miércoles, 24 de julio de 2024

Crítica: De Naturaleza Violenta

KRUEGER NOS HABLA SOBRE LA POPULAR ÓPERA PRIMA DE CHRIS NASH, UN VIOLENTO VIAJE GUIADO A LAS TRIPAS DEL SLASHER


Estamos frente a uno de esos casos (¿Cuántas “películas de terror de la década” puede haber por año...? A estas alturas la expresión significa lo mismo que “la comedia francesa del año”…), en los que la publicidad, el hype y el Cristo que lo fundó, pueden estropear totalmente el visionado de una película. “De Naturaleza Violenta” (In a Violent Nature, Chris Nash, 2024) es un rara avis dentro del subgénero slasher; una película muy peculiar en su forma de abordar el cine de adolescentes apuñalados, que cualquier aficionado tendrá curiosidad por ver; pero también es una pequeña producción de serie B hecha con cuatro perras, que dista mucho de ser un producto que logre un verdadero impacto cultural dentro del género del terror. En definitiva, es mejor saber a lo que vas y que no te vendan la moto. 


“un rara avis dentro del subgénero slasher; una película muy peculiar en su forma de abordar el cine de adolescentes apuñalados, que cualquier aficionado tendrá curiosidad por ver” 


El debut en el largo de Nash (previamente tenía un par de cortos y una participación en “The ABCs of Death 2”) no puede ser más clásico/básico. Estamos frente a un slasher de manual, puro y duro, con todos los tópicos y lugares comunes que el aficionado puede enumerar de memoria: adolescentes estereotipados, asesino (en este caso de origen sobrenatural) de origen traumático, muertes brutales y creativas, entornos agrestes fuera de la civilización e incluso un conato de final girl. Por faltar, aquí no hay ni pizca de sexo, aunque es cierto que desentonaría en una propuesta que pretende mirar más a un enfoque arty que a un despendole ochentero de cuchilladas. 

Hemos visto que en su fondo el film no puede ser más formulaico (el killer tiene incluso vestimenta y armas predilectas), pero es en la forma donde “De Naturaleza Salvaje” juega sus principales bazas. Sin llegar a adoptar un punto de vista totalmente subjetivo, la cámara se sitúa tras los pasos del asesino, siempre a sus espaldas o cercana a él. De este modo, y en un interesante juego con el espectador, se suprimen, o se revelan de una forma diferente, pasajes habituales del subgénero. Me explico, normalmente los protagonistas son simplemente carne de cañón, ¿no? Pues ni los presentan; sus voces en fuera de campo y a correr. Si no interesan, no interesan. A pesar de ello, todo lo que podéis esperar está presente, tranquilos (la narración, hoguera mediante, del origen, con la masacre de White Pines de fondo). Personalmente, me parece un enfoque muy interesante: eliminar todo lo superfluo del slasher, todo aquello que normalmente es motivo de chanza por los entendidos cinematográficos, para centrarse en el auténtico protagonista de este tipo de historias: el tipo que lleva el hacha, cuchillo, motosierra, etc. El problema es lo que el film ofrece en sustitución de esos elementos… 


“por mucho que uno entre en la propuesta (yo lo hice… Y mucho), resulta inevitable cierto hartazgo ante el visionado del walking simulator del cine slasher” 


Los primeros instantes de “De Naturaleza Violenta” son poderosos y muy atractivos. El renacimiento, los primeros paseos, el primer asesinato, se benefician de un excelente uso del sonido y de un incomparable marco ambiental: ese bosque verde totalmente diurno. Nash consigue, mediante un ritmo lánguido, crear una especia de atmósfera febril, casi onírica, durante la cual acompañamos a Johnny (¿se puede ser más vago para nombrar a un psycho-killer?) en su ir y venir de venganza sobrenatural. Ahora bien, Nash agota el recurso. El primer paseo es novedoso, atrayente, misterioso. El número 37 no lo es tanto. 

