miércoles, 10 de febrero de 2016

Crítica: We Are Monsters

La primera edición del Festival Nocturna de Madrid que se celebró en el año 2013 se cerró con gran polémica y el motivo no fue otro que el nombre de la película considerada como gran vencedora del festival. La sueca ‘Wither’ de Sonny Laguna y Tommy Wiklund se alzó con los premios de mejor película, director y efectos especiales.
Muchas de las críticas se centraron en la falta de originalidad de la cinta, y es que la película de Laguna y Wiklund no dejaba de ser un remake “encubierto” de ‘Posesion Infernal’ (Lo de encubierto hay que ponerlo entre comillas ya que si algo tenía ‘Wither’ era que dejaba muy claro cual era su referente además de a que tipo de público estaba destinada una película como esta, las comillas vienen por el hecho de que no creemos que Laguna y Wiklund directores y autores de ‘Wither’ hablaran con Raimi para ver si podían rodar una nueva versión de su mítica película) ya que ambas cintas cuentan la historia de unos desafortunados jóvenes que van a pasar unas vacaciones a una cabaña en medio del bosque en la que en su sótano habita una malvada presencia que irá acabando con ellos poco a poco. 

‘Wither’ es una cinta que levanta tantas pasiones como odios, a un lado sus detractores que consideran que esta no es mas que una cinta que se aprovecha del trabajo de otros, del el de Raimi en este caso, sumado al ritmo inicial de la película (Hay que reconocer que a ‘Wither’ le cuesta arrancar) lo que hace que tarde en llegar lo que el espectador espera y desea: Acción y violencia. Por otro lado aquellos que apreciamos y mucho esta película y que consideramos que si, que ‘Wither’ tiene sus fallos, que no es original, que puede que tarde en ponerse festiva pero que cuando lo hace ofrece al espectador todo aquello que este espera de una película como esta. Desde el punto de vista de la persona que escribe estas líneas, ‘Wither’ es una muy entretenida cinta que consigue que el espectador pase hora y media entretenido viendo la versión sueca de ‘Posesión infernal’. 

Ahora tres años después, nos llega la esperada nueva película de Laguna y Wiklund y por desgracia el resultado no puede ser más desastroso. Los directores suecos vuelven a instalarse en un terreno que dominan y por el que se mueven como pez en el agua, el de el remake apócrifo, y que vistos los resultados de su anterior cinta estos creen que es apostar a caballo ganador. Lo que parecen no darse cuenta Laguna y Wiklund es que se necesita algo más, se necesita crear una historia con fuerza y ritmo y de estas dos cosas ‘We are monsters’ anda escasa, si a eso sumamos lo desastrosas que resultan algunas de las interpretaciones, nos encontramos con una de las películas más flojas y decepcionantes del año. No es que esperáramos una obra maestra pero si una cinta entretenida que ofreciera ciertas dosis de brutalidad pero el sopor que invade al espectador al ver ‘We are monsters’ consigue que este establezca demasiada distancia con respecto a todo aquello que los directores le están contando. 

Tras firmar un importante acuerdo comercial para explotar unas reservas petrolíferas en Venezuela, Emma despertará atada a una silla en una casa aislada. El líder de la banda de secuestradores le dejará claro desde el primer minuto el motivo de porqué ella esta en esa situación: Su pura y simple satisfacción personal. A partir de ese momento Emma tendrá que intentar escapar si quiere sobrevivir. 

‘We are monsters’ es una película que toma demasiados elementos de cintas como ‘I spit on your grave’ de Steven R. Monroe e ‘Inner Demon’ de Ursula Dabrowsky, película esta última que pudimos disfrutar en el pasado festival de cine fantástico de Sitges. El planteamiento de Laguna y Wiklund no puede ser más sencillo: Una mujer será secuestrada por tres personas que la someterán a todo tipo de vejaciones. Es claro el paralelismo existente con la cinta de Monroe ya que ambas películas las podemos inscribir dentro del género llamado ‘rape and revenge’ (En algunos comentarios de otras películas publicadas he dejado claro mi enérgica repulsa ante este tipo de películas, ante cintas deliberadamente machistas como ‘I spit on your grave 2’ que hacen creer al espectador que se encuentra ante una película que supondrá una justa venganza y que dejará las cosas en su sitio. 

Por desgracia la manera elegida por Katie Carter para impartir justicia no deja de parecerme demasiado light, algo de lo que este pseudo remake de Laguna y Wiklund parecen darse cuenta. Los suecos hacen verdadera justicia y nos dejan una de las escenas más memorables de toda la película, un momento que suponemos que hará las delicias de Lars Von Trier. Nota: Solo hay dos momentos que merece la pena salvar de la quema general, uno este, el otro el momento en el que Emma despierta tras ser secuestrada. No hay nada mas en ‘We are monsters’, no hay absolutamente nada más). A pesar de que la cinta de Laguna y Wiklund comparte con la primera entrega de ‘I spit on your grave’ de Monroe el hecho de situar la historia en una cabaña en medio de la nada y la idea de la venganza, es también con ‘Inner Demon’ de Dabrowsky con la que encontramos grandes paralelismos. Es de agradecer que los directores suecos se alejen del giro con el que Dabrowsky intentaba sorprender al espectador y que debido a su torpeza jugaba en contra del resultado final de la película pero aún así tenemos ciertos elementos demasiado parecidos entre ambas cintas. No solo por el secuestro en si (A pesar de que la protagonista de la cinta de Dabrowsky es secuestrada con su hermana este hecho sucede tras un encuentro con una extraña mujer en una calle demasiado solitaria y tranquila. 

