Crítica: Galaxy of Horrors

Terror, ciencia ficción y antologías... imposible para servidor no acercarse a todo lo que supure este tipo de sustancias (en muchas ocasiones, nocivas para la salud mental), ya sea por placer o por pura perversión, como es el caso del último supuesto, el de las antologías de terror, que mas que en un disfrute, se han convertido en los últimos años, en toda una penitencia para el amante al género. Y aun con el mal sabor de boca que nos dejó la mediocre “XX”, algunos, los más osados (o los más necios, según se mire) nos atrevemos a volver a subirnos al enésimo último tren del cine de historietas que tantas y tantas glorias nos dieron en el pasado, esta vez, eso sí, con el plus añadido que supone la irrupción en la ecuación de esa religión que es para algunos de nosotros, la ciencia ficción.

“Galaxy of Horrors” es un compendio de ocho cortometrajes independientes recolectados de aquí y de allá, que versan en mayor o menor medida sobre la ciencia ficción y las nuevas tecnologías que no tienen mayor relación entre ellos que dicha temática y un noveno especialmente creado para la ocasión a modo de nexo. Y no se si este era el momento más idóneo para asomarse de la matriz cuando muchos aun tenemos en la punta del paladar el excelente sabor que nos ha dejado la estupenda serie de televisión “Black Mirror”, show que ponía sobre la mesa una fórmula idéntica a la que nos ocupa, aunque manejando muchas mejores ideas y creo también, que bastante más presupuesto. Oportunismo, casualidad o poca vista a parte, la realidad es que “Galaxy of Horrors”, pese a sus muchas limitaciones, es una de las mejores antologías de terror (y ciencia ficción) de las muchas aparecidas en tiempos modernos.

Ocho cortos como digo, que destacan precisamente por aquello que suele ser el sangrante talón de Aquiles de este tipo de productos, la homogeneidad (o la falta de ella). Solemos hacer hincapié habitualmente a la hora de abordar las antologías de la inevitable irregularidad de los distintos segmentos, donde el contraste entre la calidad de unos y otros, suele ser un “pero” prácticamente asumido por el espectador, un mal necesario en la desesperada búsqueda de esa historia que consiga tocarnos la tecla y poder dar así por bueno, parte del tiempo empleado en un proceso, muchas veces traumático. Pues bien, “Galaxy of Horrors” ofrece al fin, un producto compacto donde cuesta realmente, ya sea para bien o para mal, destacar unas historias sobre otras.

La gracia del tema, es que el redondeo esta vez, tenemos que hacerlo a la alza, ya que el nivel de todos los cortos está por encima de la media y es difícil señalar con dedo acusador a ninguno de ellos, donde el que más y el que menos, no está exento de encanto. Podríamos buscar como mal común, lo confuso de alguna de las historias, en las cuales no termina de quedar del todo claro ni el mensaje (en el supuesto que lo tengan, hecho por el que tampoco pondría la mano en el fuego) ni la historia que se nos está contando, cogiendo como buenos ejemplos de esto el inicial “Eden” (Tod Cobery), un frenético cuento apocalíptico en un futuro distópico que versa, entiendo, sobre la manipulación de las masas, en el que cuesta acomodarse pese a que el disfrute visual (muy cercano a los momentos más gloriosos vistos en la saga “V/H/S”) nos facilite bastante la experiencia, o también “Flesh Computer” (Ethan Shaftel), una 13 Rue del Percebe futurista donde carne y tecnología juegan a los médicos y nos hablan sobre la conciencia de la vida.“Pathos” es otro de los grandes ejercicios de fe de la antología, delirante y angustioso pero a (muy)libre interpretación del usuario.

En el bando contrario, nos topamos con historias mucho más identificables y de fácil digestión. “Iris” (Richard Karpala) y su Skynet de bolsillo, nos muestra los horrores de la telefonía móvil. Un corto de mensaje muy actual y que da para más de una reflexión, pese a lo tibio y previsible del relato. “Entity” (Jean Philippe Ferré) es otra de las asignaturas sencillas del curso, un “Gravity” versión low cost que pone de manifiesto que muchas veces es tan importante lo que cuentas, como el cómo lo cuentas y en este batiburrillo de efectos digitales, el autor sabe transmitir las sensaciones adecuadas. “Kigz” es otro ejemplo de falta de pretensiones bien entendida y sobre todo, muy entretenida, para poner el broche de oro a esta colección de relatos.

