jueves, 18 de junio de 2015

Crítica: The Lazarus Effect

En 1983 el escritor americano Stephen King publicó una de sus al menos para mi mejores novelas “Cementerio viviente” (“Pet Sematary”). 6 años mas tarde y de la mano de la directora Mary Lambert la novela fue adaptada a la pantalla grande con el propio King escribiendo el guión de la película y en la que se reservó un pequeño papel de sacerdote en una de las escenas de la cinta. La película en cuya banda sonora colaboraban “Los Ramones” se benefició de la creciente fama de King cuyas novelas ya habían sido adaptadas por directores de renombre como Brian De Palma (“Carrie”), Tobe Hooper (“El Misterio de Salem’s Lot”), Stanley Kubrick (“El Resplandor”), David Cronenberg (“La zona muerta”), George A. Romero (“Creepshow”) o John Carpenter (“Christine”) entre otros y esta pasó a convertirse en una de esas cintas de culto dentro del cinte de terror ochentero con el que muchos crecimos y disfrutamos.

3 años después, la propia Mary Lambert dirigió una muy decepcionante segunda parte en la que ya no colaboraba King como guionista y donde lo más destacable era la presencia de Edward Furlong recién salido de “Terminator 2: El juicio final” (“Terminator 2: Judgment day”) como protagonista. (Recordemos que al menos en España la novela se titula “Cementerio de Animales” mientras que la película de Mary Lambert es “Cementerio Viviente” aunque el titulo original tanto de la novela como de la película es “Pet Sematary”).

Hoy nos llega este “The Lazarus Effect” escrita por Luke Dawson y Jeremy Slater que parecen haberse empapado tanto de la novela de Stephen King como de la cinta de Mary Lambert a la hora de elaborar el guión de su película. Y es que resulta del todo inevitable ver la cinta dirigida por David Gelb sin pensar que es una especie de remake/puesta al día de la historia de King. (Algo así como lo que pasó con la película de Andrés García Bogliano “Late Phases”. Cinta muy deudora, demasiado deudora de “Miedo Azul” -“Silver Bullet”- dirigida por Daniel Attias en 1985 con Gary Busey y un Corey Haim pre “Jóvenes Ocultos” -“The Lost Boys”- y que como pasó el caso de “Cementerio Viviente” el propio escritor se encargó de escribir la adaptación de su propia novela. 

“Late Phases” tenía demasiados elementos comunes con la película de Attias: Desde la discapacidad de su protagonista hasta la importancia de la religión, lo que jugaba claramente en contra de la originalidad de la propuesta de Bogliano). Si la novela de King era una aproximación al tema de los muertos vivientes alejado de la visión de gente como George. A. Romero (Igual que “Miedo Azul” se alejaba de cintas como “Un Lobo hombre americano en Londres” –“An american werewolf in London”. Aunque resulta sorprendente la forma que tiene Lambert de mostrarnos el fantasma de Victor Pascow muy deudora de la cinta de John Landis) donde todo animal o persona que fuera enterrado en un antiguo cementerio indio (Otra vez King vuelve a mostrarnos otra de sus obsesiones, como el uso de esos sueños de la hija del matrimonio protagonista que por momentos nos hacen pensar que tiene el resplandor) volvía a la vida perdiendo una parte o la totalidad de su humanidad, dejando su inocencia y convirtiéndose en una malvada presencia. Dawson y Slater vuelven a trabajar sobre esta misma idea: La vuelta a la vida no será tan idílica como sería deseable. O bien los guionistas no huyen de sus referentes o bien creen que la comparación con la cinta de Lambert va a pasar desapercibida pero cambiar un gato por un perro y jugar con el dolor que supone la perdida de un ser querido hacen que las dos cintas resulten demasiado parecidas (Al menos en su estructura principal). 

