría y a la que se la recuerda por detenerle el corazón a una rana ante la atónita mirada de un grupo de científicos soviéticos, lejos de aportar nada nuevo al sobre explotado mockumentary, se mueve dentro de unos baremos de lo más convencionales y apenas consigue sorprender al espectador en ningún momento. Tampoco estamos ante un título especialmente perturbador, abogando durante gran parte de su metraje más por la vertiente científica, que por la terrorífica, al menos, hasta su tramo final, punto en el que la muchas veces delgada linea que separa ciencia y creencia, se rompe de forma deliberada.
No obstante, me resisto a incluir a “The Atticus Institute” dentro de ese saco roto de falsos documentales indigestos (muchos incluso nauseabundos) que infectan el flujo sanguíneo del género en la actualidad y lo hago porque dentro de sus miserias, estamos ante una película que al menos, consigue mantener el interés del espectador intacto a lo largo de todo el metraje, cosa poco usual dentro de esta aborrecible moda del found footage. Sin ir más lejos, nos encontramos ante un producto bastante superior a la muy vendida “The Taking of Deborah Logan”, la cual comparte suerte invertida con el título que nos ocupa, pues partiendo de una idea de gran potencial, termina derivando en una experiencia aburrida y carente del menor interés, caso diametralmente opuesto a “The Atticus Institute”, donde curiosamente, se parte de una idea a priori poco estimulante, para terminar consiguiendo un resultado de lo más aceptable.
La otra gran virtud de la película de Chris Sparling, es su estupenda factura técnica y su destacable nivel de veracidad como falso documental, en este aspecto, me atrevería a compararla con la recomendable “Europa Report”. Tanto los testimonios de los protagonistas, como las imágenes de archivo, resultan creíbles. Los primeros muy bien conducidos por un reparto solvente y las segundas, perfectamente ambientadas en la década de lo setenta.
En definitiva, sin ofrecer absolutamente nada nuevo y siendo víctima y esclava a la vez una vez más de todos los tópicos y clichés del formato, “The Atticus Institute” ofrece al menos, un visionado ameno, de creciente interés e incluso efectista en su tramo final, que aunque sea de rebote, se permite el lujo de aportar algo interesante (hasta fresco) al otro subgénero que toca la cinta y que no voy a desvelar, por lo que los que a estas alturas aun tengan estómago para degustar este tipo de productos, se lo van a pasar en grande. Los que como yo, estemos ya al borde de la ulceración, como mal menor, no terminaremos en urgencias e incluso, nos iremos a la cama con relativo buen sabor de boca.
Lo mejor: No aburre en ningún momento y entre su buena factura técnica y lo acertado de la narración, consigue enganchar.
Lo peor: Otro found footage que no aporta absolutamente nada.
A mi con que un "found footage" entretenga ya es un logro. Vamos a por ella que me has pica'o...
ResponderEliminarCoincido sr. Rector!!! "The Atticus Institute" está ahí para que nos traguemos un mockumentary hasta el final sin que Morfeo nos coma a besos entre medias. Me agrada la comparación con "The Taking of Deborah Logan", porque yo pienso exactamente lo mismo que tú (y aún peor si me apuras), la de la anciana me pareció un bodrio de los épicos y ni en mil vidas podré entender su buena acogida, pero son gustos.
ResponderEliminarEste instituto Atticus no inventa la pólvora, ni brilla, ni estalla nunca, pero al menos a mi me consiguió mantener con la intriga hasta el final, y en este subgénero, eso ya es como para aprobar.
Cierto que la parte religiosa me sobra por completo y no le encuentro sentido en la narración, pues el calzador ahí hizo de las suyas...pero aún con eso, insisto en que el interés lo mantuvo.
Actuaciones solventes, y una buena factura técnica, como comentas, muy poco más se le puede pedir a algo que daba pereza sólo con mirar la portada.
Saludos
P.D- Aisssss "Dark City", increíble!!!
Chanpoo, y un logro de los gordos. Espero no haberte creado demasiadas expectativas, que la película, en su "grandeza", da para lo que da.
