La ciencia ficción acompañó la evolución del cine aportando una mirada novedosa, crítica y atenta a los avances tecnológicos sin dejar de lado el contexto social. Durante los años 50, el pánico nuclear estimulado por las secuelas de la segunda guerra, tomó la posta y transformó al período en la edad de oro del género (por calidad y cantidad), combinando proporcionales dosis de entretenimiento y advertencia. Entonces, si en las primeras décadas los científicos perturbados se encargaron de animar la función, mediando el siglo, la radiación arrebata el puesto de amenaza, señalando, a su modo, las consecuencias del mal uso. No obstante, puede resultar arriesgado ponderar de tal manera una era en detrimento de las próximas. Aun así, cabe justificar esta decisión en pos de resaltar las virtudes de un lapso influyente y singular, intuyendo (o afirmando) que los decenios venideros no hubiesen tenido el impacto que tuvieron de no haber prolongado el camino trazado por George Pal, Gordon Douglas o Jack Arnold, entre otros.
“una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos”
Dicho esto, podemos destacar el ejemplo de Arnold considerando que dentro de sus participaciones en el fantástico prácticamente no descubrimos fallas. Sin embargo, aunque “It came from outer space” (1953), “Creature from de Black Lagoon” (1954) o “Tarantula!” (1955) sean ejemplos notables, la distancia que las separa de “The Incredible Shrinking Man” (1957) es importante, no solo porque es su obra maestra, sino que también es una de las mejores películas de ciencia ficción de todos los tiempos.
“El increíble hombre menguante” detalla la historia de Scott Carey (Grant Williams), un sujeto de clase, edad y estatura media. Mientras disfruta de sus vacaciones en alta mar toma contacto con una misteriosa neblina y, como resultado, empieza a achicarse.
Las alteraciones de tamaño son un tópico recurrente para la época. Por lo general el aspecto más explotado es la del agigantamiento y así encontrar el peligro en situaciones o imágenes cotidianas. Aquí el objetivo es el mismo, pero se llega a la meta desde el recorrido inverso. Apoyándose en la excepcional puesta en escena nos vemos obligados a sentir junto con el personaje las vicisitudes desprendidas del vínculo entre la persona, su ambiente y la consiguiente sensación de inseguridad. El ‘’modificado’’ no intimida, es víctima de las circunstancias. En cuanto pierde talla se degradan los fundamentos que lo separan de las bestias de acuerdo a los preceptos clásicos: el matrimonio y el trabajo, bases del ‘’desarrollo humano’’, en su decadencia, pasan a ser un recordatorio firme de la perdida de dignidad, un motivo de vergüenza en lugar de cobijo. En este capítulo encontramos uno de los rasgos más interesantes de la cinta.
“contrarresta los convencionalismos de una etapa reacia a los cambios y se planta ante la posibilidad de que el hogar (refugio por antonomasia) se transforme en un zona extraña y plena de riesgos”
Arnold dedica su trayectoria a encarar distintas preocupaciones de forma velada y casi siempre sirviéndose de géneros con frecuencia subestimados. “El increíble hombre menguante” contrarresta los convencionalismos de una etapa reacia a los cambios y se planta ante la posibilidad de que el hogar (refugio por antonomasia) se transforme en un zona extraña y plena de riesgos. Las diferentes corrientes sociales del momento resquebrajan los cimientos en los que se apoya el mentado ‘’sueño americano’’ (estamos a pocos años de la segunda ola del feminismo y pleno comienzo del movimiento por los derechos civiles) y se muestran tanto o más endebles que la casa de muñecas que cobija a Scott y que se viene abajo frente a los embates del gato doméstico, otrora mascota familiar y ahora monstruo impiadoso.
El factor hegemónico descubre que los principios que lo protegían se vuelven en su contra y, habida cuenta de la vigente coyuntura, reacciona con violencia destruyendo esos ‘‘valores’’ (relación laboral, conyugal) de los que hablábamos antes. Por eso es que a medida que el protagonista se encoge parece hallar consuelo solo cuando maltrata a su esposa, exhibiendo el último reducto de masculinidad (vetusta) que lo vincula con su pasado y el de un mundo que se volvió inestable.
