Crítica: The Birthday

NELLIE VANCE NOS HABLA SOBRE UNA PELÍCULA QUE PASÓ DE PUNTILLAS EN SU ESTRENO Y QUE EL TIEMPO HA TERMINADO PONIENDO EN SU LUGAR

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Esto más que una crítica es una carta de amor. Cualquiera que me conozca sabe que mantengo una relación con el cine que se inclina más a lo sentimental que a lo analítico, incluso aunque gran parte de mi trabajo consista, paradójicamente, en analizar cine. Ejercito una cinefilia tranquila en la que me permito mantener la creencia de que muchas películas te llegan cuando te tienen que llegar, y encuentro cierta paz mental en la certeza de que, ahí fuera, siempre habrá películas maravillosas que todavía no he visto. Me permito ir despacio, dejando que unas películas me lleven a otras. Reviso mucho, porque creo que el cine tiene una capacidad de mutación extraordinaria. Asocio películas a relaciones, a lugares y a momentos de mi vida; y me sigue maravillando esa conexión casi romántica, experimentada de cuando en cuando, que se genera cuando una película parece hablarte directamente. 

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“La película de Mira se ha convertido en una obra de culto que tuvo poco recorrido y a la que el tiempo parece estar poniendo en su lugar” 

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Por todas esas cosas, me es imposible revestir con una pátina de objetividad cualquier cosa que pueda decir sobre “The Birthday” (2004). La película de Eugenio Mira cuenta los sucesos en los que se ve envuelto Norman (Corey Feldman) a lo largo de la noche en la que acude al cumpleaños del padre de Alison (Erica Prior), la chica de la que está enamorado y que él percibe como completamente fuera de su alcance. Pensando que puede ser una oportunidad para consolidar la relación, Norman acude al encuentro en un hotel en el que empezarán a suceder cosas cada vez más extrañas. 

La película de Mira se ha convertido en una obra de culto que tuvo poco recorrido y a la que el tiempo parece estar poniendo en su lugar. Solo unos cuantos miles de personas verían el corte original (ahora disponible) en el que la película narraba a tiempo real los acontecimientos del cumpleaños, acompañando al protagonista en sus casi dos horas de duración por esa noche inolvidable. Un modesto recorrido en salas y la posterior dificultad para encontrar una versión física de la película perpetuaron un estatus de inaccesibilidad que ya nacería en el momento de su estreno: “The Birthday” es impredecible y pasada de vueltas como pocas películas se han atrevido a ser. 

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“consigue transmitir toda una amalgama de referentes que ponen de relevancia un gran cariño por el cine y la literatura fantástica, pero al mismo tiempo consigue ser original, alocada, fresca” 

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La conexión de la que hablaba anteriormente fue la que experimenté al terminar la película de Mira: “The Birthday” encapsula todo lo que me interesa. La película consigue transmitir toda una amalgama de referentes que ponen de relevancia un gran cariño por el cine y la literatura fantástica, pero al mismo tiempo consigue ser original, alocada, fresca. Aquí hay mucho de Lynch, de Lovecraft, exceso, comedia y ternura. Hay surrealismo, algo de serie B, bastante slapstick. Hay secuencias larguísimas, una banda sonora maravillosa que acompaña a toda la película pero que funciona a la perfección durante el clímax final, y una fotografía excelente. Pero sobre todo hay un Corey Feldman absolutamente brillante cuyo personaje consigue transmitir toda una amalgama de emociones: es simpático, irritante, da un poco de lástima, pero a la vez despierta algo de admiración. 

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“un Corey Feldman absolutamente brillante cuyo personaje consigue transmitir toda una amalgama de emociones” 

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Porque todos hemos sido un poco Corey: nos hemos esforzado demasiado por agradar, nos hemos hecho pequeños para gustar, y hemos idealizado a los demás. La película construye un personaje delicado, tierno y algo idiota en medio de un inmenso disparate, lleno de situaciones inquietantes y tragicómicas que parten de un entendimiento del género fantástico donde hay un respeto y una devoción muy evidentes. Puede que no todo en la película funcione (hay cambios de ritmo, escenas muy largas, un histrionismo en las actuaciones y diálogos que no gustará a todo el mundo) pero a estas alturas de la crítica no pretendo siquiera simular cierto objetivismo. “The Birthday” es especial como pocas y os invito a que la veáis, la disfrutéis (o no) y alucinéis un poco.