Vivimos el día a día de un mundo acelerado y lleno de luchas entre nosotros mismos por conseguir un estatus social superior al del resto, por entrar en una carrera vertiginosa de egos. Así, el estrés laboral forma parte de lo cotidiano, dentro de un salvaje sistema capitalista, donde el consumo y el desecho van a unas velocidades que nos obligan a en cierto modo enfermar, a entrar en un modo de autodestrucción. Este desasosiego nos lleva a buscar diferentes formas de curarnos, mediante la meditación, la búsqueda del “yo” verdadero y el aislamiento en lugares tranquilos y alejados de las inmundicias de la humanidad.
De esto trata “La Cura del Bienestar”, una ambiciosa apuesta de Gore Verbinski, en lo que es su vuelta al terror (aunque tiene mucho más de thriller psicológico) tras unas cuantas “Piratas del Caribe” y del remake del 2002, “The Ring”. Una aplastante propuesta visual, un viaje narrativo de un nivel técnico excitante, cuyo tráiler nos puso los dientes largos a más de uno en su momento. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que si te pasas de ingredientes es posible que el plato te quede no al gusto de todos, y eso es exactamente lo que ha pasado con ésta película. Con un presupuesto de más 40 millones de dólares y una recaudación tan pobre, la cosa da qué pensar. Y eso que me he esforzado en sacarle todo lo bueno para no suspenderla de pleno.
La historia, nos recuerda a los viejos relatos de terror gótico, con cierto regusto especialmente en “Drácula”, ya que nuestro protagonista, Lockhart (interpretado por Dane DeHaan) bien podría ser el bueno de Keanu en la película de Ford Coppola. Mismo concepto, pero en éste caso sustituimos el castillo del Conde por un balneario en medio del paraíso de los alpes suizos: primer guiño a una película clásica. En éstas, este lobo de Wall Street, tiene la misión de traer de vuelta del balneario a Nueva York a uno de los miembros de la directiva de su multinacional con el fin de atribuirle ciertas irregularidades y repartirse un buen montante de pasta. Pero allí se encontrará con ciertas dificultades y misterios con los tratamientos curativos allí realizados, encabezados por Jason Isaacs (como el mad doctor del film) y su hija Mia Goth, una misteriosa joven que deambula por el balneario con la mirada perdida.
En este punto, he de decir que la elección de los actores aunque no es mala, es rara, pues los veo muy alejados al uno del otro, no mezclan bien y sus diferentes personalidades no encajan la historia con solidez. La que mejor salva los muebles es Mia, es el papel más creíble y menos forzado de todos. ¿La coincidencia de que Dane DeHaan se parezca físicamente tanto a Leonardo di Caprio me la explica alguien? Sobretodo cuando en la primera hora del film, que por cierto es la mejor a nivel montaje, es un exploit de “Shutter Island” descarado y abusivo. Este es el segundo guiño a otra película, y creedme que vienen unos cuantos.
Por su largo metraje, uno espera que nos cuenten muchas cosas relevantes durante la película, pero lejos de la realidad, tendremos una serie de situaciones, una detrás de otra que van llevando la historia a un ritmo aburrido, lento y ciertamente previsible. De vez en cuando, Verbinski nos intentará hacer saltar de la butaca con momentos impactantes, algunos desentonados y desagradables y que rompen la armonía visual que pretende la cinta. Me gusta el pequeño homenaje a Dario Argento con ciertos toques “gore” al más puro estilo italiano, pero la verdad, en conjunto parece un copy-paste de muchas cosas y que produce cierta ácidez, sobretodo al final de la historia. Que si cogemos un poco del “Replandor” y “La Naranja Mecánica” y de Kubrick en general, que si cogemos un poco de “Frankenstein”, un poco del “Dr. Phibes”, el “Fantasma de la Ópera”, “El Hombre Invisible”… y os preguntaréis ¿eso es bueno, no? Pues queridos míos, a los que sobretodo os ha gustado mucho la película, para mí es en cierto punto gratificante como alguien en el 2017 quiere homenajear a los clásicos, pero el problema es que la película en si misma es un batiburrillo infumable de elementos mal mezclados y montados de una manera muy cuestionable. Esa es la sensación continua según pasan los minutos, lo que podría haber sido y no fue, y creédme que durante tantos minutos esto se te puede hacer largo… Una cosa es que hagas una película diferente, que lo es, pero no quiere decir que lo diferente sea aplaudible cuando está mal montada, sobretodo a partir de la primera hora.
