sábado, 24 de octubre de 2015

Crítica: The Witch

Tenía tantísimas ganas de este Sitges, de ver por fin esta película que sorprendió y fascinó en su estreno en Sundance, donde ganó el premio al Mejor director, que me ha pasado lo que viene siendo el típico medio bajón del ansioso con demasiadas expectativas puestas en algo. No digo, ni de lejos, que La bruja no sea meritoriamente lo que es, uno de los debuts cinematográficos más perturbador de los últimos años narrado con un delicioso rigor y esteta detalle historicista, pero que me la hayan vendido como espeluznante y aterradora cinta de terror-terror, a éste que se traga tres pelis de género diarias (en este festival multiplico por dos al menos) como el que se bebe tres traguillos de agua, se le ha quedado en un principio un poquito exagerado... Hasta que, dos horas después de haberla visto me doy cuenta de que no puedo quitarme de la cabeza un par de escenas que me siguen poniendo la carne de gallina y a este paso me harán pasar una noche puta puta con la luz encendida, así que a lo mejor las cosas no eran tan exageradas...
 
Claramente marcada por los juicios por brujería de Salem que seguirían décadas después, la peli del guionista y director Robert Eggers flota en una delicada y estilosa línea que va desde la inquietante ambigüedad del drama intimista y el terror sobrenatural, retratando los efectos peligrosamente opresivos que la religiosidad enfermiza y extrema marca en la psique puritana de quienes la profesan y se ha traducido en una inmensa cantidad de elogiosas críticas la mayoría de las cuales, ya les digo que dos horas después, comparto plenamente. 

Eggers, que empezó su vida laboral en el teatro, ha firmado varias películas ya como director de producción y artístico y diseñador de vestuario, y en su puesta de largo como director, en una proeza del bajo presupuesto digna de alabanza, se ha rodeado de un equipo técnico y un reparto prácticamente impecables. 

La bruja, o como subtitula en su final, “un nuevo cuento folk de Nueva Inglaterra”, es una mezcla sorprendente de esos cuentos del oscuro folclore terrorífico de época con el pánico a los ritos satánicos que tan catastróficamente acaba de retratar Amenábar en su mediocre Regression, y podría definirse como se ha venido haciendo desde su estreno en Sundance, como “un cruce entre "Las brujas de Salem", “El exorcista” y “El resplandor”. 

Pero además es una mezcla que se nutre de la austeridad de época de Kubrick en “Barry Lindon”, de Haneke (en su visión dramático rural de la represión patriarcal),de Polanski y su deliciosa semilla diabólica y el documentalismo de “Haxaan”, de la angustia de Lynch y el hipnotismo visual de Tarkovsky, del deje claramente intelectual de Bergman (“Gritos y susurros” es una de las fuentes de inspiración reconocidas por el director) e incluso “El Nuevo Mundo” de Terrence Malick, y el resultado es una mezcla en crisol absolutamente perturbadora e intranquilizante. 

Una magistral pieza musical minimalista a ritmo de violines desafinados y cascabeles nos sumerge en la Nueva Inglaterra del siglo XVII, plagada de mohicanos y labradores, siguiendo a una familia de puritanos colonos ingleses que han sido desterrados de su pequeña ciudad por diferencias de opiniones del estricto y cabezón patriarca, cristiano devoto obseso y desilusionado con la hipocresía de los que le rodean, con la iglesia de su comunidad, y se establece en una fértil plantación junto a un siniestro bosque para vivir una cómoda utopía apartados del sucio mundanal. 

Pronto conocemos a los miembros de la familia, el atormentado y acomplejado matrimonio y sus cinco hijos, protagonistas absolutos de la cinta. 

La pareja, desde su llegada a la granja ha tenido un bebé, Sam, que desparece inesperadamente mientras está al cuidado de la hermana mayor Thomasin (sorprendente Anya Taylor-Joy), que inmediatamente se convierte en el chivo expiatorio de todos los problemas de la represión de la familia como claro símbolo del miedo a la maldad femenina y al sexo, acusada por la sospecha de los dos hermanos pequeños que la apuntan con el dedo como bruja después de que ella les asuste con un viejo cuento supersticioso popular y sobre todo por la madre, Katherine (Kate Dickie, la más reconocible del reparto y recordada por sus papeles en "Prometheus" y "Red Road"), que a partir de ese instante no deja de reprochar la negligencia de su hija más que para llorar desconsoladamente y rezar desquiciada mientras que el padre, William, se muestra un pelín más indulgente con su hija, consciente de que su situación se debe a sus propios defectos como padre y esposo. 

