Levantamos monumentos con honores y colgamos medallas en el pecho con la misma facilidad con la que los derribamos hasta los cimientos y las arrancamos de cuajo llevándonoslo todo por delante, la piel, la carne e incluso los huesos si fuese necesario. La historia de Alexandre Aja es la historia de un amor de verano, intenso, hermoso, inolvidable... pero también breve. Hubo un tiempo en el que el género, perdido y falto de referentes, encontró en la figura del cineasta galo a ese guía, a ese elegido que nos guiaría de nuevo hacia la gloria de antaño y que levantaría un género de terror en horas bajas. Lo hizo, sí, y no cabe duda de que Aja es uno de los grandes responsables de que hoy, el terror y el fantástico tenga mejor salud que nunca, esté en lo más alto. Por todo ello, me sabe tan mal hablar de una película como “Crawl” (“Infierno Bajo el Agua”, 2019).
“Crawl es una película impropia de un cineasta del calibre de Aja pese a venir de donde viene”
Aja, quien tantas veces rompiera el molde, quien fuera capaz de reinventar el survival con “Haute Tension” (2003), incluso de germinar una nueva corriente de cine de terror francés que terminaría por agitarlo todo y a todos y que incluso llegó a darle sentido al sinsentido, al propio concepto en sí del remake con “Las Colinas Tienen Ojos” (“The Hills Have Eyes, 2006) fue incapaz de asimilar tanta gloria en vena y la fama, el éxito y la propia calidad extrema de sus obras, se esculpieron de forma pesadillesca en dos largos brazos putrefactos apuntalados en la tierra con enormes manos de largos y huesudos dedos que lo agarraron de la cara con fuerza y lo arrastraron hacia las profundidades en un viaje sin retorno hacia ninguna parte que a día de hoy aun no ha llegado a su fin.
“Crawl” es una película impropia de un cineasta del calibre de Aja pese a venir de donde viene. Es cierto, superar, o mejor dicho, hacerlo peor que en su anterior “La Resurrección de Louis Drax” (2016) era una empresa harto complicada y desde luego no ha sido el caso. Gracias. En realidad, “Crawl” es una monster movie entretenida que, igual, viniendo de otro y aferrándonos a según que pasajes de nuestro evangelio, hasta sería motivo de aplauso. No de alguien con la mochila del francés. Luego además, con otro ilustre como Sam Raimi abanderando el proyecto. Aja, Raimi... ¿Para qué? ¿Para esto? ¿En serio? ¿De verdad hacia falta tanto cromo para hacer una película como esta? Y desde luego, prefiero ni saber de quien de los dos fue la genial idea de reclutar para escribir el guion a los hermanos Rasmussen, quienes para quien no los tenga fichados, decirle que fueron aquellos cachondos que escribieron esa inocentada de mal gusto que le gastaron al bueno de John Carpenter con “Encerrada” (“The Ward”, 2010), para más inri, parece ser, su obra póstuma en términos cinematográficos.
“con unos valores de producción menores, estaríamos perfectamente ante una producción de The Asylum”
A ver como lo digo para que suene muy mal... con unos valores de producción menores, estaríamos perfectamente ante una producción de The Asylum o cualquiera de esas basuras telefilmeras que produce el canal SyFy. La estructura y el fondo es exactamente el mismo. La diferencia, como digo, reside en un apartado técnico notable, destacando sobretodo la gran ambientación conseguida en lo que refiere a las inclemencias climatológicas. Es indiscutible que por ahí, la película te agarra bien un testículo. El otro, queda a merced de un Aja que pese a todo, no se le ha olvidado esto de dirigir y no cabe duda de que sabe sacar gran partido de los limitados interiores en los que se desarrolla buena parte de la acción, haciendo del funambulismo escénico un bonito truco de salón con el que da gusto dejarse engatusar.
Y por otro lado tenemos a una Kaya Scodelario que da la sensación de que se cree de corazón toda la comedia y eso es algo que se transmite o contagia al espectador. La actriz es no solo el catalizador de los momentos más tensos de la propuesta (que no son ni mucho menos tantos ni tan intensos como se han venido diciendo en los altavoces homologados de la comunidad), también el termómetro que dicta cuales son los pasajes de mejor salud del filme, separando la carne del pescado o más apropiadamente aun, la chicha de la paja. Y es que si de algo va sobrada esta “Crawl” es de eso, de paja, siendo su directo arranque un engañabobos de cuidado si tenemos en cuenta la bomba de hidratos, la mayoría de ellos azúcares añadidos que nos tienen preparados los guionistas alargando metraje a conveniencia para que al amigo Aja le salgan los números.