“Un esfuerzo trascendental, perdurable y demandante. La cumbre de una década renovadora y de una carrera tan genial como poco valorada”
A partir de la siguiente mitad, luego del ataque del felino, la tendencia troca y la aventura se hace cargo del progreso. Scott cae al sótano y sus empeños se destinan a sobrevivir y (según él) a guardar su sitio en la crónica a través de la dominación. Empleando alfileres como armas improvisadas ‘’vuelve a ser hombre’’ La lucha/competencia con la tarántula que lo acecha probablemente sea el apartado más celebre del film y una de las mejores secuencias de araña gigante de la historia. El ‘’héroe’’ prevalece sobre el insecto, pero su victoria es parcial, a pesar de conquistar su flamante espacio la contracción continua y nos abre la puerta para subrayar otra variable.
La rama literaria de la ciencia ficción trata, en lo posible, de mantener cierta ‘’lógica’’. De algún modo busca sustentarse, al menos, desde el sentido común. Las adaptaciones cinematográficas, en general, no se ocupan de sostener igual rigor, es factible que se tome ciertas ‘’licencias’’ en virtud de preservar el ritmo o la fascinación, la verosimilitud no es un requisito inexcusable. La particularidad en esta ocasión reside en prescindir de estas dos opciones y resolver por el lado místico. Una vez que se apodera de su nuevo ámbito debe confrontar con la inevitable realidad: la desaparición es inminente. Es en este punto Richard Matheson, autor de la novela original y del guion, se despacha con un monologo deudor de Heráclito (lo divino se halla presente en la totalidad de las cosas) y transforma una obra tradicional en un manifiesto. El individuo y la naturaleza se unen, son uno. No se extingue, se vuelve eterno.
‘’Tan cerca lo infinitesimal y lo infinito(...) Que la existencia comienza y finaliza es una concepción humana, no de la Naturaleza. Y sentí mi cuerpo menguando, fundiéndose, convirtiéndose en nada. Mis miedos se desvanecieron y en su lugar llegó la aceptación. Toda esta vasta gloria de la creación debía significar algo(...) Para Dios, no existe la nada. ¡EXISTO!". Un esfuerzo trascendental, perdurable y demandante. La cumbre de una década renovadora y de una carrera tan genial como poco valorada.
Sin duda una de las obras cumbres de la ciencia ficción cinematográfica. Es de esas pelis que ves de pequeño y te acompañan para siempre, lo tiene todo, unos efectos especiales que incluso hoy en día sorprenden y una historia terrible y fascinante, el final es algo apoteósico. Los años cincuenta fueron muy interesantes en el cine de ciencia ficción, en esos días se crearon obras cumbre como “THEM. LA HUMANIDAD EN PELIGRO”, “LA GUERRA DE LOS MUNDOS”, “EL EXPERIMENTO DEL DOCTOR QUATERMASS”, “PLANETA PROHIBIDO”, “LA MOSCA”, “EL PUEBLO DE LOS MALDITOS” … y lo dejo por que la lista es infinita. Para los fans de la ciencia ficción, en los que me incluyo, fue una época maravillosa repleta de verdaderas joyas.
ResponderEliminarGracias por la recomendación, desconocía por completo su existencia y me gustó mucho. Su estilo me recuerda mucho a los capítulos de las primeras temporadas de La Dimensión Desconocida, pero con un enfoque más profundo que se quedará en mi memoria por mucho tiempo.
ResponderEliminarEs una cinta con efectos muy logrados. El gato es bonito incluso en blanco y negro. Un animal salvaje que se junta para comer o cuando se aburre. Que se alimenta de ratas. Y en mi calle hay unos cuantos que nos defienden de la enfermedad. Me recuerdan a otros felinos y uno en particular me recuerda al león. Este animal salvaje que come principalmente mamiferos herbívoros o incluso personas. Que desaparezcan igual que los dinosaurios. Que nadie haga nada por salvarlos. Que si la naturaleza o Dios quiere que sea así, que al fin y al cabo todos ganamos. Este animal y otros peligros. No son personas. Las personas por encima del entorno y comprendiendo que es útil y que no. Sin inventar. Dejando que Los Siguientes hereden cosas y seres de provecho.
ResponderEliminarHola a todos!
ResponderEliminarJason, sin dudas, la edad de oro. Destacaría también a Invasion of the Body Snatchers; otro de los puntos altos.
Erika, no es casual que te recuerde a ''La dimensión desconocida''; de hecho, las carreras de Matheson y Rod Serling (creador de la dimensión) se cruza por todas partes, incluso formaban parte de ''Los magos del sur de California''.
Ted, a mi me caen bien los leones.
Un abrazo para todos.