Crítica: En Las Afueras de la Ciudad

Una cosa no se le puede discutir a “En Las Afueras de la Ciudad” del chileno Patricio Valladares, y esa, es su capacidad de sorprender, al menos, a todos aquellos que como yo, esperasen de ésta, su película del año pasado (lo digo porque ya está a punto el correspondiente remake americano, dirigido por cierto, por el mismo), un rape & revenge al uso. Y eso, viendo lo visto, ya es un mérito de incalculable valor en una época donde lo que se estila es el más de lo mismo y la ley del mínimo esfuerzo, donde fórmulas arcaicas en evidente decadencia, se siguen explotando hasta límites insospechados para indignación y bostezo, de ese aficionado tipo que lejos de disfrutar una y otra vez marchándose cada año de vacaciones al puñetero Crystal Lake de turno (cosa por otro lado, totalmente respetable, dicho sea), sabe valorar una cualidad harto olvidada en estos tiempos oscuros: la inventiva.

Esto no quiere decir que un producto como “En Las Afueras de la Ciudad”, vaya a revolucionar el subgénero de los rape & revenge, y tampoco pienso que sea eso lo que éste necesita, sino mas bien una sepultura digna, aunque ese, es otro tema. Pero si hay que valorar el esfuerzo realizado por no violar al clon de turno, al menos, no de la misma manera y para ello, la cinta de Valladares se abre con uno de los prólogos más perturbadores que servidor haya catado en un maravilloso ejercicio no solo de mala leche,sino también de narrativa, algo en lo que por desgracia, no destaca el resto de metraje. Y es que más allá del enfermizo viaje a lo más profundo de las miserias del ser humano, que son los primeros compases del filme, los cuales por si solos consiguen adentrar al espectador en el enfermizo universo de inmundicia moral que el cineasta chileno pone sobre la mesa, lo que el resto de "En Las Afueras de la Ciudad" nos depara, es un tremendo WTF!!.

Aun con la gallina de piel tras la desagradable y dura (lo que es bien, en un producto como éste) toma de contacto inicial, se nos muestra un boceto de lo que parece va a ser la trama, al menos, se dibuja en nuestra cabeza y promete, vaya si promete. Lejos de la típica historia de venganza, “En las Afueras de la Ciudad” insinúa que lo que va a contarnos no tiene tanto que ver con las consecuencias físicas de las agresiones sufridas por las víctimas (la consiguiente venganza), como con las cicatrices psicológicas de éstas, perfecto preámbulo para uno viaje hacia un destino al que no suelen dirigirse las cintas de violación y venganza. Valiente travesía, pues no es esto lo que vende y al final, esto, por desgracia, se trata de hacer dinero.

Una ilusión. Otra de tantas. No hay vida después de la muerte, no al menos en la película de Valladares. ¿Que hay? Pues un exasperante galimatías argumental que nos viola a nosotros, como espectadores, ultraje que da comienzo en el mismo instante en el que la falsa promesa del drama y el terror psicológico, se pierde en las profundidades del bosque y donde lejos de retratar las miserias de dos jovencitas muertas en vida que lo único que desean es escarbar profundo en la tierra, muy profundo, hasta las mismisimas profundidades de ésta para poder alcanzar a vislumbrar la luz del sol. Lejos de ese prometedor relato, Valladares nos da el cambiazo con un batiburrillo de ideas (a cual más descabellada e inverosímil), que le quitan toda credibilidad a su película.

Es desesperanzadora la artificial mitosis sufrida por el singular trío protagonista, en especial en las exuberantes carnes de Ana y Anny, las dos chicas que han sido víctimas de los abusos de turno... ejemplo feaciente de que al seór Valladares, no le habría venido nada mal la ayuda de alguien con un poquito de sentido común a la hora de escribir el guión.

A nivel técnico tampoco estamos ante un trabajo que destaque especialmente (si bien es cierto que en este sentido se evidencia una evolución respecto a filmes anteriores como “Dirty Love” o “Toro Loco”), ni por parte de los intérpretes (todos muy, pero que muy justitos... igual podríamos salvar de la quema a las dos féminas protagonistas y a ratos), ni de los responsables detrás de las cámaras. Como ejemplo de esto segundo, las lamentables secuencias de acción, rodadas de forma tan torpe y caótica, que se termina desvirtuando hasta la última gota de sangre en el filme contenida, que todo hay que decirlo, no es poca (espeluznantes por lo mal resueltas por ejemplo, las secuencias de los desmembramientos con la motosierra).

 

Como mal menor, “En las Afueras de la Ciudad” se cierra, tras la horripilante secuencia final, que parece rodada por un grupo de colegas después de vaciar todas las cervezas del frigorífico, con una revelación, un pequeño pero acertado giro final, que arroja algo de luz, a la soporífera oscuridad que nos ha acompañado a lo largo de todo el visionado y al menos, cierra esta estrambótica función, con un ligero buen sabor de boca... miedo me da en pensar en lo que puede salir del inminente remake USA (“Hidden in the Woods”), en el cual está involucrado por cierto, el bueno de Michael Biehn (“The Divide”, “The Victim”).

La frase: "... es que una cosa es pene con condón, y otra cosa son los dedos. A mi no me gustan los dedos, no me gustan, me dan miedo... es que todos los dedos son del hombre negro".

Lo mejor: El enfermizo prólogo y el intento, de hacer algo diferente.

Lo peor: El sin sentido del guión, lo mal rodadas que están las secuencias de acción y lo aburrida que puede llegar a ser en determinados pasajes.