Las dosis nocivas de azúcar vienen dadas por la nauseabunda historia de fondo, tan yankee ella, sobre la superación personal y los valores familiares, en este caso, las relaciones paterno-filiales. Todo un desfile de diálogos bochornosos a base de sentimientos desatados y revelaciones de sangre que ponen los pelos de punta. De acuerdo que esto es serie B y aquí no hemos venido a que nos cuenten nada interesante, ni siquiera coherente. Pero que se nos bombardee con este tipo de mierdas sensibleras, cursis y sobretodo contraproducentes si lo que se pretendía con ello era otorgarle a un filme tan ligero y simplón algo de fondo de armario “serio” en lo que sostener el endeble castillo de naipes. En lo personal y durante semejantes sesiones de extrema sinceridad he deseado con fuerza que apareciera el caimán de marras y se llevase a ambos protagonistas de un bocado.
“Aja, maquilla un telefilme por definición a base de un incuestionable buen pulso tras la cámara y un endiablado dominio del entorno”
Pero lo mejor está por llegar y he preferido dejarlo para el final. Debatía justamente ayer con Sergio, buen amigo de esta web, sobre el peso específico que tienen los efectos especiales en determinado tipo de cine de terror de hoy en día y el daño que ha hecho el (ab)uso del CGI dentro del género. “Crawl” es un ejemplo más de lo poco recomendable de este tipo de técnica en un filme que lo que pretende es generar tensión y hacerlo además en base a dichos efectos especiales, porque aquí no hay nada más allá, no hay un guion sobre el cual forjar ningún tipo de arma punzante con la que acariciar la yugular del espectador. Todo el peso de la función recae en los monstruos, en los caimanes y ahí, es donde aparece lo peor de la película.
Las “lagartijas” (como se refiere a los caimanes el padrísimo en un pasaje del filme) sacadas del disco duro de turno, hacen, una vez más, que uno se plantee si tanto cuesta coger unos trozos de corcho, algo de látex, sumergirlo en el agua, jugar un poco con las sombras y dejar que el espectador se atemorice (o se descojone, da igual) con algo tangible y no tener que lidiar con un puñado de bites que tan solo transmiten vergüenza ajena cuando los saca de paseo y uno ve con la "naturalidad" que se menean, siendo por desgracia sus mejores momentos aquellos en los que tan solo se les intuye. Joder, que “Boar” (Chris Sun, 2016) no tenía la menor trascendencia, pero solo por ver en acción a ese jabalí hecho a mano ya merecía la pena. Incomprensible que una película financiada por un tipo como Sam Raimi, a quien precisamente le han hecho grande, entre otras cosas, la artesanía de los FX tradicionales, sea participe de esta infame prostitución del patrimonio, de la esencia misma del género de terror.
En definitiva, “Crawl” dista mucho de ser el glorioso retorno al género de un Alexandre Aja que ni está ni se le espera. Con el cineasta galo, toca recuperar los grandes recuerdos que nos ha dejado su cine en un pasado ya demasiado lejano y apretar el culo con cada nueva película que se saca de esa chistera sucia y arrugada de mago en decadencia. Aja, maquilla un telefilme por definición a base de un incuestionable buen pulso tras la cámara y un endiablado dominio del entorno. Se ayuda de una pasional Kaya Scodelario de impecable pedicure, añade algo de gore para venderle la moto a sus acólitos más convencidos, juega la universal baza de meter a un adorable chucho en la ecuación por aquello de darle dramatismo al asunto y se sobra para engatusar a otros tantos con algunas secuencias submarinas de suma belleza que perfectamente podría haber incluido el propio Dario Argento en aquel precioso sinsentido titulado “Inferno” (1980). No obstante, no engañará a todos, y no todos podrán digerir ese encarnizado litigio que mantienen a lo largo de toda la película el libreto y los efectos especiales para ver quien de los dos se queda con la custodia del despropósito. Vamos, susto o muerte.
Lo mejor: Kaya Scodelario, su ambientación y el gran partido que Aja sabe sacarle al limitado escenario.
Lo peor: El guion, los efectos especiales y lo desaprovechado que está a efectos prácticos el elemento climatológico.
Estimado Sr.Rector,
ResponderEliminarNo puedo decir que tenga razón en todo lo que dice y no puedo discutir nada del buen artículo escrito; pero me lo pasé tan bien, con una película de 82 minutos, que va a lo que va y tiene el pulso suficiente para atraparme, que me dejé llevar por los cocodrilos y me limité a esperar, lo que esperaba...una película de cocodrilos, que par Ami gusto es más resultona que su estrafalario remake de "Piranha" (2010). Pero bueno tampoco se podía pedir mucho, y me pareció más grata la sorpresa. De todos modos, decir que Ajà, ya está más que vendido a la industria.....y después de Alta Tensión (2003) y Las colinas tienen ojos (2006), espero bastante poquito de ese director. Pero mire, después de ver "Crawl" uno hace búsqueda en la videoteca y recupera ciertas pelis de cocodrilos para pasarlo de lo lindo, así que...yo si que le subo una estrella y le pongo un 6 ;). Muchos abrazos y disfrutad en Sitges.
