“Robert, también conocido como Robert El Muñeco, Robert El Muñeco Embrujado, o Robert El Muñeco Encantado es un muñeco que una vez fue propiedad del pintor y autor de Key West, Robert Eugene Otto. Supuestamente el muñeco está poseído por espíritus, y tiene una reputación aterradora. Robert fue la inspiración para Chucky, el muñeco de la película de terror de 1988, Child's Play. El muñeco está supuestamente maldito y se ha convertido en una atracción de tours de fantasmas en la zona de Key West desde que se instaló en el Museo Fort East Martello. Estéticamente, Robert se asemeja a un marinero estadounidense de principios del siglo XX. Contrariamente a la creencia popular, sin embargo, el pelo del muñeco no está hecho de cabello humano, sino más bien, se trata de un material sintético parecido al hilo de lana.
Supuestamente, un sirviente bahameño que practicaba magia negra y vudú le regaló el muñeco a Otto en 1906. Sus padres lo oían frecuentemente hablar con el muñeco. Al inicio asumieron que Otto simplemente se respondía a sí mismo con una voz cambiada, pero más tarde afirmaron creer que el muñeco estaba hablando.
Los vecinos afirman haber visto al muñeco moverse desde una ventana hacia otra cuando la familia no estaba en casa. Otto murió en 1974.” - Fuente, Wikipedia.
Con “Child’s Play” (1988) o “Annabelle” (2014) como referentes principales en la materia y subgénero de muñecos malignos , tenemos otras muchas referencias anteriores que ya profundizaron en el tema con más o menos éxito: “Puppet Master” (1989), “Dolls” (1987), “Demonic toys” (1992) o la más reciente “The Doll Master” (2004). Desde tocando el vudú, el espiritismo, la posesión o la reencarnación misma de algún demonio o del mismo Satán en forma de muñeco, una interesante propuesta sobretodo para quienes tienen una fobia real a los muñecos. Una temática que he de reconocer me acojonaba cuando era un crío, llegando a creer realmente que algunas figuras y juguetes de mi época podrían cobrar vida y que durante una larga etapa me atormentaron en terribles pesadillas. ¡El poder del subconsciente! En una época más actual y en un cuerpo más viejo como el mío, esas cosas me resultan auténticas fantasías, ni siquiera la historia de los Warren me da mal rollo, con lo que complejamente puedo mostrar debilidad por éstas películas modernas e innecesarias en parte. Como siempre, tirando de clásicos, siempre encuentras cosas interesantes y ya aunque sea solo por la artesanía de los efectos, los animatronics sobretodo, merecen la pena su visionado.
Con “The Curse of Robert the Doll”, secuela de otra película anterior que no he tenido la suerte de ver, estamos ante lo que creemos antes de darle al play: una historia de trasfondo interesante pero ya representada en “Child’s Play” que aporta poco o más bien, resta.
La historia nos lleva a un museo en el que se expone al muñeco Robert, por su historia macabra detrás. Allí comenzará a dar rienda suelta a su instinto asesino y dos de los empleados de dicho cutre-museo harán una investigación paralela para descubrir los orígenes de todo.
No perdáis el tiempo en ver ésta película. Sinceramente podéis hacerlo, os puede llegar a plantearos conclusiones interesantes sobre la calidad del cine, el menosprecio a veces a ciertos productos de manera injusta por parte del público o a porqué existen películas con este ínfimo nivel en el mercado. ¿Cómo es posible que un producto así se haya producido? Sí amigos, es posible porque el presupuesto, la calidad y el cariño puesto en él es tan raquítico como su productora. Insultado me hallo cuando alguien decide calificar la basura como cine B. ¡La serie B merece un respeto! Hablamos de un subgénero que asume sus carencias, tiene encanto y por lo menos se le ve cierto índice de intención. Con “The curse of the Robert the doll” tenemos un insulto denigrante al género que merece todos mis desprecios.
No hay nada que se pueda salvar de la trituradora. Empezando por una más que evidente falta de calidad en su concepto artístico, lo que arruina de inicio, desde el primer minuto, cualquier atisbo de supervivencia ante tal despropósito. Seguramente cualquier aspirante a cineasta, estudiante de la profesión o amateur con algo de criterio hubiera conseguido un producto similar o superior. Una puesta en escena patética, con un museo-decorado escaso, ramplón, una iluminación insulsa, una fotografía y elección de planos dañina para la retina. No tiene sentido, ni correlación de unas escenas con otras, ni gusto. Ni siquiera un lenguaje visual medio entendible en el que cada plano intenta acomodarnos en la historia. El anticristo de los mínimos necesarios para replantearse el hacer una propuesta artística audiovisual, ya que esto de cine tiene poco. ¿Y qué me decís de la música hecha en 10 minutos en casa con el teclado midi? Ni esa supuesta cancioncilla pseudo-homenaje a “Pesadilla en Elm Street” es aceptable.
No ayuda tampoco demasiado un plantel de actuaciones sosas, aburridas, amateurs. Ni intentando meter una pareja de guapos para evitar apagar la emisión antes de tiempo. Y mira que no son lo peor de la peli, por lo menos, lo han intentado, pero esa falta de rigor en el guión, en la estructura, en el montaje y en todo, les convierte en los verdaderos muñecos rotos de esto.
