martes, 31 de julio de 2018

Crítica: 2036 Origin Unknown

La inteligencia artificial es una tecnología con la que el ser humano lleva fantaseando durante décadas y que, actualmente, estamos empezando a experimentar con asistentes de voz tan sorprendentes como Google Assistant, Cortana (Microsoft) o Siri (Apple). Pero como soñar no está reñido con la realidad, a lo largo de décadas la inteligencia artificial se ha utilizado como un peligro en el cine de ciencia ficción, ahondando más allá de las simples peticiones inofensivas que le hacemos en la actualidad a nuestros smartphones, como por ejemplo, ¿qué tiempo hará hoy? o ¿quién es el hombre más alto del mundo?

Muchos directores han imaginado una inteligencia artificial subversiva que se torna diabólica y toma el control total de la situación por decisión propia o bajo influencias externas, la gran mayoría de veces, debido a fuerzas alienígenas desconocidas. Hace ya 50 años que Stanley Kubrick imaginaba ese futuro con la computadora Hal 9000 en el clásico “2001: Odisea del espacio”, película que influye, sobre todo en lo visual, a “2036 Origin Unknown”, dirigida por Hasraf Dulull, cineasta y realizador de efectos visuales apasionado de la nanotecnología y el espacio exterior. Pero la obra de Kubrick no es la única influencia directa que nos vendrá a la mente durante el visionado de la película de Dulull, éste se dedica a pellizcar ideas de otras películas como “Moon” de Duncan Jones, “Interstellar” de Christopher Nolan, e incluso, “Terminator” de James Cameron, que aún sucediendo en tierra firme, aporta ciertas influencias temáticas y argumentales a la presente película en su tramo final.


“la cantidad de efectos molones y el exceso de infografía con la que Dulull intenta cautivar al espectador, quedan demasiado superpuestos sobre la acción real en la mayoría de las secuencias del film”


Dulull goza de cierta experiencia en el campo de efectos visuales en series de televisión y alguna que otra superproducción como “El caballero oscuro” o “Hellboy II: El ejército dorado”. En su faceta como director, no es la primera vez que éste nos traslada a un entorno futurista en el amplio abanico de la ciencia ficción. Su anterior película y debut en el mundo del largometraje, “The Beyond”, aun con sus diferencias argumentales respecto a “2036 Origin Unknown”, es una película visual y de temática similar. No me cabe duda que con un mayor presupuesto, visualmente, este segundo trabajo habría dado más que hablar. Desgraciadamente, la cantidad de efectos molones y el exceso de infografía con la que Dulull intenta cautivar al espectador, quedan demasiado superpuestos sobre la acción real en la mayoría de las secuencias del film, acabando por empañar un apartado visual que supone el principal atractivo y reclamo para el espectador.

Tras una misión tripulada a Marte que acaba en un accidente mortal, la controladora Mackenzie 'Mack' Wilson asiste a un sistema de inteligencia artificial, A.R.T.I. La investigación desvela que hay un misterioso objeto en la superficie de Marte, algo que podría cambiar el futuro de nuestro planeta para siempre. 

La gran pregunta es si estamos ante una película medianamente original, rotundamente, no. Aunque, esto no tendría porque ser algo negativo, muchas son las películas que toman ideas prestadas combinándolas entre sí. Creo que si la película hubiese sabido ordenar las ideas pellizcadas de otras grandes obras y usarlas únicamente como referentes, podría superar el aprobado.


“la historia se entiende bien, pero la desordenada información hace que 2036 Origin Unknown sea una película en ocasiones algo caótica”


Hasraf, es el artífice del núcleo argumental de la historia y ha ejercido también como co-guionista junto al debutante Gary Hall, ambos nos ofrecen una narrativa tosca con información mal estructurada y, a menudo, banal y confusa la mayor parte del tiempo por falta de planificación. Los diálogos entre sus pocos personajes, saltan de una cosa a otra con suma prisa por solventar la trama familiar que trae de serie el personaje de Mackenzie 'Mack' Wilson, principal protagonista, de no ser por la esférica computadora ARTI.

