Crítica: I Am Mother

Imposible no rendirse a Netflix, no solo por ser una plataforma capaz de acercarnos múltiples contenidos de forma fácil y accesible, sino porque con tanta publicidad, online (a través de redes sociales) y off-line (carteles), es imposible no acabar viendo las propuestas sugeridas. Facebook e Instagram, principalmente, no pararon de bombardearme diariamente con posts de “I Am Mother” (2019) en las últimas dos semanas. Que si se parece a “Ex Machina”, que si es la nueva ciencia ficción con mensaje, que si es la película de moda, que si el final es sorprendente, en fin, no había cómo no darse por vencido. Finalmente le di al play, ¿Y ha valido la pena doblegarse a tanta publicidad? Pues, por un lado, os adelanto que la película tiene aspectos interesantes, aunque, por otro lado, también os digo que “I Am Mother” no alcanza las expectativas generadas.

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“Rodada básicamente en dos escenarios, uno interior y otro exterior, y con tres personajes, un robot, una niña y una mujer, la película parte con una interesante premisa”

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La película transcurre en un mundo post apocalíptico, donde un robot (al que conoceremos como Madre) cría en un refugio a una niña (Hija). Totalmente aislada y sin contacto con el mundo exterior, su única referencia es el robot. Fuera, el paraje es severo y hostil, por lo que todo parece indicar que estamos ante los únicos supervivientes del planeta. El refugio está tecnológicamente preparado para criar embriones humanos, garantizando así la subsistencia de la humanidad a través de los cuidados del robot. El día que llega hasta el refugio una mujer herida pidiendo ayuda, todo lo aprendido por Hija sobre el mundo exterior se viene abajo.

Rodada básicamente en dos escenarios, uno interior y otro exterior, y con tres personajes, un robot, una niña y una mujer, la película parte con una interesante premisa y plantea al espectador un dilema ético futurista. Tocando temas como la procreación, la repoblación y, principalmente, la educación de los seres humanos, la película nos invita a ciertas reflexiones. ¿Es posible que siendo creados por robots los seres humanos consigamos ser mejores en un futuro? Lo dudo.

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“Con poca fuerza dramática, la película no genera grandes emociones. Tal vez tampoco lo busca, y sí pretende mostrar determinados dilemas”

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Solo dos actrices intervienen en la película, la oscarizada Hilary Swank, que en mi opinión nunca volvió a hacer películas como “Boys Don’t Cry” (1999), o “Million Dollar Baby” (2004), y la joven Clara Rugaard (“Teen Spirit’, 2018), con una actuación muy convincente y que es, por tanto, uno de los grandes aciertos de la película. Como curiosidad sobre esta actriz, con muy pocas películas hasta la fecha, os digo que pese a hacer de niña (o adolescente) tiene ya 21 años.

Como comentaba, los escenarios son básicamente dos, ambos bastante áridos y oscuros, y al igual que dichos escenarios, todo en “I Am Mother” me parece bastante frío. Con poca fuerza dramática, la película no genera grandes emociones. Tal vez tampoco lo busca, y sí pretende mostrar determinados dilemas que posiblemente vivan generaciones futuras como consecuencia, tanto del desarrollo tecnológico, como del desgaste del planeta. Hay reflexiones sobre el futuro de la humanidad, sobre el declive de la Tierra, sobre una nueva educación, sobre la inteligencia artificial de los robots... hay material suficientemente interesante, pero aun uniendo todas las piezas del rompecabezas, la idea de la película no me parece brillante. Es interesante, sin duda, pero me lleva a una reflexión efímera, que pasados dos días se me borra de la cabeza.

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“I Am Mother es una película que está bien hecha y que cuenta, sobre todo, con un guion solvente"

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Con una puesta en escena escasa, y dado que ni la fotografía ni el sonido me parecen destacables, la otra fortaleza de la película está sin duda el guion de Michael Lloyd Green. Yo no lo considero tan original como nos los intentan vender algunas reseñas, pero sí tengo que reconocer que es capaz de atar todos los cabos sueltos que va presentando a lo largo de la película. Un guion que, con esa tipología de diálogos, dos escenarios y un par de actrices, podría ser una obra de teatro.

¿Y qué es lo que nos pretenden decir tras esas dos horas de minimalismo ciencia ficción? Pues “I Am Mother” se podría interpretar de la siguiente manera:

OJO SPOILERS:  Todo es un plan trazado por Madre, el robot, que de alguna forma está interrelacionado con todos los robots, a través de una especie de conciencia colectiva. Por lo tanto, si los robots destruyeron el planeta, lo ha sido por iniciativa de Madre, con la finalidad de partir de cero y educar a una nueva humanidad sobre unos valores considerados como correctos. Como todo forma parte de una estrategia del robot, nada está en la película por casualidad. Todo, incluida la mujer que vive en el exterior (Hilary Swank), son elementos fundamentales para crear los valores de Hija (Clara Rugaard), tales como la empatía y la solidaridad, así como otras cualidades como el sacrificio y el liderazgo. La película también nos desvela que hubo otros intentos con embriones en el pasado, pero que fueron descartados al no superar las pruebas establecidas. La propia Hilary Swank es, con toda probabilidad, el primer intento de embrión y también el examen final para la preparación de Hija. Lo que el robot está buscando con su plan es crear a la futura y perfecta madre para la humanidad. FIN SPOILERS

Para mí, esta propuesta australiana del director Grant Sputore, es inferior a otras películas con las que es comparada, como “A.I. Inteligencia Artificial” (2001), “Ex Machina” (2015) o “Anhilation” (2018), superiores principalmente desde el punto de vista visual. Tampoco me transmite su premisa una idea tan original como otras películas con presupuestos escasos, como, por ejemplo, “Primer” (Shane Carruth, 2004), “Moon” (Duncan Jones, 2009), “+1” (Dennis Iliadis, 2013), o “Coherence” (James Ward Byrkit, 2013). De todas formas, pese a no ser gran entusiasta de la propuesta, considero que “I Am Mother” es una película que está bien hecha y que cuenta, sobre todo, con un guion solvente.

Lo mejor: La actriz Clara Rugaard, protagonista absoluta de la película, y un guion sólido y bien desarrollado, que también aporta algunas buenas ideas.

Lo peor: Le falta el toque trascendental y el visual potente y atractivo que sí tienen muchas de las películas citadas en la crítica.