Crítica: The Snowman

“Pronto volverán las primeras nieves. Y volverá a aparecer: el muñeco de nieve. Y cuando la nieve haya desaparecido, se habrá llevado consigo a alguien. Lo que tienes que preguntarte es: ¿Quién ha hecho el muñeco de nieve?” Con un tagline tan oscuro como prometedor nos llega por primera vez a la pantalla Harry Hole, el atormentado detective creado por Jo Nesbo. No miento si digo que no sabía con qué me iba a encontrar, ya que apenas había escuchado mencionar a Nesbo…pero ¿qué otra cosa se puede hacer una tarde de calor más que ir a meterse al cine? Me encontré de repente en Oslo, Noruega, conociendo a un detective del que iba a querer saber más (Y muriendo de frío). Entre montañas, hielo y nieve, el bueno de Michael Fassbender nos presenta a un H. Hole en decadencia, que por su afición al alcohol no puede cumplir con su trabajo ni formar una familia, por mucho que lo desee. Lo único que le pone una pausa a su adicción es la necesidad de resolver un caso.

Como le debe haber pasado a varios, luego de ver “Snowman” no pude esperar para ponerme al día con la lectura de algunos de los libros de Nesbo, y debo decir que lo anterior es un sello de la casa: personajes atormentados que para redimirse necesitan resolver crímenes. Todos los que lo rodean tienen una cuota de necesidad de redención, pero en especial Harry Hole. Ese tipo incapaz de disfrutar la vida-que se auto-tortura, se alcoholiza, no se relaciona-pero que lo entendemos, nos identificamos y sí, lo queremos. “Snowman” (2007) es el séptimo libro de la serie del detective Hole y luego de haber leído algunos tomos me resulta bastante inexplicable que se hayan tardado tanto para llevarlo al cine, ya que éstos son muy específicos en cuanto a descripciones. Tanto que uno al ir leyendo puede ir imaginando todo claramente.

La peli cuenta con el sueco Tomas Alfredson como director (el mismo que nos enamoró con “Let the right one in” y dirigió al inigualable Gary Oldman en “Tinker Taylor soldier spy”), Scorsese como productor ejecutivo y un casting que incluye a J.K. Simmons, Val Kilmer y Charlotte Gainsbourg. Y si todo el combo antes mencionado más Fassbender olía a éxito asegurado, la peli fue bastante mal recibida, ya que según el director muchas escenas no pudieron ser filmadas por problemas técnicos, y moverse nuevamente hasta Noruega estaba fuera de presupuesto. Según él “Snowman” fue como un rompecabezas con piezas faltantes. Pero que de alguna manera funciona.

La película filmada en Europa del norte y mayormente en Oslo, tiene muchas pistas falsas. Comienza presentando a un Harry Hole en su peor momento: alcoholizado y desesperado porque no tiene la suficiente fuerza para recuperar a Rakel (una Charlotte Gainsbourg más linda que nunca), y está a punto de perder su trabajo. Pero el caso de una mujer desaparecida, y un muñeco de nieve mirando hacia la ventana de ésta le devuelve cierta estabilidad. Su compañera policía, Katrine (Rebecca Ferguson), hace de una especie de Watson. Aunque lo ayuda en la investigación sospechamos que algo esconde, y Harry pretende descubrirlo. El caso de la mujer desaparecida antes mencionado se entremezcla con algunos flashbacks que nos llevan a pensar que hay varios sospechosos y muy poco en claro: una clínica de fertilidad, un J.K.Simmons que usa a un médico de proxeneta, varias mujeres más desaparecidas y un tal Rafto-interpretado por Val Kilmer-. A medida que va avanzando la peli nos damos cuenta de lo dedicado que está Hole a su trabajo, y que esa es su manera de lidiar con las cosas, en vez de enfrentarlas. Como si descubriendo al asesino pudiera sacar de su cabeza toda culpabilidad.

El primero de los tomos, “El murciélago”, cuenta como Harry pasó de ser borracho alegre a empedernido o adicto: durante una persecución en la que iba acompañado de un colega, Harry estaba pasado de copas y en un accidente acabó con la vida de ése y de un adolescente. Sus compañeros lo hicieron parecer inocente para evitar el escándalo y perder a uno de los mejores detectives. Pero como en toda novela negra, y como fana del thriller que es una, siempre es bueno ver emerger de las tinieblas del alcohol y demás a alguien capaz de saltar sobre las pistas falsas y de DESCUBRIR QUIEN ES EL ASESINO. En este caso Harry tiene la ventaja de ser observador y por eso logra ver más allá de lo que parecía obvio. Así, nadie termina siendo como parece y los cabos que estaban sueltos, casi todos terminan siendo asesinados.

En cuanto al final, si bien esperaba algo del estilo Agatha Christie- en el que nadie sabe quién puede ser el asesino, y todo tiene una explicación racional-, me sorprendió encontrarme con un desenlace previsible, en el que todo se resuelve con violencia y facilidad, casi como un final a lo “Saw”. De todas maneras, una segunda entrega es esperable. Fassbender como Harry Hole no sorprende pero funciona-luego de ver la película es inevitable pensar en él al leer a Nesbo-. Y para los que seguimos leyendo, siempre es bueno ver la versión en cine, ya sea para amarla u odiarla.