Es indudable que, visualmente, se crean estampas muy impactante, con esos 4:3 que enmarcan al asesino entre kilómetros y kilómetros de bosque. También ofrece maravillas de puesta en escena, como el asesinato del lago, resuelto de una forma tremendamente original (aunque sacrifique el gore…), pero he de reconocer que por mucho que uno entre en la propuesta (yo lo hice… Y mucho), resulta inevitable cierto hartazgo ante el visionado del walking simulator del cine slasher. Si se hubieran añadido un par de adolescentes más, o secundarios diferentes (excelente como se introduce el rol del personaje que ya se ha enfrentado a la amenaza), Nash podría haber eliminado 15 minutos de paseos y aquí no habría pasado nada. 


“Nash ha jugado muy bien sus cartas. Ha sabido vender su película, una producción slasher gore de Shudder, como una propuesta que se proyecta en Sundance y que te recomienda la Rolling Stone”


Comentaba a mis acompañantes que si alguien te pregunta sobre el film, podrías responder paseos y brutalidad. Puede parecer algo simplista, pero es tremendamente válido como resumen. Si los paseos terminan por agotar, la brutalidad y el gore cumplen con creces. Nash demuestra ser más juguetón de lo que parece (toda la secuencia del cortador de troncos) y no tiene problema en mostrar vísceras y más vísceras; pero es totalmente consciente de la necesidad de tener una muerte que quede grabada en la retina del espectador (Art The Clow ha puesto el listón muy alto…), y desde luego, con la “muerte del yoga”, lo consigue. Da igual que todos estemos hablando de ello, y que cuando veas la película te tires todo el rato esperando el momento, te aseguro que el deceso no decepciona y es una auténtica salvajada, entrando en el olimpo de las muertes de slasher más brutales. Aunque personalmente, gana la habitación de pesadilla de “Terrifier 2” (Damien Leone, 2022). 

Nash ha jugado muy bien sus cartas. Ha sabido vender su película, una producción slasher gore de Shudder, como una propuesta que se proyecta en Sundance y que te recomienda la Rolling Stone. En definitiva, se ha vendido como algo indie (en cuestión de respeto, no de presupuesto) algo que llevamos viendo a granel desde los años 80. De hecho, ni la puesta en escena es tan revolucionaria, "Maniac" (William Lustig, 1980) y su remake del 2012 fueron más allá al ser totalmente subjetivas, así que están vendiendo un poquito la sopa de ajo. Lo que sí reconozco a Nash es su capacidad para condensar, en un solo plano, ya sea una cabaña en el bosque o un hacha clavada en un tronco de madera, la esencia pura del slasher de una forma totalmente visual. “De Naturaleza Violenta” es una experiencia totalmente cinematográfica, totalmente basada en la imagen y el sonido. Los diálogos están, pero tanto dan, salvo en ese final en el que Nash se hace un poco el miembro un lío. Es una película que quizás no veas una segunda vez, pero desde luego es una película que no debes perderte.


8 comentarios:

  1. A mi la propuesta me ha gustado mucho, sobretodo porque la fotografia es buena y los paisajes forestales son preciosos, pero como tú dices una vez pasado el encanto de la novedad hay momentos puntuales que el walk simulator puede ponerse un poco pesado y la cosa decae en el tramo final (final que encuentro bastante insatisfactorio por cierto), pero las muertes, sobretodo la ya famosa "muerte del yoga" me parecen tan satisfactorias slasheristicamente hablando (toma palabro) que dan por bueno el visionado de la película de sobras. Gran crítica!

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  2. Acaban de anunciar la secuela....Miedo me da una vez perdido el factor sorpresa.

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  3. Es oler la sangre y no se lo piensan... yo es que leo lo de "walking simulator" y se me mete el pito pa´dentro. Pese a vuestro entusiasmo me genera bastante pereza la película.

    Saludos.