Después tenemos a Caleb, en una edad cercana ya al deseo sexual y obsesionado con los emergentes atributos físicos de Thomasin (y que tiene un encuentro con una peculiar mujer pelirroja que parece ser otra de las candidatas al título de la película) y a esos dos hermanos pequeños, (los gemelos más terroríficos del cine después de las niñas de “El resplandor”), Misericordia y Jonas. 

La desaparición de Sam no es sino el primero de una serie de incidentes desafortunados que apuntan a que la puritana familia está afectada por las garras del mal que acecha en el bosque vecino. Así, desde el momento del secuestro del niño, la suerte de la familia parece dar un giro radical, el padre falla en la caza de un conejo, las cosechas empiezan a perderse, los árboles parecen enfermos, una copa de plata desaparece, los huevos se pudren y la pequeña cabra de la familia (un claro simbolismo de la presencia satánica) comienza a dar sangre en vez de leche... 

Una de las cartas con las que inteligentemente juega el director es el hecho de que casi inmediatamente después de la desaparición del niño vemos una terrorífica imagen en la que vemos lo que ha sucedido con él, SPOILER: (una vieja mujer arrugada machaca en un mortero los restos del cadáver en una visión pesadillesca que no deja lugar a dudas en principio de la existencia real de una bruja dedicada a sanguinarios ritos satánicos y que sostiene esa morbosidad pictórica de la película sustentada en el expresionismo alemán y las pinturas negras de Goya, a caballo entre Salem y Zugarramurdi) FIN DEL SPOILER

Sin embargo Eggers parece no contentarse con una interpretación básica y meramente racional de lo que las imágenes reflejan en esa precisa y silenciosa entidad cinematográfica, y juega con la ambigüedad de hacer un devastador retrato psicológico de las terribles cargas emocionales a las que conduce una convicción religiosa y una fé inflexibles y exacerbadas, ciñéndose a ratos más en la crisis emocional y psicológica de los miembros de la familia que en el relato de terror que todo lo envuelve a partir de un fascinante y efectivo juego visual cuyas imágenes son difíciles de olvidar. Y aunque parece no caber duda de la existencia de una bruja verdadera en el bosque según la introducción de la trama, la verdadera cuestión es si será ésta quién afecta a los cimientos de la religiosa y unida familia o el temor y las sospechas entre sus miembros lo harán por sí mismos. Así, la salvación y la superación del mal son los ejes en el cuento de terror de Eggers en el que cada personaje clama por el auxilio divino para acabar con el inminente horror de la brujería aunque ello signifique acabar con el miembro de la familia que haya hecho un pacto con el maligno. 

Se cumple por tanto el buscado objetivo del director de extraer emociones y sensaciones de terror modernas de una historia meticulosamente ambientada y recreada en el puritanismo colono de los calvinistas radicales de hace casi 400 años, el periodo de la Historia más saturado con acusaciones de brujería, en el que es fácil reconocer reconocer el miedo a la sexualidad femenina tras esa caza de brujas absurda. 

No menos inteligente y afortunada es la elección de un reparto británico prácticamente desconocido, pero si algún actor destaca de entre todos y hace suya la cinta es, por un lado la jovencísima Taylor-Joy en el papel de la gravemente incomprendida niña cuya familia está cada vez más convencida de que es ella la mismísima bruja del título y que se convierte en cierto modo en la voz narradora de la trama desde el punto de vista más racional, desde lo femenino, en esa pubertad sexual que aflora amenazando con complicar esa utopía fracasada de los padres. Pero sin duda, el papel más destacable, desde la exageración terrorífica y caricatulesca, es el de Kate Dickie como la afligida madre perdida en su propio dolor y que se arrastra al precipicio de la terrible locura. 

La peli puede tener algún que otro fallo y problema en su conjunto, pero desde luego lo positivo destaca sobre lo negativo, compensando esos defectos, y el ejercicio de terror atmosférico de Eggers sobresale gracias a una magnífica utilización de la tensión y el horror, a la rigurosa y sobresaliente composición del escenario y los personajes y fundamentalmente a una fotografía y banda sonora IMPRESIONANTES y bastante responsables de ese sentimiento de absoluta incomodidad que acompaña al espectador durante hora y media. 

