Crítica: Miruthan

En el pasado festival de cine fantástico de Sitges, los espectadores que vencimos al sueño y al cansancio y aguantamos hasta el final de la maratón nocturna dedicada al cine zombie pudimos disfrutar (Si, la palabra exacta es disfrutar) de ‘Miruthan’, cinta india que mezcla elementos propios de la comedia (El amigo del protagonista interpretado por Kaali Venkat es uno de esos personajes cuya presencia parece simplemente justificada para que sea él el encargado de hacer todo tipo de chistes y gracietas, algo parecido a lo que está ocurriendo con Tyrese Gibson en las últimas entregas de la saga ‘The fast and the furious: A todo gas’ y en ambos casos estos personajes acaban por saturar al espectador.

Hay que recalcar que la relación entre los dos protagonistas masculinos de ‘Miruthan’ parece seguir ciertas normas del genero conocido como buddy movie), del terror (No dejamos de estar ante una cinta de zombis aunque sus efectos especiales dejen un tanto que desear. Su simplicidad tiene su encanto), el musical (Impagable el momento en el que suena la canción ‘Munnal Kadhali’. Tras el estupor inicial producido al ver como se intercalaban en la película momentos del protagonista cantando micrófono en mano, escenas mas propias de un videoclip de Ricky Martin que de una película, parte del público se dejó llevar, yo entre ellos, y acabó siguiendo el ritmo de la canción con aplausos. Otros dos temas musicales destacan en ‘Miruthan’ aunque su presencia en la película dista mucho de la de ‘Munnal Kadhali’, ‘Veri veri veri’ con sus apuntes roqueros que sirve para mostrar el caos que surge con la infección y el sensiblero y romanticon ‘Mirutha mirutha’.

Por mucho que supiéramos que esta es una producción india, como espectadores no estamos acostumbrados a ciertos clichés de este tipo de cine. Al tema musical hay que sumar el anuncio antitabaco que se muestra en mitad de una escena a modo de pausa), del cine romántico (La obsesión de la hermana del protagonista para que este encuentre pareja se topa con el amor platónico de él) y donde su exceso (Solo hace falta ver el trailer de la película para darse cuenta de ello. Por si esto no fuera suficiente, los dos primeros ataques de los muertos vivientes sientan las bases de ante que tipo de película estamos. Conforme avanza el metraje son múltiples las escenas que por su exceso conseguirán arrancar una sonrisa o una sonora carcajada en el espectador), su tremenda simpatía y su mas que aparente falta de pretensiones mas allá de la de entretener al espectador son sus mejores bazas.

La película escrita y dirigida por Shakti Soundar Rajan es publicitada como la primera película tamil (Región del sur de la India) de zombis y puede que no sea una gran película (Su ritmo es irregular, ciertas partes de la historia no consiguen captar nuestra atención, sus interpretaciones resultan por momentos inverosímiles y algunos de los chistes no funcionan lo que sumado a nuestros prejuicios puede llevar a parte de público a cerrarse en banda ante esta película o directamente considerarla simplemente como un producto exótico mas), puede que no esté a la altura de la archifamosa ‘Train to Busan’ de Sang-ho Yeon (Cinta con la que ‘Miruthan’ comparte la idea de mostrar a un animal infectado que parece servir como detonante de la infección que irá convirtiendo a las personas en muertos vivientes. Esta misma idea, la de mostrar a un animal como portador de la infección es recurrente en este tipo de películas y también fue utilizada por Dominik Hartl en la entretenida pero insustancial ‘Attack of the lederhosen zombies’, película que también se pudo ver en la última edición del festival de cine fantástico de Sitges) pero consiguió que el público pasara un muy buen rato y acabara la noche con una amplia sonrisa y eso es lo que como espectador espero de una película como esta.

Es cierto que los primeros veinticinco minutos de película pueden hacer que el espectador se plantee si merece la pena seguir viendo ‘Miruthan’. Es en esta parte de la historia donde se desarrolla la relación entre el protagonista, su hermana pequeña y la obsesión de este por una joven doctora. El tono pastelero, inocente y los chistes que no funcionan hacen de esta la parte más floja de la película y a pesar de que solo es un tercio del metraje total, el espectador puede llegar a tener la sensación de que esta es mucho mas larga. Es a partir de este momento cuando Soundar Rajan se centra en el apocalipsis zombi cuando la película ofrece todo aquello que queremos: Exceso y diversión. La sucesión de escenas inverosímiles, el intento de hacernos creer que su protagonista interpretado por Jeyam Ravi es un héroe de acción hacen de esta película una de esas cintas sin sentido que se disfrutan mucho, eso sí, viéndola en las condiciones necesarias, es decir, con gente con ganas de divertirse y disfrutar. Personalmente creo que ver esta película en el salón de tu casa, a solas y en dvd no es la manera adecuada.

Aunque el director y guionista juega con ciertos elementos que pueden considerarse como críticos con su país (En la primera parte de la película, Soundar Rajan muestra en ciertas escenas la corrupción política y policial), este se aleja de la pretenciosidad o de las metáforas grandilocuentes a las que parece estar abonado el género zombie y nos deja una película rodada con la simple intención de entretener al espectador y desde luego este ‘Miruthan’ lo consigue. Y a pesar de la poca sutileza del director para mostrar aquellas marcas que patrocinan a la película (Entre ellas alguna que vende más aire que patatas) solo puedo decir una cosa: Esta película es un absoluto sinsentido y bendito sinsentido… Personalmente quiero mas, mucho mas…