viernes, 15 de febrero de 2019

Crítica: The Golem

Sí hablábamos hace unos días sobre la explotación en pos de la causa de la figura de un mítico personaje del folclore semítico, el Djinn, con motivo del análisis de “The Final Wish”, hoy toca hacer lo propio con el que puede que sea, quien sabe, el nacimiento de una nueva estrella contemporánea o la nueva puta de la industria. Y es que hacía mucho tiempo que esta leyenda judía parecía olvidada para la maquinaria de los sueños, algo inusual teniendo en cuenta la buena puntería de la cual suele hacer gala este género a la hora de disparar a todo lo que se menea si esto le puede generar beneficios. Para encontrar las últimas referencias del golem en el cine, tenemos que remontarnos a “El Golem” (Henrik Galeen/Paul Wegener, 1915), “El Golem” (Carl Boese/Paul Wegener, 1920) o “The Emperor and the Golem” (Martin Fric, 1952). De ahí en adelante, un yermo virgen e inexplorado en el cual los hermanos Paz, aprovechando que el cine israelí comienza a dejarse ver entre el gran público, pretenden inseminar.


“tenemos entre manos una serie B de modesta naturaleza pero muy solvente en todos sus apartados”


“Rabies” (Aharon Keshales/Navot Papushado, 2010) supuso una más que digna primera toma de contacto con un cine de terror, el israelí, que no había despuntado precisamente hasta la fecha.Y si bien “Cannon Fodder” (Eitan Gafny, 2013) pasó sin pena ni gloria (de forma merecida pese a los premios cosechados) fue ese mismo año una tal “Big Bad Wolves” de los propios Keshales y Papushado, la que obtuvo el reconocimiento unánime de crítica y público, tras un más que exitoso paso por el festival de Sitges de aquella edición.

Regresan ahora los Paz brothers (Doron y Yoav) después de haberse presentado ya en sociedad con su anterior trabajo y ópera prima “Jeruzalem” (2015), un mockumentary de marcada denominación de origen que si bien apuntaba algunas cositas interesantes, terminó por perderse entre toda esa montaña de basura infecta en la que degeneró hace unos años (y aun sufrimos las consecuencias) la fiebre por este tipo de cine de bajo coste, donde los títulos que explotaron el formato se reproducían como alimañas colapsando por completo la escena hasta tal punto, que el aficionado terminó desestimando este tipo de producciones casi de manera sistemática, yo el primero. Supongo que es lo que tiene subirse al carro de las modas, que o bien destacas sobremanera, o corres el riesgo de quedar sepultado bajo la pila de cadáveres para pudrirte en el olvido, que es lo que terminó pasando con una película como “Jeruzalem” que, en otro contexto, bien podría haber tenido su momento de gloria.


“unas interpretaciones que dan el pego pese al handicap palpable de que no es el inglés la lengua nativa de buena parte del reparto”


Por suerte para nosotros, “The Golem” no tiene nada que ver con el mockumentary, lo que tenemos entre manos es una serie B de modesta naturaleza pero muy solvente en todos sus apartados, algo por lo que en mi caso, el visionado se ha convertido en un pequeño gran enigma para el cual a día de hoy, ya en frío, sigo sin tener respuestas. No termino de entender como una película razonablemente bien hecha, ha conseguido despertarme tan poco interés.

Y es que como digo, “The Golem” es un título al que no se le pueden reprochar grandes cosas. La típica serie b de la cual en otro tiempo, hoy muchos sacarían pecho por contarla entre las viejas glorias de su colección. Una película que entra rápido por los ojos gracias a una sólida puesta en escena que facilmente nos transporta al seno de una conservadora aldea judía en algún lugar perdido de los verdes prados lituanos en algún momento del siglo XVII. Creíble diseño de vestuarios y unas interpretaciones que dan el pego pese al handicap palpable de que no es el inglés la lengua nativa de buena parte del reparto. Pese a este detalle, bastante habitual por otra parte cuando degustamos cine de según que partes de la vieja Europa, la realidad es que todo suena de lo más convincente. Incluso el prólogo consigue evocarnos a tiempos en los que una primera impresión, valía más que mil palabras.


"Hani Furstenberg, actriz israelí, lo hace realmente bien y le toca encarnar a una mujer adelantada a su tiempo y condición"


Se nos cuenta además una historia que sin ser la panacea, de hecho es fácil encontrar paralelismos con algún que otro peso pesado del género como pueda ser “Pacto de Sangre” (“Pumpkinhead”, Stan Winston, 1988) debería ir más que sobrado para ganarse un mínimo de interés por parte del respetable, poniendo sobre la mesa además, un tema tan de actualidad como es el papel de la mujer dentro de las sociedades supuestamente civilizadas, así como una crítica hacia los tabús religiosos que podríamos entender como feroz, tratándose de una producción israelí.

