Los Ángeles, juegos olímpicos de 1984, un partido. Una final, una lucha ficticia por un oro quimérico entre España y Estados Unidos. Muchos se subieron al carro del baloncesto gracias a aquella gesta histórica de los Solozabal, Martín, De la Cruz y compañía (aunque algunos lo hiciéramos unos pocos años más tarde, por aquellas cosas de la edad). Dalí, el loco, el genio, anuncia la creación de la fundación Gala-Salvador Dalí, donando 621 de sus obras. También en 1984, una mujer estéril da por primera vez a luz gracias a un óvulo fertilizado en otra mujer. Ese mismo año, el arte de la música está de enhorabuena, se publica “Powerslave”, uno de los discos más míticos de los gloriosos Iron Maiden y algunos (unos años después, también), creímos morir de gusto con aquellos primeros acordes del “Aces High” justo antes de que aquel melenudo de pelo flácido y bambas blancas, nos demostrase que de la mortalidad a la divinidad, en ocasiones, había solo un paso. Cierto es que los Metallica cabalgaron sobre el trueno aquel mismo año y algunos a día de hoy, aun no hemos tenido cojones de bajarnos. Carpenter ubicó su gloriosa epopeya post apocalíptica en ese mismo 1984 y todos quisimos ser Serpiente Plissken (por mucho que lo creyésemos más alto). Mark L.Lester tituló “Curso de 1984” a su película más celebre y obra también de culto para otros tantos y bueno, claro está, una de las obras literarias más importantes del siglo XX no pudo llamarse de otra manera que “1984”, obra y gracia de un visionario George Orwell.
Ahora resulta que el trío de canadienses François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell, creadores de la celebrada por muchos (algo menos en mi caso) “Turbo Kid” (2015), intentan hacernos pasar por el aro (llámese agujero negro, agujero negro, "bujero" de gusano u ojete dilatado) para transportarnos una vez más en su máquina del tiempo de saldo hasta los añorados años ochenta con esta “Summer of 84”, o lo que viene a ser lo mismo, como explotar hasta sus últimas consecuencias la moda del cine retro sin morir en el intento o al menos, sin que los espectadores lo hagamos de supino aburrimiento. El problema de las modas no es que pasan (que lo hacen), sino que algunos, tardan más de la cuenta en darse cuenta y a algunos, este tipo de ejercicios espacio-temporales comienzan a generarnos una pereza importante.
“La esencia. Encontrarla, saber canalizarla y transmitirla al espectador, para que este se crea la broma es el gran desafío que supone para un creador a la hora de afrontar un producto de este tipo”
Los tres amigos supieron subirse de los primeros al carro con una película como “Turbo Kid”, que sin ser nada especial, si sabía explotar con suma gracia la fiebre del momento, acercándose bastante a la esencia original del cine de los ochenta (aunque sigo pensando que el más genuino acercamiento lo hizo David Sandberg con su majestuoso corto “Kung Fury” (2015) con la inestimable colaboración de ese coloso de antaño reconvertido en icono de la cultura popular del mundillo que es David Hasselhoff y su “True Survivor”, uno de los grandes hitos modernos que nos ha dejado la música de cine y del cual por supuesto, beben los Simard y Whissell hasta atragantarse).
La esencia. Encontrarla, saber canalizarla y transmitirla al espectador, para que este se crea la broma es el gran desafío que supone para un creador a la hora de afrontar un producto de este tipo. E aquí donde encontramos uno de los principales problemas de “Summer of 84” (no el único) y es precisamente ese, que no transmite, no nos transporta, por más que la acción se ubique en un año tan entrañable como 1984 y el trío calavera se pase el 80 por cierto del metraje, dándole al Casio. El cine de los ochenta era mucho más que eso, mucho más que un empacho de sintetizadores y un grupo de adolescentes viviendo aventuras de relativo interés, algo sobre lo que por cierto, hace tiempo que tiene el monopolio Netflix y su notable “Stranger Things”, mucho más creíble (y divertida) como producción de otra época que la cinta que nos ocupa.
