Crítica: Monster Man

Hacía algún tiempo que veía esta película rondando por el videoclub, pero me daba un poco de miedo alquilarla. La cinta estaba en la sección de terror, pero perfectamente podría haber estado en la de comedia y nadie se lo discutiría al dependiente, porque con esta peli no temblaremos sino que reiremos y mucho.

Dirigida y escrita por Michael Davis, ("Shoot'em up", "100 girls") nos mostrará nada más comenzar una agradable escenita gore, de este modo nos convertiremos en compañeros de viaje de Adam (Eric Jungmann) y Harley (Justin Urich), dos tipos que nos harán pasar una entretenida velada. Adam es un poco "maniático" lo que provocará los momentos más tronchantes de la película, mientras que Harley es un tipo bastante pesado, obsesionado con el sexo y al que le encanta hacer bromas de dudosa calidad.

La historia no es ni nueva, ni original y el principio de ésta "Road Movie" es prácticamente calcado al de "Jeepers Creepers", sólo que lo que les persigue no es una camioneta oxidada sino un "peazo" de camión Big Food diseñado por el mismo tipo que hizo los trastos de "Mad Max III: Más allá de la cúpula del trueno", así que imaginaos pedazo de bicho con ruedas, como no podía ser de otra manera, el auto lo conduce otro monstruo, que viene ha ser una especie mutada de "El guardián de la Cripta" llamado Fuckface (aquí traducido como "caraculo"). Debo decir que hay momentos en los que las bromas entre los dos amigos se hacen un poco pesadas, pero lo peor que nos encontramos en la película son las traducciones que hacen en este país, ya que nos encontraremos con chistes "made in spain" de muy dudoso nivel.

Una comedia road movie con dosis gore muy divertida, que servirá para pasar un buen rato y que tal vez recordaremos en nuestro próximo viaje en coche hacia quien sabe que lugar.