Los aficionados a las monster movies llevamos demasiados años vagando por el desierto. Los despropósitos de la factoría The Asylum, con sus enfoques paródicos cuando no directamente estúpidos (que tendrán su público pero que personalmente no compro), han provocado que los espectadores tuviéramos que celebrar productos de aprobado muy muy raspado, como los enfrentamientos de Statham contra escualos cada vez más grandes. Evidentemente, dejo fuera del concepto monster movie los kaijus que, afortunadamente, sí han gozado de mejor salud. Esta escasez de productos dignos, unida a la acumulación de puras tonterías fílmicas, ha provocado que uno termine añorando pequeñas obras simplemente cumplidoras como “Mandíbulas”(Steve Miner, 1999) o “Arac Attack” (Ellory Elkayem, 2002). Y eso que las dos obras citadas también tenían su punto de guasa.
“tiene como objetivo, loable y aplaudible, asustar al espectador en todo momento. Y es que los monstruos deberían dar miedo y no ser engendros CGI de cada vez más aparatosas descripciones”
La obra de referencia a la hora de hablar de la plasmación del miedo a las arañas en pantalla es “Aracnofobia” (Frank Marshall,1990), que de nuevo vuelve a tener un enfoque ligero y amable, cortesía de una producción Amblin, siempre con el ámbito familiar como público objetivo. En las antípodas se encuentra una película como “Vermin: La Plaga” (Sébastien Vanicek, 2023), que sin despeinarse se posiciona como la mejor película de monstruos (aunque tengan origen animal... da para debate qué sería exactamente una monster movie…) que servidor ha visto en años. Y obtiene ese reconocimiento por un motivo muy sencillo: “Vermin” tiene como objetivo, loable y aplaudible, asustar al espectador en todo momento. Y es que los monstruos deberían dar miedo y no ser engendros CGI de cada vez más aparatosas descripciones.
El debut de Sébastien Vanicek se toma en serio a sí mismo en todo momento y no toma por idiota al espectador, esforzándose en entregar un producto digno de serie B que luzca, gracias a unos excelentes valores de producción y una cuidada fotografía, como una producción mayor. Me río de los efectos especiales de “Megalodón 2: La Fosa” (Ben Wheatly, 2023) (película que, en un ejercicio de hipocresía escrita en base a lo dicho, disfruté bastante…) comparados con las peludas amiguitas de “Vermin”. Vaniceck saca el máximo partido de todos los recursos disponibles, para ofrecer una película escalofriante y bastante creepy, que se apoya en un edificio destartalado que está plagado de arañas, pero que si te dicen que está encantado tampoco vas a poner muchas pegas.
“El debut de Sébastien Vanicek se toma en serio a sí mismo en todo momento y no toma por idiota al espectador, esforzándose en entregar un producto digno de serie B”
Quiero hacer un inciso en el aspecto visual de la cinta, ya que nos retrotrae a los felices años del añorado “nuevo extremismo francés”. La fotografía oscura y los entornos sucios traen a la cabeza, de forma evidente, la estética de aquellos buenos años del fantástico galo. Un claro ejemplo, y toda una declaración esteta al respecto, son los excelentes títulos de crédito de la cinta. “Vermin” incluye también en su discurso algunos de los tropos temáticos de aquella hornada, como la importancia de la ropa deportiva (parece una coña, pero tiene su quid en la trama, donde nos vamos a hartar de ver el logo de Nike...), el uso de rap como hilo musical o dar protagonismo a personajes marginales; aspecto que veíamos tanto en “Frontière[s]” (Xavier Gens, 2007) como en “Sheitan” (Kim Chapiron, 2006), por poner dos ejemplos. Aunque en el film de Vaniceck sí existe una diferencia clara: los personajes de las citadas obras se encontraban en entornos delictivos y eran, directamente y a falta de una definición más acertada, unos maleantes gilipollas.
“nos retrotrae a los felices años del añorado nuevo extremismo francés. La fotografía oscura y los entornos sucios traen a la cabeza, de forma evidente, la estética de aquellos buenos años del fantástico galo”
“Vermin” juega de forma más efectiva sus cartas, plantando frente al espectador a un grupo de pobres diablos que delinquen porque no queda otra; pero que tienen corazón y se ganan las simpatías de la platea, quedando más cerca de los entrañables balas perdidas de “El Odio” (Mathieu Kassovitz, 1995) que del lumpen marginal y desagradable de la “nouvelle horreur vague”. Evidentemente, esa facilidad de empatía favorece las secuencias de tensión del film, ya que estamos preocupados por los personajes. Claro ejemplo de la virtud de Vaniceck en el tratamiento de los personajes es la demoledora secuencia con la pantalla en negro, en la que solamente oímos los gritos y llantos de los protagonistas.