Romasanta, no, si entretenida es y como eso, como película de cocodrilos, es tan válida como cualquiera de las tropecientas que corren por ahí. El "pero" gordo que yo le veo es que la firma quien la firma, por más horas bajas en las que esté. Pero no contento con ello, con meterse en una película de este tipo, mete la pata hasta el fondo en lo básico, que en estos casos yo entiendo, que es el diseño de los caimanes. A The Asylum no le voy a pedir que se curre unos monstruos dignos porque ni han buscado nunca la dignidad en su cine, ni seguramente disponen de los medios para hacerlos. A una producción de este calibre, producida por Raimi y dirigida por Aja, sí. Yo le doy el aprobado por eso mismo que comentas, porque es cierto que resulta entretenida (en mi caso, ya lo de la tensión me suena demasiado lujoso), pero muy poquito más.
ResponderEliminarYo en lo personal me quedo mil veces con "Piranha 3d" antes que con esta, al menos aquella se toma a guasa a sí misma y no intenta pasar por lo que no es, además de ofrecer todo ese festín de gore que tan bien le hubiera venido a "Crawl" y que igual, hubiera disimulado algo el "deslumbrante" aspecto de esos reptiles photoshopianos.
Un 6? Venga, no vamos a discutir por una estrellita ;) Un placer leerle, como siempre.
Saludos.
Yo disfruté como un condenado con este film...........muy bien dirigido y con tensión. Que más le pide uno a estas cosas?..........un 7
ResponderEliminarUn saludo
Creo que has explicado muy bien el por qué de esta nota: Alexandre Aja. Como comentas, una película como "Crawl" sería una buena carta de presentación para un director novel, una segunda película de alguien que ha tenido un debut tímido, etc, pero para alguien que demostró tener talento y que fue fetiche durante años, no. Creo que una de sus pirañas le pegó un bocado en algún sitio complicado y desde entonces, pues no ha levantado cabeza. Horns me gustó, pero se quedaba lejos de las expectativas. "The 9th life of Louis Drax" me pareció una película indigna de este director, un patinazo brutal y con "Crawl" no está para tirar cohetes precisamente. Y ojo, ninguno pensamos que es una maña película, pero sí que creo que es una película hecha sin demasiada implicación. Tiene momentos acertados de tensión, claro que sí, faltaría más en una película de suspense, pero hay un problema gordo, más incluso que el bochorno de la lección de superación de la depredadora: los caimanes. Aja no puede hacer una película de caimanes con unos caimanes con un CGI tan chungo. Raimi no debería permitirlo tampoco. En serio, es una película de caimanes al acecho y ataque avalados por pesos pesados y había momentos de máxima tensión y acción donde me daba un poco de vergüencita ajena el movimiento del caimán superpuesto en la pantalla.
ResponderEliminarEsto no es una doble vara de medir, es pedirle a alguien con talento que lo desarrolle como sabemos que lo puede hacer. No vale conformarse.
Ni Aja puede debería conformarse con firmar "Crawl", al igual que Rob Zombie no debería haberlo hecho cuando parió "31".
Saludos.
Victor, a una Monster movie de 13.500.000 dólares de presupuesto, le pido al menos, que los monstruos estén bien hechos. No es el caso. Sobre la tensión, tiene sus destellos, pero también depende de donde pongamos la vara de medir. Si es con otras "películas" de cocodrilos, te lo puedo comprar. Si es con otros filmes de Aja, ni en sueños.
ResponderEliminarY creo que ese 7 es la nota más alta que te he leído. Ya tienes tu peli del año :)
Missterror, veo que hemos compartido sufrimiento viendo a Aja en según que registros que años atrás, hubieran sido impensables. Quien nos iba a decir que el tipo de 2haute Tension" y de uno de los remakes más grandes que se han rodado, terminaría viéndose enrolado en semejante guisa. De entrada, me sorprendió mucho que el galo se metiera en una cosa de estas, que no le pegan para nada. Pero lo que más me llama aun, es lo de Raimi… mi no entender. Que el tío hacía mejores efectos especiales hace casi treinta años con cuatro duros... bueno, quedemos con que la peli entretiene y viendo el vaso medio lleno, es incuestionable que mejora su anterior obra, jeje.
Sobre Zombie, démosle aun un poco de crédito y esperemos que lo de "31" solo sea un bache en su notable carrera. Que a Aja ya le hemos perdonado unas cuantas ;)
Saludos.