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  4. Digamos que es una película bonita de ver Art0rius. Se agradece esa "naturaleza salvaje", valga la redundancia, y los pasajes plagados de verde poseen una gran fuerza...al comienzo. Luego, y no podía ser de otra forma, el recurso se desinfla, provocando hartazgo. Totalmente de acuerdo, solamente por ver esa muerte, cualquier aficionado al slasher debería darse por satisfecho. A modo de curiosidad, la tercera temporada de Chucky tiene (en su tercer capítulo, quiero recordar) un asesinato totalmente demencial.

    Esa, previsible, secuela me lleva a esperar la peor, ya que si eliminas el factor sorpresa y la condición de rara avis del film...¿qué queda?

    Rector, creo que no hay termino medio con el film...aunque sí creo que es recomendable el visionado, aunque sea para soltar pestes. Aunque si te da pereza de primeras, a la que lleves quince minutos viendo una espaldita andando despacico no te diga na....

    Saludos!

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  5. Hacía tiempo que no me aburría tanto con una película. Cuatro secuencias gore, por muy bien hechas que estén (que lo están), no justifican hora y media de tedio e intrascendencia. Venía sobre aviso, pero ni en mi peor escenario imaginé semejante experiencia. Del nivel actoral del elenco y de la incapacidad del director de rodar una sola secuencia emocionante, ya hablamos otro día.

    Para mí, la antítesis del slasher. Si Jason levantase la cabeza...

    Saludos.

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  6. Rector!

    Aun habiendo entrado en la propuesta, no me veo con arrestos para contradecir tus argumentos; ya que como intenté trasladar en la crítica, ese tipo de reacción me parece totalmente válida, sobre todo si uno es aficionado al slasher...

    Si me puedo poner algo más tiquismiquis con lo de la antítesis. Podríamos decir que el film se encuentra en las antípodas como experiencia, pero sí creo que utiliza (bien o mal es otra cosa...) todos los lugares comunes del género, reduciéndolos a pura imagen y sonido. Evidentemente, si pides al slasher fiesta, diversión y cachondeo, el film de Nash es poco menos que un insulto...

    Saludos!

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  7. Hola, Krueger. "Paseos y brutalidad", el mejor resumen que se puede hacer de "In a violent nature".
    Para mí ha sido una tremenda decepción. Admito mi culpa porque me dejo seducir mucho por el hype y ¡menudas hostias me llevo! Ni veo trailers, ni leo reseñas, intento no ver fotos y mantenerme virgen, pero es imposible escapar al entusiasmo o ensañamiento de las rrss con determinadas películas. Esta ha sido una de ellas y lo que hizo que me plantara a verla con una emoción que no cabía en mí. Los 5 primeros minutos bien, luego el paseo se empezó a hacer muy cansado. Cuando entran en escena las víctimas, mi ánimo empezó a caer en picado. El casting es desastroso y transmiten 0 emoción, 0 empatía, 0 ganas de vivir. La protagonista es terrible y hace que todo parezca de cartón piedra.
    Los efectos especiales y los maquillajes son una auténtica brutalidad. De hecho, es de lo mejor que he visto en mucho tiempo. La muerte que todos tenemos en mente es lo más bestia que uno puede imaginar, pero todo eso no compensa el tedio de las caminatas por el bosque y la nula capacidad para generar tensión (al menos en mi caso).
    Aun así, tengo ganas de ver lo que un poco más de pasta puede hacer en la secuela. Tengo la impresión que puede correr la misma suerte que "Terrifier 2".

    Un abrazo.

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  8. Con decirte que soy incapaz de recordar un solo rostro del reparto Missterror... Pero entronca un poco con lo que comentaba en la crítica, al director le importa bastante poco ese aspecto de la película; ahora bien, presupone que el público también debe comprar (y aceptar) ese enfoque. Yo fui capaz de hacer tal ejercicio, y limitarme a vivir la experiencia de un modo más primitivo, como si viera un documental de la naturaleza (que siempre son aburridos de cojones), en el que me iban colando fantasías de gore con efectos tradicionales.

    Ojalá pase como con Terrifier 2, aunque personalmente tengo en alta estima la primera parte...

    Saludos!

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