Crítica: Cassadaga

Siempre he creído que ver películas de un subgénero que, a priori, no es demasiado interesante para un tipo concreto de espectador, es como cuando le obligan a correr una carrera de fondo a alguien que odia el ejercicio físico, porque seguramente ya comience la carrera agotado y con la mente nublada, y solo sea capaz de repetirse a sí mismo. "venga, tienes que seguir corriendo, tienes que llegar...", con la boca seca, la respiración cortada y con el corazón aproximándose a las 180 ppm...

Pues ahí estaba yo, queridos, con el corazón que se me salía del pecho... exactamente a punto de ponerme mis zapatillas de deporte y darle al play. Pero ¿qué fue lo que me impulsó a hacer semejante cosa con lo bien que estaba yo tumbada en el sofá esperando que entrara algo de viento por la ventana y me arrancara este calor de cuajo? Pues no fue otra cosa que el nombre de Anthony Di Blasi, pupilo de Clive Barker y director de una perturbadora película que me tuvo fascinada cuando se "estrenó" en esos cines tan grandes a lo que solemos ir todos a ver este tipo de propuestas (creo que los cines Megaupload los cerraron ya, pero tampoco me hagáis mucho caso, eso me lo dijeron unos espíritus). Creo que fue en esos cines en los que vi esa película de la que os hablo, de nombre "Dread", que me cautivó (y si no recuerdo mal, ese día le dejé propina al acomodador) Pues como os digo, ese nombre, ese hombre, fue suficiente para que yo me pusiera en movimiento e hiciera un sobreesfuerzo para aguantar de principio a fin una historia de fantasmas/espíritus/seres que no se han ido o como queráis llamarlos, pues claramente admito que es un subgénero que no me llama para nada, aunque Cassadaga sonaba tan bien en mis oídos...ummmmmmmhhhhhh, Di Blassi, hazme disfrutar...¿era yo la que lo pensaba, o eran los entes que ya se habían apoderado de mi? (supongo que esa era yo, pues en todos los anteriores encuentros con este hombre, he terminado fumando el cigarro de después...)

La historia es bastante típica: un alma que no encuentra paz, en busca de un descanso negado. Para encontrarlo, necesitará que desde el mundo de los vivos se acabe con su sufrimiento espectral. Nuestra protagonista Lily, es una mujer hecha a sí misma, es sorda, huérfana, independiente, inteligente, amable, una gran artista...vamos un encanto, que cuida a su hermana pequeña con devoción, hasta que esta muere en un accidente. Lily rota por completo, se traslada a Cassadaga (La capital psíquica del mundo) Allí intentará establecer contacto con su hermana, pero algo se "cuela" en su conexión y la atormentará hasta que no cumpla lo que quiere...

Ahhhhhhhhhhhhhhh, perdonad, ahora sigo con vosotros...ahhhhhhhhhh, termino de bostezar y ya estoy lista con el boli en la mano de nuevo. Pues eso, que la historia no ofrece ninguna novedad en el planteamiento, así a lo mejor suponéis que el golpe de efecto lo dan los guionistas...Pues no!!! Me temo que a los guionistas tampoco les gustaba mucho estas historias de fantasmas y no pusieron mucha garra, porque el guión hace aguas por todas partes, y es un agua que no desemboca libre y pura en el mar, ese agua está estancada y huele mal, porque lo que nos ofrecen son varios frentes abiertos que no terminan de tener peso en la narración, ni son concluyentes para la historia y encima no están bien resueltos, y como no habías interés por parte de esos señores guionistas, los personajes se mueven como marionetas en un guiñol, aunque ninguno termina la función, todos la abandonan cuando los niños parece que empezaban a sonreír tímidamente.

Lily en realidad termina importando una mierda (lo digo como lo siento) y lo único que deseas es ver lo que, el asesino, conocido como "Gepetto" es capaz de hacer con sus víctimas, pero es que es mas de lo mismo, y se desaprovecha una buena idea, como la de las marionetas humanas que proporcionen una identidad sexual al maestro titiritero, para tirar mas por senderos sobrenaturales que son rancios y aburridos.

Los personajes, como decía, aparte de mal interpretados, están vacíos, y hay un poco de todo y para todos los gustos. El fallo radica en que estos personajes, aparecen y desaparecen de la trama sin ningún sentido, buscando sin cesar un giro forzado. En "Cassadaga" se quedan en el aire muchas incógnitas que se plantean...demasiadas, todo está torpemente explicado y los elementos que se ponen a nuestra disposición (automutilaciones, telepatía, entes enfadados, sufrimiento, torturas, vómitos de gusanos, etc) quedan como elementos anecdóticos que "adornan" una historia clásica que debería haber sido algo muuuucho mas morboso y retorcido de haberlo resuelto de otro modo. Y no estoy en contra de estos amores clásicos que se dejan llevar por la parte mas sobrenatural del terror, que conste, pero una historia de fantasmas sin sustos, es mas triste que ser la única invitada en la cena que beba vino...

Así que agotada llego al final, un final torpe y rápido (y decir eso en una película que se hace del montonazo es algo raro lo sé, pues debería haber estado desando que terminara, aunque en el fondo deseaba con todas mis fuerzas que al menos me dejara una buena sensación final...) Y después de haber corrido tanto con esta película, de haberme esforzado tanto, necesitaba agua fría, y solo me dieron un algodón de azúcar como recompensa...mala elección, el algodón de azúcar me encanta, pero cuando digo que necesito algo frío, es porque lo necesito!!!!! Di Blassi y su algodón de azúcar han estado a un solo segundo de perderme para siempre. Si no queréis experimentar esta sensación, poneos sólo las zapatillitas de deporte para darle al play si no tenéis nada mejor que hacer y si os gusta mucho hacer deporte...

Razones para mover los hilos de las marionetas: Intentar explorar el lado sobrenatural de alguien que ha bebido directamente y a morro de la fuente del sagrado Barker.

Razones para cortar los hilos de las marionetas: Entender que no ofrece nada nuevo y frustrarte con el potencial de una propuesta fallida.