No podía faltar en el festival de Sitges de este año, la antología de terror de rigor. La cinta elegida en esta ocasión ha sido “Nightmare Cinema” (sin olvidarnos tampoco de “Ghost Stories”), presentada con gran simpatía y cercanía, como siempre, por un ilustre de la talla de Mick Garris. El gran reclamo de esta nueva colección de relatos de terror reside en su impresionante alineación de estrellas del género de hoy y de ayer. Cineastas tan clásicos como el propio Garris o Joe Dante, se combinan con directores más contemporáneos como David Slade, Alejandro Brugués y Ryûhei Kitamura. Añadamos a la mezcla un par de nombres ilustres en el plano actoral, como son los de Mickey Rourke o Richard Chamberlain y ya tenemos el cebo puesto y la caña preparada. Ahora solo falta que piquen.
“flaco favor el que le hace al desvirgue del conjunto Alejandro Brugués con un corto tan trepidante y divertido como The Thing in the Woods”
Si bien las décadas de los setenta y ochenta están repletas de grandes antologías de terror, la realidad actual de este subgénero es bien distinta y por norma general, rara vez suelen destacar por su calidad. Además, este tipo de producciones llevan el handicap de serie de tener que lidiar con una irremediable irregularidad entre las diferentes historias que las componen y lejos, muy lejos quedan ya, propuestas tan compactas como fueran en su momento “Creepshow 2” (Michael Gornik, 1987), “En Los Límites de la Realidad” (“Twilight Zone: The Movie”, 1983) o “Los Ojos del Gato” (“Cat´s Eye”, Lewis Teague, 1985).
“Nightmare Cinema” por desgracia, no se libra de este mal endémico y se presenta como una colección irregular, aunque es cierto que ofreciendo siempre un mínimo de calidad incluso en sus horas más bajas, algo que minimiza en parte, la poca gracia con la que se presentan las distintas historias pese a la presencia de un ilustre como Mickey Rourke en el habitual “nexo” utilizado en este tipo de producciones corriendo a cargo de Mick Garris en la dirección o el poco tino a la hora de seleccionar el orden de estas, colocando las mejores primero y de ahí, en orden descendente. Y es que “flaco favor” el que le hace al desvirgue del conjunto Alejandro Brugués con un corto tan trepidante y divertido como “The Thing in the Woods”. El cineasta cubano-argentino al que tuvimos oportunidad de entrevistar en su momento con motivo del estreno de su divertida “Juan de los Muertos” (2011), firma de largo el mejor segmento de la colección en un frenético, violento y delirante homenaje al cine de terror de los ochenta, tanto al slasher como a la ciencia ficción, haciendo del cliché un arte y con mucho gore, mucho humor negro e incluso, una imaginativa vuelta de tuerca final a modo de broche de oro.
“Mirari aguanta bien el ritmo, engancha, y nos evoca a épocas mejores, tropezando tan solo en su caricaturesco desenlace”
“Mirari” es el título escogido por un ilustre venido a menos como Joe Dante. Perdido en el mundo de la televisión, su dos últimos trabajos en el género, “Enterrando a la Ex” (“Burying the Ex”, 2014) y “Miedos 3D” (“The Hole”, 2009) se contaron por sendas sonadas decepciones. Dante no obstante, firma aaquí un trabajo interesante, un relato de vieja escuela muy al estilo de “Historias de la Cripta” sobre las miserias de la estética. Un corto previsible, pero repleto de suspense y muy buenas atmósferas que cuenta además con la presencia de un cirujano de lujo como Richard Chamberlain. “Mirari” aguanta bien el ritmo, engancha, y nos evoca a épocas mejores, tropezando tan solo en su caricaturesco desenlace, muy lejos del nivel y sobretodo, del tono, exhibido a este ese momento.
Ryûhei Kitamura es uno de los actuales pesos pesados del género. El director de “Midnight Meat Train” (2008) quien recientemente nos conquistó con “Downrange” (2017), se atreve aquí con una historia de posesiones titulada “Mashit”, a medio camino entre el horror y la comedia y una estética cercana al terror italiano (imposible no acordarse del “Demons” de Lamberto Bava) que tiene en sus excesos, en lo políticamente incorrecto de sus gags y en la espectacular banda sonora, sus tres mejores virtudes. En lo negativo, no haberse decantado por un material más serio si tenemos en cuenta el gran potencial tanto de la historia como del escenario. Un demonio que posee a niños y los lleva al suicidio, un siniestro orfanato cristiano y un sacerdote vicioso, daban para algo más que la burra broma en la que se termina convirtiendo.