“Da la sensación de que los directores se han centrado tanto en intentar vendernos lo estético y lo sonoro, que han desatendido algo tan primordial como es la historia que nos cuentan”
“Summer of 84” se nos presenta como una película artificial donde todo lo que se nos ofrece resulta exageradamente forzado y sintético. Cartón piedra al servicio de la indiferencia cuando uno consigue superar ese estadio inicial que busca nuestra fibra sensible a base de sintetizadores omnipresentes y ritmos marciales, me atrevería ha decir que cuasi hipnóticos. Y aunque no dudo de las capacidades como compositores del otro trío, los Jean Philippe Bernier, Jean Nicolas Leupi y Le Matos como papás de la banda sonora del filme, ni tan siquiera sus estudiadas partituras consiguen sonar naturales, mucho menos, erizarnos el bello del cuerpo como ese dulce soplido de connotaciones cuasi sexuales detrás de la oreja del “True Survivor” del Michael Knight de póster de carpeta escolar. Sobretodo, si no dejas de darle a la manivela sin filtro alguno, cuando si algo es fundamental a la hora de abordar cualquier banda sonora que se precie, es saber meter el dedo en la tecla en el momento oportuno, utilizándolo siempre como herramienta puntual de enfatización y no como recurso habitual, es decir, disparar a diestro y siniestro a ver si de casualidad alguna bala termina fecundando algo.
Luego tenemos la otra triste realidad de la película, su decepcionante guion. Da la sensación de que los directores se han centrado tanto en intentar vendernos lo estético y lo sonoro, que han desatendido algo tan primordial como es la historia que nos cuentan, una trama mil veces vista que no despierta el menor interés que vuelve a versar por enésima vez sobre lo perverso o no que es nuestro vecino de al lado, véanse "influencias" tales como "No Matarás al Vecino" (Joe Dante, 1989), "Noche de Miedo" (Tom Holland, 1985) o "Disturbia" (D. J. Caruso, 2007), mientras de refilón, se hace un dibujo bastante tópico de los diferentes perfiles de adolescente de la época, para que cada uno pueda identificarse con el suyo, según experiencias propias mientras de desoja una historia que parece deambular como alma en pena entre géneros como el thriller, el terror, la comedia o el cine de aventuras, pero incapaz de destacar en ninguno de ellos.
“Summer of 84 nos depara un ligero cambio de tono para sus últimos compases, concepto interesante de haber apostado fuerte por él y no haberse quedado en medias tintas”
Tampoco se hace el mínimo esfuerzo para ofrecer al menos esa vuelta de tuerca, o giro final, con el que sí han jugado propuestas similares y que en muchas ocasiones, han servido para medio salvar los muebles. En este caso, por contra, la apuesta es otra y “Summer of 84” nos depara un ligero cambio de tono para sus últimos compases, concepto interesante de haber apostado fuerte por él y no haberse quedado en medias tintas cuando lo tenía todo de cara para descolocar por completo al personal y otorgarle de paso al filme, ese toque distintivo del que finalmente termina careciendo.
Alguien debería decirle a estos señores y ya de paso, avisar a otros posibles navegantes, de que la fiebre por el cine retro fue tan necesaria y desesperada como efímera. Un buen puñado de mediocridades han bastado para que algunos nos demos cuenta de que al menos, a día de hoy, lo de viajar en el tiempo sigue siendo exclusividad de la ciencia ficción y que si lo que queremos es disfrutar de buen cine de los ochenta, la mejor opción siempre suele ser la más lógica, es decir, revisionar pelis de los ochenta, que las hay a patadas y para todos los gustos. No más grupitos de adolescentes y no más sintetizadores... a no ser, claro está, que seas David Hasselhoff y te saques la dulce flauta mágica de los pantalones para llevar a todas las ratas allí donde debemos estar y de donde nunca debimos salir, a riesgo de poner en entredicho la propia sexualidad.
