Crítica: MaXXXine

KRUEGER NOS HABLA SOBRE EL CIERRE DE LA TRILOGÍA DIRIGIDA POR TI WEST Y PROTAGONIZADA POR MIA GOTH

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Con “MaXXXine” (MaXXXine, Ti West, 2024) mi adorado Ti West ha ido sobre seguro. Realizar una reivindicación cultural de los 80 (¿Cuántas van…?) implica menos riesgo que el particular homenaje al slasher setentero, plagado de sexo y senectud, que fue “X” (X, Ti West, 2022) y al horror en technicolor que representa la maravillosa “Pearl” (Ti West, 2022). El director era consciente de que todos estábamos cuál palmeros, y mientras que la segunda parte fue una sorpresa, el público esperaba con ansia el cierre de la trilogía. ¿Supone “MaXXXine” una decepción? En absoluto, aunque ligeramente… ¿Es la mejor película de la trilogía? Personalmente, opino que no (ese mérito sigue recayendo en la primera entrega), aunque es cierto que la he disfrutado como un cochino en un charco. 

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“el reparto se encuentra plagado de grandes intérpretes totalmente desaprovechados, siendo muchos de ellos un cameo ligeramente extendido” 

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Tampoco le viene bien al film los abundantes paralelismos con esa obra maestra que es “Érase una vez en... Hollywood” (“Once Upon a Time in... Hollywood”, Quentin Tarantino, 2019 ). Mientras que el film de Tarantino se bañaba en el romanticismo y en el aura mítica de las grandes estrellas de Hollywood (aunque estuvieran en horas bajas…), “MaXXXine” pretende realizar un ejercicio similar, pero cambiando el cine bélico y el western (dos géneros clásicos) por el terror de videoclub que nunca olvida la existencia de los pasillos, de suelos pringosos, del cine porno. Ambas propuestas comparten bastantes elementos (la introducción de asesinatos reales en la trama, ser películas que hablan sobre hacer películas, abundantes escenas en platos, cameos metacinematográficos, ya sean Bruce Lee o cierto motel asesino, la recreación fidedigna de una época concreta, cierto aire desmitificador…), pero desafortunadamente West no es Tarantino: solamente hace falta comparar el clímax de ambas películas.

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“una estupenda cinta de terror, que hunde sus garras en la filmografía de Fulci y De Palma, para ofrecer un sentido homenaje al cine de terror barato y sinvergonzado” 

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Para ir cerrando los aspectos negativos, el reparto se encuentra plagado de grandes intérpretes totalmente desaprovechados, siendo muchos de ellos un cameo ligeramente extendido. Es una lástima no poder disfrutar más de Lily Collins o de Giancarlo Esposito (con ese horrendo pelete a lo Little Richard), pero aquí todo gira en torno a Mia Goth. También es un poquito de arresto domiciliario la torpeza que muestra West a la hora de filmar un tiroteo y reconozco que el cierre (de la historia, no del film) me ha dejado algo frío. 

Leído lo anterior, parece que mi valoración del film es negativa, pero todo lo contrario; “MaXXXine” es una estupenda cinta de terror, que hunde sus garras en la filmografía de Fulci y De Palma, para ofrecer un sentido homenaje al cine de terror barato y sinvergonzado. Es cierto que existe cierta saturación de sintetizadores y neones en el cine de unos años hasta aquí, pero servidor es lo que más disfruta, así que nunca me veo harto. Dame una buena escena nocturna, iluminada en tonos rojos agresivos, mientras atruena un sinte ochentero, que ahí me tendrás practicando el onanismo fílmico. En ese sentido, el diseño de producción del film es simplemente exquisito: la recreación de la época es maravillosa y el film se luce en vestuario y decorados. A modo personal, tengo que rendirme a una película que incluye en su banda sonora a los Judas Priest, incorporando imágenes del juicio contra el heavy metal por parte de los censores, intervención de Dee Snider mediante. 

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“da por finiquitada la trilogía de forma más que digna. Creo que ni West podía imaginarse que el proyecto fuera a llegar a buen puerto, pero los aficionados le hemos dado la razón” 

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Tampoco decepciona West con el gore (lo opuesto me habría ofendido), incluyendo salpiconazos de sangre por aquí y por allá, al mismo tiempo que rinde homenaje a las formas homicidas del giallo (la secuencia del videoclub) y guiña un ojo al “Destripador de Nueva York” (“Lo squartatore di New York”, Lucio Fulci, 1982), en la escena de las cabinas. Incluso aparece el West más salvaje, con ese plano del pisotón que pocos directores mostrarían en pantalla grande... a no ser que te apellides Lanthimos y puedas hacer lo que quieras. 

“MaXXXine” da por finiquitada la trilogía de forma más que digna. Creo que ni West podía imaginarse que el proyecto fuera a llegar a buen puerto, pero los aficionados le hemos dado la razón, aunque las tramas se conectan y se cierran de forma algo apresurada; de hecho, en una época plagada de metrajes alargados hasta la extenuación, al film no le hubiera ido nada mal media hora más de duración. Sea como sea, el film continúa su discurso sobre el sexo, la lujuria, la represión, los mecanismos de poder y la fama, añadiendo, en este caso, agradecidas gotas de satanic panic a la receta. Quiero cerrar la reseña, además de recomendando la película, comentando la obsesión mitificadora que West ha desarrollado con Mia Goth, hasta el punto de que la película es, directamente, la intérprete (solamente hay que ver el comienzo de la película). La actriz brillaba más en “Pearl”, pero sería una desfachatez quitar mérito a su papel en el cierre de la historia. Personalmente, y no por ir de interesante, quien roba la película es Elizabeth Debicki, con una serie de diálogos simplemente maravillosos. No nos pongamos cenizos y disfrutemos de una prácticamente improvisada (que no me vendan la moto…) trilogía que nos ha dado grandes momentos a los aficionados al género. Maxine y Pearl ya son parte de la historia del terror.