Lo mejor, su fotografía sin lugar a dudas. Con planos interesantes, aunque mejorables en ciertas favorables escenas, y una narrativa visual imponente, el problema aquí también lo tenemos en el exceso, a veces más cercano al mundo del videoclip que al de una película al uso, donde el master de eso era Stanley y querer “homenajearle” una vez más, te puede salir algo caro. La falta de personalidad en la dirección de Verbinski es por momentos desesperante.
En el plano del guión hay fallos garrafales. Y si no fijaros en el diario de una de las residentes, la que le va dando pistas a Lockhart, cuando al final éste lo tiene en su poder, os vendrán varias preguntas a la cabeza. Como otras antes del tipo: ¿Era necesaria la escena del bar en el pueblo? ¿Es necesario tantas evidencias del “poder” del elixir azul? ¿el ciervo digitalizado no podría haber sido un animatronic? (si vas de hacer un homenaje a la serie B con presupuesto de serie A, pasan estas cosas) ¿si no hay candado en la valla de la entrada, porque Lockhart no se pira de allí cagando leches? ¿porqué ánguilas y no otras cosas? ¿Porqué no me unes tantos elementos que me ofreces señor Verbinski: la bailarina, el padre, la madre, el agua? ¿Porqué tantas evidencias de que algo pasa con el agua? (es decir, hay que darle un poco más de vidillla al espectador, y que él suponga cosas y las visione en su mente, no dárselas tan mascaditas desde el inicio).
Vamos al apartado musical, que se salva un poco más de la quema: el tema principal de Hanz Zimmer es bueno, una melodía tatareada y reconocible e identificable, unido al personaje de Mia y que se hace agradable. El resto de selección de canciones resulta poco empastada, sobretodo en la escena del bar, y no concuerda con la estética de la película. A mí no me pega que pongan a los “Oomph!”, grupo alemán rollo metal industrial, en esta película, a pesar de que me gusten. Esto, lo de poner la música que le sale a uno de los huevos, lo hace bien Tarantino, así que no intentéis copiarle.
Y el final, el desenlace, el misterio resuelto del film: precipitado. A más de uno le acongojará, por lo inverosímil que puede resultar, aunque a mí gusto muy personal, me pareció divertido y de lo poco concordante con tanto guiño al “Classic Horror” en el conjunto del film.
En definitiva, tenía grandes esperanzas en encontrarme un producto sobresaliente, más con este presupuesto y ese tráiler tan potente) pero si hubieran invertido más en el montaje y el desarrolllo del guión, y hubieran gastado menos en arte (vestuario, escenografía, cientos de elementos antiguos y caros) tendríamos un thriller psicológico con tintes de terror bien contado, estimulante y empastado, que entraría en el Top 10 del año. Pero se va quedar con las ganas, muy a mí pesar. Nos quedamos con la postal y poco más.
Lo mejor: Arriesgada apuesta en el formato, lo que se agradece, aunque el resultado sea un patinazo. La fotografía y la estética en general son sobresalientes.
Lo peor: El montaje está descompensado, con un inicio interesante, un desenlace precipitado y un intermedio eterno. Fallos en el guión que hacen poco creíble ciertos puntos en la historia. El homenaje forzado a ciertas películas antiguas y directores se hace excesivo.
La fui a ver al cine (atraido por el trailer), la fotografia es genial, pero me resulto leeeenta dando demasiadas vueltas...