Esa increíble, sugerente, mística y oscura fotografía de Jarin Blaschke se convierte en un verdadero y exquisito tesoro de la imaginería gótica reflejada en una paleta de miserables y atinados grises que influyen en el ánimo del espectador con cada plano sobrecogedor y con esas imágenes de pesadilla que se graban a fuego y se dosifican con cuentagotas, en un control visual intenso que instiga prácticamente al pánico y al ataque de nervios y que en su proyección ha arrancado continuas reacciones entre el público. 

Y la pieza sonora de Mark Korven, una de las más atinadas, eficaces y abrumadoras que recuerdo, sobrecargada de discordantes cortes fantasmales en forma de latidos, percusión y chirriantes cuerdas desafinadas como afiladas uñas que desgarran una pizarra en un homenaje inspirado al inmenso Krzysztof Penderecki y su Réquiem Polaco que logra que se nos erice el vello de la nuca en unos cuantos momentos más por el terror que evoca que por la musicalidad de su minimalista partitura. 

Por otro lado, el ritmo lento y la meticulosidad extrema, como el resto de elementos más sesudos de “arte y ensayo” de la cinta, se pueden convertir en un lastre para el espectador ávido de terror puro y sustos rápidos, porque aunque la peli se vuelve más y más turbia y terrorífica conforme avanza en una sensación de profundo abandono y aislamiento, el terror actual no es el de los ochenta, y el clímax final, (mayor defecto y error en mi opinión), es la peor de las soluciones posibles a la trama y puede desencantar un poco. 

Contarles ese final de la peli sería hacerles una putada, al nivel casi de revelar los giros argumentales de Shyamalan, pero queda dicho que La Bruja tiene una de las escenas más impactantes e inquietantes que servidor ha visto nunca y que la hace aún más recomendable. 

Aplausos en la platea, silencio sepulcral en la proyección y alabanzas en la totalidad de las opiniones que se escuchaban a la salida hacen de “La Bruja” una de las grandes bazas y apuestas de este recién inaugurado Sitges 2016 que parecía no querer llegar, pero que por fin está aquí. 

Lo que no entiendo muy bien es que la productora decida retrasar el estreno a finales de febrero del año próximo, cuando las magníficas loas con las que se ha encontrado hasta el momento podían ser el elemento de marketing definitivo para arrasar en taquilla, y es que lo sigo flipando con que la mayoría de cintas de festivales como este no lleguen a tener difusión en nuestras salas o no se estrenen como es debido (The Babadook, sin ir más lejos, se estrenó sin apenas publicidad, cuando podía, y debía, haber reventado taquillas.


14 comentarios:

Santiago dijo...

demasiado destripe para mi gusto, tuve que leer muy por arriba

meyni2 dijo...

Quetzal,sólo.hago un spoiler y avisado...Aún así si te esperas sorpresones y vueltas de guión mejor te ves capítulo de jessicafletcher,que fijo que eso no te destripa nadie. Gracias por tu amable comentario,un saludete

MABUSE dijo...

Gran crítica Damien. Sabía que pronto volvería a estar de acuerdo contigo, tras alguna que otra discrepancia :-).
Gran experiencia sensitiva en todos los aspectos, sobre todo visualmente. Para mí a destacar las diversas escenas con claroscuros extremos, como la de la cena que brillantemente acompaña tu crítica, que nos remiten al universo de Georges de la Tour.
Creo que algo perjudicada, como suele ser habitual, por proyectarse al inicio del festival. La memoria es débil, y solemos acordarnos más de las cintas que se van proyectando conforme avanza el mismo. Una lástima.
Un saludo.

Negro dijo...

Gracias por la crítica, Damien. Le tengo muchas ganas a esta película, por el tema, la ambientación que puede verse en los avances y lo bien que hablan y hablas de ella.

Un saludo

Patrick Bateman dijo...

Ya veo que no soy el único al que descontenta (mínimamente) el final. La verdad, los dos planos finales me sobraron.

Con toda la buena fe, has puesto Sitges 2016 al final de la crítica, debería poner 2015.

meyni2 dijo...

Mabuse,el placer de coincidir es todo mio!!!!valoro tu criterio x complrto y estoy de acuerdo en q de haberse programado adelante gallo cantaria...
Negro,tienes suerte,porque esta si,va a difusión mundial,se estrena en febrero de 2016.
mr Bateman,no crea,que opiniones hay todo con ese final! No me di cuenta y colé el 6, cierto es!
;)
muchisimas gracias a los tres por vuestros comentarios,es un placerazo

Unknown dijo...

Tiene muy buena pinta...¡Me has dado ganas de verla!

Unknown dijo...