Aquí empiezan las incoherencias de la película de Laguna y Wiklund ya que por mucho secretismo que quieran tener para firmar un contrato que acabará con una reserva natural en Venezuela nadie pensaría que algo tan importante se haría en un bar situado en una calle como esa), o por el hecho de volver a situar a los personajes en una casa abandonada en medio de la nada (Igual que en ‘Inner Demon’, ‘We are monsters’ nos deja toda una serie de escenas donde la protagonista corre por los bosques intentado huir de sus captores) si no y muy especialmente por la manera que tienen Laguna y Wiklund de presentar a sus secuestradores. 

Si en la película de Dabrowsky nos encontrábamos con dos personas (Un hombre al que podíamos definir como el líder de la banda y una mujer que era pieza fundamental para secuestrar a las chicas) a las que se le unía la visita de una tercera persona que no participaba en los secuestros directamente pero que debido a su presencia en la casa impedía que la protagonista pudiera huir, en ‘We are monsters’ nos volvemos a encontrar ante la idea de una mujer y un hombre (Él el jefe, ella la secuestradora) y otro personaje mas que ayudará al primero a mantener cautiva a la chica (Otro de los despropósitos de esta película junto con las desastrosas interpretaciones –de juzgado de guardia lo de la protagonista en ciertos momentos- es la forma en la que los directores retratan en pantalla a este personaje. A pesar del intento por parte de estos por mostrarlo como un ser depravado este parece directamente extraído de ‘Tucker and Dale vs. Evil’ lo que hace que en ningún momento consiga transmitirnos nada salvo vergüenza ajena). 

‘We are monsters’ parece querer acercarse también a la mítica ‘La última casa a la izquierda’ de Wes Craven no solo por la historia que Laguna y Wiklund tienen entre manos si no también por alguna escena que parece extraída directamente de la película de Craven. A pesar de su corta duración, los directores no saben encontrar el pulso y dejan un ritmo demasiado desigual (La escena del protagonista con la barca se hace a todas luces demasiado larga así como la presentación de los personajes. ‘We are monsters’ tiene el mismo fallo que ‘Wither’, le cuesta mucho arrancar) y todo resulta demasiado torpe y amateur (Dando la sensación de que ha sido algo buscado, forzado incluso, pero lo único que consigue es que en ningún momento entremos en la película). 

La frescura que poseía la anterior película de Laguna y Wiklund se pierde completamente en un aburrido y pretencioso intento por ofrecernos sadismo y violencia gratuita. El título de la película que parece dejar claro que todos somos unos monstruos en determinadas situaciones –Véase si no a los protagonistas de ‘Irreversible’ de Gaspar Noé- hace que esta película crea tener una transcendencia que no tiene y que se crea mucho mas de lo que es. Huid de ella como Emma huye de sus captores… no os arrepentiréis… Y desde luego si sois de los que consideráis que ‘Wither’ es una mala película ni os acerquéis a esta.. confiad en mí, me lo agradeceréis…


4 comentarios:

  1. Pues menudo bajón. Yo que soy de los que lo fliparon de lo lindo con "Wither" (de hecho la incluí en mi top 5 del 2014), esperaba como agua de Mayo la nueva película de estos señores, si bien el torture porn (que es de lo que tenía pinta esto) no se cuente entre mis predilecciones estilísticas dentro del género.

    Pero entre tus desalentadoras (y siempre sabias) palabras y el horror de comprobar la aterradora realidad sobre el terreno (aguanté quince minutos y la pereza me pudo, por muchas de las cosas que comentas), se me han quitado por completo las ganas de ponerme con ella.

    Habrá que esperar pues, a que estos señores se decidan a sacar una secuela de "Wither" (a día de hoy sigo sin entender como hubo gente que no la disfrutara...), que visto lo visto, es lo que mejor saben hacer, al menos, hasta la fecha.

    Saludos.

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  2. Que envidia me da que dejaras de ver esta película a los 15 minutos...Como bien digo en la crítica yo también soy de los que disfrutaron de de 'Wither', de hecho me lo pasé como un enano viendo esta especie de remake de 'Posesión infernal' así que cuando me entere de que los Laguna y Wiklund habían rodado una nueva película la esperaba como agua de mayo.. así que la decepción no puede ser mas grande.. De hecho me cuesta creer que los mismos que rodaron 'Wither' estén detrás de este despropósito.

    La idea que comento en la crítica acerca de la pretenciosidad de la película y el título de la misma para mostrarnos que todos somos unos monstruos queda también reflejada en la película en el momento en el que el secuestrador llama a su mujer. Esta idea hizo que me acordase de 'bound to vengance' o 'Asesinato en 8mm' ya que los directores vuelven a mostrar que cualquiera puede tener un perturbador lado oscuro (Lo que me recuerda a esa maravilla titulada 'Im Keller' aunque obviamente a un nivel muy diferente) pero sin enganchar al espectador como hacían estas dos películas.

    En definitiva, 'We are monsters' es en lo que llevamos de año la gran decepción de la temporada y visto lo visto va a estar muy difícil que alguien pueda quitarle ese puesto de "honor".

    Un Saludo!

    Donnie

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  3. La venganza es tan brutal como la resistencia del agresor, no se entiende como puede hacer lo que hace después de semejante tortura, ni porque no lo hace antes.

    Obviamente, la violencia ejercida por la chica también plantea una pregunta hacia la misma: ¿hasta que límites puede llegar una persona herida en su sed de venganza?... mmm, si, creo que todos podemos convertirnos en monstruos.

    Para mi también es un suspenso.

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  4. Hola Shadow!

    Si, efectivamente esa es la pregunta clave y por la que todos nos podemos convertir en monstruos. Si la película hubiera sabido explotar eso... Un suspenso sin paliativos

    Un Saludo!

    Donnie

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