miércoles, 4 de noviembre de 2009

Crítica: Phobia 2

Si no hace demasiados días ya tuve que dejar de lado todos mis prejuicios referentes al cine oriental y quitarme el sombrero ante la sensacional "Thirst" de Chan-wook Park, ahora tengo que claudicar de nuevo ante otra obra llegada de oriente, de Tailandia para ser exactos, estoy hablando de "Phobia 2", segunda entrega de aquella antología de terror que vio la luz hace un par de años y de la cual tengo que reconocer que desconocía su existencia hasta hace pocos días (es sabido por todos nuestros queridos lectores, mi absoluto desconocimiento sobre el cine oriental causado por una considerable desgana hacia el mismo, después de haber sufrido en mis carnes cosas como "Marebito" o "The Wig"), cuando me topé con esta segunda entrega, secuela o como queráis llamarlo (eso después de asegurarme, de que no me encontraba con un nuevo caso "Parking 2", que mucha gente llegó a pensar que se trataba de una secuela cuando en realidad el título hacía referencia al número de la planta).

"Phobia 2" (o "Ha phraeng" en su Tailandia natal) reúne a Paween Purikitpanya, Songyos Sugmakanan, Banjong Pisanthanakun, Parkpoom Wongpoom y Visute Poolvoralaks, cinco talentos y promesas del horror de aquel país, para ofrecernos sendas historias independientes (es decir, sin ningún tipo de conexión entre ellas, véase "Trick´r Treat") de unos 25 minutos de duración clonando el esqueleto de aquella fantástica "En los límites de la realidad" de 1983.


El primer corte, "Novice", está dirigido por Paween Purikitpanya ("Body 19", "See Prang") y nos cuenta la historia de un joven de turbulento pasado que es forzado a ingresar en una orden budista dejada de la mano de dios en medio de la selva y que no tardará en descubrir que ni siquiera en tierra santa, uno puede librarse de sus demonios interiores.

Original propuesta la de Purikitpanya, no tanto por su desarrollo (en el fondo la clásica historia de fantasmas) sino por la personal puesta en escena, donde destaca por un lado el marco de la acción, una pequeña y aislada aldea de monjes budistas (algo que por lo menos un servidor no había visto antes en ninguna película de este tipo) así como en los atípicos efectos especiales, donde lejos de los patentados fantasmas orientales (largas melenas negras y cara pintada de blanco), aquí vamos a encontrar un espectro diseñado al mas puro estilo Jim Henson (también me ha recordado mucho al Eddie gigante que utilizan "Iron Maiden" en sus conciertos) que resulta tan vistoso como aterrador (la secuencia de las ventanas es sencillamente deliciosa), como también algún que otro efecto digital de escuela USA.

Por lo que respecta a la historia, esta resulta en general un tanto confusa, además el supuesto final esclarecedor o desenlace sorpresivo no acaba de quedar demasiado claro y no hace sino que acentuar mas esta sensación de confusión. Dejando esto de lado (tampoco es demasiado importante en un corto tan directo y de poco mas de 20 minutos), no se puede negar que estamos ante un relato muy oscuro y perturbador que consigue con creces su objetivo, que no es otro que "jiñarnos" en mas de una ocasión (yo mismo llegué a soltar alguna que otra gota de pipi) y crear una mas que efectiva atmósfera de terror, a lo que también colabora mucho el buen hacer del joven actor protagonista, perfecto catalizador de su miedo y del horror que le rodea.

La segunda historia es "Ward", dirigida por el debutante en la dirección Visute Poolvoralaks, y nos pone en el pellejo de un joven recién operado de un accidente que es ingresado en una habitación junto a un anciano en estado de coma.

Esta es una historia de fantasmas mucho mas convencional que la anterior y quizá la mas floja de la cinta, mas que nada por que partiendo de una idea con tanto potencial, se le podría haber sacado mucho mas jugo al asunto, sobretodo en lo que al apartado visual se refiere, que en esta ocasión resulta de lo mas rácano y no ofrece ningún tipo de efecto especial, así que teniendo en cuenta que el carisma de este viejo tiene poco o nada que ver con el de la ya mítica señora Ganush de "Arrástrame al Infierno", la historia queda muy coja a nivel visual. Pese a esto, sin destacar especialmente en ninguna faceta y por supuesto, sin llegar a los niveles de tensión ni de ritmo de "Novice", este segundo corte pasa bastante bien y no cae en el aburrimiento, incluso se destapa con algún que otro susto, tópico, pero gracioso. Lo mejor, el inesperado desenlace.