“Galaxy of Horrors” destaca también por la gran cantidad de influencias que maneja y el sinfín de guiños y homenajes que regala al espectador. Así en “Flesh Computer” encontramos toda una oda a la nueva carne de Cronenberg, en especial a aquella fabulosa “Existenz” de 1999, amén de algún que otro guiño al Frank Henenlotter más sinvergüenza. “Pathos”, además de ser un claro homenaje de sus tres directores: Dennis Cabella, Marcello Ercole y Fabio Patri al canadiense de orígenes italianos Vincenzo Natali y su célebre “Cube” (1997), también recoge el testigo de la estética con denominación de origen del cine de Terry Gilliam. “Eveless” (Antonio Padovan), no deja de ser un híbrido extremo y macabro entre “Junior” (Ivan Reitman, 1994) e “Hijos de los Hombres“ (“Children of Men”, Alfonso Cuarón, 2006) , “Entity”, como ya he comentado, repite la fórmula de la oscarizada “Gravity” (Alfonso Cuarón, 2013), haciendo también algún que otro guiño tanto al universo de H.P Lovecraft, como a la mítica serie “Doctor Who” y “Kigz”, no deja de ser una reimaginación en clave marciana de “Abierto Hasta el Amanecer” (“From Dusk Till Dawn”, Robert Roderiguez, 1996), que de paso y para rizar el rizo, se atreve incluso con el “Phantasma” de Coscarelli.

Y esta vez me he reservado el mejor de todos los segmentos para el final y es que esta vez, tiene un valor añadido y justo es reconocérselo cuando aquí servidor, no suele ser excesivamente benévolo con el cine de género fantástico y de terror que se hace en territorio español. Por lo tanto, es de justicia poética destacar a “They Will All Die in Space” del madrileño Javier Chillon como el mejor corto contenido en “Galaxy of Horrors”. Un thriller de ciencia ficción rodado en blanco y negro a medio camino entre “Atmósfera Cero” (“Outland”, Peter Hyams, 1981) y el cine de Berlanga, para un relato oscuro e inquietante protagonizado entre otros por mi paisano Francesc Garrido, o lo que es lo mismo, el mítico Estradé de la no menos mítica serie de la televisión catalana “Estació D´Enllaç”. No en vano, estamos hablando del mejor cortometraje de la sección oficial según el jurado del festival de Sitges en su edición del 2015.

Visualmente estamos ante un título más que interesante, pese a la maldición crónica que supone para el género el uso de efectos digitales y de la cual “Galaxy of Horrors” no se libra. No obstante y pese a la modesta naturaleza de la producción, estos efectos no llegan a ser ridículos en ningún momento, como sí suele ocurrir en algunas propuestas de bastante más presupuesto que se estrenan en pantalla grande, sin ir más lejos, la bochornosa y cancerígena última entrega de “Underworld” y sus licántropos diseñados por photoshop. “Galaxy of Horrors” cumple en este sentido e incluso contiene algún que otro momento brillante, como el vistoso diseño de escenarios presente en “Entity”. Si bien, evidentemente, es cuando se tira de artesanía, cuando la película más entra por la vista y ahí sean quizás “Eden”, “Flesh Computers” y “Kigz”, las que destaquen sobre el resto.

En definitiva, “Galaxy of Horrors” es un buen ejemplo de que nunca hay que arrojar la toalla antes de tiempo, de que el que la busca, (a veces)la encuentra y una buena oportunidad para hacer las paces con un formato el de las antologías, con el que llevamos largo tiempo peleados. Una ópera espacial compacta, repleta de historias que siempre tienen algo interesante que ofrecer y que pese a su modesto presupuesto, resuelve a base de talento cualquier limitación material. Un visionado por tanto, altamente recomendado para amantes del cine de terror, de la ciencia ficción y cómo no, de las antologías. Y ya que estamos, a los que os dejéis “engañar” por estas lineas, disfrutéis de la propuesta y no hayáis tenido aun oportunidad de ver “Black Mirror”, recomendaros encarecidamente la serie creada por Charlie Brooker, una versión 2.0 (o 3.0) de esta “Galaxy of Horrors”, que profundiza bastante más en la ciencia ficción y en la relación entre la tecnología y el ser humano.

Lo mejor: Homogénea como pocas y repleta de guiños al género. Si bien, me es imposible no destacar el relato de Javier Chillon por encima de todos los demás.

Lo peor: Algunas historias son algo confusas y no terminan de entenderse del todo. El corto que sirve de nexo, peca de simplón pese a un gran potencial, que hubiera dado para otro estupendo segmento y de paso, arrancarnos otra de las espinas clavadas que tenemos desde hace tiempo los amantes de las antologías.