1953. Se publica Fahrenheit 451 de Ray Bradbury, una novela distópica cuyo título hace referencia a la temperatura a la que arde el papel de los libros. Existen diversas teorías sobre la interpretación de la novela. Por un lado, aborda la censura, y, por otro lado, pone de relieve la creciente falta de interés en la literatura a medida que la radio y la televisión avanzan. El propio Bradbury fue testigo de la era dorada de la radio en los años 20-30 y de la televisión en los años 40-50. El contexto histórico vivido por Bradbury fue su principal fuente de inspiración. La quema de libros en la Alemania nazi, la gran purga rusa en los años 30 (con antecedentes más antiguos como la Hoguera de las Vanidades en el 1457), y el ascenso del senador McCarthy, la Doctrina Truman o la Guerra fría, fueron sin duda campañas de represión que marcaron a un joven Bradbury que, además, veía como su género literario predilecto, la ciencia ficción, era denostado al no estar presente en las principales bibliotecas de su ciudad.
1966. François Truffaut se basa en la novela de Bradbury para dirigir "Fahrenheit 451", película protagonizada por Oskar Werner, Julie Christie y Cyril Cusack. Bien recibida por la crítica y por el mismísimo Bradbury, que en su momento la elogió, la película ganó el León de Oro en el Festival de Venecia. Truffaut, uno de los fundadores de la Nouvelle Vague, es uno de los mayores iconos de la historia del cine tras dirigir películas como “Los Cuatrocientos Golpes” (1959), “Jules y Jim” (1961), “El Pequeño Salvaje”(1970) o “La Noche Americana” (1973). Con “Fahrenheit 451”, su única película en inglés y su primera película en color, contribuyó al proceso de dignificación que vivió el género de la ciencia ficción en los años 60 con películas como “2001: Una Odisea del Espacio” (Kubrik, 1968) y “Alphaville” (de otro Nouvelle Vague como Jean-Luc Godard, 1965), entre otras.
The Captain: ¿Qué hace usted en su día libre?
Montag: Corto el césped.
The Captain: ¿Y si estuviera prohibido?
Montag: Lo vería crecer.
The Captain: Tú tienes futuro.
“Sin la lucidez, ni los diálogos, ni la filosofía existente en la película de Truffaut, este telefilm no tiene ni carisma ni capacidad de sorpresa”
2018. Ramin Bahrani dirige una nueva adaptación de la novela de Bradbury y, en este caso, podríamos decir que cualquier tiempo pasado fue mejor. Sin la lucidez, ni los diálogos, ni la filosofía existente en la película de Truffaut, este telefilm no tiene ni carisma ni capacidad de sorpresa. Lo peor que le puede pasar a una película como ésta es no tener la chispa necesaria para encender sensaciones. Es una película en la que el fuego es protagonista, pero que nos deja totalmente fríos.
La historia en su esencia es la misma que la del libro, pese a algunas licencias principalmente en su parte final. Montag es un bombero del gobierno encargado de quemar libros bajo las órdenes del capitán Beatty (“burn for America again”), que un día conoce a Clarisse y se empieza a cuestionar si realmente está haciendo lo correcto. Cuando un día roba uno de los libros que debería quemar (Memorias del Subsuelo, de Dostoievski, paradigma mayúsculo del anti-héroe), su mundo se empieza a resquebrajar poco a poco.
La película es una producción de HBO y ha sido curiosamente estrenada en Cannes 2018. Desde el momento de su estreno, no han sido pocas las críticas negativas que ha ido cosechando, destacando principalmente su superficialidad y consecuentemente su poca conexión con el público. Con todo, la primera parte de la película me parece bastante más pasable que la segunda, dado que en la parte final el director intenta rizar el rizo sin conseguirlo, metiendo un nuevo elemento para modernizar la historia.
“Ni siquiera en la parte que la película podría alcanzar un cierto interés, que es en lo referente al dilema moral, enfrentamiento entre el cumplimiento del deber y el bien, consigue transmitir sentimiento alguno”
Su guion previsible y unos diálogos infestados de poca naturalidad, son elementos que no le hacen ningún favor a la película. Tampoco los conocidos actores Michael B. Jordan (actor emergente que se dio a conocer principalmente con las películas de Ryan Coogler, “Fruitvale Station” y “Creed”, y al que hace poco pudimos ver en Black Panther) y Michael Shannon (todo un actor de culto por sus papeles secundarios y su participación en películas independientes, a destacar en su filmografía Take Shelter, Animales Nocturnos y La Forma del Agua), consiguen salir airosos de este proyecto. Completa el reparto Sofía Boutella, actriz argelina que comenzó su carrera como bailarina, que pese a interpretar un personaje tan relevante como Clarisse, su actuación tampoco consigue destacar lo más mínimo (en mi opinión falta algo fundamental: la química entre su personaje y Montag).