"Backpackers" es el título de la tercera historia, la cual nos llega de la mano de Songyos Sugmakanan (padre de la reconocida "Dorm") y que trata sobre una joven pareja que viaja por Tailandia haciendo auto-stop, siendo recogidos por dos hermanos que conducen un enorme camión y que transportan algo mas que productos del huerto.

Pese a lo que pueda dejar ver su sinopsis, no estamos ante ninguna "road movie", sino ante un perfecto ejercicio de muertos vivientes de escuela clásica, que no solo recupera todo el terror perdido con "Ward", sino que nos ofrece el corte mas sanguinario y visceral de la obra, con una historia tan macabra como retorcida que además denuncia ciertas prácticas habitualmente realizadas por aquellos lares. El corte tiene algunos momentos muy logrados tanto a nivel visual, como a la hora de generar esa sensación de caos tan característica del cine zombie (como queda muy bien reflejado en la escena de la persecución o en la sublime secuencia final). Lo único negativo que se le puede achacar, es lo absurdo que resulta el comportamiento de algunos personajes, lo que nos puede llegar a descolocar en mas de una ocasión. En cualquier caso, una pequeña joya para cualquier "zombieadicto".

La cuarta historia está titulada "Salvage" y es obra del popular Parkmoon Wongpoom (director de "Shutter"), que nos cuenta los porvenires de una mujer que regenta un negocio de venta de vehículos, reformados después de sufrir terribles accidentes y los cuales vende como si fueran nuevos. Una noche, descubrirá que sacar partido de las desgracias ajenas no es un negocio tan rentable como creía.

"Salvage" recupera el cine de fantasmas oriental mas tradicional, una historia de espíritus vengativos bastante tópica que aunque no consigue sorprender ni por su desarrollo ni por su previsible (aunque ciertamente macabro) desenlace, si que resulta bastante entretenida, sobretodo por el gran despliegue de efectos especiales de regustillo "Hollywoodiense" (atención a la secuencia del fuego) y también por la creíble interpretación de la actriz protagonista, que consigue plasmar con gran eficiencia el temor y la angustia por la posible pérdida de un hijo. Aunque no aporta nada nuevo, "Salvage" seguro gustará a los aficionados mas acérrimos del terror asiático.

Y para finalizar, nos topamos con "In The End", firmado por Banjong Pisanthanakun (co-director de la citada "Shutter" junto a Wongpoom), que nos sitúa en el set de rodaje de una película de terror donde los miembros del equipo descubrirán lo fina que puede llegar a ser la línea que separa realidad y ficción.

Sin duda alguna "In The End" es el auténtico plato fuerte de "Phobia 2", cambiando de registro de forma radical y ofreciéndonos una de las comedias de terror mas efectivas e inteligentes que yo recuerde desde "Shawn of the Dead". Una divertida autoparodia del cine de terror asiático y todos sus tópicos, lleno de giros argumentales llevados al extremo que también parodian este habitual recurso y risas, muchas risas. Lejos de esas ridículas comedias americanas que solo disfrutan ellos, "In the End" es una constante demostración de ingenio y consigue mantener la incertidumbre hasta el último segundo. Sencillamente genial.

Conclusión, "Phobia 2" es una de las mejores recopilaciones de historias de terror que han visto mis ojos, donde la gran variedad entre todas ellas hacen del conjunto una opción muy recomendable para un amplio abanico de público, pues seguro que alguna de las historias será capaz de ofrecer lo que uno busca. El único pero que puedo ponerle, es esa desconexión entre las historias, hubiera sido la leche si se conectaran entre si como en la mencionada "Trick´r Treat" y entonces, ya estaríamos hablando de una auténtica obra de arte. En lo personal, después de muchos encuentros infructuosos y cortejos fallidos, "Phobia 2" significa mi tercera noche de lujuria y auténtico placer con una producción asiática junto con "13 B" y "Thirst". Quien sabe, quizá este sea el principio de una bonita reconciliación.


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