Gelb como director se aleja del cine de zombis al uso ya que no estamos ante una cinta gore ni violenta pero si ante una película que posee un leve mensaje. O mejor dicho, ante una cinta que plantea ciertas cuestiones y dudas: “The Lazarus Effect” muestra el consabido enfrentamiento entre la ciencia y la religión representado en la pareja protagonista formada por una Olivia Wilde que aunque su carrera esta plagada de muy interesantes películas (“Rush”, “La Huida” – “DeadFall”, “In Time” o la muy infravalorada “Tron: Legacy”) no acaba de dar con el papel que catapulte a su carrera (Y este está claro que tampoco lo va a ser. Aunque la frialdad que muestra por momentos esta realmente conseguida –su mirada juega mucho a su favor- otras escenas resultan un tanto forzadas lo que nos descoloca un poco) y por un Mark Duplass que deja aquí su faceta como director (Junto con su hermano ha dirigido “Cyrus” o “Baghead” entre otras) y guionista (Las ya citadas o “Creep”) para seguir trabajando en cintas de terror y ciencia ficción en las que tan a gusto parece encontrarse últimamente (A la ya mencionada “Creep” hay que añadir esta “The Lazarus Effect” o “Seguridad no garantizada” – “Safety no guaranteed”- de Colin Trevorrow director que va a dejar de ser un desconocido para muchos gracias a “Jurassic World”).

Pero esta carga moral, este enfrentamiento acaba siendo dejado de lado por parte de Gelb para centrarse en una mas o menos típica historia de terror donde un grupo reducido de personas se verán aisladas en un pequeño recinto (Es en el laboratorio donde trabajan los protagonistas es donde transcurre casi toda la acción de la película) y amenazados por una terrible presencia. No estamos ante un “Alien: El Octavo pasajero” (“Alien”) aunque al igual que ocurre con “Cementerio Viviente” cambiemos al gato por un perro, ya que Gelb se muestra demasiado torpe a la hora de crear tensión, de crear esa atmósfera opresiva y agobiante necesaria para que el espectador sienta miedo y que de forma tan magistral plasmaba Ridley en su película. 

Por desgracia el espectador acabará desconectando de aquello que Gelb le esta contando tras la presentación de los protagonistas (Otra vez volvemos a estar ante una idea que ya nos mostró Caradog W. James en “The Machine”: Un experimento que se realiza en un bunker se descontrolará –algo totalmente lógico en la cinta de W. James pero no tanto en la de Gelb ya que en este caso la única justificación para situar a los protagonistas en un bunker solo es la de aislar a estos en un entorno que se volverá contra ellos- y donde una nueva colaboradora se verá envuelta en medio de toda esta situación. Hay que dejar claro que las películas de W. James y Gelb transitan por caminos muy distintos y los desarrollos de las historias se alejan bastante pero resulta llamativa la coincidencia en el planteamiento de los personajes en ese entorno que se volverá hostil y donde transcurren ambas cintas casi en su totalidad).

Las comparaciones de “The Lazarus effect” con otras películas no se quedan en las ya mencionadas “Cementerio viviente” o “The Machine”, la cinta de Gelb parece beber de múltiples fuentes claramente reconocibles: Desde la mítica serie “Fringe” (Aunque aquí no tenemos a los observadores ciertas ideas parecen extraídas de la serie creada por J.J. Abrams, Roberto Orci y Alex Kurtzman. A cualquier espectador que haya visto “Fringe” le vendrán a la mente ciertas escenas al ver “The Lazarus Effect”) pasando por películas recientes como “Lucy” (Otra vez volvemos a encontrarnos con la idea de que las personas solo usamos el 10% del cerebro y al igual que ocurría con la película de Luc Besson este no deja de ser un hecho que sirve para centrarse en la acción o en el terror.

Imaginamos que la cinta de Gelb no generará tanta polémica como la de Besson por el rigor científico acerca del uso del 10% del cerebro por dos motivos. El primero y mas importante es que la película de Gelb no va a tener la repercusión de la de Besson, es mas, es muy probable que pase desapercibida, el segundo es que Gelb comenta que usamos todo el cerebro pero solo un 10% al mismo tiempo) lo que nos lleva a pensar que Dawson y Slater han cogido demasiadas ideas ajenas y las han intentando mostrar como algo propio o al menos novedoso. 