Con una clara influencia de “Rec” (Jaume Balaguero, Paco Plaza, 2007), tanto a la hora de acotar el espacio de la acción como en la representación de la intervención de las fuerzas policiales, y aprovechando el contexto post pandemia, el film consigue generar tensión al encerrar a sus protagonistas sin posibilidad de escape, obligándoles a pasar por un continuo más difícil todavía según avanza la trama. Para el recuerdo quedan secuencias como la del pasillo y el temporizador, con un excelente uso de la tensión, y los efectos de sonido de las malditas arañas, capaces de poner los pelos de punta. Por no mencionar “esa” sorpresa final fantástica… No es un film redondo (tampoco lo necesita) y el clímax resulta menos efectivo de lo que debería, ya que intenta ser un “Aliens: El Regreso” (James Cameron, 1996), pero se queda en un recital de fogonazos y confusión. Algunos giros de la trama (todo lo relacionado con la policía) zancadillean la narración y el montaje musical con rap y estampas de los vecinos además de gratuito es poco efectivo; pero son males menores en una propuesta tan disfrutable y efectiva como es “Vermin: La Plaga”. Como cierre, una gozada que películas así, por milagros de la distribución, lleguen a la gran pantalla de nuestro país.
Muchas ganas de verla y eso que las arañas me dan muy mal rollo. Parece ser que todas las arañas que salen en pantalla son reales, será verdad?
ResponderEliminarSiento decepcionarte Jason...pero es uno de los principales problemas del clímax de la película. Aún así, tampoco es un gran problema.
ResponderEliminarSaludos!
Me muero de ganas de verla! "Vermin" es mi máxima obsesión. Como Schwarzenegger, volveré...
ResponderEliminarHa desaparecido O nunca ha estado en los cines de mi ciudad, Barcelona :(
ResponderEliminarLo miré justo el lunes siguiente a su estreno y nada......
Por cierto en el pasado hablábamos de si llegaria a estrenarse Late night with the Devil, y segun la web de filmaffinity llega en mayo
ResponderEliminarSiiii, tremenda noticia el estreno en salas de Late Night, película a la que tengo tremendas ganas! Y creo que hay participación de Netflix Olsen, así que creo que Vermin no tardará mucho en llegar a plataforma.
ResponderEliminarSaludos!
Hola Krueger! Totalmente de acuerdo con tu crítica. Attack the block + Le Haine + Rec + un montón más; y aunque las influencias son evidentes, logra tener personalidad. Todo un logro. Super entretenida.
ResponderEliminarYo estoy deseando que aterrice en plataformas para volver a hincarle el diente Alonzo. Espero que no quede en el olvido una cinta tan divertida.
ResponderEliminarSaludos!
No me gustó nada. Es una película tan floja en el argumento, sin contenido mínimamente lógico, como reiterativa y atropellada en la trama. Y que decir de las interpretaciones, tan sobrectuadas como hilarantemente forzadas. En cuanto a los efectos, mejor evitar el rocambolesco ataque de superarañas igual de "letales" que despistados macrocangrejos en un garaje. Desde luego, tenía ganas de que acabara la "plaga". Tanto es así, que no podria recomendarla.
ResponderEliminarHola anónimo.
ResponderEliminarSiento llevarte la contraria, pero creo que como película de monstruos es bastante cumplidora en todos sus aspectos. Sí coincido con la apreciación sobre los efectos digitales, en un clímax ciertamente anticlimático, pero conviene recordar que estamos frente a una serie B con todas las letras...
Saludos!
En este caso, amic, no estamos en total sintonía. Creo que me pudieron las expectativas. Me supo tan mal perderme "Vermin" en el pasado festival de Sitges, que las ganas de verla me tenían medio loca. Supongo que eso ha pesado, pero lo cierto es que "Vermin" me ha decepcionado porque no termina de explotar y de encajar bien su propósito. No termino de verla como una "monster movie", pero las prisas hacen que sea bastante rocambolesca para encorsetarla en otro subgénero.
ResponderEliminarMencionas algo muy importante en la crítica y tienes toda la razón, "Vermin" tiene un aroma a nuevo extremismo francés bien marcado, tanto en fotografía, personajes y escenarios como en banda sonora, pero queda lejos de lo que aquella época ofreció (¡cuántas alegría, señor!).
"Vermin" es una película entretenida, por supuesto que eso lo tiene, pero con el potencial que se vislumbraba, termina siendo repetitiva y falta punch. Una película que está bien, pero no mucho más. Veremos lo que hace Sebastien Vanicek con la nueva entreda de "Evil Dead".
Un abrazo.
A mi me pareció muy aburrida. Attack the Block es entretenida aún con su clara inclinación hacia un público adolescente, Vermin: la plaga es una tontería sobre arañas y gente con picaduras de las mismas que entretiene menos que un disco de Rosalía.
ResponderEliminarChasco de los gordos. Seguramente me esperaba otro tipo de película, más viniendo de le france y lejos de esto, me he encontrado con una suerte de "Arachnophobia" bastante decafeinada que además, carece del humor tontorrón de aquella que tan especial la hacía. Con todo, se deja ver, pero se olvidará rápido, demasiado.
ResponderEliminarSaludos.
Es una lástima que una idea a priori interesante se diluya en una cantidad de clishes, de actuaciones y diálogos tan superficiales y típicos. Y lo peor es que el efecto terror de las arañas se lo utiliza demasiado rápido, entonces pasada la hora se nota la repetición y pierde todo efecto.
ResponderEliminarPensé que iba por otro lado la película. Una decepción
Super entretenida y muy disfrutable, eso sí, todavía estoy intentando averiguar que ocurre los veinte últimos minutos de película!
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