“Summer of 84”, un empacho de música electrónica sin alma, una historia tópica sin apenas interés, personajes de Ikea (el "villano o no", es de lo menos carismático que he visto en este tipo de películas) y un montón de referencias de cartón piedra que nunca terminan de calar en el espectador para un título que lo apuesta todo al postureo y termina por olvidarse de lo más importante. Al menos “Turbo Kid” rebosaba gamberrismo, gore, personajes entrañables y salía Michael Ironside, aquí ni eso. Una lástima. Eso sí, siempre nos quedará “True Survivor” para recordarnos que en ocasiones, y en según que manos, la ciencia ficción puede ser un poquito menos ficción.
Lo mejor: La banda sonora.
Lo peor: La banda sonora... tras escucharla durante noventa minutos.
me apunto esta peli, todo lo que contenga adolescentes y aventura me gusta a priori.
ResponderEliminarUn saludo
Suenan sintetizadores, suenan y suenan. Suenan los sintetizadores y siguen sonando y me despistan. Suenan perpetuamente los sintetizadores para recordarme que la película apela a la nostalgia. Suenan más sintetizadores, incluso por encima de los diálogos. Los putos sintetizadores no paran y tengo ganas de tomarme un lexatin. Siguen los sintetizadores y me quiero ya arrancar los tímpanos porque mi cabez no ha tenido descanso alguno...Y amigo mío, la triste realidad es que sin esos sintetizadores la película no tiene magia y con una banda sonora tan sumamente abundante, por decirlo suavemente, se delata el cartón-piedra, como bien dices, Rector.
ResponderEliminarEnte todo este sonido yo me debato entre el aprobado y el suspenso porque en realidad no me ha parecido tan calamitosa, pero entiendo que nos la han intentado meter doblada y que no ha funcionado tan bien como en "Turbo Kid". Una vez más, el trío director se olvida del guión para darle caña al aspecto visual y sonoro. Craso error.
Mucho se debería aprender de Kung Fury y ya no te digo nada sobre David Hasselhoff, que te tiene tan enganchado, que al final lo contagias y cuando te das cuenta, estás en el trabajo sin parar de tararear:
Girl we need some, girl we need some action
If we're gonna make it like a true survivor
We need some action
If we wanna take our love away from here
Y ahora me voy a poner el videoclip de nuevo...
Noooooooooooooo, suenan más sintetizadores!!! Grandiosa tu crítica, Rector.
Saludos.
Victor, a mí a priori también. El problema de "Summer of 84" tiene que ver más con el "a posteriori"... ya nos contarás que tal.
ResponderEliminarMissterror, y tampoco creo yo que pese a los esfuerzos, la película destaque tanto en lo visual... de hecho, pienso que no lo hace. Más allá del vestuario de los chavales, el resto de la puesta en escena, para nada resulta ochentera, por no hablar que a nivel cinematográfico, tampoco destaca en absoluto, como si hacen otras propuestas de este tipo que en apariencia, apuestan buena parte de la propuesta en lo estético.
Lo de la banda sonora es como si en "Halloween", Carpenter hubiera estado dándole al soniquete durante toda la película sin parar... una terminaría hasta las pelotas y le cogería hasta asco, por más mítica que sea.
Saludos.
P.D: Grandioso el true survivor ;)
Hola Rector !!! Pues esta Película aún no la he visto, me la apunto, parece que tiene un aire "ochentero" muy bien logrado.
ResponderEliminarAdemás entre el elenco de actores está la bella Tiera Skovbye: preciosa, rubia, de ojazos verdes, con una piel tan blanca y suave que parece de porcelana, y unas manos suaves y delicadas como la seda. En fin, otra actriz que me tiene enamorado, jejeje. ;)
Un saludo Rector !!!
Shaun, pues precisamente ese es uno de sus principales problemas, que no lo tiene, jeje.
ResponderEliminarTiera Skovbye protagoniza una de las subtramas (y esto define muy bien lo que es la película), más "interesantes" del filme. Al menos, más de uno se sentirá identificado con aquello de los romances de verano.
Ya me contarás que tal la experiencia... con la película digo ;)
Saludos.