Para coronarse como película olvidable instantánea, lo que se supone que debería estar como mínimo algo a la altura, el señor Robert, es un auténtico insulto. No vais encontrar robótica alguna, ni por supuesto un mero efecto digital que “anime” a dicho ser, solo planos cortos para poder moverle la cabeza de un lado a otro seguramente con un palito y que no se vea el efecto, aunque se sienta como una patada en las partes nobles, un martillo pilón que “afortunadamente” para más inri durará apenas 10 minutos de todo el metraje. Porque sí amigos, para rematarnos y enterrarnos, la aparición del que se supone protagonista de una cinta de terror es circunstancial y anecdótica. Una auténtica broma el trabajo de animación del muñeco, ni un niño de 9 años lo hace peor.
Cuando uno ya cree que por fin va a terminar la tortura en sí, nos sirven con una escena final en la que el supuesto creador de Robert, una caracterización de anciano digna de una máscara de látex del todo a 100, hace de artesano demacrado reparando al muñeco y dándonos a entender que puede volver en una nueva secuela.
Concluyendo, verla si tenéis bemoles para darle más valor a otras propuestas, es el único punto positivo que puedo sacar de ésta experiencia, la cual resulta nociva para una industria que no necesita de cualquier producto para existir. Comprendo que cualquiera en su casa quiera ser creador, pero antes de tomar ciertas decisiones profesionales hay que mirarse al ombligo y replantearse si quiere sumar o más bien restar.
Lo mejor: La portada nos dará suficientes pistas para saber si debemos obviarla. Chucky se convierte aún más en el auténtico rey.
Lo peor: Todo, coronando ese todo un muñeco cercano a la broma más pesada.
El cine de terror está tocando ya el fondo.........la cantidad de cintas que se hacen al año, y no se salva ni el 90%...........es increíble. me entristece mucho por lo gran apasionado que soy del género. Una pena.
ResponderEliminarUn saludo
De "dar a entender" nada. Existen ya dos secuelas más (y de la mano del propio Andrew Jones), una del año pasado titulada "The Toymaker", que supongo se centrará en la figura del susodicho creador y otra de este mismo año de título "The Legend of Robert the Doll", sin duda, una de las sagas más infames de la historia del cine de terror y ríase usted de los "Basket Case" y similares delicatessens de serie Z.
ResponderEliminarHablando de muñecos y de infamias, no puedo dejar de recomendarle, sr.Black, una tal "Black Devil Doll". Estoy seguro que la encontrará de su agrado :)
Saludos.
Vì la primera peli de Robert hace años y la terminé de milagro. Un soberano coñazo.
ResponderEliminarWillem Defoe deberia procesar judicialmente la pelicula por el uso indevido de su imagen en el muneco...jajaja
ResponderEliminarEse muñeco es igualito a Camilo Sesto...
ResponderEliminarCreí que yo había acabado con la maldición de tener que hablar de "Robert The Doll", pero el amigo Rhaul Black se ha animado, jajajaja. Dice el refrán que mal de muchos, consuelo de tontos y como yo soy un poco así, pues me consuela algo saber que alguien más ha tenido que sufrir el despropósito Robert.
ResponderEliminarPor lo que comentas, han cambiado el escenario, pero el esquema es exactamente el mismo que en la primera "Robert The Doll". He visto el trailer y parece que tiene mejor pinta que la primera parte, pero cuando has empezado a hablar de los planos cortos constantes, ya he visto que es más de lo mismo y es insufrible.
Utilizan a Robert para hacer voodoo a Willen Dafoe y pueden hacer con él lo que quieran porque es una calco muñequil del actor.
Llegados al mágico momento en que descubro que esto va camino de convertirse en la saga más infame de la historia del cine, se me ocurre la idea loca de que el dolor compartido es menos intenso, por lo que animo al resto de mis compañeros cuervos a hacer crítica de las siguientes secuelas y que así no nos salvemos nadie. Rhaul y yo ya estamos exonerados. Bieeeeeeennnnn!!! ¿Qué os parece? Convirtamos a Robert en una cita obligada en Nido de Cuervos ;)
Eso sí, no vale utilizar la wikipedia para rellanar un párrafo de la crítica, jajajaja, ¡¡¡menudo pillín estás hecho Rhaul!!!
Saludos.
Hola!
ResponderEliminarVictor: lo bueno de encontrarse bodrios como éste es que dan más valor a otras obras, y tienes razón en que cada vez el género en su término sobretodo más purista está evaporándose. A ver qué tal la siguiente de los Warren, de las pocas sagas nuevas salvables!
Rector: esto no es una saga, es una broma jaja, vaya tela, solo podría proyectarlas a modo fin del mundo... la de la muñeca Black tiene tela eh, no quiero ni ver el preview en youtube.
Tracy: ese día no tenias mucho sueño, seguro jaja.
Laureci: jajaja es verdad que se parecen, voy a investigar sobre si estan vinculados de algun modo!
Ronette: jajajaja si por lo menos cantara algo, lo mismo hubiera dado un toque de humor al asunto.
Missterror: asi que disfrutaste viendo la primera y sufriendo lo suyo para escribir algo no? Jajaja pero como no voy a usar la wikipedia? Jaja me causa dolor emplear tantas palabras en un coñazo asi, de hecho, me he comedido en exceso para no utilizar multiples tacos... :)
Abrazos a todos