martes, 7 de agosto de 2018

Crítica: Gonjiam: Psiquiátrico Maldito

¿Qué tendrán los sitios abandonados que nos gustan tanto? Hospitales, escuelas, pueblos… Buscamos los restos de vidas pasadas. Imaginamos lo que sintieron quienes allí habitaban. En ocasiones, lo que esos lugares vivieron, fue una gran cantidad de dolor. Cuando esto ocurre, se suele decir que estos lugares están malditos, y es entonces, cuando nos gustan aún más.


“Es de sobra conocido el gusto del cine oriental por lo maldito”


Hasta uno de estos enclaves viajamos en esta película, el psiquiátrico abandonado de Gonjiam (Corea del Sur), calificado como unos de los sitios más embrujados del país. Es de sobra conocido el gusto del cine oriental por lo maldito. “El bosque de los suicidios” (2016), donde nos muestran el bosque de Aokigahara (Japón), o la saga de “La Maldición”, que juega con esa creencia de que los lugares que han vivido violencia extrema, guardan recuerdos de lo sucedido, son claros ejemplos. Pero no sólo el cine asiático gusta de este tema. Innumerables son los casos de películas que tratan de sitios o casas donde se han vivido sucesos truculentos y cuyos residuos, pasan factura a los nuevos inquilinos. Tal vez la saga de “Amityville”, sea el más claro caso de casa malvada por excelencia. Lo maldito es un recurso, bien se base en lugares reales o ficticios, que no pasa de moda y que nos da alegrías y penas por igual.

En “Gonjiam: psiquiátrico maldito”, se nos presenta a un grupo de jóvenes que va a pasar la noche al psiquiátrico abandonado con la intención de retransmitir en directo la vivencia para el blog de terror de uno de ellos. Acerca del psiquiátrico, corre la leyenda de suicidios en masa, de asesinatos por parte de su directora, del sonido de una pelota de ping pong que avisa a los intrusos de que algo malo se les viene encima. Por si esto fuese poco, ha sido seleccionado por la CNN como uno de los siete sitios más encantados del planeta. ¿Qué más pueden pedir un grupo de jóvenes con un blog de terror y unos aficionados a lugares encantados? Todo al principio, como es usual en estas películas, es alegría y buen rollo. El grupo se conoce, se gastan bromas… La calma antes de la tormenta. Angelicos. Una vez dentro del edificio, la cosa cambia. Lo que parece un trabajo sencillo que reportará un buen dinero en forma de seguidores en la página del blog, se torna en tragedia cuando el psiquiátrico muestra su verdadero potencial en lo que a actividad paranormal se refiere.


“Los actores poco carismáticos, no logran meter esa sensación de tensión en el cuerpo”


La historia, que a priori no parece presentarnos nada nuevo, podría estar bien según se trate el desarrollo de la misma. Esencial en este desarrollo es el formato de la película, “found footage” o “falso documental”. La precursora en esta forma de grabación fue en el año 1980 la inigualable (perdonad que me ponga sensible), “Holocausto caníbal”. Se trata de hacer que los protagonistas sean los que están grabando la película, normalmente de forma amateur. El resultado de sus grabaciones, en la mayoría de los casos, será el último documento encontrado de ellos con vida. Pero si hemos de hablar de la película por antonomasia que puso a este recurso en la cumbre del cine de terror, está claro que nos referiremos a “El proyecto de la bruja de Blair” (1999). Y es aquí cuando hemos de decir ¡cuánto daño ha hecho “La bruja”! El pelotazo que pegó esta película fue brutal (leed “brutal” con la voz de Nathan Explosion) y sus consecuencias más. La cantidad de cintas que se han sumado a este formato desde entonces, ha sido tremenda. “Rec” (2007), “Cloverfield” (2008) y la saga de “Paranormal activity” (que lo explotó hasta la saciedad), entre otras.

Es un recurso que ha ido perdiendo su frescura. Es muy complicado usarlo ahora en una película y lograr esa naturalidad, esa sensación de “sobre la marcha”. Para que esto sea un poco más eficiente, se suele optar por actores desconocidos, ya que dan más realismo a la situación. Cuenta la leyenda que, a estos actores, tanto en el caso de “El proyecto de la Bruja de Blair”, como en el caso que nos ocupa, se les daba muy poca información acerca del guion y se les dejaba actuar casi de manera libre para lograr reacciones más reales. O eso se supone, porque no podemos decir que eso se cumpla en el caso de “Gonjiam: psiquiátrico maldito”.


“Es una película que dándole una vuelta podría haber funcionado, pero el resultado es un popurrí de tópicos del terror asiático”


Los escogidos para recrear la tensión en esta cinta fueron Wi Ha-Joon, Park Sung-Hoon, Lee Seung-Wook, Oh Ah-Yeon, Park Ji-Hyun, Yoo Je-Yoon y Moon Ye-Won Todos ellos orquestados bajo la dirección de Jeong Beom-Sik, y el guion de este mismo junto a Park Sang-min.

Todos ellos se unen para presentarnos una cinta de terror psicológico floja. Los actores poco carismáticos, no logran meter esa sensación de tensión en el cuerpo. Sus reacciones son tan, ¡tan! desmesuradas, que rozan lo cómico. Si bien es cierto que la película tiene momentos buenos, con buenos golpes de sustos, estos tardan demasiado en llegar. Es una película que dándole una vuelta podría haber funcionado, pero el resultado es un popurrí de tópicos del terror asiático, mezclados con buenas ideas, que se suceden a todo correr en el último momento cuando el espectador está ya con el bol de palomitas acabado y pensando, “más de lo mismo”. Una pena. Un “found footage” forzado, que nada tiene de casual y unas buenas ideas mal gestionadas que no logran levantar el aburrimiento de la primera hora de película.

Como conclusión, no está mal para pasar el rato y echar unas risas con coreanos acojonados. Por cierto, voy a crear una plataforma para recoger firmas: “No más pelo negro en el cine asiático”. Los interesados en firmar y colaborar, me decís en comentarios. Paremos esto, gracias.


3 comentarios:

Victor dijo...

Ninguna gana de ver una cinta hoy día con cámara en mano. Me da sopor solo de pensarlo.
Un saludo

Karrie-Yo dijo...

Del Found Footage, lo peor son los Manicomios Abandonados. A pesar que la presencia de estos lugares podria ser un personaje más, con la historia real de escalofriantes practicas con pacientes, se desestima esa carga emocional. Entre los momentos desperdiciados en mi juventud destaco Grave Encounters y la fallida Greystone Park, de Sean, hijo de Oliver Stone. Acerca de la censura al pelo como instrumento de horror en el cine asiático, eso estan más entramado en la altísima misoginia en Asia. Es practicamente imposible escapar de ella, dado que la Madre Naturaleza es un enemigo real, como se explica en el Ringu original, Sadako como hija de un ente del mar y un humano. Heroinas como Azumi son escasas, generalmente conocemos mujeres transformando su frustración en ira como las Yurei mencionadas con larga melena o siendo victimas de esa misoginia como Tomie, fuente de obsesión, locura y asesinato. Esa fobia esta clavada en el subconsciente colectivo.

Unknown dijo...

Karrie-Yo, ¡cuánta razón con el pelo!, nunca me libraré de él. Esto no se lo digas a nadie, pero a mí "Grave Encounters", me gustó en su día. Bendita inocencia.
Victor, ¡ánimo! Siempre puedes echarte unas risas y la recreación del manicomio es muy buena.

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