Me gusta mucho su blog y normalmente concuerdo con sus criticas pero en este caso no! me gusto la peli no es una obra maestra pero es buena para pasar un buen rato los personajes carismáticos y ese aire de los 80´s que para mi si fue bien logrado, pues claramente se ven muchas referencias a lo que se acostumbraban a esos años y su final fue de lo mejor, últimamente que película no peca de no agarrar una referencia de otra? si no hacen ya puros remakes, hacen películas con temáticas similares a otras, lo que paso con esta pero para mi le dio un toque personal que hizo que me gustara la peli yo le pondría un 7/10.
ResponderEliminarPD: ya en estos tiempo ya todo se a visto y más en la películas de suspenso y terror ya es difícil que saquen algo puramente original, lo que mas se acerco a ser algo original fue la película de Heredity y fue más por nada por su dirección y que por fin no se hizo uso de los sustos baratos como los screamers.
Wolf, mi problema es que no veo ese carisma por ninguna parte, todo me parece impostado y tan premeditado, que en ningún momento me creo la puesta en escena. Lo de incluir referencias a la época, es un recurso ya tan habitual y manido, que tampoco tiene mayor relevancia.
ResponderEliminarSe han hecho muy buenos revivals en estos últimos años de vorágine retro, películas que no solo se han acercado en mayor o menor medida a ese cine que veíamos en los ochenta sino que también han aportado cosas interesantes de una forma u otra. Títulos como "Almost Human", "The Void", "Cub" o la propia "Turbo Kid", por poner algunos ejemplos, han sabido plasmar con naturalidad épocas pasadas y al mismo tiempo, ofrecer una propuesta interesante para el espectador, no creo que sea el caso que nos ocupa.
De todas formas, me alegra que hayas sabido encontrarle ese punto que yo me he esforzado en hallar sin éxito ninguno. Y más me gusta aun, que te guste nuestro blog :)
Saludos.
Pues si ahora si que en gustos no todos coincidiran me toco diferir en esta pero agradesco tu sinceridad por cierto la de "the void" me gusto y mas por su estilo loverfcraniano si puedieras recomendarme peliculas que sean de ese estilo te lo agradeceria y llegue a este blog para quedarme eh encontrado peliculas que me eran desconocidas para mi y gracias a tu blog eh buscado las que recomiendan y normalmente coincido en sus analisis, asi que les agradesco por este blog.
ResponderEliminarWolf, imposible no disfrutar como un cerdo con The Void :)
ResponderEliminarpelículas basadas o inspiradas en la obra de Lovecraft hay muchas, que recuerde ahora mismo, te diría que mis favoritas son "Re-Animator", "From Beyond", "Granja Maldita", "Dagon", "El Monstruo del Terror", "Necronomicon" y también tienen su punto las recientes "Spring" y "The Endless". Si no has visto alguna de ellas, ya te digo yo que son canela fina ;)
Me alegra que hayas descubierto material interesante gracias a nuestras recomendaciones y que nos sigas habitualmente. Un placer tenerte por aquí.
Saludos.
muchas gracias por tus recomendaciones, la única que eh visto de las que recomiendas es re-animator, ahora voy a tener películas para rato que me las voy a ver todas, nuevamente gracias y saludos.
ResponderEliminarWolf, en la web puedes encontrar análisis de buena parte de ellas ("From Beyond" es una deuda personal, que espero saldar algún día). Deseando conocer tus opiniones cuando las vayas viendo :)
ResponderEliminarQue lo pases bien con tu dosis por vena de horror cósmico.
Saludos.
Floja, pero entretenida. Para mi es un aprobado raspado y la banda sonora no me rayó en absoluto (yo es que soy de los que se quedaba largo rato en el cuarto de la maquina de escribir del videojuego "Resident Evil 3: Nemesis" solo por escuchar la musiquilla jajaja)
ResponderEliminarSaludos.
Shadow, yo como metalero empedernido, siempre he disfrutado mucho de este tipo sonoridades electrónicas (en especial en el cine) y no digo que el tema de la peli no tenga gancho, el problema es cuando no hay nada más debajo y se abusa tanto del recurso, dando como resultado una artificialidad que en mi opinión, le termina pasando una factura muy alta a la obra.
ResponderEliminarOjalá me hubiera entretenido como a ti...
Saludos.