ResponderEliminarMissterror, coincidimos en todo menos en la apreciación sobre el giro que da el filme en su tramo final hacia terrenos digamos más folclóricos. A mi si me ha gustado y no lo veo para nada forzado, todo lo contrario, me parece muy bien integrado dentro de la historia, pero claro, a mi es que me van mucho ese tipo de cosas y a poco que se haga bien, soy muy agradecido.
Saludos.
P.D: Dark City son palabras mayores... puede sonar incluso sacrílego citarla en según que contextos.
Como siempre Magistral!!! lo tuyo querido Rector. Creo que como dices tu su factura técnica es" impecable" y la recreación de la época tambien y no aburre pero es mas de lo mismo ya nada de esto te sorprende y creo que ni asusta( para que te lo diga yo que me tiembla la mandíbula siempre), uno se cansa de ver esta especie de posesiones, siempre repetitivas, y hechas de las misma manera(salvo la tan estremecedora La posecion de Michael King). Debo confesar que la peli de la vieja Logan hubo momentos en que me incomodo . Un gran gran Saludette.
ResponderEliminarAndres, muchas gracias, le alegra que te gustase. Como comentas, poco que aportar esta "The Atticus Institute", pero viendo lo que suele ofrecer el mockumentary, pues igual es más de lo esperado. Cierto que no es una cinta aterradora, en ese sentido nada que ver con la fabulosa "The Possession of Michael King", pero al menos, si se guarda en la manga cierta intriga que consigue enganchar hasta el final.
ResponderEliminarSobre la vieja Logan no coincidimos tanto, jeje...
Saludos.
Vista. Y no, no me creaste muchas expectativas. Me ha gustado y bastante. Se nota que es un producto comercial ya que tiene esas virtudes de un film que debe presentar un mínimo de calidad y a la ve acogerse a una tendencia reinante -que me callo-, pero que no olvida sus raíces como "mockumentary". De lo mejorcito del subgénero, aunque claro, para mí la figura de Nina Kulagina es todo un icono del mundo del misterio. Hasta la tengo como personaje secundario en el libro que estoy escribiendo, de ahí quizás que me haga gustado un poco más la película. Que haya trabajado en dos podcast del mundo del misterio -en uno todavía- también ayuda.
ResponderEliminarChanpoo, pienso que ahora mismo, no hay nada más "comercial" dentro del género, que el mockumentary, donde el margen coste-beneficio, debe de ser espectacular, no se explica de otra forma, que de cada cinco películas de terror o fantásticas que nos llegan, al menos tres, se cuenten dentro de dicho formato. En lo personal, hasta los cojones, si me permites la suciedad de lengua.
ResponderEliminarSobre Nina... apasionante el tema. A ver cuando le dedican un programa los "iluminados" de Cuarto Milenio :)
Saludos.
Pero va de telequinesis o va de posesión? Porque parece que hay en las fotos una donde sale una cruz y eso poco tiene que ver con la telequinesis, la verdad.
ResponderEliminarOjala programa sobre Nina en Cuarto Milenio, me uno a la petición Rector.
Para que un found footage te haya gustado a ti, tan malo no puede ser. :)
TGW, precisamente, una de las gracias de la película, reside en su indefinición hasta las postrerías de la misma, a la pregunta que planteas. Así que me permitirás que no te la responda y te invite a descubrirlo por ti misma, más allá de cualquier falso ídolo que hayas podido ver en una instantánea del filme ;)
ResponderEliminarY no, TAN mala como otras no es. Lo cual no se si es decir mucho o poco.
Saludos.
Yo si tu ves un found footage ya me hace pensar que es diferente, porque se que estás hasta las bolas de ellos. Pero que lo veas y me digas que te ha gustado, es para apuntárselo haya posesión o no!
ResponderEliminarTGW, si tuviera la potestad de poder predecir lo que me depara el mockumentary de turno, cuantos disgustos me habría ahorrado... no hija, no. Me enfrento a ellos a pelo y me dejo hacer por esos cineastas canallas que se ríen de nosotros película si, película también.
