sábado, 14 de abril de 2018

Crítica: Reeker

Que lastima, que manera de desperdiciar un prólogo tan notable. Por desgracia no hay nada después de los títulos de crédito de esta película que pueda justificar su visionado. Otra vez nos encontramos ante otra de esas cintas que ofrecen mucho menos de lo que prometen, donde un desarrollo mil veces visto, una historia que no aporta nada nuevo y una mezcla entre humor y terror que nunca acaba por funcionar como sería necesario, acaba por hacer que ‘Reeker’ este envuelta en un olor pestilente del que le es muy difícil por no decir imposible escapar.


“Reeker acaba por resultar una cinta francamente decepcionante que no aporta nada nuevo ni diferente al género”


Un grupo de jóvenes se juntarán para hacer un viaje a un festival de música en el desierto. Tras escuchar un extraño ruido, estos llegarán a una gasolinera donde todo el mundo parece haber desaparecido. Atrapados en el lugar debido a que las carreteras han sido cortadas, una extraña presencia irá acabando con ellos poco a poco…

Como parece ser habitual en este tipo de películas, Dave Payne parece tomar elementos de otras cintas para intentar llevarlos a su terreno en lo que parece un fallido intento por hacer de esta una comedia de terror gore con bastante mala leche pero poca fuerza y chispa. Payne se sirve de un personaje invidente y del Steve Stifter de las pastillas y el ácido para centrar parte de ese humor con el que el director intenta dotar a su película, y si, hay un par de momentos que consiguen llamarnos la atención pero que nos llevan a pensar que Payne no se ha atrevido a ir un poco mas allá y rebasar completamente la línea de lo políticamente incorrecto y lo gore.

Una de las mejores frases que pueden definir a esta película es la de ‘arrojar la piedra y esconder la mano’. ‘Reeker’ acaba por resultar una cinta francamente decepcionante que no aporta nada nuevo ni diferente al género, nada que haga que esta tenga un sitio propio y donde ni la presencia de Michael Ironside puede salvar el despropósito general.


“Payne no consigue que el espectador siga con interés su película por culpa en este caso de una historia en la que durante mucho rato no ocurre absolutamente nada”


De la misma manera que Toby Wilkins en ‘Splinter’, John Gulager en ‘Feast’ o incluso James Mangold en ‘Identity’, Payne sitúa la acción de su película en medio de la nada, en una gasolinera, en un bar de carretera o en un cochambroso motel donde un diverso grupo de personajes se enfrentará a las muy diversas amenazas que ponen en riesgo su seguridad. De la misma manera que Tom Holland en la miniserie ‘The Langoliers’ basada en una novela de Stephen King, Payne muestra un grupo de personas que se enfrentarán al misterio de que ha pasado con la gente que ha desaparecido en mitad de sus quehaceres habituales.

De la misma manera que Victor Salva en ‘Jeepers Creepers’, Payne centra su historia en un grupo de personas que circulan por solitarias carreteras que se topan con una terrible amenaza que quiere acabar con sus vidas. Y de la misma manera que Wilkins, Gulager, Mangold y Holland (No incluyo a Salva porque aunque no soy muy fan de la saga de ‘Jeepers Creepers’ reconozco que es una cinta entretenida y entiendo que pueda ser poco menos que una película de culto, además Salva consiguió crear un monstruo con carisma, no como el Reeker que da titulo a esta película), Payne no consigue que el espectador siga con interés su película por culpa en este caso de una historia en la que durante mucho rato no ocurre absolutamente nada digno de mención y donde los bostezos del espectador parecen formar parte de la banda sonora de la misma. Situar a un grupo de personajes en un espacio casi único y captar la atención del espectador no es tarea sencilla ya que hay que conseguir crear una historia que por muy diversos motivos atrape algo que esta ‘Reeker’ no logra.


“un par de chistes políticamente incorrectos y algún cuerpo cercenado, no justifican que perdamos hora y media de nuestras vidas”


No hay mucho que decir del reparto de esta película ni de los motivos que llevaron a que tres años después, el propio Payne rodara otra cinta centrada en el verdadero protagonista de la película titulada ‘No man’s land: The rise of the Reeker’. Un buen prólogo, un par de chistes políticamente incorrectos y algún cuerpo cercenado, no justifican que perdamos hora y media de nuestras vidas viendo una película tan floja como esta.

Un último apunte final. Randy decía en ‘Scream’ que en las películas de los años ochenta aquellos comportamientos pecaminosos (Beber, drogarse o practicar sexo) eran castigados con una horrible muerte... ¿Es ‘Reeker’ una vuelta de tuerca a esta idea? ¿Ahora lo punible es la mojigatería…? Ahí lo dejo…

Lo mejor: Su prólogo.

Lo peor: Lo aburrido que acaba resultando todo.


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