La verdad que se echa en falta al talento de STAN WINSTON que en "LAKE PLACID" (1999) pudo dar algo de dignidad a la película de Steve Miner, que tenía un presupuesto de casi 35 millones $ o "ROGUE" de McLEan costó unos 26 millones de dólares australianos; por lo que entiendo que sí, hay que hacer bien las cosas porque lo que más interesa son los caimanes o cocodrilos. De todos modos, ya más allá de presupuestos, hay cosas que se podrían hacer mejor, momentos de trasfondo psicológico cuando hablan los personajes que no llega a ningún lado o el CGI, que en ocasiones, se nota que el dinero está en el escenario y llenarlo con agua por todos lados.
ResponderEliminarPor otro lado, el film de Zombie no lo he visto, pero diferencio totalmente a estos dos directores, ya que Zombie me parece un buen cineasta con un gusto y estilo tan particulares, que me fascina! Ajà fue un cometa, empezó con potencia pero ha ido perdiendo fuelle con el tiempo.
Sr.Santa, si está claro, si al final no es ni siquiera un tema de presupuesto, es de ponerle ganas. Por eso me parece tan decepcionante que una película como esta, mucho mejor rodada e incisiva que las que menciona, vuelva a pecar de lo mismo, cuando todos sabemos que el cine de terror nos ha dado grandes momentos, grandes monstruos, con muy poquito cash mediante... que cierta película de un tal Spielberg, es título de cabecera y posiblemente la mejor Monster movie de la historia, con algo menos de diez quilitos de dólares y con los Sprectrum de cassette que aun tardarían a llegar a nuestros hogares, ni te digo a los estudios de Hollywood.
ResponderEliminarSobre Zombie y Aja, ambos han dejado grandes joyas, aunque yo siempre creí que Aja tendría bastante más recorrido que Rob y bueno, ahora mismo casi que apuesto por el empate técnico... veremos que sale de "3 from Hell" ;)
Saludos.
Aja no es el aja de alta tensión o de piranha 3D, con todo y siendo Crawl una cinta de claro corte comercial, yo me lo pasé genial y justo cuando la formula me empezaba a cansar, la pelicpel se acabó.
ResponderEliminarEs cierto que el guion hace aguas (ejem) por todas partes, aunque eso es algo que en una película como está no hay que tener en cuenta.. no sé.. solo espero que salga en dvd y poder hacer una sesión doble con Operacion Huracan... :-D
Un saludo!?
Donnie
A mí me parece una película entretenida, bastante acorde con las expectativas que tenía antes de verla. Tiene incluso alguna escena que me gustó bastante.
ResponderEliminarLo que no voy a negar es que a la película le falta personalidad.
Pero bueno, a estas alturas tampoco me esperaba nada, creo que hay que desmitificar ya a Aja, es lo que hay...
Pues después de ver "3 from hell", casi que me quedo con "Crawl"... qué decepción, otra oportunidad perdida.
ResponderEliminarLa verdad desconozco mucho el trayecto del director de esta película, pero si que me entretuvo mucho esta pelicula y eso que a mi casi no me gustan las peliculas de animales asesinos(cocodrilos,tiburones,pirañas, etc.) pues no hay mucho que te pueden ofrecer, solo entretenimiento sin ton ni son y es lo que logro esta película entretenerme bastante, me parece de 6 esta película cumple con lo que este tipos de películas puede hacer.
ResponderEliminarPor cierto tienen pensado hacer critica de "IN THE TALL GRASS (2019)" de netflix? la verdad no eh encontrado gran cosa de la peli y hay algo que no me anima a verla pero queria ver si encontraba una critica de esa peli aqui a ver si se me da el empujoncito a verla o definitivamente para no verla jeje
Donnie, si la fórmula te empezaba a cansar con escasos 80 minutos, no se yo si dice mucho en su favor, jeje.
ResponderEliminarRonette, desde luego, si la tónica de su filmografía va a ser esta, mucho me temo que sí.
Y si te quedas con "Crawl", miedito me da la de Zombie…
Wolf, pues si desconoces sus primeras películas, ya estás tardando a ir a por ellas. De lo mejorcito del género en los últimos veinte años.
Y sí, en breve estaremos hablando sobre "In The Tall Grass" dentro del marco de la cobertura del festival de Sitges.
Saludos.
Me gustó mucho más que "A 47 metros". La vi en pleno confinamiento y fue como un chute de adrenalina (las tormentas me dan la vida hasta en el cine).
ResponderEliminarSaludos.
Guadaña, yo es que de adrenalina, la veo justita, supongo que el diseño de los bichos tiene bastante que ver. "A 47 Metros", me pareció mucho más intensa y sus tiburones, mucho más creíbles.
ResponderEliminarSaludos.