ResponderEliminarSi me trague "The Atticus Institute", es porque no tenía otra cosa ;)
Tampoco me atrevería a decir que me ha gustado. Dejémoslo en que no me ha disgustado (del todo).
Saludos.
Querido Rector, coincido plenamente contigo, sólo que a mí me ha gustado aún menos que a tí, me temo!
ResponderEliminarEspectacular tu crítica, como siempre!
Un saludete!!!
Niño poseso, si es que tu, ya debes tener empacho de este tipo de películas y ya no sabes de donde te llueve hombre... lo realmente espectacular, es que sigas ahí al pie del cañón después de tanto mockumentary y aun te aguante el cuerpo ;)
ResponderEliminarPor lo que a mi respecta, prometo que es el último que analizo, porque yo si que ya he dicho BASTA.
Saludos.
Llevas toda la razón... Y el caso es que al principio me engañó con la tontería de la rusa superpoderosa y la locaza de la prota, pero es que es muy, muy floja....
ResponderEliminarYo ya sabéis que odiaba el subgénero y a día de hoy me muero por algunas de sus pelis...Así que sí seguiré viendo todo, disfrutando poco y adorando muy, muy, muy poco, me temo!
Saludaco, Rector
A decir verdad el filme, fue entretenedor, sin embargo fuera de la telequinesis y toda la trama que ponen alrededor de esta, para mí la verdad aunque no sea un cineasta ni alcance a saber mucho del género, solamente cumplo con decir que me gustan las películas de horror pero esto es un intento por hacernos creer, que de verdad estas cosas pasaron tal y como las muestran, diga usted un intento absurdo por demostrar que los científicos Estadounidenses no se dejan ganar por los Rusos, POSTGUERRA FRIA CINEMATOGRÁFICA. Y pues a decir verdad posesión es posesión, si estamos hablando de demonios no podemos hablar de telequinesis,……… si podemos controlar nuestra mente tanto que podemos mover cosas con ella, eliminando las barreras de tiempo y espacio, entonces es un tema muy distinto hablar de una posesión que sería la pérdida total incluso de los esfínteres, un desequilibrio mental. Claro que también quise llegar al final del filme.
ResponderEliminarAnónimo, en realidad la historia como ya se ha comentado, está basada en hechos reales o al menos construida sobre una figura real, la de la rusa Nina Kulagina. Luego, las licencias ya son evidentes y en esa transición SPOILER entre lo científico (telequinesis) y lo folclórico (posesiones demoniacas) FIN SPOILER es donde reside precisamente la gracia del filme.
ResponderEliminarQue a día de hoy, como comentas, un mockumentary resulte entretenido, ya es todo un logro. Y "The Atticus Institute" ahí cumple y con creces.
Gracias por tu opinión.
Saludos.
Me parece alucinante con qué poco nos conformamos, esto es un truño que no deja de ser una traca de feria, ni las caras de pena de las "supuestas" entrevistas convencen, ni la trama es creible.
ResponderEliminarCada vez tengo mas claro que nos gustan las películas porque asusta mas el sonido atronador de cada susto que una historia mejor contada, porque esta no está bien contada.
Merece unas palomitas y poco mas.
Un saludo
Anónimo, no se trata de conformarse con poco, pero viendo como está el precio del pescado, toparse con un mockumentary que al menos entretenga, no es algo que deba tomarse a la ligera y "The Atticus Institute", además de hacerlo, entretener, tiene las suficientes virtudes, contrariamente de lo que tu opinas (está muy bien narrada y tiene una puesta en escena muy creíble), para destacar de entre la morralla. Poquito más se le puede exigir a día de hoy, a un formato que suele ofrecer tan poco como éste.
ResponderEliminarSi además, como es mi caso, te interesa mínimamente la historia, te queda un producto de lo más apañado... eso si, las palomitas no me terminan de pegar mucho con una producción tan modesta como ésta.
Saludos.