sábado, 1 de marzo de 2025

In Memoriam, David Lynch (1946 - 2025)

ROLOS DEDICA UNAS LÍNEAS A LA MEMORIA DEL CRÍPTICO DAVID LYNCH. UN LEGADO INBORRABLE TANTO EN LA GRAN COMO EN LA PEQUEÑA PANTALLA


Que mal que arranca este año para los que amamos el cine, un día vengo a enterarme de que uno de los mejores directores de todos los tiempos fallecía producto de una enfermedad generada por sus décadas de fumador. Esta persona fue responsable de varias películas icónicas del cine, junto con la creación de una de las series de televisión más absorbentes y adictivas jamás realizadas. Obviamente, me refiero a David Lynch, aclamado director que nos dejó a inicios de 2025 para la tristeza de los que consideramos el cine un medio de entretenimiento, pero también de experimentación, de búsqueda de nuevas experiencias y desafíos para los espectadores


“Lynch con su arte respetaba, valoraba y exigía a sus espectadores, ver una de sus películas era un acto de compromiso total hacia él y su trabajo” 


Fue un genio polímata, un hombre renacentista que mostró interés por diversas áreas artísticas, no solo fue director, guionista y actor, fue también fotógrafo, pintor e inclusive diseñador de muebles, mostrando siempre una gran inquietud intelectual. Pero el objetivo aquí es abordar su obra cinematográfica, algo que desde el vamos digo no es fácil. 

Lynch fue críptico, enrevesado y extremadamente denso en el planteo de sus tramas, sumándole su gusto por un montaje no lineal que nos hacía movernos en el tiempo de atrás hacia adelante, a veces -debo decirlo- sin poder darme cuenta de ello. A nivel personal muchas veces mientras pasaban los créditos finales de una película suya me sentía desolado, abandonado y con mi cerebro dando vueltas a mil, todo esto mientras intentaba responder esta pregunta: ¿Qué acabo de ver? ¿Y saben una cosa? Agradezco totalmente eso, ya que siento que Lynch con su arte respetaba, valoraba y exigía a sus espectadores, ver una de sus películas era un acto de compromiso total hacia él y su trabajo


“Su obra le dio un gran peso al mundo onírico plasmado en los sueños extraños que vivían sus personajes, un surrealismo tétrico donde los límites de lo real siempre se desdibujaban” 


Escribo que nos demandaba, esto por que sus cintas no podían verse mientras se hacía o pensaba en otra cosa; para nada, con Lynch se debía prestar atención a los más mínimos detalles; una toma, una frase, una acción, bastaba saltarse alguno de estos aspectos para que se comprometiera toda la experiencia. Ejemplo de esto es “Mulholland Drive” (2001), allí hay un simple plano donde se nos mostraba una almohada y una cama, ahí radicaba el sentido de todo el filme. Pero también respetó a su audiencia, nos exigió porque consideraba que éramos capaces de lograr comprender y desentrañar sus tramas, no nos tomó como público estúpido al que hay que darle todo digerido, o al que se le debe dar un monologo final que explique lo que pasó. Ojalá más directores fueran así. Su obra le dio un gran peso al mundo onírico plasmado en los sueños extraños que vivían sus personajes, un surrealismo tétrico donde los límites de lo real siempre se desdibujaban y cedían ante las ensoñaciones más febriles de sus protagonistas. Esto, sumado a la centralidad y profundidad que tenía la psicología en sus cintas, era común ver que alguno de sus personajes padeciera de algún trastorno; ya fuese Denis Hopper, un psicópata en toda regla con un Edipo no resuelto o a Bill Pulman y su fuga disociativa derivada de su impotencia sexual. 

Obviamente lo antes dicho está enmarcado por una filosofía oscura sobre el ser humano y sus motivaciones, todavía recuerdo haber leído una vez que “Blue Velvet” (1986) se podía considerar su película más optimista, imaginen eso. Descreyó siempre de los grandes estudios, sobre todo luego de los que le ocurrió con “Dune” (1984), de la que se dice que llegó a tener más de siete horas de filmación, siendo mutilada por presión de la productora. Desde entonces se volvió un director independiente, siendo en esta época cuando hizo sus mejores trabajos. Tenemos que mencionar también su talento para el horror psicológico, la capacidad que tuvo de generarnos miedo a través de personajes macabros que hacían ponerle los pelos de punta a uno. Recordemos “Carretera Perdida” (1997) y el “hombre misterioso” que aparece en la fiesta para pedirle a Bill Pullman que lo llamase o en “Mulholland Drive” cuando al salir de un restaurant un hombre se encuentra con la persona que ha visto en sus pesadillas.


“el mayor legado de Lynch y por lo que será recordado en el futuro no está en el cine sino en la televisión, esto por el antes y después que generó en el medio esa obra monumental y seminal llamada Twin Peaks” 


En mi humilde opinión el mayor legado de Lynch y por lo que será recordado en el futuro no está en el cine sino en la televisión, esto por el antes y después que generó en el medio esa obra monumental y seminal llamada “Twin Peaks” (1990 - 1991). Hoy en día es común ver en televisión productos de una calidad superlativa que nada tienen que envidiar a las mejores cintas de Hollywood, grandes directores, productores e interpretes, trabajan en la “pantalla chica” generando obras de tal nivel que inclusive han llevado a un cambio en los patrones de consumo: ¿para qué pagar una entrada al cine si tengo el cine en la pantalla de mi hogar? Aclaremos que esto no fue siempre así, cuando apareció la TV y empezó a brindar sus productos se generó una clara diferencia en el espectáculo, una jerarquía que establecía niveles, ser actor de prestigio implicaba trabajar en el cine y solo en eso

“Twin Peaks” fue un éxito descomunal en EEUU, el país quedaba paralizado cuando se estrenaba uno de sus capítulos, mientras la gente intentaba develar quien había asesinado a Laura Palmer. En cada entrega, la trama se volvía más y más compleja, un homicidio, un pueblo chico lleno de secretos oscuros, entidades malignas que acechaban por las noches. Con esta serie, Lynch demostró que la TV podía ofrecer un producto de nivel cinematográfico y ser un éxito rotundo, que la televisión podía ser también un lugar donde brindar calidad. Una vez leí que si pudo existir “Breaking Bad” (2008 – 2013) o “The Wire” (2002 – 2008) es por que primero existieron “Los Sopranos” (1999 – 2007) y considero que es algo acertado, pero si existió esta última es por que a inicios de los años 90 hubo una serie de televisión que arrasó en taquilla. Esa es otra fuente de mi agradecimiento a David Lynch, el pensar que si puedo disfrutar tantos productos de calidad en mi pantalla chica, es en cierta manera gracias a él.

1 comentarios:

Ted dijo...

En una de las pieles donde me pondria, sería en la de Lynch. Era diferente y alternativo diría yo en cuanto a su obra cinematográfica. Entiendo lo que veo y me resulta curioso. Una lástima que fumara o que pena no vivir más a pesar de su vicio. Su hija es otra cosa como realizadora. No debería tener heredero. Creo que con El es suficiente. Espero que los próximos realizadores nos hagan olvidarlo, porque entonces significará que hay otras formas aún más interesantes de crear cine. Nostalgia sin serlo por su pérdida, lo siento.

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