martes, 11 de diciembre de 2012

Crítica: Agente 007 Contra Dr. No

El 5 de octubre se cumplieron 50 años de la premiere en el London Pavilion de Londres de “Agente 007 contra el Dr. No” (“Dr. No”, 1962, Terence Young), la primera película de una larga serie de filmes basados o inspirados en el personaje del agente del servicio secreto británico James Bond, alias 007, protagonista de las novelas de Ian Fleming.

Harry Saltzman y Albert R. Broccoli se habían hecho con los derechos de versionar la novela para la gran pantalla y apostaron por los potenciales elementos del personaje de Bond en su primera adaptación al cine sin saber si tendría o no continuación. El actor escocés Sean Connery pone rostro al primer Bond, mientras que Ursula Andress, interpretando a Honey Rider saliendo de entre las aguas con un bikini blanco ajustado, haría sus veces de lo que vendría a llamarse más tarde “chica Bond”. El primer gran villano de la franquicia cinematográfica es Dr. No (nombre de malvado pulp), hijo no deseado de un profesor alemán y una mujer china de buena posición, que dirigió la secta de los Tong antes de crear su propio imperio en una isla jamaicana frente a la costa de Port Royal, y ponerlo al servicio de SPECTRA (Sociedad Permanente Ejecutiva de Contraespionaje, Terrorismo, Rebelión y Aniquilamiento). Dr. No está mutilado y con dos manos de acero. Su aparición en el filme es muy breve pero su presencia es un icono entre los villanos de Bond.

En este primer Bond ya podemos observar los elementos pulp y la desprejuiciada fantasía heterosexual de la novela con sus ya inconfundibles características: su presentación diciendo “Bond, James Bond” en una partida de cartas, la introducción musical con tintes pop precedida de la escena del cañón (Monty Norman se encargó de la famosa banda sonora), el hecho de ser un agente con licencia para matar (un “héroe” que es un asesino al servicio de su gobierno), el dry martini agitado pero sin remover, el Dom Pérignon helado, la pistola Walther PKK (su preferida en casi todas sus misiones de 1962-2012), las chicas Bond (mujeres explosivas y un tanto misteriosas), el glamour, su esmoquin, las escenas de trepidante acción o los villanos -y sus secuaces- carismáticos con sus armas y su base de operaciones. En películas posteriores vendrían los gadgets que le proporciona MI6 a través de un encargado llamado Q como nombre en clave. En cuanto a la pistola inicial de Bond y la que aparece en las primeras novelas es una Beretta. Un experto en armas enamorado de la obra de Fleming aconsejó al escritor sobre el uso de la Walther PKK como pistola más apropiada para el personaje. De hecho, en el film podemos ver como el jefe de Bond le discute que lleve una Beretta -con gamuza, por cierto- y se la hace cambiar. El hombre que le proporciona la Walther PKK resguardada en una caja mira la Beretta y dice: “bonita y ligera, para el bolso de una dama”.

Como primera aventura de la franquicia “Agente 007 contra el Dr. No” (“Dr. No”, 1962, Terence Young) es una película modélica. Todos los potenciales elementos de acción, sexualidad masculina y glamour están presentes en el filme. En esta entrega James Bond llega a Jamaica con la misión de investigar el asesinato de un agente especial británico y su secretaria. El agente 007 descubre la existencia de una siniestra organización en la isla Crab Key. Su enemigo se llama Doctor No, que, ayudado por su cómplice, el profesor Dent, se propone ejecutar un siniestro plan: desviar la trayectoria de los cohetes de Cabo Cañaveral. Bond debe detenerlo antes de que sea demasiado tarde.

LO MEJOR: Lo novedoso de toda su historia, muy propicia para los hombres de aquella época. El contraste entre el estilo caribeño con la escena de la playa y el estilo asiático en la base del Dr. No.

LO MENOS BUENO: El enfrentamiento contra el Dr. No deja mucha que desear.

CURIOSIDADES:

-En Jamaica nació la novela de James Bond, en la casa que Ian Fleming tenía en la isla.

-Ian Fleming quería a su amigo David Niven como Bond. Éste acabó interpretándolo cinco años después en la paródica “Casino Royale”.

-La drástica reducción del presupuesto hizo que Albert R. Broccoli, quien se hizo con el derecho de las novelas, tuviera que empezar a buscar entre actores poco conocidos, como Patrick McGoohan y Roger Moore.


1 comentarios:

thewronggirl dijo...

Excepcional, yo no soy muy fan de las películas de Bond pero creo tu crítica es magistral! Y Sean Connery es un chulazo de cuidado!
MIAU

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