Crítica: Llamada Perdida

DAKKO NOS HABLA SOBRE UNO DE LOS MUCHOS CLÁSICOS DEL TERROR ASIÁTICO CONTENIDOS EN LA FILMOGRAFÍA DE TAKASHI MIIKE

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Estamos ante la película más comercial de Takashi Miike, autor de grandes clásicos como ‘Visitor Q’ (2001) o’ Ichi the Killer’ (2001). Esta tampoco tiene nada que ver con su película más laureada titulada ‘Audition’ (1999) aunque la más parecida, entre comillas, a este género. ‘Llamada perdida’ (2003) se rodó con muy bajo presupuesto y en muy pocos días. El guion no es de Takashi, es una adaptación de la novela original titulada con el mismo nombre del autor Yasushi Akimoto. 

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“como siempre, los americanos se dieron cuenta del éxito y realizaron su innecesario remake titulado One missed call” 

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Argumento: Una estudiante de instituto está tomando algo con un grupo de amigos. Mientras, su compañera recibe una llamada a su móvil con un extraño tono que no había oído antes. En la pantalla aparece “Llamada perdida”. Cuando lee el mensaje, no sólo parece venir de su propio móvil, sino que también contiene un terrible grito, curiosamente la llamada tiene fecha de tres días después... 

Con esa adaptación de guion simple y efectista, queriendo buscar el susto fácil o las presencias extrañas (Lo que correspondía al terror comercial de aquella época). Aun con todo eso, fue original (dentro del subgénero, donde la copia abundaba). Aunque he que admitir que tiene cierta similitud con ‘Ringu (“The Ring”, 1998)’, cambiando una cinta VHS por llamadas telefónicas. Tiene básicamente los mismos ingredientes: Una maldición, un medio y una niña. Pero no por eso es mala, y como siempre, los americanos se dieron cuenta del éxito y realizaron su innecesario remake titulado ‘One missed call’ (2008) con una propagación de actores adolescentes, que no tenían ni experiencia ni la más mínima empatía hacia los compañeros que iban cayendo uno a uno, parecía como que les ‘valía madre’ como dicen en México. Recomiendo que no lo veáis, quedaros con la obra de Miike, que aunque es más complicada de entender, sobre todo el final (Por cierto, hay amigos/as que a día de hoy, aún me siguen rogando que se lo explique…), ese es uno de sus puntos a favor, deja la película al buen entendedor…

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“fue muy criticada en su país, ya que se alejaba a lo que tenía acostumbrados el director a sus fieles seguidores. Cambia de registro para adecuarse al J-horror más consumible” 

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En el fondo es una película de terror, una historia llena de destellos oscuros, traumas y delirios, donde pronto comienzan los acontecimientos, sin pausa, usando todos los mecanismos efectistas que se crearon ‘Made in Japón’ para asustar a sus compatriotas. Usando también la crítica social en momentos adecuados. Aunque fue muy criticada en su país, ya que se alejaba a lo que tenía acostumbrados el director a sus fieles seguidores. Cambia de registro para adecuarse al J-horror más consumible, hasta el punto que podría considerarse una peli por encargo o para recaudar. 

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“dejando para el recuerdo alguna que otra escena labrada a fuego lento y que se incrustó durante años en la retina de una generación ansiosa por ver cosas distintas” 

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Siguiendo con las anteriores comparaciones, "Chakushin Ari" le gana a ‘One missed call’ en casi todo, en guion, en actuaciones, en situaciones incomodas, en ambientación, etc... Cambian en la última hasta el sonido del teléfono móvil cuando ‘el mal’ llama, ganando una vez más la original al remake, siendo el de esta mucho menos aterrador y melódico. La intriga, la investigación, el desconcierto, todo desaparece en el remake, siendo un mero producto de entretenimiento, pero no llega ni a eso, siendo esta una de las peores adaptaciones de las películas de terror asiáticas a Hollywood. Resumiendo, en "Chakushin Ari" veréis una película donde el terror y el thriller se dan la mano, con su correspondiente sucesión de asesinatos, investigados en ‘modo amateur’ por los atormentados protagonistas, intentando destapar el origen de estos acontecimientos, dejando para el recuerdo alguna que otra escena labrada a fuego lento y que se incrustó durante años en la retina de una generación ansiosa por ver cosas distintas.

Lo mejor: El tono de llamada. 

Lo peor: No llega a proponer nada serio.