“Nightmare Cinema es una antología más que llega para verse, disfrutarse (unas historias más que otras) y olvidarse”
“This Way to Egress” es la aportación de David Slade. El irregular director, capaz de grandes éxitos como “Hard Candy” (2005) y sonados fiascos como “30 Días de Oscuridad” (2007) y que ya apuntó muy buenas maneras en la última temporada de “Black Mirrior”, la serie de Netflix, nos ofrece un corto opresivo e inquietante en clave Lynch que destaca sobremanera por su espectacular fotografía en blanco y negro y algunos efectos especiales realmente espeluznantes. El viaje a la locura (o no) de una madre, que ve como su universo se derrumba. Brillante a nivel visual, “This Way to Egress” se torna confuso y repleto de diálogos ostentosos que alejan al espectador de la historia, haciéndose bastante aburrido pese a su corta duración. Al final, a uno se le queda la típica cara de lelo perdido, con la que tanto debe fantasear el onanista Lynch.
Mick Garris, director de cintas como “Critters 2” (1988) o “Sonámbulos” (1992), consumado guionista y creador de la ya mítica serie para televisión “Masters of Horror” (maravillosa por cierto su “Valerie on the Stairs”), cierra esta antología con el que sin duda es la más floja de todas las historias: “Dead”. Aún con la mente follada después de la ida de olla de Slade, Garris nos propone un relato muy de su gusto y que bien podría haber sido incluido en otra de las grandes antologías por antonomasia del fantástico de la cual Garris, también fue partícipe, como fue la genial “Cuentos Asombrosos” (“Amazing Stories”), aunque no precisamente entre las más destacadas. “Dead” es una propuesta excesivamente típica que mama en exceso de “El Sexto Sentido” (“The Sixth Sense”, M. Night Shyamalan, 1999) para retrotraernos al terror de los noventa. Previsble e incluso algo ñoña, se deja ver, pero muy lejos queda ya en todos los sentidos de la espectacular abertura de Brugués.
“Nightmare Cinema” es una antología más que llega para verse, disfrutarse (unas historias más que otras) y olvidarse. Mucho ha llovido desde la época dorada del formato y no parece que esta nueva intentona, vaya a significar un punto de inflexión en esta clara tendencia a la baja del mismo. Es cierto que a niveles generales, está por encima de la media de lo que nos solemos encontrar habitualmente, pero de gente como Garris o Kitamura, uno esperaba un poquito más.
Lo mejor: The Thing in the Woods.
Lo peor: Dead.
Creo que es la vez que más de acuerdo estoy en todo contigo, Rector. Esto sí que es una alineación de planetas porque son cinco segmentos y cinco posibilidades de tener opiniones distintas, pero no. De todos las historias que se nos proponen opino lo mismo.
ResponderEliminarLa elección en el orden de los segmentos es un gran fallo porque meter el corto que más calidad tiene (con mucha diferencia además) pesa mucho para el resto. Lo normal, como sabemos es que la heterogeneidad complique el buen resultado. Las antologías suelen ser montañas rusas y "Creepshow" no parece que vaya a volver, pero es que " The Thing in the woods" es tan divertida y descomunal en todos los sentidos, que a su lado, hasta "Mashit", que es la segunda mejor, se queda en un quiero y no puedo. Brugués se marca un segmento muy muy top. Kitamura no termina de explotar los elementos que tiene y se queda en simpática burrada, como comentas. La historia de Slade no se entiende y aunque es bonita, es insulsa y Dante y Garris no aportan nada que haga que quieras ver de nuevo sus historias. La de Brugués la vería un montón de veces más y creo que en todas disfrutaría de lo lindo.
¿Y el personaje de Rourke? busca desaprovechado en el diccionario...
Saludos.
Missterror, nuestro único punto de discrepancia vendría en el orden de una historia, ya que yo pongo por delante a "Mirari" por encima de "Mashit". Con otro desenlace, me hubiera parecido una historia redonda. La de Kitamura me gustó, pero ya es un tema más de concepto... y eso que lo de ver masacrar niños en el cine, siempre es un placer culpable :)
ResponderEliminarPor suerte, la de Brugués es tan TOP (como se dice ahora), que por sí sola justifica toda la antología. Casos comparables a los de "Safe Haven" o "Parallel Monsters", historias tan buenas, que salvan películas enteras.
lo de Rourke es anecdótico, al igual que su "historia". ¿Tanto cuesta hacer un nexo con un mínimo de cara y ojos que se integre con naturalidad en los distintos cortos? Que le pidan consejo a Michael Dougherty...
Saludos.