Quizá la sociedad actual ya no tiene la paciencia necesaria para este tipo de revisiones tan inocuas y tan poco afiladas. Puede que ya no seamos tan inocentes en muchos aspectos (o quizá sí, y nos están manipulando constantemente a través de múltiples aplicativos y dispositivos). De todas formas, pese a la utilización de pantallas emitiendo las quemas en streaming o el OMNIS del que hablaré al final (novedad introducida por Bahrani), creo que la película no logra explotar esta nueva era en la que vivimos protagonizada por los libros digitales, Iphones, tablets, Kindles y diferentes formatos (.epub y .mobi). Efectivamente el futuro nos distancia, tal y como Bradbury predijo, de la literatura impresa y de la singularidad de lo hecho a mano, siendo este tipo de predicciones futuras las que otorgaron al libro un lugar perdurable, al igual que sucedió con las obras Huxley y Orwell, "Brave New World" y "1984", respectivamente.
Ni siquiera en la parte que la película podría alcanzar un cierto interés, que es en lo referente al dilema moral, enfrentamiento entre el cumplimiento del deber y el bien, consigue transmitir sentimiento alguno más allá de lo anodino, y es que la película nunca consigue generar empatía alguna con el espectador. Tampoco los lugares y escenarios de la película, de los que cabría esperar un buen diseño amparado por una buena producción, consiguen destacar. Resultan vacíos, transmitiendo la sensación de una atmósfera tenue, casi inexistente.
“Al final tan solo algunas pinceladas de la película, como ver a las personas que se mimetizan con los libros aprendiéndolos de memoria o ver como son reseteadas por el gobierno al ser descubiertas”
Al final tan solo algunas pinceladas de la película, como ver a las personas que se mimetizan con los libros aprendiéndolos de memoria o ver como son reseteadas por el gobierno al ser descubiertas, será lo poco que recordemos de ella. Mención aparte merece ese final en el que el misterioso OMNIS adquiere protagonismo de una forma bastante imprevista y apresurada, reivindicándose como el símbolo de una nueva esperanza en la que el camino es el acceso a la literatura (o a la cultura en general).
Con todo lo negativo que he dicho hasta ahora de la película, debo decir que creo que Bahrani tuvo la mejor de las intenciones a la hora de llevar a cabo esta nueva adaptación. Sin duda creyó firmemente que este momento actual de claro protagonismo digital y de las redes sociales podría ser un escenario motivador para revisar esta historia. El otro día leí un artículo del director en el que decía que ahora leer un libro es un acto subversivo, aunque solo sea por su capacidad de no ser rastreado, con lo que estoy totalmente de acuerdo siendo que actualmente estamos viviendo un constante bombardeo de información tendenciosa no elegida por nosotros.
Lo mejor: Poco o nada salvaría de la quema en esta película. Si algún día queman todas las copias de este telefilm no nos estaremos perdiendo gran cosa.
Lo peor: El poco punch y el tratamiento superfluo que la película hace de un argumento tan interesante como el propuesto por Bradbury: los gobiernos dictatoriales se ven amenazados por el libre pensamiento difundido por la cultura.
Leí la novela hace años y me compré la película de Truffaut, también he visto como Michael Moore se aprovechaba de la obra de Bradbury para su documental Farenheit 9/11 (La temperatura a la que se quema la libertad) y de he reconocer que esta nueva versión no consigue llamar mi atención y mas tras leer tu crítica, Ronette. Seguro que me ocurre como al gato, la curiosidad mató al gato y acabaré viéndola pero uff...
ResponderEliminarDe todas formas recuerdo que la cinta de Truffaut creo que al menos esteticamente ha envejecido mal, en lo que al mensaje por desgracia no hay nada que decir, cada vez está mas de actualidad, pero recuerdo que aunque Oskar Werner y Julie Christie están increibles (Lo de la Christie en esta película es de otro mundo), Truffaut hizo ciertos cambios con respecto a la novela, pequeños detalles (La relación entre los protagonistas es mucho menos fría que en la novela, leer un comic sin dialogos no lo recuerdo de la novela y creo que rompe un poco el mensaje) que al menos a mi me dejaron una sensación un tanto extraña. Con todo la adaptación de Truffaut es una de esas obras que creo que son de obligatoria visión
Un Saludo!
Donnie
Película ya contada y punto de vista renovado y nada interesante. La historia nos explica como unos bomberos se dedican a quemar literatura para evitar que la gente sea feliz a través de la fantasía o ilusión. Sin la fantasía a los pobres nos queda bien poco, aunque es cierto que a pesar de ella cada tenemos menos imaginación y tiramos precisamente más de libros, cine y TV. Con lo que se divertían nuestros antepasados sentados alrededor de algo hablando y hablando.
ResponderEliminarDonnie, esa estética de finales de los 60 y años 70 envejeció bastante mal y en muchos casos quedó muy desfasada. A mí particularmente me gusta porque me trae el recuerdo de películas emblemáticas, lo cual es muy subjetivo. Sobre esta nueva adaptación no te pierdes nada.
ResponderEliminarJesús, como bien dices esta película ya nos la contaron antes y las novedades que introduce no traen nada interesante.
Un abrazo a los dos