ResponderEliminarBuena Critica Rhaul Black
Hola! En efecto, tantos minutos inservibles aburren a cualquiera, con 90 nos hubiera bastado y hubiera mejorado el asunto del montaje, una lástima. Gracias por el buen feedback
EliminarSaludos
A mi no me ha parecido aburrida en ningún momento. Como acérrimo defensor de los metrajes largos, he disfrutado con las dos horas y media y en ningún momento se me han hecho largas, pero si es cierto que el interés del filme va de más a menos, con una primera mitad muy atractiva (por más que sea una copia descarada de la genialidad de Scorsese, lo cual por cierto, le queda demasiado grande a Verbinski), que va derivando en un galimatías sin mucho sentido que al final tan solo se sustenta en la aplastante puesta en escena. La explicación de relato es para mear y no echar gota y los cabos sueltos que deja el guion, para rellenar un par o tres más de películas.
ResponderEliminarPero en general y pese a tener bastante poco de cosecha propia, la he disfrutado bastante, mucho más de lo que esperaba viniendo de alguien como Verbinski, así que en mi caso puedo darme con un canto en los dientes. Entretenida, interesante incluso en algunos pasajes, visualmente muy atractiva y con cierto halo a ese terror gótico de antaño que tantos buenos ratos nos ha hecho pasar, si bien la película termine decantándose por el thriller psicológico.
Otra película que se queda a medio camino y muy perjudicada por la desorbitada campaña publicitaria previa.
Saludos.
P.D: Lo de los "Oomph!" en la escena del bar, reconozco que no me lo esperaba. Casi tan inapropiado (al tiempo que seductor) como cuando Argento metio con embudo a los Maiden en "Phenomena" :)
Me estaba gustando bastante A Cure for Wellness en su primera hora y media, no es común encontrarse con películas de esta factura.
ResponderEliminarLa pena es la última hora, porque después de tanto cocer a fuego lento un argumento que parecía interesante, el desenlace no me parece que esté a la altura de lo que prometía la película. Todavía me cuestiono si se me habrá escapado algo, porque me parece bastante simplón.
También me decepcionó una musiquita en plan tarareo de patio de colegio que se escucha en algunas escenas y que me parece ya muy usada en películas de misterio.
Probablemente es una película fallida, por las pretensiones del director, pero a mí por momentos me gustó bastante.
Rector - efectivamente es entretenida, de hecho el homenaje descarado a los monstruos de la Universal, a varios y la estética gótica, un poco a lo Tim Burton pero más siniestra, la hacen una película interesante, probable en algun ranking de este año. Pero a ésta película se le tiene que exijir mucho más en el guión y no darme tantos disgustos. Como videoclip es brutal, pero en mi fondo quería muchas cosas que no se cumplieron.
ResponderEliminarRonette - como le comento al Rector, y como dices, algo falla, y es los fallos en el guión. Si la rehiciesen de nuevo y el montaje fuera por otra dirección fácil estariamos en un Top 10 de este año.
Saludos y siento haber contestado tan tarde, ya activé los avisos gracias al Rector jejeje :)
Volviendo a este enlace: la verdad que a pesar de haber puesto esta peli como la mejor del año, entiendo que a partir de la mitad empieza a ponerse un poco repetitiva... de todas formas, me resultan invaluables los protagonistas. Acompaña mucho el soundtrack (https://www.youtube.com/watch?v=DocT4AZdZq4), o el cambio de aire. Que quedan cosas en el aire, puede ser, si- muchos elementos-pero la manera en la que se hacen las cosas en la peli nadie se puede quejar.
ResponderEliminarHola Fleur!
ResponderEliminarReconozco que en ésta crítica estuve especialmente incisivo porque esperaba mucho de ella, y porque de lo que podía haber sido a lo que fue, es un mundo.
La estética es lo mejor de toda la cinta. El homenaje a los monstruos clásicos también me ha gustado, aunque quede algo forzado. El guión me dejo frío.
Un saludo
Tengo que reconocer q es una de mis películas favoritas, el uso de la luz y color en sus planos consigue crear un ambiente enfermizo y envolvente que consigue envolverte, que pena que el final tan cutre estropee una película tan casi perfecta.
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