EN MI OPINIÓN, LO MEJOR QUE RECUERDO SOBRE LA REPETIDÍSIMA TEMÁTICA SALEMNIANA EN USA. ¡GRACIAS POR TU GRAN CURRO, DAMIEN!

Unknown dijo...

A mi me pasó algo parecido...la vi y me gustó sin fliparlo...pero luego estuve varios días soñando con ella! Quizás sería mi voto como ganadora este año! Felicidades por todo tu gran trabajo en Sitges!!!

Missterror dijo...

Debo decir que en el momento de verla, tenía una mezcla de miedo por las altísimas expectativas y ansia, pero el resultado ha sido del todo satisfactorio, no solo por el nivelazo a la hora de saber mostrar la intimidad de algo que siempre se ha mostrado con tanta parafernalia, como el temor al juicio por brujería y la paranoia y confusión que conlleva es saberse bajo un dedo acusador arbitrario, sino por la sensación de malestar que va dejando la película en el espectador a medida que la película va avanzando, es como sin Black Phillip nos susurrara a nosotros también.
Entiendo que destacar la fotografía y la banda sonora, es como cuando llueve sobre mojado, pero es que no puedo por menos, que escribirlo yo también porque es una delicia.
Lenta, oscura, malvada, sobrecogedora!!! Cómo me ha gustado "The Witch", final incluído. No voy a ser crítica con este final, porque está bastante acorde con lo que se va sembrando, si bien es cierto que la escena final bien podría haber sido otra (buffff, ahora se me ocurren mil escenas posibles con Thomasin como protagonista)
El reparto, de lujo. Esto es un trabajo en equipo soberbio, no hay nadie que quede por detrás, y lo de los gemelos, como comentas, Damien, es de terror máximo. Aunque es de merecer destacar la labor de Anya Taylor-Joy, porque demuestra que para trasnmitir, no es necesario recurrir al tópico en la interpretación, ni al tic.
Sin duda "The Witch" es una película que deja poso, y que gana cuanto más piensas en ella, y eso que el punto de partida está ya muy muy alto...

Saludos

plcuervo dijo...

Muy buena para los que esperan una película de suspenso

El Rector dijo...

Técnicamente sobresaliente, con una puesta en escena aplastante y un desarrollo de la historia francamente absorbente. Ni que decir tiene que los actores están fantásticos y que la atmósfera que consigue recrear a los largo de todo el metraje es muy meritoria.

Pero al menos en mi caso, las grandes expectativas creadas a lo largo de todo este tiempo después de su proyección en Sitges, han jugado en su contra y pese a las muchas excelencias comentadas, yo encuentro que le falta ese punto de genialidad que diferencia las buenas películas, de las obras maestras. Al final, el guion no termina de ofrecer ese momento de brillantez que uno espera durante toda la película, por no hablar de ese final, que al igual que a algunos de vosotros, no me ha terminado de gustar y que a mi juicio, se carga en gran medida la propia esencia del filme.

De todas formas, estupendo thriller. El chasco se lo llevará el que vaya a la sala de cine esperando la típica cinta de terror sobrenatural.

Saludos.

Donnie dijo...

Soy de los que creen que esta es una grandisima película. Comparto la opinión de que esta cinta cuenta con una soberbia fotografía y una notable banda sonora. Me encantó la forma con la que Eggers intentaba plasmar la forma de hablar de aquella época..lo que me lleva a pensar en que opina Miss Terror sobre ese tema (Recuerdo que en la crítica de 'Orgullo y prejuicio zombie' comentó que estudió filología inglesa)

Tengo que decir que también soy de los que opinan que a Eggers su película se le acaba yendo de las manos. La escena final, por desgracia, creo que deja mucho que desear y no esta a la altura de la sutilidad y la concisión con la que este ha ido llevando su película hasta ese momento. Aun con esta observación, creo que 'The Witch' es una de las grandes películas de la temporada. O gusta o no, pero no deja indiferente. La cinta de Eggers mueve algo dentro del espectador y eso hoy en día tampoco es fácil de conseguir.

Un Abrazo

Missterror dijo...

Donnie, debo reconocer que todo lo que tenía que ver con el Old English, Beowulf, Canterbury Tales and so on...era la parte más pesada para mi de la carrera y la que peor se me dio, pero tengo que alabar el intento a la hora de recrear el lenguaje de la época y la pronunciación, que está muy conseguido. Lo que tengo claro es que Robert Eggers pensó mucho en todos los detalles y que no se le puede negar que ha sido un maestro a la hora de recrear la época. Hay que seguir a este señor muy muy de cerca!!

Saludos

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