Crítica: Bornless Ones

Hace poco, El Rector dejaba caer, como buen perro viejo, que los títulos de las películas muchas veces son lo que determinan la ilusión. Cuando hablo de ilusión me refiero a todo lo que conlleva un visionado porque por mucho que hayamos visto miles de películas y que sea algo así como una rutina darle al play cada noche y quedarnos ciegos cuando tenemos un día libre, la ilusión justo en el instante en el que comienza esa película elegida, no la deberíamos perder jamás y si alguna vez vemos una película sin ilusión, mejor que lo dejemos y nos vayamos a hacer otra cosa que nos motive más, como el amor, por ejemplo.

Pues eso, que pensando en El Rector, pensaba también que es cierto eso de que los títulos pueden hacer que esa ilusión de todo cinéfilo sea un poquito menor cuando te encuentras con títulos que demuestran que el director no ha sido capaz de encontrar una palabra o una frase corta que defina a su película y que sea atractiva. "Bornless Ones" y olé!! Yo pensaba en este título y me acordaba de la reciente " Devil In The Dark" y no puedo negar que pensé en hacerme una infusión para la digestión antes de que empezaran los créditos iniciales.

Ahora, que me he tomado la molestia de hacer una pequeña búsqueda por la red para aclararme con unos temitas infernales que salían en la película, veo que "Bornless Ones" es un título muy apropiado. Lástima que en la película no lo hayan sabido explicar bien y que sea el espectador el que entienda que eso es una invocación demoníaca mucho más interesante de lo que la película muestra, pues fue Aleister Crowley quien la introdujo para completar el "Ars Goetia", aunque hay voces que señalan este Bornless ones como un exorcismo. Y ya metida en faena me ha picado la curiosodad infernal y he empezado a leer con voracidad este grimorio del S. XVII, donde se aclara la jerarquía infernal y se nos presentan a los setenta y dos demonios del infiernos con sus títulos nobiliarios infernales y esto ha sido gracias a esta película.

Sí, por si el póster no lo había dejado claro, estamos ante una película de demonios, de los que entran y salen de los cuerpos mortales a su antojo. Y si ese mismo poster y el trailer (muy acertado por cierto) os están engañanado y os da la sensación de que la cabaña está en Tenessse, cerquita de aquella en la que Linda Y Cheryl eran poseídas por un demonio que llegaba corriendo desde el bosque y Ash hacía lo que podía con motosierra en mano ( nunca mejor dicho), ya os digo que nanai, que casi todo es fachada.

"Bornless Ones" no deja de ser un producto de serie B del montón que juguetea acertadamente con el gore y se aleja del tipo de película de sustos paranormales que podía parecer según el prólogo, pero que se deja ver y que no se hace aburrido en ningún momento, lo cual es de agradecer. El guión es flojito y deja al aire muchas vergüenzas que tendrían que haberse resuelto de forma más coherente, porque en realidad no son grandes dilemas universales, sino que son despistes garrafales que deslucen mucho el resultado. Me refiero a todas las incoherencias que asolan la narración y la rompen en pedazos. El tema demoníaco está tan cogido por los pelos que es bastante sonrojante, y pese a que aquí hay un pequeño olorcillo a "Evil Dead", no tiene ningún sentido si atendemos a las reglas de los hechizos que la protagonista explica a sus queridos amigos, en un libreto sin solidez alguna.

Al final esto va de demonios que te poseen para que les ayudes a hacer el mal, por lo que entiendo que tampoco es que haya que pedir que nos expliquen la teoría cuántica de campos, pero al menos ya que se toman la molestia de documentarse un poco y pensar en un demonio que sana a cambio de un alma, como es Buer (presidente de la segunda orden del Infierno) deberían haberlo hecho con algo de rigor y no dejar que argumentalmente, aquello se convierta en una payasada en la que los demonios hacen practicamente inmortal a un cuerpo mortal y no parecen tener un propósito claro. El caso es que estos campos cuánticos se tornan en incoherencias e incongruencias, pero aún así la película se sigue dejando ver y entretiene, por lo que ¡voila! un suspenso como un piano, se transforma en un aprobado y un gallifante para Alexander Babaev, quien después de tres cortos saltó al largo con esta historia que le ha salvado los muebles. Eso sí, después de "Bornless Ones" ha vuelto al formato corto, así que me da a mi en la nariz que las partículas subatómicas no han dado para mucho.

Y como os gusta la carnaza, vamos allá con la parte en la película se hace absolutamente bochornosa, que es en las actuaciones y una vez más, como ya ocurriera en "American Conjuring", mi compromiso moral con vosotros me impide referirme a las personas que salen en la película como actores y me voy a referir a ellos como figurantes, siendo la principal figurante, Margaret Judson (en el papel de Emily), la que se lleva con diferencia el premio gordo, el Eurojackpot de las actuaciones más sonrojantes que he visto en mucho tiempo, y vale que en realidad tienes que hacer creíble algo que no lo es, pero nena, intenta disimular el hecho de que para ti esta interpretación haya sido un prime ensayo de algo por lo que apenas te pagan...En fin, el casting mal, muy mal, pero de verdad que llega a tener su gracia y la tiene porque la película no pretende ser tomada en serio en ningún momento.

Referente a los efectos especiales, mucho mejor de lo que podría parecer y pese a esas lentillas horribles que le cascan a algún personaje en el tercio final, que ríete tú de las que les obligó Sam Raimi a llevar a sus chicos y que casi les deja ciegos, tiene momentos casquería muy destacables y sin duda alguna, esto es el punto fuerte de la película. De hecho, estos efectos artesanos, están muy por encima de lo que suele ver en producciones de este tipo, dejando escenas en la que miras a tu compañero de visionado con la cara de "oye, mira cómo se lo han currado aquí". Eso si, vamos a obviar los atroces momentos cgi que tenemos que ver un par de veces, que podrían provocar hemorroides si se lo propusieran.

"Bornless Ones" es una película que se mueve casi en su totalidad en un mismo escenario pero que no se hace redundante e insisto, entretiene y hace que su visionado sea muy ligero. Muchas veces simplemente hay que dejar la mente en blanco para que respire un poco y coja fuerzas para volver con más salud. Yo entiendo que esto es difícil porque, ¿qué somos? ¡Espartanos! ¿Y a qué hemos venido aquí? ¡A Luchar! Y sí, estamos en este mundo, siempre luchando, pero queridos espartanos, esta vez no vamos a luchar, esta vez toca un poco de diversión así sin más. ¿La vemos, pasamos un rato agradable y la olvidamos?