Crítica: What Keeps You Alive

Nada como ver una película sin tener ningún tipo de expectativa para evitar así las ilusiones tóxicas. Empecé a ver “What keeps you Alive” (2018) sin saber de qué iba la historia, algo raro ya que hoy en día es muy fácil tragarse un tráiler sin querer, y me sorprendió para bien durante buena parte de su duración. Dirigida por el canadiense Colin Minihan, la película nos mete en un survival tenso y con buen ritmo, aunque todo sea dicho, no exento de ciertas incoherencias. La historia nos muestra que las apariencias engañan y que no te puedes fiar ni de tu propia pareja. De hecho, en ocasiones es a la persona más querida y cercana a quien más debemos temer, porque es la que más daño físico y psicológico nos puede ocasionar.

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“What keeps you Alive, a través de la actuación Brittany Allen, consigue transmitir la sensación de que el verdadero dolor es el psicológico”

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La historia se centra en Jackie y Jules, una pareja que decide celebrar su primer aniversario de bodas en una apartada mansión familiar a orillas de un lago. La llegada de Jackie a esa casa rodeada de un bosque interminable y un breve reencuentro con una amiga de la infancia, crean cambios en su comportamiento y muchos interrogantes en torno a su pasado. A partir de ahí, se desata una lucha por la supervivencia en la que las cosas no son lo que aparentaban ser.

El director Colin Minihan, que también es el guionista de esta película, forma parte de The Vicious Brothers en dupla con Stuart Ortiz. Juntos filmaron conocidas películas como “Grave Encounters” (2011) o “It Stains the Sands Red” (2016). En “What keeps you Alive” cuenta de nuevo con su actriz fetiche, Brittany Allen, con la que ya trabajó en dos de sus películas anteriores, incluida la reciente “It Stains the Sands Red”. La otra coprotagonista es interpretada por la actriz Hannah Emily Anderson, a la que actualmente podemos ver en la serie “The Purgue”. Curiosamente ambas actrices, Allen y Anderson, ya trabajaron juntas en “Jigsaw“ (Saw VIII, 2017). Completa el reparto Martha MacIsaac (The Last House on the Left, 2009), en un pequeño pero relevante papel, cerrando así un elenco muy habituado al cine de terror.

“What keeps you Alive, a través de la actuación Brittany Allen, consigue transmitir la sensación de que el verdadero dolor es el psicológico” Como la película solo tiene cuatro personajes, dos de ellos con pocos minutos en pantalla, el protagonismo recae de forma enorme en las dos actrices principales. Una de ellas representa la frialdad, y la otra el sufrimiento. “What keeps you Alive”, a través de la actuación Brittany Allen, consigue transmitir la sensación de que el verdadero dolor es el psicológico, incluso por encima del más severo dolor físico. También reflexiona sobre el pasado de las personas, como si fuese un mundo misterioso y en ocasiones indescifrable, que puede regresar al presente en el momento más inesperado.

En la historia hay varias alusiones a la caza, de hecho el padre de una de las chicas solía cazar con ella en ese mismo lugar. En conversaciones la pareja se autodefine, Jackie como una depredadora, un águila, y Jules como un animal que lucha por sobrevivir a través de su astucia, un cuervo. Y es de una de esas reflexiones sobre la caza de donde viene el título de la película “What Keeps you Alive”.

Recuerda a “Revenge” (2017) en algunas situaciones, principalmente la caída por un barranco de una las chicas, la forma en la que se cura a si misma cosiéndose su propio abdomen y su recuperación inverosímil. Se encuentran también reminiscencias a algunas de las películas más influyentes dentro del cine de terror moderno, como “Alta Tensión” (Alexandre Aja, 2003), por el gran protagonismo de la dupla femenina en esa lucha por la supervivencia, y “Funny Games” (Haneke, 1997) por su enorme frialdad. En “What Keeps you Alive” tampoco hay motivo aparente para tal ensañamiento. Uno de los personajes es una psicópata con una maldad innata, y esa determinación por matar sin causa aparente es el leitmotiv de la película.

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“la fotografía está a otro nivel, transmitiendo las sensaciones que experimenta la desafortunada protagonista, ya sea la frialdad del agua o la aspereza brutal de una roca”

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Desde el inicio la película muestra la verticalidad de los árboles, una verticalidad afilada como un cuchillo, que bien podría ser la perspectiva de un cuerpo tendido sobre el bosque. La localización, ese paraje dominado por la naturaleza y un gran lago, tiene mucho protagonismo en la historia. Ese entorno es de hecho un elemento muy presente en slashers y survivals, ya visto en películas tan emblemáticas como “Viernes 13” (1980) o “The Burning” (1981). También en “Deliverance” (1972), donde la naturaleza y en concreto el agua, juegan un papel fundamental.

En ese contexto la fotografía está a otro nivel, transmitiendo las sensaciones que experimenta la desafortunada protagonista, ya sea la frialdad del agua o la aspereza brutal de una roca. También sabe emplear el gran juego que da la sangre en el cine, principalmente en este tipo de películas. Lo que debería ser una imagen de horror se vuelve algo salvajemente atractivo. Contribuye también en la creación de esa atmósfera la música, en la que participa la actriz Brittany Allen, que también es coproductora. Toda la película tiene una interesarte OST que  busca contrastes, alternando música actual con música clásica.

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“Consigue mantener el pulso narrativo hasta el último tercio de la película, que no es poco. A partir de ahí las situaciones se hacen un poco repetitivas”

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Por contra, a la película le falta profundizar un poco más en los personajes y se acaba precipitando. Me gustaría que hubieran estirado más la primera parte, porque es cuando mejor funciona. El momento más misterioso es ese en el que empezamos a tener datos indicadores de que una de las chicas está escondiendo algo, pero al mismo tiempo nada es evidente todavía. Sin embargo, de un momento a otro los registros cambian radicalmente y todo se vuelve evidente. Otro punto que no me convence es la irracionalidad en muchas de las decisiones de sus protagonistas, que nos llevan a un desarrollo poco creíble. Quizá eso se podría justificar en parte por la sumisión que adopta una de las partes, pero irremediablemente hace que el devenir de la historia sea poco convincente.

Pese a todo, os diré para concluir que a la película yo le perdonaría sus fallos y sería condescendiente con ella, porque la propuesta del director vale la pena. Consigue mantener el pulso narrativo hasta el último tercio de la película, que no es poco. A partir de ahí las situaciones se hacen un poco repetitivas, nos vuelve a mostrar los mismos pasos desde una perspectiva diferente, hasta llegar a un final un tanto cuestionable.

Lo mejor: La idea es buena. La película está bien hecha y bien interpretada. Con una fotografía cuidada y unas interpretaciones por encima de la media, consigue crear una atmósfera realmente interesante. Por momentos, también ofrece buenas dosis de suspense y mantiene un pulso que se mete al espectador en el bolsillo.

Lo peor: El guion tiene tres o cuatro fallos importantes. La película se precipita en varios momentos y avanza sobre algunas decisiones irracionales e inverosímiles de las protagonistas. Lo tenía todo para haber sido una película mucho mejor.