Es una lastima el desarrollo de la historia, como esta plantea diversas ideas de gran interés aunque igual de una manera un tanto tediosa: El conflicto entre la ciencia y la religión, las dudas acerca de que es eso que llamamos infierno, el desarrollo del cerebro, etc, etc… para desaprovecharlas y centrarse en un cine demasiado típico, un tipo de cine que ya hemos visto demasiadas veces lo que implica que sea difícil, muy difícil llamar la atención del espectador. Resulta demasiado cansino ver a un no-muerto con los ojos completamente en negro, la forma de mezclar sueño y realidad o ver a un cadáver con una sábana en la cabeza… Por desgracia Gelb acaba llevando a su cinta por caminos mil veces vistos resultando todo demasiado conocido lo que hace que en “The Lazarus Effect” el factor sorpresa brille por su ausencia y ni si quiera la breve presencia de Ray Wise consigue sacar al espectador del tedio al que se ve sometido. 

“The Lazarus effect” parece una cinta producida por el ministerio de sanidad que previene a la gente de lo malo que es fumar (Tanto tabaco como cigarrillos electrónicos). Si durante los años setenta y ochenta las cintas de terror castigaban a todos aquellos que bebían, se drogaban o practicaban sexo, la cinta de Gelb parece castigar a aquel que fuma. El cine de terror parece seguir siendo un peligroso referente moral, ahora los pecadores son los fumadores. Como curiosidad cabe destacar la presencia de Even Peters actor que dio vida a Quicksilver en “X-Men: Days of future past” y que trabajó con Aaron Taylor-Johnson en “Kick-Ass” y que también interpretó a Quicksilver en “Los vengadores 2: La era de Ultron”

“The Lazarus effect” es una de esas cintas que poseen un tufillo a déjà-vu durante todo su metraje que resta interés a aquello que el director y los guionistas nos están intentando contar. Con un ajustado metraje que juega a su favor, la película de Gelb se ve con la misma facilidad que se olvida. No es una gran muestra de cine de terror, no es una gran muestra de cine que intente plantear profundas dudas morales pero al menos no es de lo peor.


3 comentarios:

Chanpoo dijo...

Estupendísima reseña hermano cuervo. Las referencias a King son obligadas, jajajajajaj...
La verdad es que a mí me gustó, y coincido contigo en todos los términos. Yo incluso le hubiese dado hasta una estrellita más, generoso que es uno, quizás por mi devoción al "Rey". En fin, lo dicho, muy buena reseña y en sintonía con mi opinión. Que no quiere decir nada, claro, pero hace grupo, jejejejej...

Donnie dijo...

Muchas gracias por tus palabras Chanpoo!!

Si, la verdad es creo que es oblogatorio hablar de "The Lazarus Effect" y de Stephen King en la misma crítica. Casi es dificil concibir la existencia de la cinta de Gelb sin la novela de King. Resulta curioso esta moda de "ocultar" historias del escritor con estas "nuevas versiones". Ahí esta el caso de la citada "Late Phases".

Creo que es una cinta que se ve con facilidad pero que se olvida con la misma facilidad.. pero oye.. hay que darle una oportunidad...

Un Saludo!

donnie

meyni2 dijo...

Hey, enhorabuena por tu crítica, Donnie,
ayer tuve el gusto de verla (por fín), y la verdad, me esperaba bien poquito, porque mis colegas me la habían puesto bastante a caldo, pero coincido contigo en todoooo lo positivo.
Me parece bastante entretenida, sin demasiadas pretensiones y con un punto de arranque cojonudo (a mí todo el rollo perro resucitado me dió yuyu ) que luego se embarra un poco, pero bueno, yo a la Wilde le exijo siempre bastante poco (me pasa como con la Jovovic, guapas y reguleras, pero tan guapas que como que me convencen siempre)
Y sí, es cierto que no se le dará la bola que a Lucy de Besson (que además a mí me parece absolutamente superior), pero se agradece que sea concisa, no se vaya por derroteros de los que no sepa salir y se pase volando.
Y lo de "el tabaco mata", es un poco cantoso, sí!!!
;)
Saludetes y felicidades de nuevo!

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