Crítica: 28 Años Después

DAKKO NOS HABLA SOBRE LA TERCERA ENTREGA DE UNA DE LAS MEJORES SAGAS QUE HAYA DADO NUNCA EL CINE DE ZOM..., ESTO, DE INFECTADOS

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Tercera parte de “28 Días Después”, saga iniciada en 2002, donde Danny Boyle reventó el subgénero tal y como lo conocíamos, ya que, entre otras cosas, elevó la velocidad de movimiento de las ‘criaturas’ (y las cámaras), más de lo que estábamos acostumbrados por aquel entonces. También creador y máximo responsable de que toda conversación, en esa época, terminase con la mítica frase: No son zombis, son infectados. 

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“en la Europa continental este virus fue erradicado, pero las pobres islas inglesas, siguen en cuarentena, ¿crítica gratuita al Brexit?” 

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Esta nueva entrega fue rodada en parte con un iPhone 15 Pro Max, no sé si por motivos de financiación o publicidad, cosa que no logré entender y le quita pureza al séptimo arte… Indignación aparte, al menos en esta, vuelve a la dirección Danny, dejando atrás aquella floja secuela, aunque tuvo sus cosas, titulada ’28 semanas después’ (2007) del director español Juan Carlos Fresnadillo, prescindiendo de Alex Garland como guionista y siendo muy pobre en casi todas sus facetas, aunque su mayor pecado fue, que cambió el formato de la primera. 

En esta, deja de lado a la anterior y es una secuela directa de ’28 días después’. Pensé que con esta nueva aportación acabaría la historia, y cerraría la trilogía, pero no, ya hay otra secuela prevista para enero del 2026, titulada: “28 Years Later: The Bone Temple”. Continuación de esta misma, me alegra y entristece a partes iguales esta noticia, ya que se ve que tiene posibilidades de continuar bien la historia, pero, aquí no volverá a la dirección Boyle, en su lugar estará Nia DaCosta, conocida por dirigir el remake de ‘Candyman’ (2021) pero la productora lo ha querido compensar de alguna manera, con Garland de nuevo en el guion y con los rumores de una posible vuelta de Cillian Murphy a la saga, dejando con esta estrategia, que hablen los números en la taquilla, si va bien, seguro tendremos otra nueva secuela, incluso me animaría a decir, otra trilogía de la trilogía. 

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“nos transporta a una extraña normalidad, con el aislamiento de este pueblo, demostrándonos que no se puede vivir ignorando lo que está pasando fuera, una metáfora sobre el primer y tercer mundo” 

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Damos paso a la sinopsis: Años transcurridos tras los sucesos de "28 días después", el virus de la ira ha regresado y un grupo de supervivientes debe sobrevivir en un mundo asolado por hordas de infectados. El tema es simple, volvemos a ver el mundo desde la perspectiva de un grupo de supervivientes, años después, abandonados por las autoridades a su suerte, ya que en la Europa continental este virus fue erradicado, pero las pobres islas inglesas, siguen en cuarentena, ¿crítica gratuita al Brexit? 

La primera escena es toda una declaración de intenciones, con imágenes de una crudeza aplaudible, enganchando al espectador desde los primeros minutos, no se anda con tonterías el bueno de Boyle. Tuve un recuerdo desbloqueado en los primeros minutos, donde vemos a un infectado, que parece primo hermano de ‘El niño obeso’ (sin la madre nefasta) de la adaptación de ’13 fantasmas’ (2021). Las sensaciones después comienzan a ser buenas y aprovecha para presentarnos el nuevo delirio que nos tenía guardado, a golpe de sonidos molestos, música asfixiante y escenas turbias. Los artistas protagonistas de esta nueva historia son los británicos Jodie Comer, protagonista femenina de ‘El último duelo’ (2021) de Ridley Scott y Aaron Taylor-Johnson, recientemente visto en la nueva adaptación de ‘Nosferatu’ (2024). Papeles bien escritos y mejor ejecutados en pantalla, sin perder la seriedad que la situación necesita. También aparece el gran Ralph Fiennes, que no necesita presentación. Mención especial para el pequeño protagonista, nuestro Moglie particular, Alfie Williams, que realiza un magnífico trabajo y da otras posibilidades, con su juventud, a la franquicia. 

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“vemos los sucesos desde los ojos de un niño, con su inocencia y su correspondiente evolución, a una velocidad pasmosa, un crudo viaje en primera fila hasta los escollos de una sociedad enferma e infectada en todos los sentidos” 

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Continuando con la película, esta nos transporta a una extraña normalidad, con el aislamiento de este pueblo, demostrándonos que no se puede vivir ignorando lo que está pasando fuera, una metáfora sobre el primer y tercer mundo. Para sobrevivir, necesitan los recursos al otro lado, como en el videojuego ‘Age of Empires’ la tranquilidad a este precio no puede durar mucho… Se crea en esta, un nuevo hilo narrativo, a diferencia de lo que vimos en sus predecesoras, intimando con una locura de mundo ‘Mad Max’ pero de infectados, es lo que menos me convenció, ya que se le podría haber dado otra vuelta, es algo ya muy copiado en estos panoramas postapocalípticos, no siempre la especie humana tiene que acabar así, supongo. 

Por otra parte, es un deleite visual en ciertos escenarios que se nos presentan, y eso que está grabada en parte con un móvil, repito. Y hay una escena en concreto, que te agarra del pecho y no te suelta hasta que el director decide acabar con tu angustia, memorable. No olvidemos que vemos los sucesos desde los ojos de un niño, con su inocencia y su correspondiente evolución, a una velocidad pasmosa, un crudo viaje en primera fila hasta los escollos de una sociedad enferma e infectada en todos los sentidos. Verdadera y constante crítica social la que podemos interpretar en cada plano. Contamos con varias escenas bien realizadas de tensión, que no terror, ya que lo que más inquietud me causo y no esperaba, fue el “opening” de los Teletubbies, ¿genialidad u otra nueva crítica del director? Los infectados nos muestran sus evoluciones años después, al más puro estilo ‘Digimon’ para dejar clara su adaptación a todo tipo de circunstancias. Enfrentando a los “no infectados” cuando se acercan por sus lindes. 

En resumen, película con un ritmo endiablado, bastante explicita, crítica, entretenida, con su justa dosis de gore y que te deja con ganas de más (no habrá que esperar mucho para continuar con la historia de Spike). Siendo una secuela, lo bueno es que se puede ver perfectamente, aunque no se haya visto la primera, se creo con el formato justo para obviar la primera. Para rematar se da el lujo de meter humor cuando le viene en gana, y entre otras cosas soltarte el puñal con “Memento mori” para que salgas jodido/a del cine y le sigas dando vueltas en casa. 

Lo mejor: Que no aburre. 

Lo peor: Los infectados de menor nivel.