Hani Furstenberg, actriz israelí, lo hace realmente bien y le toca encarnar a una mujer adelantada a su tiempo y condición, que no se resigna a cumplir el rol que el patriarcado y los dogmas religiosos le han impuesto. Un personaje sólido y bien dibujado que destaca sobre todos los demás, al cual la cinta parece quedársele pequeña por momentos en una historia que más allá del típico relato de venganza tiene en su capacidad por hacernos conectar con las buenas gentes de la aldea y su causa, o lo que es lo mismo, que detestemos a niveles épicos a los malos, super malos del cuento, pese a los tímidos amagos por humanizar al villano principal en algunos pasajes, algo en lo que sin duda se podría haber profundizado más para alcanzar esa gama de grises que juega entre lineas y que muchas veces, consigue dotar de mayor profundidad a las típicas historias de buenos contra malos, perfiles extremadamente encorsetados en la películas de los Paz.

Por todo esto, me cuesta discernir que es lo que no encaja, que pieza se sale del engranaje para que todas estas bonanzas técnicas y artísticas (interesante y muy oportuna también la epicidad de la banda sonora de Tal Yardeni, muy presente a lo largo de todo el metraje pero sin llegar a molestar en ningún momento), adornadas para más inri, con buenas dosis de casquería y unos efectos especiales de notable, no terminen de generar el interés que debieran. Entendiendo “The Golem” como una película bastante superior en todos los aspectos a la mencionada ”The Final Wish”, no deja de resultarme tan curioso como contradictorio el hecho de que la segunda me haya resultado más satisfactoria en términos de diversión y entretenimiento. Por ello, me gustaría especialmente en este caso, que aquellos que os animéis con esta “The Golem”, me dejéis vuestras opiniones y reflexiones al respecto. Yo poco más puedo aportar.

Lo mejor: Hani Furstenberg y la solidez esgrimida en todos sus apartados, destacando una sobria fotografía y el hermoso y perverso detalle de algunas de las defunciones.

Lo peor: Tiene ALGO, un que se yo y un yo que se, que hace que el relato adolezca de una inexplicable intrascendencia que hace del visionado una experiencia en piloto automático que no se corresponde a las virtudes arriba expuestas.


4 comentarios:

  1. Vaya Rector,viviste de cerca el efecto "Golem" por lo que leo. Te diré que yo tampoco escapé de él. Algo de brujería mediante, supongo, pero como dices. la película tiene las suficientes cualidades como para resultar interesante y no hay manera, no lo logra nunca. Es curioso porque tampoco aburre, pero resulta intrascendente y eso que hay un esfuerzo detrás notable. A nivel interpretativo, por encima de la esperado. Más teniendo en cuenta que, como bien dices, no haberlo rodado en la lengua madre ha sido un error. La violencia y los fx, también sorprendente. SPOILER- el hecho de que el Golem siempre permanezca en forma infantil, me gustó también y la historia, se deja ver, pero ¿qué pasa entonces? Nada, no hay nada que motive al espectador. No tengo claro qué es, pero ocurre y veo que no es algo que me ocurriera a mí sola, así que imagino que si solo hay dos opiniones en estas entrada y las dos piensas igual, puede ser que no sea una ligera percepción.
    Imagino que una propuesta así necesitaba una banda sonora más épica y en este apartado poco se luce, pero está claro que este no es el único motivo de lo que le ocurre a "Golem".

    Saludos.

    P.D- "Rabies" es bastante mediocre :(

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  2. Missterror, veo que tú tampoco has sabido encontrarle ese encanto que una película como esta debería tener teniendo en cuenta sus buenas virtudes (yo ahí también incluyo a la banda sonora, que de épica creo que sí va sobrada), quizás el hecho de que la historia pueda sonarnos más de la cuenta, que el terror se base en una figura infantil (con un serio empacho de películas de este tipo los últimos años) o por que le falte algo de riesgo en determinadas situaciones (creo que la relación "madre-hijo" daba para bastante más). Pues eso, pese a sus buenas maneras, pequeño gatillazo.

    Saludos.

    P.D: Y ya discrepé formalmente contigo en su día en lo que respecta a "Rabies", jeje.

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  3. Ummm......tiene una buena factura técnica pero no se si verla.
    Un saludo

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  4. Victor, no tiene mucho más que eso. Yo en tu caso, no perdería el tiempo con ella.

    Saludos.

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