EL RECTOR NOS HABLA SOBRE LA "INNECESARIA" PRECUELA DE NATALIE ERIKA JAMES DEL CLÁSICO SESENTERO DE ROMAN POLANSKI
Si hay un eslogan recurrente sacado del ideario del enano gruñón que siempre me ha parecido especialmente ridículo es aquel que habla de “películas innecesarias”. No hombre, no. Las películas no son ni necesarias ni innecesarias, simplemente son y allá cada uno lo que quiera hacer con ellas en la intimidad de su alcoba, que en ocasiones pareciera, que el personal está obligado a verlo todo, incluido lo “innecesario”. Si no te seduce una precuela de “La Semilla del Diablo” (Roman Polanski, 1968), que es lícito, tan sencillo como pasar de ella (será por películas) y a otra cosa mariposa, que en los tiempos de X (antes Twitter) donde lo que impera es el postureo, para criticar un producto no hace falta ni verlo.