El personaje de Mackenzie está interpretada por la actriz Katee Sackhoff, que cuenta con una larga trayectoria en series de televisión, destacando “Battlestar Galactica”, pero también ha participado en papeles menores en películas como “Riddick” y “Oculus: El espejo del mal”. Su actuación aquí está en el límite de lo coherente, pero no es especialmente brillante, la interpretación nos deja con momentos forzados y algo sobreactuados que restan naturalidad a un personaje en el que la historia centra casi toda su atención durante la mayor parte del metraje. Por tanto, también la atención principal del espectador, motivo por el cual considero que debería haber estado mucho mejor cuidada la dirección de actores.


“Dulull es un buen planificador en aspectos visuales pero no lo es tanto en dirección de sus actores o las ideas que pellizca de otros films”


Entrando en la profundidad del guion, la historia se entiende bien, pero la desordenada información hace que "2036 Origin Unknown" sea una película en ocasiones algo caótica, tengo la sensación de que no han contado con un storyboard o buena planificación en su estructura argumental.

En cuanto al diseño de producción, sobre todo, los interiores de la nave, cumplen bien con el tono futurista elegante tan característico de las ‘space opera’. Quizás, ahora ya no nos parezcan diseños tecnológicamente tan avanzados como en otras películas de temática similar. De todas formas, hay que tener en cuenta que la época en la que se ambienta el film ya no nos queda tan lejana como en la mencionada obra de Stanley Kubrick al principio de la crítica. Por lo tanto, el contraste visual no es tan grande, al menos en sus escenarios interiores. Me parece que Dulull es un buen planificador en aspectos visuales pero no lo es tanto en dirección de sus actores o las ideas que pellizca de otros films. En definitiva, su obra no deja de ser otra cinta sci-fi con carencias artísticas debido al ajustado presupuesto y falta de organización. No aburre, pero es tan olvidable como un mal día en el trabajo.

3 comentarios:

gustavo dijo...

Los primeros 7 minutos, me dieron la esperanza de una gran película. Esas radios comunicándose e imágenes sin mucha pretensiones me entusiasmaron. Luego cae en varios clichés de las pelis de ciencia ficción, aunque me entretuvo hasta el final. Globalmente me gusto y hasta me dio ganas de conseguir el bluray para saber mas con los extras.

Anónimo dijo...

La critica que rrealizan es muy dura, es una buena pelicula, la historia es fascinante, no se diga los efectos especiales. Incluso es sorprendente que con tan pocos actores logren mantenerte entretenido a lo largo de todo el film, parecería imposible, pero está muy bien lograda; me atrevo a decir que aunque muchos la critican fuertemente, se convertirá en una película de culto. No es el clásico blockbuster, pero tiene grandes atractivos, pocas son las películas en las que se destruye a la humanidad, eso no le gusta a muchos, tal vez sea el momento de pensar si merecemos seguir existiendo o si una IA avanzada sea la que deba continuar nuestro legado; aún estamos en los albores, lo que yo llamo "Conciencia artificial" no existe todavía, pero cuando se masifiquen las computadoras cuánticas y evolucionen las IAs, entonces, estaremos en los albores del inicio de una nueva era.

RengifoMX dijo...

Apenas anoche vi la película y casi coincido plenamente con la crítica. Tomaron la película Eagle Eye (en español: Control Total) y la echaron a una batidora con Interstellar, Terminator: Dark Fate, y algunos esteroides. Pero además, el desarrollo acelerado de una IA autoensamblada, la tecnología de impulsores de iones, la hiperluz, la nanotecnología con autoordenamiento magnético, el rastreo espacial basado en entrelazamiento cuántico y todo el resto de planteamientos futuristas, pierden valor cuando lo entremezclan con videollamadas de calidad extremadamente pobres, llamadas de celular de lo que parece un Android de gama media y un equipo de seguridad que parece tomado de S.W.A.T.: Lethal Force. Es como ponerle limón y chile a una Trappist Beer. Es precisamente el motivo del "casi", en lo que discrepo de la crítica es en el hecho de considerar a Dulull buen planificador de aspectos visuales; en mi apreciación, también en ello no llega a pasar de la media.

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